Demasiado Pronto


Era demasiado incluso para alguien tan fuerte como Hermione que repentinamente se veía arrastrada por una serie de circunstancias que salían por completo de sus manos.

De alguna manera se sentía culpable por estar de nuevo casada, no importaba que supiera que todo había sido un plan para proteger a su pequeño Sebastián y a ella misma. No podía apartar de su cabeza y su sentir que el cuerpo de Theo aún estaba tibio cuando ya se encontraba firmando los papeles de un contrato matrimonial con Malfoy.

La tenia sin cuidado los comentarios y las especulaciones mal intencionada de la gente a su alrededor que estaba completamente desconectadas de su vida, pero si le preocupaba lo que pensaría o sentiría su hijo cuando creciera y se diera cuenta de que tan rápido había seguido en apariencia con su vida, solo rogaba al cielo porque llegado el momento Sebastián entendiera las razones que la habían orillado a tomar dichas decisiones.

Decir que se sentía agobiada era poco en comparación con lo que realmente sentía. Las lágrimas seguían atoradas en sus ojos como el dolor en su pecho. No había tenido tiempo ni siquiera para llorar por la pérdida del hombre que llego a amar tanto y que había logrado que su corazón sanara a base de cariño y paciencia. Pues se vio en la necesidad de fingir y contenerse para no echar por tierra todos sus planes.

Theo le previno sobre lo que ocurriría y todo lo que se les vendría encima en cuanto faltara, sin embargo, a pesar de saberlo con anticipación no impidió que se sorprendiera de que Catehrine Smith fuera una arpía sin corazón que fue capaz de llegar tan lejos con tal de quedarse con la fortuna de los Nott.

Catherine se presentó en pleno funeral, tratando de opacar la presencia de la viuda. Además de encargarse de hacer aquel evento un circo público lleno de periodistas que habían sido convocados para ser informados que la legitima heredera de los Nott era ella y que por tanto exigiendo sus derechos haría a un lado a los "oportunistas" de los que se había rodeado su primo en vida.

Contra todo pronóstico Hermione guardo silencio, la dejo soltar su veneno y armar el revuelo que buscaba. Ella estaba demasiado conflictuada y dolida para ponerse a discutir, no le veía caso desgastarse. Lo hecho, hecho estaba, ya le cobraría caro la afrenta hecha a su pequeña familia y a la memoria de Theo.

A penas se llevaron a cabo los servicios funerarios la Señorita Smith se presentó en el ministerio con una copia del testamento de Theodore Nott para impugnarlo, con los argumentos que ya eran bien sabidos por Draco y Hermione.

Siendo Hermione Nott de origen Muggle y con apego a la ley que regía los bienes de los sangre puras, ella no podía heredar la fortuna de los Nott, asi como tampoco podía ser albacea de su hijo menor de edad pues su linaje le impedía hacerse con bienes que habían pasado de generación en generación por línea sanguínea.

A pesar de todo se establecía en la Ley que su hijo siendo legitimo sin importar su condición sanguínea podía gozar de todos los derechos y beneficios que eso supone, en cuando fuera legalmente mayor de edad, mientras tanto los bienes y fortunas seria salvaguardados para su manejo y cuidado por el familiar más cercano, en este caso único que cumpliera con el estatus de sangre necesario.

Con lo que no contaba Catherine era que existía la salvedad de que los derechos pudieran retenerse cuando existiera un depositario de linaje puro que por el derecho conyugal de bienes mancomunados pudiera manejar la fortuna de su esposa.

En pocas palabras se explicaba que al contraer nuevas nupcias Hermione podía ceder el derecho de manejar sus bienes y fortuna a su nuevo marido, siempre y cuando este a su ves aportara a la fortuna sus propios bienes y por sus venas corriera la tan anhelada y sobrevalorada sangre pura.

Entre los sangre puras estaban acostumbrados a hacer ese tipo de alianzas para aumentar sus arcas en casos donde el buen nombre y la pureza de la sangre no estaban tan claras como las enormes fortunas fusionadas.

El legado de los Nott se había fusionado con el de los Malfoy aun en contra de los deseos de Narcisa Malfoy, pero siendo Draco el legítimo heredero y legalmente el dueño de dichos bienes nada pudo hacer su madre para oponerse.

Ni siquiera a Narcisa revelo los motivos por los cuales se desposo de manera apresurada y casi secreta con Hermione, no deseaba poner en entre dicho la legitimidad del acuerdo nupcial y con ello dar oportunidad de que echaran por tierra el último deseo de su amigo Nott.

Aun a pesar de todo la discusión que habían sostenido aquella tarde en la mansión Malfoy no había sido para nada agradable.

-¡No puedes hacer eso! –Solto con rabia.

Podía ser que Narcisa considera impropio discutir y mucho mas elevar la voz hasta el punto de gritar, pero después de intentar dialogar civilizadamente y no obtener buenos resultados a esas alturas había dejado su educación y buenos modos a un lado para gritar a pleno pulmón a su hijo para hacerlo entrar en razón.

-¡Puedo y lo hare! –Contesto con calma a pesar de que el también comenzaba a perder los nervios.

-¿Porque?

-¡Porque la quiero! –Pronuncio esa verdad entre todas las mentiras que pudo haber dicho en ese momento, logrando con ello que su madre le mirara incrédula por unos segundos antes de soltar una carcajada desprovista de diversión.

-¡La quieres! –Exclamo con sarcasmo. –No digas tonterías.

-No son tonterías madre. Mucho antes de que se relacionara con Nott ella había sido mi mujer.

Sorprendida no podía dar crédito a las palabras de su hijo.

-En aquel entonces fui demasiado estúpido para valorarla pero no pienso volver a perderla.

-Esto debe ser una broma de mal gusto.

-Ninguna broma. Nunca he hablado más en serio madre.

-No puedes arruinarnos de esta manera solo por tu capricho.

-No es ningún capricho. La quiero y voy a casarme con ella.

-¿Cómo puedes hacerme esto? Tienes la obligación de mantener tu legado, nuestro buen nombre.

-¿Buen Nombre? –Esta vez fue el turno de Draco de Reírse sin humor alguno. –¡Por favor madre!, no existe un buen nombre que conservar.

-Por eso mismo debes de casarte con Astoria, su apellido y linaje serán suficientes para limpiar por fin nuestro apellido por completo.

-No pienso hacer tal cosa, ni cambiar mis planes porque tu creas que es más conveniente casarme con una sangre pura.

-¡Te debes a tu familia! –Grito desesperada cuando Draco estaba ya por marcharse sin entender razones.

El rubio regreso sobre sus pasos para enfrentarse a la mirada colérica de su madre que apretaba los puños con rabia.

-¿Deberes? –Pregunto en un tono lapidario.

La ira de Narcisa se evaporo por completo ante la mirada fría de Draco, incluso dio un paso a tras desconcertada por el cambio repentino que se obro en él.

-Fueron esos deberes lo que nos hizo terminar de esta manera, repudiados por todos, excluidos de la sociedad y de todo lo que alguna vez consideraste importante. Posiblemente creas que lo que hice en el pasado no fue suficiente, pero considero que ya cumplí con mis deberes madre. Hice cuanto me pido mi padre, me marque y estuve a punto de matar por esos estúpidos deberes que mencionas.

La mujer tembló ante el recuerdo, palideciendo al ver el brazo de su hijo marcado cuando se atrevió a descubrirse y levantar la manga de su camisa.

-Esa misma mujer a la que consideras indigna es una heroína y aun con mi pasado me acepto y me amo por quien era, sin importar mi apellido, mi nombre o mi fortuna, Hermione me amo aun cuando debía odiarme y voy a casarme con ella.

-Te amo tanto que se casó con tu mejor amigo.

-Me amo a pesar de que la lastime y la destruí de todas las maneras posibles. Y se caso con Nott porque yo mismo provoque que eso pasara, asi que ahora que tengo la oportunidad no pienso perderla de nuevo.

-Piensa bien las cosas Draco, no nos conviene.

-No me interesa lo inconveniente que resulte para ti. Hasta ahora he hecho todo cuando me has pedido. Me hice cargo de los negocios de la familia para recuperar todo lo que perdimos como consecuencia de la guerra, he cumplido con todas mis obligaciones como cabeza de familia y es justo que busque al fin ser feliz y ella es mi felicidad.

-Además no has considerado que tiene un hijo.

-Un hijo que criare como mío.

-Eso es absurdo Draco, ¡comprende! ¿Cómo podrás ser padre de alguien que no lleva tu sangre?

-Ese es tu problema madre, aun no te das cuenta que la sangre no significa nada, que bajo la piel la sangre es siempre roja y que los afectos no tienen nada que ver con ella. –Dijo con tristeza.

-¿No piensas cambiar de parecer?

-No. –Fue su última respuesta antes de salir definitivamente de la sala.

Narcisa Malfoy se quedó sola en esa enorme sala, dándose cuenta que nunca había visto a Draco como acababa de hacerlo. Jamás fue tan directo al hablar de sus sentimientos, como tampoco con esa firmeza que la dejo sin más argumentes.

No le quedó más remedio que aceptar que por primera vez su hijo se revelaba para hacer lo que realmente deseaba y en el fondo a pesar de estar en contra de su decisión no podía más que sentirse orgullosa del hombre en el que se había convertido.

. . .

Catherine utilizo todo tipo de recursos legales e ilegales para intentar hacerse con la fortuna, sin embargo, de nada sirvieron siendo que Hermione tenía más que buenas conexiones dentro y fuera del ministerio como para que le permitieran pasar por encima de sus derechos y los de su hijo.

Los enfrentamientos legales siguieron por dos meses completos, en los que no encontró la manera de echar por tierra los planes de "los Malfoy"

-Lo siento mucho Señorita Smith, lo hemos intentado todo pero ya agotamos todas las alternativas. –Se excusó su abogado.

-Me niego a darme por vencida. –Exclamo colérica.

-He consultado su caso con varios de mis colegas, pero todos concuerdan que no se puede hacer mas nada para impugnar los derechos del Sr. Malfoy de manejar la fortuna de su esposa y de su hijo adoptivo.

-Debe de haber alguna manera, todo mundo sabe cuánto se odiaban y que ese supuesto enlace es solo una pantomima para quitarme lo que por derecho me corresponde.

-Pues a menos que pruebe su teoría no hay nada que se pueda hacer al respecto.

Catherine pensó con calma lo que acababa de decir su abogado.

-Quieres decir que si se logra comprobar que su unión en un fraude puede ayudarme a ganar.

-Comprobar algo como eso no seria sencillo.

-¿Pero puede hacerse?

-Si usted comprueba que el matrimonio no es legítimo podemos lograrlo.

-Entonces hay que enfocarnos en probar que ese matrimonio es una farsa, pero ¿Cómo lograrlo?

-Creo que yo tengo algunas ideas, aunque debo advertirle que si no logra probar lo que se propone se arriesga no solo a perder cualquier derecho de heredar algo en el futuro, sino que incluso puedan contrademandar por difamación.

-No me importa, estoy segura que entre esos dos no hay nada real.

. . .

Theodore Nott siempre tuvo la capacidad de visualizar el panorama completo de cualquier tipo de situaciones cuando la mayoría no era capaz de ver mas alla de sus narices. Esa gran cualidad le ayudo a lo largo de su vida para evitar los problemas y al final le habia servido para arreglar las cosas de tal manera que garantizaba que Hermione, Sebastian e incluso Draco fueran felices.

Por eso había guardado para si mismo algunos detalles de su elaborado plan para protegerles de Catherine, porque conocía demasiado bien el carácter de su mujer para saber que existía un punto de inflexión que no estaría dispuesta a cruzar de no ser que la dejara sin más alternativas.

Theo supo desde un principio que no bastaría con unirse en matrimonio Hermione y Draco, aun cuando había dado a entender que no era necesario que existiera una relación real entre ellos. Por un lado Malfoy supuso que bastaría permanecer al lado de la mujer que habia amado para ayudarle aun cuando supiera que Hermione nunca volvería realmente a sus brazos. Y en cuanto a Hermione a pesar de ser sumamente inteligente, su buen juicio y esa lucides que generalmente le proporcionada anticiparse a los hechos había estado anestesiada por el dolor que causo la enfermedad y muerte de amado esposo, que no pudo notar que Theodore esperaba que la union en algún momento se volviera algo genuino.

Muchos fueron los motivos que tuvo el misántropo castaño para asegurarse de que su amada esposa y su mejor amigo terminaran juntos, no solo porque confiaba en que podía protegerlos incluso con su vida, sino porque estaba convencido que Hermione no podría volver a ser completamente feliz cuando el faltara si Draco no regresaba a su vida con todo el amor que aun guardaba en su interior por ella.

Nott había previsto que Catherine pidiera la comprobación y legitimación de esa unión matrimonial con los viejos métodos de los Sangres Puras y por tanto se les exigiría un heredero en común para dicho fin, en un plazo no mayor a un año, lo que les dejaría poco tiempo a Hermione y Draco, sin embargo, estaba convencido que ambos eran tan testarudos y cabeza dura que solo bajo esas circunstancias dejarían de perder el tiempo para enfocarse en ser felices juntos, como debió de ser en un principio si Draco Malfoy no hubiera sido ese cabron impresentable que no habia sido capaz de darse cuenta que la amaba desde el primer momento.

. . .

Una carta llego a la Mansión Nott a primera hora de la mañana. Como de costumbre Draco y Hermione desayunaban sin cruzar palabra. Su relación era cortésmente fría, pero no mas que eso, pues incluso dormían en alas opuestas de la mansión para evitarse.

Draco fue quien recibió la misiva y por el sello del ministerio la abrió de inmediato, se quedó lívido al leer el contenido y sin ser capaz de hablar se limitó a levantarse de su asiento para acercarse a Hermione y tenderle la carta.

En cuanto termino de leerla Hermione se llevó la mano a la boca ahogando un grito de sorpresa.

-Sera mejor que ahora mismo arreglemos todo ya sea que te pases a mis habitaciones o yo a las tuyas, pues mañana mismo llegara Catherine Smith a vivir a esta casa hasta que se cumpla con el protocolo.

-¿Protocolo? ¡Están dementes o que les pasa! Están hablando de una criatura no de una cosa.

-Lo siento. –Se disculpó. –Pero como están las cosas solo hay dos opciones posibles; tenemos un hijo en común o entregas la custodia de Sebastián a Catherine Smith.

Se le llenaron los ojos de lágrimas de solo pensar perder a su hijo, pero no se sentía capaz de cumplir con aquella clausula, era demasiado pronto para pensar siquiera estar con otro hombre que no fuera Nott, por mucho que aun amara en el fondo a Draco.

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