Un pequeño Leo de 5 años vagaba solo por las alcantarillas cuando tropezó con una caja con el candado roto.
- ¿Que es esto? - dijo Leo sacando un libro raro que estaba en el interior de la caja y abriéndolo - "Piensa en un lugar al que quieras ir y di esta frase" - leyó Leo - Mmm... me gustaría ir a un lugar donde pudiera ser visto y que a nadie le importe mi apariencia... portalus proyectum.
Encima de el se abrió un portal que lo absorbió al interior y lo encerró en una burbuja morada. Cuando se desvaneció, se encontró a si mismo en un parque rodeado de personas no-humanas.
- ¿Donde estoy?¿Que son? - pensaba el pequeño Leo asustado mientras abrazaba el libro entre sus piernas.
- Oye... - dijo una niña llamando su atención - ¿estas bien?
- ¿Q-Quien o que eres tu? - dijo el pequeño Leo mas asustado.
- Yo soy Clawdeen y soy una mujer-lobo en desarrollo, ¿y tu? - dijo la niña.
- Y-Yo soy Leonardo pero puedes llamarme Leo y soy una tortuga mutante... también en desarrollo - dijo Leo con un poco mas de confianza - ¿Donde estoy?
- En el parque monstruoso, ¿nunca habías venido? - dijo Clawdeen sorprendida.
- No se donde queda eso, no conozco nada de la superficie - dijo Leo parándose finalmente y guardando el libro.
- Osea que no sabes como volver a tu casa - dijo Clawdeen, Leo negó con la cabeza - Quédate en mi casa hasta que sepas como volver a la tuya.
Leo no tuvo mas opción que aceptar así que tomo su mano y la siguió. Su casa no quedaba muy lejos, cuando entro su hermano la recibió.
- Clawdeen, sabes que no puedes salir sin mi - dijo Claw para desviar su vista a Leo - ¿Quien es el?
- Se llama Leo, lo conocí en el parque - dijo Clawdeen presentándolo.
- No puedes traer a extraños a casa, sabes las reglas - dijo la madre de Clawdeen.
- Esta perdido y no sabe como volver a su casa, no podía dejarlo donde estaba - dijo Clawdeen preocupada.
- Clawdeen, si soy una molestia para ellos me iré - dijo Leo volteando y acercándose a la puerta.
- Un momento, joven... - dijo el padre de Clawdeen deteniéndolo - no es buena idea vagar por ahí si no sabes como volver a tu hogar.
- Estoy tan perdido, ni siquiera se donde es aquí - dijo Leo sentándose en un sillón.
- ¿Que hiciste para terminar aquí? - pregunto la madre de Clawdeen.
- Pensé en un lugar donde no se asustaran al verme, dije unas palabras raras y PUF, termine aquí - dijo el pequeño Leo explicando lo mejor que pudo viendo el libro - Oh no.
- ¿Que pasa? - pregunto Claw.
- No solo estoy lejos de mi casa, estoy en un mundo paralelo al mio... con razón todo se veía nuevo para mi - dijo Leo como conclusión.
- Y... ¿te iras? - pregunto Clawdeen.
- Mmm... aun no, quiero darle una oportunidad a este lugar y conocerlo antes de decidir si no quiero volver - dijo Leo alegre.
- Mi hermano y yo te lo mostraremos - dijo Clawdeen eufórica.
Clawdeen y Claw salieron de su casa con Leo, el mencionado se impresionaba con cada cosa que veía. Pasaron cerca de una plaza y se encontraron con personas indeseables.
- Vaya, vaya, vaya, la niñita y su hermano bobo muestran sus caras - dijo un chico de nombre Travis desviando su vista a Leo - Y veo que tienen un amigo mas raro que ustedes, felicidades.
- No lo molestes, tonto - dijo Clawdeen sacando sus garras pero Leo se puso frente a ella.
- ¿Molestas a una niña? Eres un idiota - dijo Leo cruzándose de brazos.
- ¿Como te atreves? Eres... "lo que sea que seas" muerto - dijo Travis para tratar de golpearlo pero Leo detuvo el golpe.
- Buen intento... - dijo Leo apretando su muñeca - mi turno... - Leo lucho contra el y, en menos de tres minutos, Travis acabo en el suelo - no vuelvas a molestarlos nunca.
- N-No me toques... - dijo Travis asustado levantándose - a-aléjate de mi - salio corriendo hasta que se perdió de vista.
- ¿Estas bien? - dijo Leo a sus nuevos amigos, los cuales estaban muy sorprendidos.
- ¿Donde aprendiste a hacer eso? - dijo Claw saliendo del asombro.
- Mi padre me enseña ninjutsu (o ninjitsu, como sea que se diga), el alguna vez fue un gran maestro ninja - dijo Leo con orgullo.
- ¡Eres genial! - dijo Clawdeen colgándose del cuello de Leo - Me encantaría que estudies conmigo.
- ¿Estudiar? - dijo Leo confundido.
- ¿Nunca fuiste a la escuela o al jardín? - dijo Clawdeen descolgándose - ¿En donde vives?
- En una alcantarilla, nunca salí de ahí, la superficie esta llena de humanos - dijo Leo un poco asustado.
- Si quieres puedes ir a la escuela con nosotros, aun no comienzan las clases, puedes inscribirte - dijo Claw.
- Gracias chicos, son los mejores - dijo Leo feliz de la vida.
Fueron a Monster High, a la división primaria e inscribieron a Leo, solo faltaba que su padre firmara el formulario para completar la inscripción. Cuando volvió, fue con Splinter.
- Padre, no sabes lo que me paso - dijo Leo muy emocionado.
- Leonardo, ¿donde estuviste? Tus hermanos llevan horas buscándote - dijo Splinter muy serio.
- Fui a un mundo donde solo había monstruos y conocí a unos hombres lobos, ellos me inscribieron en su escuela... - dijo Leo sacando el formulario y una lapicera - solo tienes que firmar.
- De acuerdo... - dijo Splinter firmando y entregando el formulario - pero la próxima vez que quieras jugar a la escuela, avísanos.
Leo se sintió muy mal por el hecho de que su padre creyera que estaba jugando, se retiro a su cuarto y guardo el formulario, al día siguiente vería a sus nuevos amigos.
Continuara...