A veces llega un punto de inflexión donde sopesas el ayer y el presente, tratando de adivinar si vas por el camino correcto o si por lo contrario, te has equivocado de manera rotunda y estan tan estúpidamente perdido que todo se está yendo a la mierda. La segunda opción era la mas probable, incluso describía muy bien lo que fue su vida antes.

Extrañamente y en contra de todo pronóstico te da cuenta de que su vida en este momento, justo en este instante es todo lo que necesita. Quizás, solo quizás piensa que no lo mereces, que ha sido toda tu puta vida un desgraciado, que merece todo lo malo que pueda pasarle, sin embargo, esta en la cama con una mujer a tu lado que realmente ama.

Es entonces inevitable pensar que algo muy bueno tuvo que hacer en otra vida para merecerla, para tenerla entre sus brazos, sintiendo su cálido cuerpo contra el suyo, con su largo cabello esparcido sobre su pecho como una cobija que ha disipado el frio que siempre había estado presente en su interior.

"La ama."

Esa es la clave. La amaba antes y lo hace ahora. Y es así sintiéndola a su lado que comprende y agradece que su mejor amigo le diera la oportunidad de tener lo que tienes justo en ese momento.

Hermione no es solo una mujer, es su mujer. La misma castaña que en el pasado enamoro y no supo valorar. También era la única que habia sido capaz de quitarle la venda de los ojos y de su corazón para dejar de ser un insensible ciego crónico que no era capaz de ver lo que tenia delante o sentir cosas tan reales y tan vivas como el amor.

Era teniéndolo asi, de nuevo entre sus brazos que estaba convencido que estaba dispuesto a todo para hacerla feliz. Sería el hombre que debió ser desde el principio, le daría todo cuanto quisiera o necesitara, la protegería de cualquier cosa, incluso a costa de su propia vida.

. . .

Draco nunca imagino que pudiera ser capaz de amar tanto y de tantas maneras. Con el correr de los días la relación con Hermione se fue fortaleciendo, de la misma manera que los lazos afectivos que se iban creando con el pequeño Sebastián.

Era inevitable no amar a ese pequeño tan parecido a Theo y al mismo tiempo con tantas cosas de Hermione en la dulzura de su carácter. Los ojos azules del niño lo seguían con devoción y extendía sus manos para que le cargara siempre que llegaba, pero sin duda cuando su pequeña mano sujetaba la suya se daba cuenta que estaba tocando en realidad su corazón.

Un mes después de la reconciliación entre Hermione y Draco, ambos confirmaron que un bebe venia en camino. Los pensamientos negativos y de culpa en la castaña estaban ya extintos sabiendo que a pesar de las circunstancias que los habían llevado a rencontrarse ella amaba a Malfoy y ya amaba a ese pequeñito que ya crecía en su interior.

Las cosas no estaban del todo sencillas siendo vigilados de cerca por Catherine era imposible relajarse por completo y disfrutar de esa felicidad que había tocado tan inesperadamente a su puerta.

Aun a pesar de todo Hermione y Draco trataban de acoplarse a su nueva vida, con el pequeño Sebastian. Disfrutando de los maravillosos momentos que se revelaban ante ellos con tanta naturalidad que parecía que en realidad ese niño fuera el hijo legítimo de Draco.

Narcisa Malfoy se vio en la necesidad de acercarse a la mansión Nott en su afán por encontrar una manera de remediar el escándalo que supuso la prematura boda de su hijo con la viuda de Theodore. Pero a penas traspasar la puerta se dio cuenta que no esperaba encontrar en aquel lugar que su hijo era verdaderamente feliz.

En silencio los observo convivir durante la comida a la que fue invitada. Era imposible no darse cuenta la manera en la que se miraban o la necesidad que persistía en Draco de tocarla a la menos provocación, como si tuviera la necesidad de comprobar constantemente que Hermione fuera real.

Tampoco había esperado que la castaña se mostrara tan natural ante ella, como si todo el pasado que envolvió sus vidas antes y durante la guerra no hubiera existido más que en una lejana pesadilla.

-¿Quiere cargarlo? –Le ofreció Hermione al ver la manera en que miraba a Sebastián con anhelo.

Narcisa se quedó descolocada por un instante, tratando de asimilar el significado de ese ofrecimiento.

-Usted siempre fue una buena madre. –Le dijo como si adivinara sus pensamientos.

-No necesito de tu aprobación.

-Por supuesto. –Agrego. –Se que no necesita de mis favores. Me limito a decir lo que pienso.

-Entonces que te hace pensar que quiero siquiera tocar a tu hijo. –Dijo con desagrado como si fuera incluso insultante su propuesta.

-Conocer a Draco y vivir con el me ha permitido aprender el noble arte de leer entre líneas. Puedo interpretar a la perfección lo que dicen sus palabras y que se esconden detrás de sus acciones. No le temo, ni me preocupa el bienestar de mi hijo si está a su cargo, porque se quedaría su vida por Sebastián porque sabe que Draco lo ama tanto como si fuera de su propia sangre y usted de ningún modo permitiría que su hijo sufriera de nuevo.

Hermione no dijo más, se limitó a acomodar a Sebastián en los brazos de Narcisa. Disfrutando en silencio de esa pequeña sonrisa que se insinuó en sus labios al sentir las cálidas manitas del niño jugando con su collar.

La castaña era inteligente como para adivinar que Narcisa se habia opuesto a que se casara con Draco, pero también sospechaba que comenzó a tener sus dudas desde el momento en que descubrió que formaban un verdadero hogar. Además tenía la seguridad de que su pequeño era capaz de derretir su corazón.

. . .

Cuando Hermione cumplió 3 meses decidió que era tiempo de enfrentar su pasado. Hacía mucho tiempo que se alejó de sus amigos y necesitaba arreglar de una buena vez las cosas.

Draco comprendía la necesidad que tenia de aferrarse a sus raíces de la misma manera que sabia que con el temperamento de la joven tampoco podía detenerla una vez que tomaba la resolución de hacer cualquier cosa, aunque eso no lo ayudaba con sus miedos y con los infames celos que le carcomían las entrañas al saber que tan importantes eras sus impresentables amigos que tanto la lastimaron en el pasado. Aunque siendo justos no era como si el mismo no la hubiera cagado en el pasado y que esa oportunidad que estaba por darles a Potter y compañía, fuera la misma que le había dado también a el después de hacerla sufrir tanto.

Decidió que era necesario darle lo que quería y apoyarla para que intentara estar tranquila en todos los aspectos de su vida. Lo que no esperaba era que la tarde que se ausento su mujer para visitar la madriguera, el seria visitado en su despacho por Catherine completamente desnuda dispuesta a seducirle.

d