Sentimientos, Celos y Protección

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El olor de la comida hizo a Mathieu despertar, lo poco que recordaba era haber ido a dormir apenas regreso de trabajar, un mes y dos semanas habían pasado desde que estaban en ese lugar y ya le parecía una vida rutinaria, sin aventuras, sin emoción, la única emoción fuerte que había experimentado fue cuando Lance se perdió de Erika, soltando un pesado suspiro se levantó del sofá, Lance estaba ya sentado a la mesa leyendo por tal vez cuarta vez el libro que Erika le había regalado, tal vez ya era hora de comprar un tomo nuevo, algo interesante, Harry Potter ¿Talvez? Sería interesante entrar en un debate con él, saber su opinión y si las cosas son ciertas como en Eldarya. La chica por su parte se encontraba frente a la estufa, un escalofrió lo recorrió de pies a cabeza, la última vez que la chica cocino fue cuando hizo aquel asqueroso pastel de carne incomible.

-Ya era hora de que despertaras, solo tienes una hora antes de irte. -Mathieu enarco una ceja, Erika hablaba igual que su madre cuando se negaba a querer ir a clases y Lance ocupaba el lugar de su padre leyendo el diario en la mesa.

-Qué curioso, ustedes parecen realmente un matrimonio. - Lance le miro extrañado y Erika se giró a ver a Lance antes de que los dos exclamaran un "No" como respuesta. – Esto es tedioso.

- ¿Qué no parezcamos un matrimonio? - pregunto Lance, el chico estuvo a punto de soltar una ligera risa antes de sentarse a la mesa.

-No es eso, tenemos tiempo en la tierra, y de los tres soy el único que trabaja. - su tono burlón se tornó serio, Erika dejo frente a él un plato con Hot cakes sin quitarle la mirada. - es decir, yo tengo que pagar comida y renta y ¿Ustedes qué? Erika te la pasas todo el día cuidando a Lance y para colmo no sé si salen, o si hacen alguna otra cosa.

-¿Qué podríamos estar haciendo?- pregunto Lance, si bien era cierto, se suponía que Erika en un principio permanecía con Lance para buscar los portales, ahora con la ayuda y robo de Purral hace un mes no tenían que preocuparse en buscar uno, por lo que los dos se la pasaban casi todo el tiempo allí.

-¡Es lo que no se! Solo sé que ya no quiero trabajar, quiero regresar a Eldarya, la tierra es... aburrida.

Erika soltó un pesado suspiro antes de sentarse a la mesa y tomar la mano de Mathieu para llamar su atención.

-Te entiendo, no lo creas, a mí también me gustaría hacer algo más productivo que lavarles la ropa. - dijo con una sonrisa y lo que tú haces es mucho más, nos ayudas a sobrevivir, Koori y Huang Chu no tendrán más remedio que reconocerlo, pues no solo lo digo yo, un líder de guardia esta de testigo. - Erika parecía realmente comprensiva... toda una madre.

-Es verdad. - apoyo Lance. - lo que haces es de suma importancia, además, aunque no lo creas pienso seriamente en hablar con Huang Hua y Huang Chu para hacerte parte de la guardia Obsidiana. - la mirada del chico pareció iluminarse, los dos hablaban de una forma que... de cierta forma le recordaba a sus padres, quisieran o no actuaban como una familia.

-Sé que te has esforzado en estos días y llegas cansado a casa ¿Te gustaría que hiciéramos algo?

-Bueno tal vez...- él lo pensó un poco. - Este fin de semana se estrena una nueva película podríamos ir al cine, hace tiempo que no voy a uno. - ambos asintieron, Mathieu sonrió alegre para comenzar a desayunar... asqueroso Erika debía dejar de ocuparse de la comida, esos Hot cake estaban salados, más no dijo nada, se ducho y vistió apenas con el tiempo justo para irse trabajar.

-Parece un niño. - apenas Mathieu se marchó Erika soltó un pequeño suspiro para comenzar a comer, apenas probo un bocado se levantó a toda prisa para escupir. - sabe asqueroso ¿Cómo puedes comerlo?

-Con el tiempo te acostumbras. - dijo el dragón sin más. - aunque con cuerdo, Desde que Purral apareció dejamos de salir o hacer algo, nos limitamos a estar aquí y él es el único que se ocupa de mantenernos bajo un techo.

- ¿Que propones?

-Para comenzar podrías explicarme cómo actuar en un cine y cuál es su función exactamente, después ya veremos.

Erika le miro unos instantes antes de que él alargara su mano para quitarle su plato y comer lo que ella apenas había picado. En ese momento recordó la primera vez que lo vio en Eldarya poco después de su despertar ir a hablar con Karuto respecto al dragón, en como el jefe de cocineros salaba de más su comida entre otras cosas, se sintió un poco mal, por verlo comer como si nada, acostumbrado.

-Lance yo...-antes de siquiera poder terminar siquiera un par de golpes se escucharon al otro lado del a entrada principal.

La chica se levantó para atender, pensando al mismo tiempo que la cocina no era su fuerte pero que por lo menos una sola vez, el merecía comer algo delicioso, algo que le pidiera a ella lo cocinara a diario algo que.

- ¿Hola? - una mano paso frente a su cara haciéndola reaccionar, una joven de brillante cabello rubio y ojos turquesa le miraba con una de sus perfectas cejas enarcadas, a esa mujer ya la había visto antes era una de las vecinas del tercer piso.

-Ho-hola...

-Oh cariño lamento interrumpir tan temprano. - dijo la mujer quien parecía intentar mirar por sobre Erika al interior del departamento como su buscara a alguien. – busco al apuesto chico que vive contigo.

- ¿Para? – cuestiono de brazos cruzados, dudaba siquiera se refiriera a Mathieu, era mala pensando así, pero era verdad, el único apuesto muy a su pesar era Lance, y el que le molestara que una humana fuera a buscarlo era inevitable.

-Oh cielo, cielo quise decir. - dijo la rubia soltando una risita, Lance se había acercado a la puerta. – lamento molestar le decía a tu hermanita, si podrías hacerme un favor.

-¡Soy su esposa!- exclamo Erika sin pensar alargando su brazo como una barrera entre la rubia y Lance, pronto se dio cuenta de lo que había dicho, de falsos "prometidos" ahora había pasado a ser su esposa.

-Erika. - llamo Lance. - ¿En qué puedo ayudarla señorita?

-Necesito ayuda alguien fuerte que pueda ayudarme a subir mi secadora nueva ¿Puedes ayudar? – ¿Era enserio? Esa mujer coqueteaba de una forma directa con Lance.

-Está bien Erika puedo ayudar. - Erika asintió sin siquiera mirarlo.

En cuanto Lance salió para seguir a la rubia y Erika se vio sola en el lugar se encamino a toda prisa a su habitación dejándose caer sobre la cama para ahogar un grito en la almohada, ¿Por qué? ¿Por qué? Se preguntaba sin parar, ¿Por qué había dicho aquello?, tal vez fue por impulso, tal vez porque esa rubia de buen aspecto no le agrado a primera vista, tal vez porque estaba celosa... ¿Celosa?

- ¡Ah! ¡Lo único que me faltaba! –exclamo para sí. - No, no puedo estar celosa.

Respiro profundamente un par de veces para calmarse, lo primero que tenía que hacer era cambiarse de ropa y ocupar su mente en otra cosa; arrojo un par de prendas fuera de su mochila antes de sacar el vestido que Lance le había elegido la vez que fueron de compras a las tiendas, iba a salir, saldría y se perdería por las calles por un largo rato hasta que se calmara, pero y justo en el momento que su mano tocaba el pomo de la puerta se detuvo, maldición, era una tonta, actuar de esa forma por impulso de celos, celos que no debería de sentir, podría sentirlo de Mathieu, incluso de Nevra sabiendo cómo es ese vampiro y que a lo largo de siete años no había cambiado, incluso él sería una mayor justificación de celos, pero de lance.

-Asesino...-dijo pegando su frente a la puerta. - mataste a Valkyon, a tu hermano. - respiro profundo un par de veces, eso, eso es lo que su mente debía recordar, sentir dolor por que todos perdonaron a un genocida que la hizo de cierto modo a perder siete años de su vida. - tenemos una tregua, cuando regresemos yo... - no podía, el tiempo que tenía conviviendo con él, ese tiempo estaba haciendo efecto en ella, le demostraba que Lance no era lo que fue en el pasado, que había cambiado, que se había redimido.

Cubrió su rostro con ambas manos, el tiempo suficiente para calmarse, regreso a sentarse en el sofá a esperar que Lance regresara, le pediría disculpas por su reacción, al mirar al frente noto una gran caja rectangular, Purral no solo les había llevado muebles y una nevera, sino que también un televisor, televisor que ni siquiera se preocuparon en un mes en sacar; Lance quería que lo enseñara sobre lo de un cine y hasta ahora nunca habían visto una película. A prisa se puso a sacar y conectar el televisor, por desgracia no tenían un DVD o siquiera películas, pero por suerte los móviles tenían la opción de compartir la imagen en aquella pantalla.

Para cuando Lance regreso el departamento se encontraba ligeramente a oscuras, las ventanas habían sido cubiertas por el gran abrigo de Erika y la capa de Mathieu, frente al sofá se encontraba un ¿Móvil? O lo que se parecía a uno muy grande y donde solo se podía ver la imagen de un barco.

-Erika ¿Qué es...?

-Un televisor. - interrumpió su pregunta. - Purral lo trajo, pero no habíamos reparado en instarlo, querías que te enseñara como actuar en un cine y que te explicara, en resumen, en el cine veras una pantalla como está mucho más grande, cada sala pone una película diferente, estará oscuro y deberás guardar silencio, dependiendo de la película dependerá tu reacción, pero es mejor si no hablas. - Lance parpadeo, su explicación no le dejaba mucho en claro, pero no diría más.

Se sentaron frente al televisor y Erika dejo que la película comenzara.

Aunque no estaban en una sala de cine, la Aengel se había acomodado de la mejor manera, sentada, con las piernas cruzadas, e incluso en algún momento llego a recargarse del brazo de Lance, quien por su parte miraba atento. Solo despego su mirada del televisor al escuchar como Erika soltaba un pequeño suspiro.

- ¿Cómo lograron hacer que se rompiera en dos?

-Shh.- dijo ella.- las preguntas al final de la película.

Cuando los créditos terminaron, Erika pronto fue consciente de su posición, recostada aun lado de Lance, algo discreta comenzó a acomodarse mejor, pasando las manos por la falda de su vestido para alisarlo antes de detener la película en el móvil.

-Ahora es cuando puedes hablar ¿Te gusto?

-Fue, interesante. - confeso. - sigo preguntándome como lograron romper el barco en dos realmente y por qué le chico no subió con ella, claramente cabían dos personas, pudo salvarse en lugar de morir.

-El Titanic fue algo que paso, exactamente no recuerdo el año, pero hasta la fecha, quiero suponer el barco sigue hundido, fue por su peso y las múltiples aberturas que dejaban entrar el agua lo que lo provoco, eso si no recuerdo mal y también se ha comprobado varias veces que Leonardo pudo salvarse y no hundirse como un cubito si se acomodaban en la puerta.

-Pensé que su nombre era Jack.

-Leonardo es el actor que da vida a Jack, Tu sabes que mi nombre es Erika, pero si fuera actriz tal vez me llamaría Roxan en alguna película

-En resumen, cuando vayamos al cine, no debo hablar durante la película, y mis reacciones como suspirar, así como lo has hecho tú en la escena donde los dos estaban...

- ¡Omitiendo esa parte! - le interrumpió avergonzada. – sí, todo dependerá, pero es mejor si permaneces en completo silencio la primera vez y en una segunda tal vez puedas reaccionar.

-Bien ¿Qué hacemos ahora?

El resto de la tarde se la pasaron viendo películas, pasar a si la tarde con Lance, incluso había olvidado el haber gritado que era su esposa o el a verse carcomido la cabeza por la situación de los celos que sentía, compartir ese momento con él era...único, demasiado único para ella y esperaba fuera también para él. El gran día había llegado para Mathieu, era fin de semana por lo que su jornada de trabajo era de medio día; Habían ido a la plaza, Erika en todo el amino fue tomada del brazo por el chico, la causa era Lance, la ponía nerviosa y más el cómo había ido vestido, aquella camisa negra con los primeros botones abiertos y los pantalones oscuros, lo odiaba y muy a su pesar...le gustaba...

Se habían separado al llegar, Mathieu compraría las entradas, mientras los otros dos irían a por refrescos y palomitas, Lance por su parte miraba curioso todo el lugar, muchos ruidos, luces y juegos hacia unas semanas los había visto y Mathieu le hizo probar uno donde con una falsa pistola debía darles a unos patos mientras un perro se burlaba de él. En cuanto terminaron de comprar, el chico los esperaba cerca de una mesa.

-¿Qué película veremos? – pregunto Erika mientras se sentaba.

-It 2- respondio Mathieu.

-Pensé que habías dicho algo de vengadores y mitología nórdica. – dijo Lance, Mathieu paso una mano por su cabello tal cual era su costumbre.

-Pues, ya solo quedaba una entrada para esa, realmente muero de ganas por verla, y ustedes dos pueden ver la de It, lo siento.

-Mathieu no debes disculparte nosotros iremos a ver esa. – habían acordado hacer algo con él por su esfuerzo, y realmente vieran lo que vieran no importaba, Erika se mordió los labios, otra vez esa acción que solo le hacía prestar atención a los labios de la chica.

Unos cuantos minutos después entraron por un pasillo en el cual se separaron entrando a salas diferentes, antes de entrar a su sala Lance miro el cartel de un payaso con una gran sonrisa y el "It" simulando sangre; la sala era oscura, como cuando Erika hizo la simulación en el departamento, la pantalla enorme y varios asientos marcados por letras y números, sus lugares estaban en medio de la sala un buen lugar para tener de frente la pantalla, poco a poco las luces fueron apagándose y la pantalla a iluminarse antes de que eso ocurriera solo pudo ver a unas diez personas más en los asientos más arriba de la sala, tal vez no era una película popular. Si entendía a lo largo de la película, se trataba de un demonio con forma de payaso que iba matando a niños y su objetivo era destruir a cinco adultos que lo habían derrotado en el pasado, teniendo recuerdo de su infancia.

De vez en cuando giraba a ver a Erika quien tenía los ojos cerrados, no era porque le pareciera aburrida, esas facciones ya las había visto antes, estaba asustada, una parte, cuando uno de los adultos llegaba a un parque y se sentaba en un banco la tomó por sorpresa, cuando la estatua apareció gigante y monstruosa a un lado del actor, Erika brinco en su lugar tomando su mano con fuerza, se había asustado, los que estaban más arriba no habían emitido ruido alguno, soltándose del agarre de su mano estiro su brazo para abrazar a la chica y con la otra mano tomar las de ella que temblaban, Erika, la salvadora de Eldarya, participe de una guerra, asustada por un demonio ficticio. Ella solo se dejó abrazar por Lance, las películas de terror no eran sus favoritas.

Las luces se encendieron poco a poco marcando el final de la película, Erika levanto la mirada con un par de lágrimas rodando por sus mejillas.

-No digas nada. - pidió ella limpiando su rostro soltando una pequeña risa. - las de terror no son mis favoritas, no le digas a Mathieu. – él negó lentamente mientras le tomaba de la mano para salir de aquella sala.

Mathieu sin duda parecía un niño pequeño al que sus padres le acababan de dar uno de los mejores regalos, las calles estaban iluminadas por las luces artificiales, casi no había personas fuera, hacia un poco de frio, pero Lance por su naturaleza no lo sentía. Mientras caminaban y Mathieu le explicaba contaba a Lance sobre la película, el dragón se había percatado que un sujeto los seguía, pensó por un segundo que solo era un sujeto que pronto se desviaría retomando su camino, pero y si las auras le habían enseñado algo a lo largo de su vida, ese sujeto no tenía buenas intenciones, su aura lo delataba.

-Mathieu, en alerta. - su tono de voz serio hizo que el chico parara de hablar y asintiera levemente, Lance alargo su mano para tomar la de Erika y abrazarla a él. - alguien nos sigue, su aura es molesta. – advirtió.

Erika contuvo las ganas de mirar detrás, un ladrón, tanto en Eldarya como en la tierra existían, solo que se podría decir en la tierra por las armas de fuego era más peligroso, ni bien su pensamiento le hizo morderse los labios, sintió un fuerte tirón en su brazo; el tirón, bien pudo haberla separado de Lance, pero este reacciono rápido para darle otro tirón y empujarla donde Mathieu. El sujeto que intentaba asaltarlos dio un par de pasos hacia atrás sacando algo que rápidamente identifico como un cuchillo, lo supo por el olor a hierro que desprendía.

- ¡Su dinero! - ordeno el sujeto apuntando a Lance con un raro asentó. - ¡Rápido!

-No queremos problemas. – dijo Lance levantando ligeramente su mano para calmar al sujeto, anteriormente había tratado con tipos similares y el cómo terminaba el asunto era de la misma forma siempre. – será mejor que se marche.

El sujeto soltó una risa antes de correr hacia Lance con la clara intención de apuñalarlo, Erika dio un respingo a un lado de Mathieu quien la tomo del brazo adivinando que la chica correría a ayudarlo, Lance por su parte intentaba desarmar al sujeto, pero este se aferraba a no soltar su arma, sabía que no iba conseguir su objetivo así que simplemente luchaba por soltarse; Lance aflojo su agarre la advertencia de que no podría hacerles daño estaba clara, cuando el tipo se vio liberado de un solo movimiento logro que le filo de su puñal cortara la mejilla del dragón. Si no fuera por sus reflejos la cortada hubiera sido más profunda, él reacciono rápido soltando un puñetazo en la cara del asaltante quien soltó un alarido de dolor, por ese golpe le había roto la nariz, Erika se soltó del agarre de Mathieu para ir donde Lance y mirar su herida con notoria preocupación.

-Vamos. - apresuro Mathieu, el sujeto estaba tirado en el suelo chillando de dolor con las manos en la cara, no quería siquiera averiguar si el sujeto tenía o no amigos cerca.

Corrieron del parque hasta el edificio donde vivían sin detenerse o mirar siquiera atrás, en todo ese recorrido rápido Lance no había soltado siquiera la mano de la chica, en el patio del edificio los tres pararon para recuperar el aliento, más bien, solo Mathieu y Erika, sobre todo Mathieu ya que al tener una prótesis era casi el doble de esfuerzo para él; subieron al departamento y con las luces encendidas la Aengel pudo ver mejor la herida de Lance, una herida nada profunda, un rasguño.

-Maldita sea no vuelvas a asustarme así. - pidió ella dejando caer su cabeza sobre su hombro.

-De no saber usar armas te daría la razón, pero no tenías nada de que asustarte, un dragón contra un humano ¿Crees que ese sujeto hubiera tenido oportunidad contra Lance? - el chico se dejó caer en el sofá individual. - lo vez está bien.

- No importa lo experimentado que sea en el manejo de armas, lo que importa es que todos estamos bien. - Lance alejo de una manera amable a la chica de su hombro, ¿Por qué se comportaba de una manera fría? El apartarla hizo que Erika no solo se extrañara, sino que también sintiera una pequeña punzada en el pecho. – Creo que por esta noche ya tuvimos suficiente, personalmente quisiera descansar.

Mathieu también le miro extrañado, sus palabras eran... era como si se hubiera enfadado por el hecho de a ver salido. Aquellas fueron sus últimas palabras antes de comenzar a alistar su lugar para dormir, Erika le dio un ligero palmeo en el brazo a Mathieu sonriendo de medio lado sin decir nada para regresar a la habitación, tal vez tenía razón ya era suficiente por esa noche.

Uno, dos, tres días después del intento de asalto, era como si algo le hubiera pasado a Lance a los ojos de Erika ya no era ese sujeto que parecía lamentarse en silencio, parecía más...al Lance del pasado, porte serio, desinteresado, con un objetivo fijo que podía leerse en sus ojos y eso la asustaba. ¿Sería que... el intento de asalto despertó los recuerdos de Lance? Aquellos instintos crueles, aquel placer al matar. Por su parte Lance permanecía a veces la mayor parte fuera, en el patio del edificio sentado en las escaleras, las vecinas murmuraban cosas sobre una pelea "común" en el matrimonio, o algo de que él hermano de la chica, la verdad era muy diferente, si, aquella noche algo había despertado en él, recuerdos, malos recuerdos.

Salió de sus pensamientos al escuchar a unos cuantos niños reír y uno tercero llorar, sus ojos azules miraron al lado contrario de donde él estaba sentado, al inicio de las segundas escaleras del edificio dos niños se burlaban de una pequeña tirada en el suelo, los niños tenían una muñeca de trapo la cual tiraban con fuerza comenzando a romperla ante las suplicas de la menor por que pararan.

-Ustedes, ya basta. - dijo Lance bajando rápidamente de las escaleras, los niños por su parte salieron corriendo escaleras arriba y entrando a una casa cerrando de un golpe la puerta, llevándose con ellos la muñeca. La niña miro a Lance unos segundos con sus ojos marrones llenos de lágrimas. - ¿Los conoces?

-S-son mis...primos. - respondió la pequeña. - me robaron mi muñeca.

-Lo vi. - respondió ayudando a la pequeña a ponerse de pie y sacudirle un poco su vestido. - ¿Cuál es tu nombre?

-Antonelli.

-Bien Antonelli, no deberías de dejar que ellos te traten de esa forma, tienes que demostrarles que eres fuerte.

-Pero no lo soy. - chillo la niña, Lance negó divertido ante la situación.

-Lo serás, en el pasado también tuve un hermano y también nos hacíamos cosas como estas mutuamente, solo que nosotros peleábamos por un trozo de madera. - dijo divertido. - te mostrare como defenderte está bien. - La niña miro en dirección al departamento donde los niños le miraban con burla desde una ventana, ella solo asintió.

Erika había salido del departamento para observarlo, al pasar Lance la mayor parte del día sentado en las escaleras en los últimos tres días ella solo permanecía unos cuantos minutos observándolo antes de regresar a su habitación y cuestionarse por que ver a Lance tan distante la ponía mal. Al verlo con la pequeña niña en el patio, le ayudaba a poner sus manos y pies unas poses específicas que ella conocía, eran poses de defensa, le hubiera gustado acercarse y escuchar lo que le decía, pero seguramente le explicaba el que hacer pues la niña soltaba una torpe patada o un puñetazo al aire.

Duro unos minutos observándole, realmente sabia como tratar con los niños, aunque fuera solo para entrenarlos, unos minutos más tarde la niña se había ido corriendo escaleras arriba del lado contrario pues su madre le había llamado. El sol comenzaba a ocultarse y el aire frio a soplar, era su señal para regresar dentro también, la Aengel lo espero fuera.

-Parece que has hecho una nueva amiguita. - dijo, Lance entro al departamento seguido de ella. - Lance.

- ¿Supone algún problema? - pregunto de manera seca, Erika dio un ligero respingo por eso.

- No, no por eso, pero...

- ¿Pero? – ella suspiro acercándose a él, por la diferencia de tamaños ella tenía que levantar un poco su rostro.

-Desde que paso el intento de asalto te has comportado de una forma diferente. - esta vez ella adopto una voz firme, su rostro se tornó serio, si realmente estaba regresando a ser como antes, entonces la tregua se rompía en esos momentos y ella haría lo posible por evitar que algo malo ocurriera. - parece que el Lance de hace siete años ha regresado.

Sus palabras lo sorprendieron, realmente ella creía que él... sujetándole del brazo lo obligaba a sostenerle la mirada.

- ¿Eso parece?

-Deja de responderme con preguntas y dilo directamente ¿Qué demonios pasa? - Sus facciones serias se suavizaron, parecía un niño apunto de recibir un sermón, Erika no sabía si era o no una trampa, de Lance podía esperarlo todo.

-Recordé. - comenzó a hablar. – el día que te secuestre, cuando sentí a ese sujeto jalarte y mostrar el puñal, recordé cuando yo hice lo mismo hace siete años. - Erika parpadeo incrédula.

-Pero, pero ese tipo ni siquiera logro ponerme le puñal en el cuello. - se maldijo mentalmente por haber dicho aquello.

-No lo hizo porque no le di tiempo siquiera a tomarte como rehén, pero sus intenciones de hacerlo eran claras, solo... desde entonces en estos días, he pensado y recordando me puse en lugar de ellos cuando lo hice, el miedo que todos tenían de que te matara en ese momento, solo por conseguir mis objetivos, usarte como un medio de escape.

Realmente estaba arrepentido de lo que le hizo, verlo así, escucharlo lleno de remordimiento hizo que su corazón se oprimiera, lo había juzgado mal, no estaba regresando a ser la de antes, realmente se estaba matando en silencio por sucesos del pasado, Lance se dejó caer pesadamente sobre el sofá y ella a su lado colocando una mano en su mejilla, la cortada de hace tres días ya casi desaparecía.

-Lance, yo...yo lo siento, pensé que...

-Tienes razones para pensar mal de mí. - le interrumpió.

-Lance, el pasado es algo que nos marca, es un fantasma que nos perseguirá día y noche hasta el final de nuestras vidas, tenemos que aprender a vivir con esos fantasmas, cuando me secuestraste lo hiciste como un medio desesperado por escapar de la guardia. ¿Realmente querías matarme?

-Solo quería escapar, y causar daño, no me importaban las vidas de los demás, ni siquiera la de mi hermano solo la mía, solo mis objetivos.

-Te diste cuenta que nada era como lo imaginabas cuando mataste a Valkyon, no pensaste que al hacerlo te arrepentirías de inmediato. - él negó bajando la cabeza, parecía que su hermano a pesar del tiempo aun era un tema duro.

- Cuando en el bosque dijiste que Mathieu y tu pasarían como hermanos de lo contrario yo lo mataría, realmente esas palabras me dolieron, pero comprendía que tuvieras razón, porque desde lo que hice, cada noche Valkyon aparecía en mis sueños, hasta la fecha lo hace.

- ¿Aparece? –él asintió, sus ojos se cristalizaron, el dragón luchaba por no derramar alguna lagrima. - ¿Cómo?

-No dice nada más que mi nombre, lo veo llamándome, lleno de sangre, mis manos llenas de su sangre, el olor, el calor y como esta se enfriaba al instante en mis manos, todo sigue fresco muy fresco como si hubiera pasado hace algunos minutos, la misma escena una y otra vez, tendría que estás acostumbrado, pero ante algo como eso es difícil acostumbrase.

Erika coloco una mano en su mejilla para que le viera a los ojos, sus palabras, su mirada no podía siquiera dudar que le esté mintiendo, lo creía, le creía todas sus palabras y su dolor, verlo así. La Aengel se levantó de su lugar para sentarse sobre las piernas del dragón, Lance quedo desconcertado ante el gesto, pero ella aún no había terminado, le rodeo por el cuello con sus brazos en un abrazo.

-Desde que desperté no he hecho más que odiarte, jurarme que no te dejaría hacer el mismo daño nuevamente, que te haría pagar el hecho de a ver matado a Valkyon, pero al aprender a conocerte, al tratar contigo, me doy cuenta de que realmente haces el esfuerzo por cambiar, no solo con los demás sino conmigo, principalmente conmigo.

- Sobre todo contigo. – le correspondió al abrazo a la chica pegando su frente a su hombro, su aroma natural lo calmaba, ¿Lo estaba perdonando? Esperaba que así fuera, realmente lo esperaba.

Sentía que el abrazo había durado un largo rato, poco a poco se separó de ella sin romper el abrazo alrededor de su pequeño cuerpo, ella hizo lo mismo sin desligar los brazos de su cuello, ambos se quedaron mirando, él perdiéndose en el lila de sus ojos y ella en el azul de los de él, el corazón de ambos parecía latir al mismo tiempo acercándose lentamente, sintiendo nuevamente el calor de su aliento rosarles los labios, un beso, esta vez realmente iban a...

Unos gritos fuera los hicieron regresar a la realidad, con las mejillas sonrojadas, fue ella quien se apresuró a separarse de Lance como si nada hubiera pasado, salieron del lugar mirando en dirección a la planta baja del edificio, los niños que anteriormente jugaban ahora se encontraban en el suelo llorando a todo pulmón, Lance y Erika no habían sido los únicos que salieron, los demás vecinos lo hicieron al escuchar los fuertes llantos, La niña entonces miro a Lance y le sonrió gritándole que lo había logrado.

-Estoy en problemas ¿Verdad?

-No lo creo, ayudaste a una pequeña a aprender a defenderse. - le sonrío mientras lo tomaba de la mano.

Tal vez era momento de aceptarlo, estaba despertando sentimientos por Lance, sentimientos amorosos, y de los cuales debía ser sumamente cuidadosa, pues sabía que no quería terminar con el corazón roto por su culpa.

Notas finales:

Antes que nada, solo diré que edite el capítulo anterior por que el "lemon" no había sido bien recibido admito que fue muy pronto así que por eso edite le capitulo, no tiene gran cambio solo en esa parte xD y bueno, Mathieu siente que Erika y Lance están comenzando a actuar como sus padres (o al menos esa impresión le dio) indirectamente está ayudando a este par a tener más momentos a solas, sé que algun@s me dirán que Erika si sabe cocinar pero aquí realmente no sabe y se ha propuesto a hacerle una deliciosa comida al dragón de hielo, It2, un asalto que trajo viejos recuerdos y que lo hacían sentirse mal y... ¡Casi tenemos un beso!

¿Qué pasara ahora que Erika admite que está sintiendo algo por él?

Espero les gustara el capitulo.

Dudas, preguntas aclaraciones lo que sea todo es bienvenido.

Hasta la próxima actualización

Pd: pequeño meme que me hicieron llegar a mi pagina de Face por la escena del cap anterior donde las vecinas ven a Lance xD 

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