Te amo
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N/A: Capitulo con Lemon
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Mathieu estaba seguro de una cosa: si Suzette tomaba una copa más de vino se subiría a la mesa a cantar a todo pulmón usando la copa como micrófono. Las luces bajas en tono rosado, el perfume extremadamente dulce para armonizar el ambienté y las velas aromáticas no ayudaban en nada a que el chico se sintiera cómodo y menos a la chica frente suyo tomando su mano y cantándole "Te vi llegar" directo a los ojos. Cuando la comida llego a su mesa fue le momento en que ella le soltó la mano; el mesero se disculpó por le retraso ya que la propuesta de matrimonio de una pareja ocupo a todos los empleados.
Al chico se le hizo agua la boca mientras contaba los segundos apunto de comer algo decente, bien cocido y no crudo, o que pareciera un experimento mutante fallido dejando una masa de dudosa procedencia.
En el momento que el mesero quito la campana del gran plato, el brillo en los ojos de Mathieu desapareció, no había langosta u otro tipo de carne, sino los scargots, sintió el estómago revolvérsele al notar que uno de ellos aún se movía.
-Dijiste que cambiaste el menú. - se apresuró a decir le chico, Suzette miraba a otro lado jugando con su copa.
-Lo siento señor, no hubo tiempo de hacer cambios, todas las reservaciones tienen que elegir correctamente sus platos, buen provecho.
Al menos aún tenían los otros platos, mientras tomaba una uva cubierta de chocolate miro tras de sí en dirección al jardín, para su mala suerte no podía ver a Erika o Lance, la entrada para ir al jardín estaba cubierta por una cortina roja la cual solo era abierta cuando los meseros o las parejas se dirigían a ese lugar, estaba curioso por cómo sería la interacción de esos dos en un lugar romántico, ya que el día anterior los vio besándose en la terraza del edificio, además también se preguntaba ¿En qué momento ellos comenzaron a tener algo? ¿Cómo sucedió? ¿Pensaban contarle?
-Gracias por esta cita Mathieu, la voy a atesorar por siempre, nuestra primera cita en un lugar muy romántico.
-Tú lo organizaste todo. - respondió de mala gana comiéndose otra fruta. – deja de tomar vino y come algo, te hará daño.
-Pero es una cita al final. - dijo ella sonriente esperando que Mathieu tomara la iniciativa y tomara una de las frutas para guiarla a su boca, algo que no paso.
-Mathi.- llamo, el nombrado enarco una ceja, si las luces no fueran tan bajas, seguramente la chica se habría percatado de su meca de desagrado.- ¿Tendremos más citas?
-No lo sé. - na respuesta neutra, no quería otra cita con ella, no cuando en Eldarya... bueno Koori no lo esperaba especialmente a él, pero no podía negar que jamás dejo de pensar en ella en esos meses. - ya veremos el resultado de esta noche.
Los scargots quedaron intactos y de lado, mientras los dos comían lo demás, pudieron escuchar un piano sonar en el patio, un violinista y un chelista subieron al escenario para comenzar a tocar, en el área del patio se podía escuchar levemente el sonido de un piano, algunas parejas comenzaron a levantarse para bailar.
- ¡Vamos a bailar! - exclamo Suzette tomando la mano del chico. Ni bien pudo negarse fue ella quien lo saco a tirones de la silla para bailar, no duraron mucho tiempo pues con aquella prótesis no podía moverse cómodamente y termino pisando más de una vez a la chica.
Avergonzando por aquello se disculpó varias veces para después regresar a sentarse, los ánimos de Suzette decayeron, pero un mal baile no iba a arruinar su noche.
-Señores. - un mesero apareció frente a su mesa dejando el plato con el osito de dulce en medio de la mesa, Mathieu enarco una ceja ¿Mas dulce? Miro a Suzette quien parecía algo sorprendida.
-Pero esto era para la pareja en el patio. - dijo ella. - era para dar la noticia de un bebé. – entonces esa era la sorpresa que le había mencionado.
-Los señores ya se retiraron. - dijo el mesero. - y como en su reservación comento que eran familia lo hemos traído ya que se ha ocupado la mesa.
Mathieu se levantó de golpe dejando caer una copa la cual se rompió de inmediato en el suelo, el mesero le miro de mala forma antes de regresar a sentarse, ¡Esos dos se habían ido! Un momento.
-¿Pagaron su cuenta?- fue lo primero que pregunto, el mesero sonrío amablemente dejando una cartera negra sobre su mesa.
-Esta es la cuenta. - Mathieu y Suzette se miraron con los ojos abiertos de par en par, al abrir la carta y ver la cuenta poco le falto al chico para tragarse la lengua.
-Mathi...
-Nos dejaron... ¡Nos dejaron con la cuenta! - exclamo, el sonrojado rostro de Suzette paso a ser más notable pero esta vez por el enfado.
- ¿Su pago será en efectivo o con tarjeta? - pregunto el mesero.
-¿Nos dejaron? Querrás decir ¡Te dejaron con la cuenta, yo no pienso pagar por algo que no pedí! - exclamo ella poniéndose de pie.
-¡Tú lo organizaste todo!
- ¡Pero es tu hermana! Yo me voy, no voy a tolerar esto.
-Lo siento señorita, pero no puede irse. - el mesero detuvo amablemente a la chica invitándola a regresar a su lugar. - estoy seguro podremos llegar a un acuerdo.
Lavar platos pudo haber sido menos humillante que lavar los sanitarios, si bien entre los dos apenas pudieron pagar su cuenta, el mesero les proponía quedarse a lavar los sanitarios, platos, recoger las mesas y ayudar a limpiar el jardín antes de cerrar para pagar la segunda cuenta que era de Erika y Lance. Suzette muerta de la vergüenza no accedió, pero sabía que no la dejarían irse y dejar a Mathieu solo; una llamada a sus padres debía solucionarlo, el problema: su padre no podría ir a buscarlos sino hasta alrededor de las cuatro de la mañana ya que se encontraban de viaje y llegarían aproximadamente a esa hora.
-Las escobas están por aquí, síganme.
***~~~***~~~
Lance sabía que soñar con un escenario negro era normal para él, desde hace siete años que no se permitía tener un buen sueño, no lo tenía permitido, pero sabía que dormido no podría controlar su mente y tarde o temprano sus sueños traerían esos crueles recuerdos de haber asesinado a Valkyon, su única familia.
Inclusive esa noche su sueño no era la misma visión de hace siete años, de su hermano muerto y el con las manos manchadas de su sangre. En ese sueño podía ver el claro del bosque, el césped de un brillante verde y muchas flores de diversos colores, en medio de un montón de flores amarillas se encontraba Erika, el viento jugaba con su largo cabello intensificando su aroma a lirios y rosas, ella al verlo se levantó de su lugar para correr hasta él y abrazarlo... pero... el aroma de lirios y rosas que hasta hace poco pudo sentir desaparecía, a sus espaldas se podía oír el crepitas del fuego sobre madera y varios gritos aterrados.
El C.G... el C.G. ardía en llamas ¿Cómo era eso posible? Hasta hace nada ambos estaban en el claro, el olor a quemado y el olor a oxido de la sangre hicieron que su corazón se acelerara demasiado... sangre.... Un sudor frio comenzó a perlar su frente; sus manos las sintió calientes y húmedas, no, no podía ser verdad, sabía que no podía tener un sueño tranquilo, la misma escena que él creo se haría presente. Sin embargo, lo que encontró al volver la mirada hizo que su corazón dejara de latir.
-L-Lance...
Sus ojos violeta derramaban lágrimas, de sus labios comenzó a brotar un grueso hilo de sangre, bajo la mirada en medio de su pecho él ¡Él! Había atravesado su pecho con su mano, sus manos estaban nuevamente manchadas de sangre, con la sangre de ella. El cuerpo de Erika se desplomo inerte en el suelo, no pudo hacer nada para detenerla, seguía congelado en su lugar mirando sus manos manchadas temblar, lo había hecho, la había matado.
-Con qué derecho.
El escenario cambio a uno negro totalmente, el cuerpo de Erika había desaparecido, peo él seguía manchado, al escuchar aquella voz familiar fue consciente de que Valkyon, su hermano estaba frente a él con la herida sangrando.
-Valkyon.
-No tienes derecho de ser feliz Lance, no tienes derecho de amar siquiera. - su voz era fría y en eco, esas palabras lo golpearon en el pecho. - ¿Por qué piensas que puedes amar, que tienes derecho de hacerlo?
-Valkyon, yo... Erika es...
-Tú no puedes amar Lance, eres un asesino, mataste a tu hermano, a tu única familia ¿Qué te impedirá matarla a ella? Lo has hecho ya.
- ¡No es verdad!
- ¡Tus manos están manchadas con su sangre!
De un momento a otro Valkyon apareció a su lado sonriendo de una manera cruel, en sus brazos tenía el cuerpo inerte de la chica.
-Tu bien sabes que tu destino está manchado de sangre, por la mía y por la de ella.
-No... ¡NO!
Despertó agitado, con la frente perlada de sudor, un sueño... todo había sido un cruel sueño, asustado miro a su lado, Erika seguía dormida e ilesa, definitivamente había sido una auténtica pesadilla, estaba a punto de tocarla cuando la imagen de su cuerpo ensangrentado regreso a su mente.
Era verdad él era un asesino.
Miro hacia la ventana el cielo oscuro ya comenzaba a iluminarse, busco su móvil para ver el reloj que marcaba las cinco de la mañana. Con cuidado se levantó de la cama para cubrir el delicado cuerpo de Erika con una sábana, la quería, tenía fuertes sentimientos por ella, y la sola idea de imaginarla herida por él le estrujaban el corazón, con cuidado cerró la puerta, apenas dio un par de pasos miro el sofá Mathieu aún no regresaba. Salió del departamento encontrando su saco tirando en las escaleras, no se molestó siquiera en ir a recogerlo solo subió a la azotea: el frio aire de la mañana le golpeo de lleno a la cara, quería borrar esa imagen, quería hacerlo, pero mientras trataba de imaginar el sonriente rostro o imaginar sus ojos cerrados cuando lo besaba la imagen de sus ojos llorosos y el hilo de sangre abandonando sus labios regresaba con más fuerza.
-Solo soy un asesino, como podría imaginar siquiera ser feliz. – paso su mano por su rostro con frustración.
***~~~***~~~
Los cálidos rallos del sol tocaron su piel, Erika poco a poco fue despertando recordando lo ocurrido la noche anterior, en su interior su corazón latió con fuerza cuando sus ojos se toparán con los de Lance, pero la decepción se dibujó en su rostro al no verlo y sentir el otro lado de la cama frio. La ropa seguía tirada y ella en ropa interior, no había ocurrido nada entre ellos, y aun así le dolió no verlo al despertar. Se visto con lo primero que encontró para salir de la habitación, por un momento quiso imaginar que había salido para que Mathieu no levantar sospechas, algo que le hizo recordar que se habían marchado sin decirle nada
Sus mejillas se coloraron ¿A qué hora habría llegado Mathieu? Palmeo sus mejillas, tenía que hablar con Lance sobre contarle de su relación, porque ahora podían declarase una pareja ¿No?
Al salir, encontró a Lance sentado frente a la mesa con una lata de cerveza en la mano, habían comprado unas cuantas, pero jamás lo vio tomar alguna hasta ahora, Mathieu estaba tirado en el sofá, aun vestido con su traje. Al acercarse al dragón para darle un beso él simplemente movió su cabeza para evitarlo, algo que la desconcertó y le hizo sentir una punzada en el pecho.
-No está dormido. - dijo sin más, aunque el rechazo a su beso le dolió entendió que no quería Mathieu se enterara.
-Ya sé que ustedes tienen algo, los vi besándose ayer. - dijo molesto, Erika se coloro levemente.
- ¿Te molesta que no te lo dijéramos antes? – pregunto ella, Mathieu se acomodó mejor para quedar sentado y mirarlo atentamente.
-Son adultos, saben lo que hacen, lo que me molesta es que me dejaron solo con Suzette para pagar las cuentas, tuve que quedarme hasta las cuatro para lavar, limpiar y esperar a los padres de Suzette para que pagaran lo restante, ahora nunca podre renunciar y tendré que trabajar más horas extras.
-Toma mi dinero y paga tu deuda. - dijo Lance de una manera fría antes de ponerse de pie y salir. - iré a correr antes de ver a los niños.
¿Por qué actuaba tan frio? Llevando las manos a su pecho trato de pensar de manera positiva, algo había molestado a Lance, de eso no cabía duda. Mathieu apenas tuvo tiempo para alistarse e irse a trabajar, Erika por su parte seguía carcomiéndose la cabeza pensando que hacer para el desayuno, seguro el dragón estaba de mal humor por el hambre, no le sorprendería una vez le toco ver a Valkyon malhumorado por no haber comido nada hasta muy entrada la tarde, sonrió por aquello, si él era igual que su hermano ya sabía la razón.
Tenía carne, huevos algunas verduras, tendrían que salir de compras esa tarde. Por primera vez después de dos meses había logrado hacer algo decente, si ninguno se había enfermado hasta ahora era porque no cocinaba tan mal. Espero paciente a que la clase de los pequeños terminara para que él regresara a casa; cuando Lance termino su clase, se tomó su tiempo para regresar, aquel sueño... no, solo era un sueño no era realidad, jamás seria realidad. Al cruzar la puerta y ver a Erika de pie mirando el libro que ella le había regalado.
-Erika. - le llamo.
- No querías recibir otro libro por que este era especial. - dijo ella, para mostrar la página donde estaba dibujado su rostro. - ahora puedo entenderlo. - Lance se acercó a ella para acariciar su mejilla y besar su frente. Al separarse de ella aquella visión regreso.
- ¿Lance?
-No es nada... yo...iré por las compras, regresare más tarde.
Algo le estaba pasando y estaba segura, por un instante quiso ir tras de él sin embargo no lo hizo, sería mejor así cuando regresara hablaría, quería que él confiara en ella como ella lo hacia ciegamente.
***~~~***~~~
Caminaba de un lado a otro casi con desesperación, la carta sobre la mesita de noche seguía inquietándola desde hace días soñando el peor escenario posible, a decir verdad, no conocía de los peligros existentes en la Tierra, sabía que su tecnología era superior, no sabía qué tipo de armas manejaban, venenos ¿En la Tierra sabían de magia o alquimia? Odia el hecho de a ver sacado esa carta, no, odiaba más el hecho de que Karenn le piedra esa lectura.
-Koori, te dará un ataque, ya escuchaste por palabras de Huang Hua que están bien y leíste tu misma el informe, deja de comerte la cabeza ¿Hace cuánto que no duermes? - Karenn y Huang Chu estaban con la Kitsune, desde su desmayo procuraban no dejarla sola, Karenn no se sentía culpable por su estado actual, era ella quien se comía la cabeza sola.
-No puedo estar tranquila, no lo estaré hasta que ellos regresen.
-Koori, todos estamos preocupados por esa lectura, pero también nos preocupamos por ti, más si te enfermas, hace tres días que no te vemos ir a la cantina a comer y los platos que te manda Karuto siguen aquí y no parece que los tocaras siquiera. - dijo Huang Chu.
-No puedo comer hasta no estar completamente segura de que están bien.
- ¿Todos o solo Mathieu? - la pregunta de la vampiresa hizo que la kitsune dejara de caminar para mirarle fijamente, no había burla en su voz o su mirada, de hecho, ella le mira de un modo neutral.
- ¿Qué?
-Por el oráculo, Koori, desde que desaparecieron, te notamos decaída, rondas fuera de la habitación de Mathieu y no encuentras con quien pelear del mismo modo que lo haces con él, quien realmente te preocupa no son Lance o Erika, sino Mathieu y tengo buenas razones para que no te sientas mal por ellos.
Koori se ofendió un poco por ese comentario, aunque no estaba del todo equivocada, sabía que Lance y Erika estarían bien, no por nada él era un dragón y ella una Aengel y la salvadora de su mundo. Y Mathieu solo era un humano, un humano importante para la kitsune.
-Dentro de unos días se cumplirán tres meses de su desaparición y el falso informe de misión en Genkaku está listo para no levantar sospechas. - Huang Chu decidió hablar para aligerar el ambiente entre ellas dos. – el tiempo se ha ido parcialmente rápido, cuatro meses más no los sentiremos pasar y cuando menos lo esperemos esos tres ya estarán en las puertas de Eel.
-Y Mathieu tendrá más que presumir para que sus admiradoras lo sigan llamando héroe, seguro que llegara alardeando del como ayudo a Lance en el mundo humano. - Huang Chu y Koori no pudieron evitar soltar una pequeña risa por eso, conociendo al chico era verdad.
-Vamos a que comas algo y después regresas a dormir un poco ¿Si? – ella asintió, soltando un pesado suspiro, era verdad si seguía de ese modo iba a enfermar y preocupar a todos.
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Era la última clase que Lance podía darle a los niños, las tres semanas de vacaciones habían pasado muy rápido para ellos, Lance estaba seguro de una cosa, los niños iban a extrañarlo tanto como él dar esas pequeñas lecciones ya que eran lo único que ponía su mente a pensar en otras cosas; desde que tuvo esa pesadilla hacia casi dos semanas, la misma se repetía día con día, y poco a poco comenzaba a alejarse de Erika, procuraba no pasar tanto tiempo a solas con ella, la evitaba de ser posible, hablaban, sí, pero también evitaba el tener que besarla.
Y ella también lo notaba. Mathieu ya sabía que había algo entre ellos, pero ni siquiera Erika podía confirmar que ya eran oficialmente una pareja, desde aquella noche que casi terminan entregándose Lance había cambiado con ella, evitar sus besos, el que le respondiera ocasionalmente de manera fría, que lo evitara, esas pequeñas y notables acciones le oprimían cruelmente en el pecho y todas las dudas de antes junto con sus miedos estaban presentes ¿Y si ella cometió un error?, sería que esa noche Lance esperaba que ella fuera más insistente con él para entregarse o seria que había recapacitado y ella no era el tipo de mujer que él esperaba. Maldita sea, ni siquiera él se prestaba para hablar con ella cuando estaban a solas.
Su móvil comenzó a sonar, le extraño mucho que eso pasara, solo tenía dos contactos registrados, a Lance y a Mathieu, el nombre del segundo apareció en la pantalla.
- ¿Si?
- ¡Necesito ayuda! – exclamo el chico al otro lado. - inventa que algo paso, lo que sea no quiero quedarme hasta tarde.
- ¿Puedes ser más específico?
-Recuerdas que quede endeudado por la cena donde me dejaron olvidado, la madre de Suzette quiere que me quede hasta tarde para limpiar, y tengo que quedarme con ella, no quiero comprometerme otra vez y no puedo renunciar por que no pude completar la deuda con el dinero de Lance, ayúdame.
-Lo siento, tendrás que cumplir. - respondió ella soltando un pesado suspiro. - lo último de los ahorros de Lance lo usamos para pagar la renta del mes entrante. -Mathieu parecía alegar más cosas al otro lado de la línea, pero Erika realmente no tenía cabeza para prestarle atención, su mente divagaba más en el raro comportamiento de Lance para con ella. Si bien aún no colgaba la llamada, Lance sin mirarla yendo directo donde sus cosas, parecía buscar algo. - perdón tengo que colgar.
-Descuida, solo vine por unas cosas ya me marcho.
-Tu, espera ¿A dónde vas?
- Erika, lo he pensado en estos últimos días, pero voy a buscar un lugar donde vivir solo. - aquello fue como si le hubieran dado un golpe directo en el estómago.
-¿Q-que?
-No soy tonto y lo sabes, buscare algo que hacer para ganar dinero, les ayudare con la renta y les daré noticias de Purral. Ella no parecía reaccionar, el silencio generado duro apenas un par de segundos antes de que él tomara su móvil y lo dejara sobre la mesa para después irse.
Ella seguía congelada en su lugar, podía sentir el camino que las silenciosas lagrimas dibujaban por sus mejillas, mientras sentía que su corazón que rompía en miles de pedazos, no supo siquiera como regreso a sentarse en la silla aun con la mirada perdida en el lugar donde hasta hace poco estaba él parado. Lance permaneció unos segundos parado fuera del departamento con la mirada clavada en el suelo, sabía que había sido cruel al decirle aquellas palabras, realmente la quería y tomar esa decisión era no solo cruel para la chica, era cruel para él también, más había un motivo, un fuerte motivo para tomar esa decisión; aquellos sueños con ella muerta los estaba tomando como una premonición, la desgracia que Koori había anunciado tenía que ser esa y él sería quien terminaría con su vida.
Valkyon tenía razón en sus sueños, él no tenía el derecho siquiera de enamorarse, sus manos terminarían manchadas de sangre, primero por la de su hermano y ahora por la de ella, por la de la mujer de la cual se había enamorado sin siquiera pensarlo.
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Mathieu miraba el reloj tras el mostrador, la dueña lo había designado a él y a Suzette a cerrar el local limpiar el suelo, los hornos y levantar las sillas, desde la noche de la cita los padres de la chica acordaron que descontarían la gran cuenta del sueldo del chico poniéndolo en serios aprietos, sino fuera porque Lance tenía un trabajo temporal el dinero les alcanzaría para comer solo tres días, sin contar que el dragón comía le doble que ellos.
-No te parece esto romántico. - dijo la chica con una escoba entre las manos, Mathieu enarco una ceja por eso.
- ¿Te parece romántico tener que lavar los baños al final del turno?
-Si lo pones de ese modo... - dijo ella avergonzada. - me refiero a que es romántico estar contigo, solo los dos pasar tiempo de calidad.
-Suzette. - suspiro tranquilo, era mejor si le dejaba las cosas claras, en unos meses él desaparecería sin decir nada o dejar más que un recuerdo, si la primera vez que desapareció por llegar a Eldarya los únicos preocupados serían sus padres, esa chica sería capaz de mover a la guardia nacional para buscarlo. – siéntate tenemos que hablar.
-No me gusta ese tono Mathi
-Y menos te va a gustar lo que tengo que decir...Suzette, acepte la cita por varios motivos, Erika no sabe cocinar, si no he terminado en un hospital es solo por milagro, espere por una noche tener una comida decente, el siguiente motivo eres tú, dejare claro que no soy gay, y quise evitar armaras todo un alboroto y dejarme mal parado frente a todos, me presionaste para aceptar una cita que no quise realmente.
Los ojos de la chica se cristalizaron, entonces, si lo entendía Mathieu no la quería, un par de sollozos escaparon de sus labios antes de levantarse y salir corriendo.
- ¡Lo siento!
- ¡SUZETTE!- grito levantándose, la chica simplemente sé que dejándolo solo.- genial ahora tengo que ocuparme yo solo de todo esto.- maldijo pateando una mesa provocando que su prótesis temporal se le cayera.- ¡MALDITA SEA!
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El sol se había ocultado, no sabía cuántas horas habían pasado des de que Lance se había marchado, las luces del exterior eran las únicas que iluminaban tenuemente el lugar, el ruido de la puerta abrirse hizo que Erika sintiera un escalofrió y una ansiedad terrible abrazarle. Lance había regresado, su corazón roto latió tan fuerte que el pecho le dolió. Al encender la luz y ver a Erika con aquel rastro de lágrimas en sus mejillas le dolió, porque él era el causante, él le estaba comenzando a hacer daño, era mejor si se marchaba rápidamente, solo tenía que recoger sus cosas e irse, no había logrado encontrar nada dormiría fuera, y eso ni siquiera era un impedimento él sabía cuidarse perfectamente bien.
-Solo vine por mis cosas. - dijo yendo a la habitación donde tenía su mochila con sus cosas. Ella no dijo nada, solo le siguió en silencio. Apenas se giró para salir otra vez Erika le jalo de la mochila arrebatándosela con suma facilidad.
-¡¿Por qué?!- exclamo.- ¿Por qué haces esto? ¿Puedes darte cuenta del daño que me haces?
-Si, se perfectamente que con esto te estoy haciendo daño. - su respuesta fría no hacía más que hacerle sentir miles de pinchazos en su roto corazón.
-Entonces...todo lo que me dijiste fueron mentiras ¿Todo fue una mentira? Que no importaba en que mundo estuvieras siempre y cuando estuviera contigo, todos tus besos, mis sentimientos, todo ¿Fue mentira? Dime, ¿Qué hice mal? No insistir en aquella noche para que los dos.
-Erika, no es nada de eso. - no podía mirarla a los ojos, su voz entrecortada, el dolor que expresaba...- solo tienes que saber que es necesario que me vaya.
- ¡No quiero saberlo sino entenderlo! ¿Por qué es necesario, porque me mentiste? - nada, no hubo respuesta, Lance apretó los puños a la vez que hacía lo mismo con sus ojos, en un sorpresivo momento para ella, él la tomo con fuerza por los brazos haciéndole retroceder un par de pasos.
- ¡¿Por qué eres tan terca y no puedes conformarte con lo que se te dice?! ¡Jamás te he mentido! Tienes que entender que eres tú quien corre peligro conmigo a su lado, si me quedo a tu lado vas a correr un grave peligro... ya mate a mi hermano y la culpa me ha carcomido por años. Por años entre a la sala de cristal, no importa que lo decoraran o que se convirtiera en un lugar de oración, el lugar donde murió y donde su sangre se esparció sigue presente, y tú, tu aparecías todas esas veces para recordarme que soy y seré siempre un asesino.
-Y-yo...yo no estaba...
-Sí, estabas atrapada en el cristal, y tu silueta podía verla claramente. - sus manos temblaron contra su piel, su voz quebrada y llena de dolor. - Las últimas noches he tenido pesadillas, pesadillas donde tu estas presente, donde yo te arrebato la vida, ¿Lo entiendes ya? Si te quedas a mi lado...si me quedo a tu lado yo... no quiero lastimarte.
-Pero lo estás haciendo, y no puedes imaginar cuanto me duele tu rechazo. - otra vez, otra vez esa sensación que le quemaba los labios. - me duele tener que estar enamorada y que te quieras ir cuando pensé que ya todo estaba olvidado, tenemos un pasado, sí, pero también un futuro.
-Un futuro donde yo voy a matarte.
-No lo harás.
- ¿Por qué estas seguras de eso?
-Por qué te amo. - aquellas palabras que le quemaban los labios en el pasado por fin fueron dichas, Lance le miro por fin a los ojos, ese violeta en el que se perdía cuando la besaba brillaba más que nunca.
No sabía por qué, no sabía si esas palabras eran lo único que necesitaba para tener que volver a besarle, y sentir que la última vez que lo hizo fue hace años. Erika correspondió a su beso aferrándose a él, no quería que se fuera no quería que la dejara, él ya estaba tomando su vida en esos momentos, en las horas que estuvo fuera se sentía morir, tal vez era exagerado, pero así lo sentía.
Lance aferro sus brazos alrededor del pequeño cuerpo femenino, y sus labios no deseaban separarse de los de ella, apenas ambos e separaron unos centímetros quedando unidos por un fino hilo de saliva.
-No te vayas. - susurro. - no me dejes.
-No
Fue toda su respuesta antes de regresar a unirse a sus labios, el beso poco a poco comenzó a tomar fuerza, a ser un poco más desesperado, las manos del dragón comenzaron a acariciar su espalda y su cintura, subiendo y bajando lentamente; Erika abrió los ojos para toparse con los azules de él, esa mirada era todo el permiso que los dos necesitaban.
Retrocediendo un poco con ella hasta que las piernas de la Aengel tropezaron con el borde de la cama haciéndole caer llevándose consigo al dragón, el fuerte ruido que hizo la cama los hizo caer de la misma soltando una risa, la madera no había soportado el brusco movimiento de ellos que termino por romperse.
- ¿Estas seguras de esto? - pregunto, en el suelo Erika se colocó sobre de él para morder ligeramente sus labios.
-Si.
Lance coloco una mano en la espalda de ella y con la otra se ayudó para sentarse sobre el suelo a la vez que ella quedaba sentada sobre sus piernas, si había un lugar donde a él le gustaba besarla era en su cuello, la marca que antes le había hecho ya había desaparecido; un suspiro escapo de los labios de la chica sintiendo pequeñas descargas eléctricas donde fuera que las manos del dragón acariciaran su cuerpo, al inicio la tocaba por sobre la ropa, pero no tardó mucho en que una de sus manos se colara bajo su blusa acariciando lentamente la piel de su vientre subiendo poco a poco hasta llegar a sus pechos. Erika se separó un poco sonriendo ante la mirada desconcertada del dragón, él no aparto su mano de donde la tenía, simplemente ella se quitó la blusa dejando su torso únicamente sus pechos cubiertos por un sujetador negro de encaje.
Comenzó a besar otra vez su cuello, bajando por sus clavículas hasta llegar al pequeño valle que formaban sus pechos, fue ella quien desabotono los tres únicos botones de su camisa antes de comenzar a tirar de la prenda hacia arriba, Lance gruño preguntándose mentalmente ¿Por qué se aferraba a separarlo de ella? A regañadientes lo hizo, se separó solo para ser el quien se sacará la prenda y esta vez fue el turno de Erika para contemplar su torso desnudo. Sus dedos recorrieron lentamente algunas cicatrices apenas visibles en su piel. Ella se inclinó un poco para tazar un suave camino de besos por sobre la marca en su pecho casi a la altura de su corazón; él coloco una mano bajo el mentón de ella para levantar su rostro y tomar control de sus labios, la dulzura de su gesto lo había enternecido demasiado que seguía sin poder creer lo afortunado que era en esos momentos. El pequeño "clik" que se produjo la separar el broche de su sujetador le hizo hacer un involuntario movimiento con la cadera que hizo Lance ahogara un gruñido, su movimiento había sido inconsciente pero demasiado sugerente, Erika ni siquiera se preguntó en que momento Lance coló la mano entre ambos y de un solo movimiento logro quitar el broche.
La bonita prenda de encaje pronto fue separada de su cuerpo siendo botada en alguna parte de la habitación, sus senos no eran grandes, tampoco pequeños, las dudas sobre qué tipo de mujer era la ideal para él la inundaron sintiéndose avergonzada de su cuerpo, más todo se borró de su mente cuando Lance atrapo entre sus labios su pezón izquierdo, y ella nuevamente hacia un movimiento involuntario con sus caderas contra él. El gruñido que apenas emitía le hizo sonreír repitiendo el movimiento.
-No lo hagas. - pidió él con la voz más ronca, cargada de excitación, ella no hizo caso, por tercera vez hizo el movimiento provocando que Lance de un movimiento brusco la colocara en el suelo bajo de él. - hablo enserio.
- ¿Por qué? - pregunto juguetona. - ¿No te gusta?
-Te estas quemando Erika, y esto puede terminar más rápido de lo que apenas comienza.
Sosteniéndole la mirada una de sus manos acaricia lentamente por su costado hasta llegar al borde del pantalón de la chica, con la misma habilidad que se deshizo del seguro de su sujetador, logro desabotonar el pantalón, deslizándolo lentamente haciéndola sentir pequeñas descargas donde la tela le rosaba. Sus mejillas adquirieron un carmín más intenso a la vez que sus ojos se cerraron y un gemido escapaba de sus labios, Lance tocaba su intimidad por sobre la tela, ahora era su turno para sonreír, su intimidad poco a poco iba comenzando a mojarse. Dejo de tocarla para sacarle los pantalones y zapatos por completo, admirando su cuerpo apenas cubierto por las braguitas negras, las cuales no tardaron mucho en desaparecer de su cuerpo.
Él levanto un poco una de sus piernas trazando un lento camino de besos desde su rodilla hasta la cara interna de su muslo, Erika se sentía terriblemente avergonzada y al mismo tiempo encantada de la delicadeza con la que Lance hacia cada uno de sus movimientos, como si temiera perder la cordura y lastimarla, su cuerpo se calentaba más y más. Y, cuando su cálido aliento llego a su intimidad, Erika sintió que la respiración se le había cortado, él supo cómo tocarla en ese instante, jugando un poco con sus labios íntimos con su mano antes de comenzar a introducir un dedo en su interior. Su cuerpo respingo, apretando los labios hasta que estos formaron una fina línea que no duro mucho cuando un gemido más sonoro escapo de sus labios, no solo la estaba tocando, Lance había unido su boca a ese juego que le generaba placer.
La ansiedad por poseerla por completo lo estaba volviendo loco, pero sabía que ella aún no estaba lista para recibirlo, no era que se inflara el pecho con orgullo al decir que la mujer a la que estaba llenando de placer no iba a estar con un hombre cualquiera, la escucho suspirar su nombre provocando que la forma en que lo decía lo animara más y sintiera una punzada en su miembro ya despierto atrapado aun por la tela de su pantalón. Introdujo un segundo dedo en su interior comenzando un vaivén alternado con movimientos lentos y otros rápidos, sus labios apresaron la pequeña perla rosada. ¡Maldita sea! Como lo estaba disfrutando, aunque fuera un juego preliminar no iba a negar que le estaba gustando. Lance se separó de ella regresando a su cuello obligándola con su mano a libre a descubrir su boca y no callar los gemidos que sus caricias provocaban en ella, su pulgar se movió en círculos sobre la perla rosada, los movimientos de su mano fueron cada vez más rápidos y fuertes, sentía el pequeño cuerpo femenino temblar, su respiración más acelerada y el fuerte grito con su nombre al momento de llegar al éxtasis.
Observo el pequeño cuerpo de Erika temblar, y una fina capa de sudor formarse en su frente, las mejillas coloradas, los labios entreabiertos y su pecho subiendo y bajando por acelerado respirar. Lance aún seguía vestido y no podía resistirse más al hecho de que la deseaba y cada segundo de no poder hacerla suya lo estaba matando. Se deshizo del resto de sus ropas con rapidez, Erika ni siquiera pudo contemplarlo hacerlo, pronto solo ella pudo verlo como se acomodaba entre sus piernas, desnudo, sino fuera porque su sonrojo estaba a un punto que ya le hacía parecer su cara un tomate habría desviado la mirada al ver su miembro erecto, no lo iba a negar, era grande. La garganta se le seco al sentir como él chocaba la punta de su miembro contra su húmeda entrada; el azul de sus ojos se topó nuevamente con el violeta de ella, pidiendo un permiso silencioso.
-Bésame. - susurro ella, y Lance no pudo siquiera negarse a la petición, petición que a su vez fue el permiso concedido.
Poco a poco comenzó a deslizarse en su interior, Erika lo abrazo al sentir como entraba en ella, tenía razón, era grande, sus uñas rasguñaron la piel masculina, los escalofríos que recorrieron a Lance le hicieron gruñir contra los labios de su pareja, no, no podría decir que Erika era su pareja sino su mujer ahora, ahora ella era de él.
Comenzó a moverse lentamente contra ella sintiendo como su interior lo aprisionaba deliciosamente, hacia todo lo posible por no perder la cordura en esos momentos y tomarla como un animal en celo, más había algo en ella que le hacía casi imposible esa labor, poco a poco sus lentos movimientos para que ella se adaptara a su invasión pasaron a ser más rápidos, más fuertes. Rompieron el beso en buscando aire algo que también aprecia una misión dificultosa, los gemidos y jadeos por parte de ambos comenzaron a llenar la habitación, tal vez no solo la habitación sino el lugar entero, con ella repitiendo su nombre como un mantra.
Lance la hizo cambiar de posición regresando a quedar sentado sobre el suelo y ella sobre de él, tomando sus caderas dejando que fuera ella quien tomara control ante el ritmo de sus movimientos. Aunque fue él quien indirectamente la dejo tomar el control, que sus movimientos los hiciera lentos y su rostro reflejara una sonrisa maliciosa y burlona; una de sus manos comenzó a subir lentamente por su espalda hasta su nuca, enredando sus dedos en el largo y suave cabello de ella para tirar con algo de fuerza hacia trastejando su cuello totalmente descubierto e instalar su boca en ese lugar para no solo dejar una marca sino varias más que tardarían en borrarse de su piel. Con su otra mano libre le sujeto de la cadera marcando el nuevo y rápido movimiento.
Aunque parecía que en esa posición ella era quien tomaba el control, realmente no lo era, y ante sus nuevos y rápidos movimientos nuevamente podía sentir todas las sensaciones agolparse en su vientre buscando una forma de salir, y fue así un grito inteligible con su nombre escapo de sus labios al llegar al orgasmo gracias a él y sus fuertes embestidas. Lance no tardó mucho en correrse dentro de ella tras un par de embestidas más. Él tenía la espalda recargada contra el borde de la cama ahora rota, dejando que ella descansara con la cabeza recargada sobre su hombro, su cuerpo aun lo sentía vibrar víctima del placer del cual aún no se recuperaba, sus brazos rodearon su cuerpo en un protector abrazo.
-No vas a irte ¿Verdad?
El silencio fue roto una vez ella logro recuperar el aliento, Lance beso su cabeza una vez más aumentando la fuerza de su abrazo.
-No, no lo hare.
Ella sonrió también abrazándolo cerrando sus ojos y dejando que el único sonido que la arrullase en ese momento fuera el latir del corazón de su dragón.
Notas finales:
O.O sentía que no terminaba, ¡JISUS! Esto sí que se puso intenso, aunque ya sabemos que paso con Mathieu cuando el par se fue xD cronológicamente ya han pasado tres meses, lo aclaro porque siento que el tiempo está quedando algo confuso esa cuestión n.nU bueno no tengo más que decir.
Espero les gustara el capitulo.
Dudas, preguntas aclaraciones lo que sea todo es bienvenido
Hasta la próxima actualización.
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