Por siempre y para siempre
Holi!!! Sigueme en Facebook: Wolfmika01
:D
******
No sabía que era lo que realmente sentía, no sabía si era estrés o si eran los nervios, pero lo que si sabía era que sin la ayuda de sus amigas en el C.G. jamás tendría nada listo. Un fuerte tirón hizo le hizo salir de sus pensamientos abriendo los ojos por la sorpresa y sensación de irse de espaldas. Karenn le tomo de las manos para sostenerla en su lugar mientras un segundo tirón igual al anterior trato de "tirarla" otra vez.
-No respiro...-se quejó la chica de orbes lilas mientras soltaba una mano de la vampiresa para colocarla sobre su estómago. - ¿Tiene que estar así de apretado?
-Cariño tienes buena figura, deja que te luzca en un día especial. - contesto Purriry mientras daba un tercer tirón al corpiño del vestido.
-Purriry ¿Es normal que se ponga morada? – pregunto Karenn algo preocupada, la purreko dejo de tirar de las cintas y camino un poco para ver a la Aengel.
-Ella está bien. - dijo sin más atando los listones. - este sin duda es la mejor de mis creaciones.
- L-lo mismo dijiste...de los... otros diez...-dijo Erika con algo de esfuerzo. - de verdad está muy...ajustado.
-Solo necesitas sentarte un poco para que tu cuerpo se adapte al vestido, por ahora Karenn cariño vamos que te pruebes tu vestido y ¿Dónde está Koori?
-Dijo que nos vería aquí hace una hora. - sin que Purriry se diera cuenta la vampiresa ayudo a Erika desatando los listones del vestido para dejarla respirar mientras se sentaba. - Si no fuera porque Mathieu ahora está en otra guardia no se dejarían ni a sol ni a sombra.
Reír era algo complicado por lo ajustado del vestido, aunque fuera aflojado un poco. Karenn no tardó mucho en salir del probador con el vestido de dama a medio hacer el color le quedaba bien, aunque claramente no era de su agrado, por suerte solo lo usaría una vez y unas cuantas horas. Koori llego más tarde mientras Purriry obligaba a Erika a probarse le vestido número trece de ese día preguntar cómo o de donde sacaba tanta inspiración para crear rápidamente tres vestidos nuevos sería inútil; era una lástima que Huang Hua y Ewelein no aceptaran ser parte de sus damas, tal vez porque ninguna de las dos quería pasar por lo mismo que Karenn y ahora Koori también.
Por lo que le habían explicado las bodas en Eldarya no se diferenciaban mucho de las de la tierra, solo que el novio en cuestión tenía que someterse en una especie de prueba que hasta ahora no estaba segura de haberlo comprendido del todo bien. No pudo seguir perdiéndose en sus pensamientos cuando el tirón en el nuevo vestido le hizo perder el aire por completo sintiendo que Lance quedaría viudo sin siquiera haber escuchado su "acepto"
***~~~***~~~
Sus ojos azules observaban la entrada de la cueva, por tradición el hombre que había decidido por voluntad propia unir su vida con otra persona debía pasar una prueba y estar completamente seguro desde su corazón que la mujer elegida seria la correcta. Para eso necesitaba que alguien de su entera confianza lo acompañara el tiempo necesario que durara su trance para no solo a asegurarse que no tuviera dudas, sino también para buscar lo que más pudiera representar a Erika; un suspiro escapo de sus labios mientras observaba sobre su hombro a Leiftan parado un par de pasos tras de él.
- ¿Dudas? – pregunto el dragón, Leiftan dio un par de pasos hasta colocarse a su lado. – no tendrías por qué ya que soy yo quien va a casarse.
-No te confundas, no tengo dudas, me preocupa que tú puedas tenerlas. - contesto el Aengel dando un paso más hacia adelante. – Erika y yo no somos nada, pero si es contigo con quien decidió hacer su vida no tengo más remedio que aceptar como todo un buen perdedor, pero me temo que mi relación con ella no es de ese tipo, la estimo, si, y estaré para ella como un amigo cuando lo necesite. Y lo mismo va para contigo. - Lance enarco una ceja. – no lo hago por ella, sino por mí, y he decidido dejar el pasado como lo que es, pasado.
-Creo que no me equivoque al elegirte para esto. – ambos sonrieron antes de comenzar a caminar directamente a la cueva.
Dentro de la cueva se encontraba una cascada, la luz que se filtraba del exterior hacia que el lugar se iluminara tenuemente. El dragón entro al agua para situarse bajo la cascada, cerrando sus ojos perdiéndose en el sonido del agua y el peso de la misma sobre su cuerpo. Poco a poco el sonido desapareció y él se encontró en un lugar totalmente oscuro, no podía ver ni siquiera la punta de su nariz.
Estirando su mano una flama azul se formó, había escuchado algo similar a los caminos de la mente, y ver sus propios recuerdos no sería nada grato. Camino lo que le pareció un largo tramo de un puente de hielo hasta dar con una puerta de hierro, en medio de la puerta estaba el surco de su mano lo que significaba era su llave para abrir esa puerta; sus recuerdos lo llevaron al momento en que Erika había llegado por primera vez a Eldarya y la tenían cautiva en las celdas, recuerda haberse quedado parado unos segundos contemplando a la aterrada criatura: pequeña, tímida e inútil. Así fue como la describió, la escena cambio a su segundo encuentro en el bosque donde reafirmo su teoría.
En algún momento mientras más la espiaba, mientras más observaba sus actos ya no podía considerarla inútil, tímida y frágil, ahora ella era fuerte, astuta, y determinada. Cuando la secuestro y tuvo la oportunidad de observarla mejor, Erika era una mujer realmente atractiva con aquellos vivos ojos lila; su camino de hielo pronto paso a pintarse de verde, los copos pasaron a ser hojas de laurel ¿Laurel? Se preguntó antes de que otra puerta se mostrara en su camino, y esta vez el cruzarla los recuerdos de lo vivido en la tierra regresaron.
Su confesión, su primer beso, su primera vez...Erika significaba para la suerte, suerte por ser encontrado por alguien que le brindara amor olvidando los rencores, la riqueza, porque ella era lo más valioso que tenía en esa vida y el amor, un amor puro que solo podía sentir con la Aengel... eso era lo que la puede representar, el laurel.
Al abrir sus ojos todo seguía igual en la cueva, y Leiftan se encontraba al otro lado del lugar.
- ¿Cuánto tiempo? – Pregunto.
-Fue un largo viaje, tienes una semana para prepararte ¿Tienes alguna duda?
-Ninguna. - respondió con seguridad, una semana... tiempo suficiente para forjar algo para intercambiar con Erika más que simples palabras. – regresemos ahora, cada segundo cuenta a partir de este momento.
***~~~***~~~
No podía creerlo, tenía días sin ver a Lance y aunque con todo lo que tenía que hacer respecto a la boda sentía que no avanzaba nada, y más teniendo en cuenta a cierta purreko que no la dejaba ni un segundo tranquila entre tantos vestidos, la Aengel estaba segura que tenía suficientes vestidos de novia para que toda mujer en Eel que decidiera casarse tuviera una gran variedad de donde escoger. El gran banquete correría pro cuenta de Karuto y la organización de la decoración correría por parte de Huang Hua y Huang Chu, entonces ¿Qué más podría hacer ella?
-Talvez repartir invitaciones. - dijo Mathieu cantándose a su lado.- las chicas se ocuparon de elegir la resto de tus damas, Karuto te ha puesto un poco de todo lo que se preparara para el banquete y no has probado nada y que yo sepa no has invitado a nadie, tal vez tendrías que ocuparte de eso.
-¡Maldita sea es verdad!- exclamo la chica colocando las manos sobre su cabeza.- jamás creí decirlo pero esto es más difícil de lo que pensaba ¿Cómo lo hago?
-Eres bastante creativa hermanita, algo se te puede ocurrir. - Erika sonrío, desde que regresaron Mathieu ya no solo se refería a ella como Erika simplemente, sino que ahora era su pequeña hermana.
- ¿Qué opinas de la comida de Karuto?
-Esa pregunta ofende, es mil veces mejor que lo que tu cocinabas. – Erika se levantó de golpe de la mesa, esperando algún golpe de su parte Mathieu solo atino a cubrirse la cabeza con las manos, pero en lugar de un golpe recibió un abrazo.
- ¡Perfecto! Ocúpate de la comida y si a alguien no le gusta será tu culpa, yo me ocupo de las invitaciones.
Lo que se le había ocurrido a Erika fue lo más original antes visto por los habitantes de Eel, con ayuda de Chrome y Ewelein realizaron las invitaciones las cuales mandaron con ayuda de las crías lovigin, un asunto menos... por ahora, y ahora podría centrar más su atención en luchar contra purriry y los interminables vestidos que parecía crear cada hora.
***~~~***~~~
No podía creer lo rápido que podía pasar un mes y ahora ya estaba ahí en una pequeña tienda instalada en la playa, con el sonido de las voces de los invitados en el exterior y de las olas rompiendo en la orilla y ella echa un mar de nervios, caminaba de un lado a otro parando cada tanto frente al espejo para verse y recordar que era real el momento. Ella, la salvadora de Eldarya con un vestido blanco entallado sin un corpiño que le cortara la respiración o la pusiera morada, algo sencillo pero hermoso ¿Todo era real? Tenía que serlo, por el oráculo de verdad que si tenía que ser real en ese momento.
Estaba tan nerviosa que comenzaba a marearse, era el día, era su día y estaba a unos cuantos minutos de ser oficialmente frente a todos la esposa de Lance, tanta era su emoción que tenía ganas de gritar, reír y llorar todo al mismo tiempo. Sus damas solo reían ligeramente al ver a la novia ir de un lado a otro soltando dando pequeños saltos y soltando ligeros chillidos tal cual lo haría una musarosa, solo unos cuantos minutos, minutos que parecían ser interminables y al mismo tiempo segundos cortos.
-¡Por los dioses Erika ya deja de dar vueltas!- exclamo Koori colocando una mano sobre sus ojos.- me estas mareando y vas a terminar por sudar y que le maquillaje se corra ¿Sabes cuánto nos costó arreglarte?
-Tampoco es para tanto Koori.- defendió Karenn.- tu estas más nerviosa que ella incluso parecería que eres tu quien va a casarse.
-No voy a pasar por lo mismo otra vez, pero realmente me marea ver a Erika de ese modo, ya es en cualquier momento.
-Sera una decepción para Mathieu, pero ¡Es imposible! Estoy nerviosa. – ambas rodaron los ojos con media sonrisa, la cortina de la pequeña tienda instalada para que no se viera a la novia se abrió un poco para dejar pasar a Huang Hua y Ewelein.
-De ser así ¿Dirás si te dejara que ya es la hora? – sus oídos pitaron opacando todo sonido a su alrededor, ya era hora ¡Ya era hora!
-Ewelein...creo que se va a desmayar. – la elfo soltó una pequeña risa por las palabras de Karenn ates de acercarse a la novia.
-Ewe tienes solo un minuto. - aviso Huang Hua, las demás mejor comiencen a salir, pero de una manera lenta para darle tiempo.
Una a una las chicas comenzaron a salir de la pequeña tienda. Ewelein tomo las manos de Erika las cuales estaban totalmente heladas y temblando ¿Qué posibilidades habían de que no se desmayara apenas llegar donde su futuro esposo? Sería una apuesta interesante.
-Erika, todo estará bien, ya no tienes mucho tiempo, solo respira y evita un desmayo.
-¿Felicidades es mucho decir? – ambas rieron mientras la elfo le beso las mejillas antes de poner entre su mano una pequeña piedra de oro, no era un objeto de buena suerte sino más bien un objeto que pudiera apretar para controlar sus nervios un poco.
Uno, dos, tres segundos espero antes de que la cortina de tul blanco se abriera para dejarla salir. Todas las miradas se posaron sobre Erika quien apretó con fuerza la pequeña piedra de oro que Ewelein le había dado, al mismo tiempo mordía internamente sus mejillas para evitar sonreír de una manera exagerada. El ramo que se supone tenía que estar llevando en esos momentos mientras caminaba lentamente estaba posado sobre un altar donde él la esperaba... ¡Por el oráculo! Sabía que estaba exagerando, pero era inevitable tanto como evitar no tener que mirar a Lance, al verlo no pudo evitar que sus mejillas se sonrojaran a un más ayudando a que el discreto maquillaje se opacara por eso.
Sabía que las miradas estaban clavadas en ellos dos, lo sabía, días antes sabía que todos los mirarían y ahora, aunque trataba de ignorarlo eso no hacía más que aumentar sus nervios. Karenn acerco a sus manos el blanco ramo de lirios el cual Erika sostuvo sin soltar la piedra de oro, observo a Lance un último segundo para fijar su mirada en Feng Zifu dejando que solo la voz del viejo FengHuag y el mar a un par de metros de ellos fuera lo único que se escuchara en esos momentos.
-Todos...-comenzó Feng Zifu. - nos reunimos aquí para presenciar la unión de dos criaturas que han superado difíciles obstáculos en su camino, dos personas que se encontraron en caminos trazados por el odio y que ahora caminaran de la mano por el camino más puro y honesto que pueda existir en esta vida. El camino del amor. - un nudo se formaba en la garganta de la chica, era verdad, si en esos momentos recordaba el inicio de su historia recordaría todos los momentos con él indirectamente desde que llego a Eldarya, lo creyó un aliado, después supo que eran enemigos, enemigos mortales, aliados, pareja, esposos y ahora estaban por reforzar esa su lazo por y para toda la vida. – Lance puedes hacer frente a Erika y todos nosotros tu promesa eterna hacia tu nueva compañera.
El dragón asintió para girarse un poco y ver a Erika, al igual que ella estaba nerviosa, más por el hecho de tener las miradas de casi todos en Eel sobre ellos dos, y, no era para menos, la salvadora de Eldarya uniéndose con el que años atrás fue el enemigo principal de toda Eldarya. Aunque a diferencia de ella lograba controlar también sus emociones que apenas una ligera sonrisa se dibujó en sus labios, no estaba acostumbrado a ser el centro de atención, prefería ser siempre discreto y pasar desapercibido, algo que en ese momento era totalmente todo lo contrario; separando una de las manos de Erika del ramo para apretarla ligeramente, se sorprendió un poco al sentir una pequeña piedra en su mano, seguramente era para controlar los nervios distrayendo su mente con el dolor generado por apretar la piedrita.
Tomo un poco de aire antes de comenzar a hablar.
-Mi promesa eterna, Erika, sé qué esperas que todos esperan que te haga la promesa eterna de amarte y respetarte hasta el fin de mis días, pero no es la promesa eterna que quiero darte.- pauso, sus ojos azules se posaron sobre los brillantes lila de ella.- lo que quiero es que no solo me veas de ahora en adelante como tu esposo, sino como un compañero de vida, un amigo entrañable, una persona con la que puedas confiar la mayoría de tus secretos y que sepas que soy el tipo de hombre que va a respetar cada una de tus decisiones...- Erika apretó los labios aguantando las ganas de llorar, si no hubiera más nadie habría movido las rodillas inquieta y soltado un ligero chillido por la emoción.- te hago la promesa eterna de ser la persona en la cual puedas confiar hoy, mañana y siempre, en esta vida y en todas las siguientes donde me aceptes como tu compañero eterno. Amarte, respetarte y enamorarte cada día como si siempre fuera la primera vez por toda la eternidad.
Aplausos y las ganas de llorar por la emoción eran más fuertes, tenía que controlarse. Lance tomo su mano retirando discretamente la piedrita para colocar un delgado anillo de oro que parecía ser una pequeña rama de laurel rodeando su dedo cuyas pequeñas hojas tenían incrustado un diamante.
-Erika. - llamo Feng Zifu. - ¿Aceptas la promesa que Lance te ha hecho?
Era su turno, apretando nuevamente sus labios ahora era turno de ella de decir algo, sin embargo, tenía miedo que al momento de abrir la boca se soltara a llorar, la brisa marina soplo ligeramente en su rostro para darle ese pequeño valor que necesitaba.
-Yo, Erika elegida por el oráculo acepto tu promesa eterna. - la tensión en el rostro del dragón desapareció, tal parecía que ella se arrepentiría o dudaría de su promesa. – acepto también ser confidente de la mayoría de tus secretos, ser una amiga, una compañera de vida, tu esposa en las buenas y en las malas, que sepas que aceptare y respetare cada una de tus decisiones, hoy mañana, por siempre. Amarte, respetarte y elegirte como compañero eterno en esta y en todas las vidas que me permitan encontrarme contigo por toda la eternidad.
Nuevamente los aplausos.
-Ambos han hecho una promesa que los unirá a partir de ahora, por toda la eternidad, recuerden siempre cada una de sus palabras, y que sus corazones mantengan encendida la luz que iluminara el nuevo camino que ambos han iniciado. Lance, Erika.
El dragón de hielo asintió, tomando a Erika desprevenida unió sus labios a los de ella para sellar de ese modo su unión, justo en el momento que el atardecer comenzaba.
La música comenzó y sin esperar más nada todos los invitados se apresuraron a llegar donde los recién casados para felicitarlos.
-¿Koori? – le llamo Mathieu, la kitsune le miro con los ojos entrecerrados, él la notaba un poco pálida.- ¿Estas bien? Te vez...mal.
-Estoy bien, solo recordé algo... me disculpas unos minutos tengo que hablar con Ewelein de una cosa. - él no pudo siquiera decir algo, la kitsune que ahora era su novia se había marchado a toda prisa.
-¡Por fin! – exclamo Chrome acercándose al chico.- pensé que nunca se separarían ustedes dos.
-No nos separamos, solo fue a buscar a Ewelein. – respondió un ligero toque de molestia en su voz mientras tomaba la copa que Karenn le extendía. - ¿Por qué tendríamos que separarnos?
-Por favor Mathieu sabes por qué lo decimos, por lo menos yo duermo en la habitación de alado y junto a mi fino oído no son nada discretos. – él se sonrojo pasando una mano por su cabello, buscando el cómo zafarse de esos dos, los apreciaba, pero ahora que tenían conque molestarlo no lo dejarían tan fácilmente.
-Tengo que ir con Erika. - dijo simplemente para irse.
La nueva pareja pareció haber hablado ligeramente con Nevra quien parecía estar terriblemente tenso y eso pudo notarlo por la expresión nerviosa de Erika y su risa nerviosa que parecía soltar, no duro mucho aquella charla pues el vampiro se marchó a toda prisa como si buscara a alguien.
-Oh, Mathieu.- llamo Erika.- un concejo, por nada del mundo digas que has sido tu quien vendió las joyas de Nevra en la tierra.
-¿Qué? No entiendo ¿Por qué?
- Bueno, de alguna forma se enteró que las joyas terminaron en manos de los purrekos y que ahora ellos solo poseen una, cuando esas joyas las teníamos nosotros ahora está muy molesto. - explico Lance colocando una mano sobre el hombro de su ahora esposa.
-Por cierto ¿Dónde está Koori? Es raro verte ya sin ella.
-¡Ustedes también!- exclamo, estaba a punto de reclamar el que ellos dos no habían sido nada discretos, bien pudo recordarles cuando rompieron la cama en la cabaña de la playa, pero antes de poder siquiera decirlo una mano se posó sobre su hombro.
- Estoy aquí, solo tenía que consultar algo. - dijo la kitsune para susurrarle algo a Mathieu que hizo dejara caer la copa que tenía en las manos.
Lance y Erika se miraron sin comprender por qué de un momento a otro, Koori estaba radiante de felicidad y Mathiue había perdido el color de golpe.
-Y bien ¿Qué dices? - pregunto la kitsune juntando las manos sin poder borrar la sonrisa de su cara.
- ¡Estas embarazada! – exclamo, Erika que tomaba un poco de su copa no pudo evitar tener que escupir a la cara del chico, Lance bien pudo haber hecho lo mismo solo que él tosió un poco. Algunos se giraron a verlo más no prestaron mucha atención y regresaron a sus conversaciones.
- ¡Si!
- ¡Por el oráculo Koori! - exclamo una vez recuperada Erika para abrazar a la kitsune, pero Mathieu, él seguía sin poder salir del reciente shock.
-Alguien debería llamar a Ewelin, Mathieu ya no responde. - dijo Lance chasqueando los dedos frente al chico.
La velocidad en que las noticias corrían jamás terminaría por sorprenderla, su boda y con quien se unía por toda la vida ya no eran motivo de atención, sino el embarazo de una princesa kitsune y un humano, bueno, era mejor así. Erika se alejó un poco de la celebración de una manera discreta hasta llegar a la roca que anteriormente solía visitar, donde la quietud del mar y la música apenas se podía escuchar le daba una calma que añoraba, no era que no le gustaran las fiestas, pero en esos momentos, le apetecía un lugar tranquilo; un lugar donde pudiera escuchar sus pensamientos claramente.
Su mirada se centró en el cielo nocturno adornado con múltiples estrellas y una enorme luna la cual parecía que con tan solo estirar la mano podría rosarla con los dedos. La brisa marina le golpeo gentilmente la cara jugando con los mechones sueltos de su cabello por breves segundos.
- ¿También querías alejarte un poco?
La voz de su ahora esposo la saco de su trance para girar en su dirección y sonreírle ampliamente.
-Un poco, sí, me gusta la fiesta, pero no me gusta demasiado ser el centro de atención, y tu ¿Te sentías incomodo?
-La verdad, por ahora no me gustaría dejar a mi ahora esposa sola en lo que se supone debería ser el día más feliz de su vida.
-Mi vida se ha marcado por muchos momentos felices y el más feliz de todos exceptuando este es cuando acepte que estaba irremediablemente enamorada de ti. - el dragón de hielo sonrío ampliamente para tomar su mano y acariciar el anillo que unas horas antes le había colocado.
-Tengo un regalo más que quisiera darte. - le dijo.
- ¿Cuál?
-Antes de eso ¿Crees que se den cuenta que desaparecimos antes de lo planeado? - a Aengel enarco una cena para mirar en dirección donde estaba la fiesta.
- Podemos regresar antes del brindis, ahora la novedad es el bebé de Koori y Mathieu. - ambos sonrieron antes de tomarse de la mano y comenzar a caminar de regreso al C.G.
***~~~***~~~
Aunque sabía que todos estaban en la fiesta y no notarían su ausencia en tal vez un par de horas, le intrigaba el hecho de que Lance tuviera un regalo más para ella y que este estuviera en su habitación ¿Qué podría ser? Si bien le costaba creer que el dragón fuera del tipo de hombre detallista y que los pequeños detalles que ha tenido con ella la han tomado por sorpresa que esta vez le dijera de uno no hacía más que aumentar su curiosidad.
-Recuerdas. - se adelantó él a hablar. – que en la tierra te dije que no tenías un anillo que confirmara que estábamos casados, acá eso es relevante ahora, ¿Recuerdas que hice antes de decirte eso? –pregunto, Erika soltó una pequeña risa mientras bajaba la mirada.
-Sabes que adelantar la noche de bodas no me molesta. - ahora fue él quien soltó una risa.
-No es eso, por ahora, el anillo y lo que dije no fueron más que palabras ante varios testigos que ahora saben que te elegí como mi compañera. Pero, lo que quiero darte es algo más importante.
Sin explicar más nada se acercó hasta ella tomando su rostro entre sus manos para unir sus labios con los de ella, un beso suave, tierno, para Erika los labios le temblaron ligeramente como si fuera la primera vez que lo besaba; las manos que le sujetaban el rostro la abandonaron para rodearla por la cintura y pegarla más a su cuerpo y ella hizo casi lo mismo haciendo que sus brazos rodearan el cuello de su esposo para profundizar su beso.
Abandono sus labios por unos momentos antes de deslizarlos por su mejilla hasta su cuello notando que aquel ceñido vestido blanco se sostenía a su cuerpo, no fue necesario que sus manos dejaran de sujetarla, fue ella misma quien llevo las manos tras su cuello para separar el pequeño broche que sostenía el vestido y este descendiera de la parte superior hasta donde ambos cuerpos permitieran que llegara la tela. Lance le miro a los ojos por un momento antes de retomar su labor en besar su cuello y recrear la marca que siempre le hacía cuando estaba en la tierra; más esta vez la forma de "marcarla" fue diferente, el dragón la mordió con fuerza y lejos de hacerla sentir dolor como si quisiera arrancarle el trozo de carne, su mordida desencadeno una holeada de placer que la recorrió de pies a cabeza, el calor en aquella zona poco a poco se extendía por su cuerpo. Era difícil de explicar, sentía como algo en ella se rompía y al mismo tiempo algo nuevo se reconstruía.
Cuando el dragón se separó de ella el vestido termino por caer por completo de su cuerpo hasta llegar a sus pies, su mano acaricio temblorosa el lugar donde la había mordido rozando con los dedos y sintiendo la saliva dejada en su piel.
- ¿Qué fue...? – intento preguntar, Lance se colocó tras de ella llevándola hasta el espejo más cercano.
Sus brazos se cruzaron sobre su pecho, el vestido al atarse tras su cuello hacia carente le uso de sujetador en ese momento y prontamente si llevara esa prenda en cualquier momento estaría tirada en algún lugar de la habitación; la tenue luz que se filtraba por la ventana apenas le hizo notar la marca roja y lo que parecía ser un rastro de hilos color plata ¿Hilos plata en una marca de mordida? Ahora fue su turno de alejarse de Lance y acercarse más al espejo para inspeccionar aquello que brillaba sobre su piel; no eran hilo, sino más bien parecía como si le hubieran hecho un tatuaje entre el hombro y el cuello, la silueta de un pequeño dragón, demasiado discreto y sutil, algo que solo podría verse si se le prestaba demasiada atención a esa zona.
-Es el regalo que quería darte. - dijo. - romper la conexión que tenías con Leiftan y crear una nueva que te una a mí por completo. - ella sonrío desligando sus brazos para poder abrazarlo.
-Demasiado territorial. - dijo ella.
-Demasiado. - respondió él.
El calor que la envolvía era más fuerte, no solo era su propio calor, sino que podía sentir el de él y la forma que lo reprimía seguramente por verla de esa forma. Ambos se sonrieron antes de unirse nuevamente en un beso, sintiendo como Lance dejaba de reprimir ese deseo en él apretándola más contra su cuerpo, deslizando sus grandes manos por su espalda mientras ella comenzaba a desatar los botones del traje de él, comenzaron un lento retroceso hasta que sus piernas tocaron el borde de la cama.
En algún momento el tiempo dejo de importarles, y solo se dejaron llevar por el momento, el momento en que él acariciaba su cuerpo arrancándole pequeños suspiros de placer, donde sus labios recorrían cada centímetro de su piel y regresando a ese pequeño lugar donde le había marcado, y en algún momento Erika había logrado deshacerse de las prendas de su esposo quedando ambos totalmente desnudos entre besos y caricias. Se miraron a los ojos como si aquella fuera la primera noche que ambos compartían, y, de cierta forma era verdad, era su primera noche juntos, como esposos.
Una de sus manos se deslizo por una de sus piernas de una manera tan lenta que el escalofrío que le provocaba por esa acción la hacía inquietarse bajo su gran cuerpo, él sonrío por esos movimientos involuntarios mientras que con su mano libre tomaba las dos de ella para sujetarlas sobre su cabeza; un gemido escapo de sus labios al sentir como tocaba su feminidad, sus dedos deslizándose dentro y fuera de ella, la forma en que sus labios temblaban intentando reprimir los pequeños gemidos de placer de manera poco exitosa comenzando a mover involuntariamente sus caderas, los movimientos que hacia él con la mano que al principio iniciaron lentos y suaves, ahora eran más rápidos y fuertes, y pensar que solo eran sus dedos los que estaban a punto de llevarla al clímax en ese momento. El dragón paro sus movimientos antes de que ella pudiera siquiera terminar.
Un puchero se formó en sus labios los cuales apenas Lance pudo apreciar antes de apoderarse de ellos mientras comenzaba a deslizarse en su interior. Lento, tortuoso para ambos, y aunque ahora tenían el resto de las noches para desatar su pasión y tomarla como lo deseaba quería que esa noche fuera totalmente especial; soltando sus manos rodaron sobre la cama dejándola sobre de él, Erika le sonrío para después enderezarse sobre de él y ser ella quien tomara el control, moviendo sus caderas lentamente, las manos del dragón se deslizaron por sus piernas hasta sus caderas ayudándole a llevar un ritmo más rápido, pronto sus suspiros de placer, y gemidos que trataba de contener pasaron a ser altamente sonoros llenando toda la habitación. La tensión que se formaba en él era tan grande que pronto se sintió totalmente desesperado por ese ritmo; con un brusco movimiento nuevamente la coloco bajo de él haciendo sus embestidas más rápidas, más fuertes mordiendo con fuerza el lugar donde la había marcado haciendo que su ahora esposa rosara el cielo con la punta de los dedos gritando su nombre mientras sus uñas se clavaban en su carne, solos bastaron un par de fuertes embestidas más para que él terminara en su interior.
Sus respiraciones agitadas se entremezclaron y él con sumo cuidado la abrazo a su cuerpo dejando que su cabeza reposara sobre su pecho acurrucándola de tal modo que el latir de su corazón fuera lo que le relajara hasta hacerla dormir.
En la fiesta la desaparición de los novios había pasado totalmente desapercibida, y, solo sobre el pequeño altar instalado se encontraba el ramo de lirios blancos, el cual poco a poco con el viento comenzaba a desojarse.
Cuatro años después...
El cielo claro de la mañana era demasiado tranquilo, a lo lejos un par de kilómetros por lo que calculaba la silueta de un dragón comenzaba a hacerse presente, Mathieu sonrió ampliamente al reconocer a su líder el cual dentro de pocos minutos estaría llegando a la entrada del C.G.
- ¡Esta aquí! ¡Está aquí!
Apenas Lance aterrizo un par de metros lejos de la entrada retomo su forma humana, la pequeña que había gritado al ver al dragón soltó un pequeño grito de felicidad para correr donde él, transformándose en una pequeña kitsune de pelaje marrón cuyas puntas de sus cinco colas era totalmente blanco; la pequeña dio un ágil salto para llegar hasta Lance y correr inquiera alrededor de su brazo y sus hombros hasta retomar su forma humana.
- ¡Tío! - grito la niña nuevamente, Lance sonrió para revolver los cabellos de la pequeña kitsune.
-Kore. - llamo Mathieu, Lance al verlo noto al pequeño niño "humano" de apenas un año en si brazo con el pulgar dentro de la boca, para ser el hijo de una kitsune era sorprendente que el pequeño Grey como lo habían llamado heredara la apariencia totalmente humana de su padre. - ¿Qué te ha dijimos de hacer eso? La última vez te tomo una semana regresar a transformarte.
-Aprenderá a controlarlo ¿Qué esperabas de la unión de una kitsune y un humano? – defendió el dragón a modo de broma. - ¿Como esta?
-Paso toda la noche con dolor. - informo Mathieu tomando a su hija bajo el brazo antes de que su pequeña traviesa comenzara a hurgar entre las cosas de su líder.
- ¡Es hoy! ¡Es hoy! – grito Kore, sus ojitos azules herencia de Koori brillaron tornándose un poco más claros. - ¡Está a punto de llegar!
-Es por eso que Huang Hua pidió que regresaras antes de tiempo, la clarividencia de Kore no es...
- ¡Ya llego! - grito la niña interrumpiendo a su padre.
Lance comenzó a correr en dirección al C.G. en su camino apenas pudo esquivar a las personas en el mercado, había más que en otros días y el preguntarse porque no estaba en su mente en esos momentos; al cruzar por la puerta que lo llevaba al interior pudo escuchar le fuerte grito de Erika provenir de la enfermería.
- ¡Lance! - grito Koori desde el segundo piso, había muchas personas fuera en el pasillo mirándolo a él y la puerta de la enfermería. - date prisa Erika no puede sin tu ayuda.
El dragón subió a prisa apenas y teniendo cuidado de no lastimar a la kitsune y su barriga de seis meses. La puerta fue abierta casi de golpe, sobre una de las camas se encontraba su esposa aperándose a las orillas de la misma mientras que Ewelein se encontraba sentada frente a ella, apenas girando la cabeza para ver quien entraba.
-Justo a tiempo. - felicito la elfo. - Erika ya no vas a poder aguantar más ese bebé tiene que nacer ahora.
La Aengel asintió ligeramente sentía que el cuerpo se le destrozaba, por el oráculo ¡¿Qué tenía dentro?! Lance se acercó a ella tomando su mano dejando que la apretara con fuerza.
-S-sufrí toda la noche...-dijo apenas con esfuerzo. - ¡Que ya terminé! – grito.
-Ya va a terminar. - dijo el dragón besando la sudorosa frente de su esposa, un nuevo grito por parte de ella escapo comenzando a hacer esfuerzo para pujar.
-Vamos Erika, este huevo no va a salir solo.
- ¡¿QUÉ?!- la fuerza de Erika incremento al apretar la mano de Lance ¿Escucho bien? – N-NO ¡NO! ¡MALDITO SEAS LANCE, MALDITO SEAS! ¡TÚ LO METISTE AHORA TU LO SACAS BASTARDO MALNACIDO! ¡AAAAH!
-Erika, por el oráculo...s-solo era una broma, puja ya sale, ya sale...
Erika apretó los dientes tan fuerte que sintió su quijada se iba a trabajar o sus dientes se iban a destrozar.
Pronto el pequeño llanto infantil inundo la habitación, Erika soltó la mano de Lance para recargarse sobre su esposo intentando recuperar la respiración, Ewelein poco a poco se fue a cercando a ellos con el pequeño bulto entre sus brazos.
-Toma mamá, un pequeñito totalmente sano. – Erika recibió entre sus brazos, un bebito de tez canela como su padre.
-Mira Lance, mira...- los ojos de la Aengel se llenaron de lágrimas al ver a su hijo por fin en sus brazos. - tú eras la cosita que me hizo sufrir hasta hoy.
Lance se acercó para besar la cabeza de su hijo y después los labios de su esposa.
-Gracias cariño. - susurro el dragón a su oído. - es perfecto.
-Tengo que limpiarlo, se los regresare en un momento. - aunque le sentaba mal interrumpir el momento, tenía que asear al recién nacido y vestirlo.
El dragón ayudo a Erika a acomodarse para descansar, por lo poco que le dijeron ella había pasado una muy mala noche que valió la pena al traer a su pequeño al mundo, vasto solo una mirada para darle a entender que no tenía nada de qué preocuparse pues él se encargaría para que ella pudiera descansar.
Un par de horas después la puerta de la enfermería fue abierta una pequeña kitsune de cinco colas corrió hasta saltar a la cama y retomar su apariencia humana, justo a tiempo Erika había terminado de alimentar a su pequeño y ahora se ocupaba de mecerlo en sus brazos, mientras Lance estaba sentado a su lado.
- ¡Kore!- llamaron sus padres sin haber podido evitar que nuevamente se transformara y entrara de esa forma.
- ¡Quiero ver, quiero ver! – Erika sonrío para descubrir un poco el rostro del bebé dormido.
- ¿Así es como lo viste? – pregunto Erika, la pequeña kitsune ladeo su cabeza mientras sus colitas se movían inquietas.
-Era más grande, está muy chiquito.
-Apenas nació hace un par de horas. - dijo Lance con una sonrisa. – pequeña Kore, gracias por avisarme de la llegada de Lyon, tus premoniciones nos sacaran de muchos apuros.
-Aún es muy pequeña para seguir experimentando su poder. - dijo Koori. – decidimos que por ahora sellaremos sus poderes hasta que poco a poco comience a dominarlos.
-Ojalá, la última vez pase el peor momento de mi vida cuando dijo que Koori estaba embarazada un mes antes de realmente estarlo.
-¿Así que ese fue el peor momento de tu vida cielo?- pregunto la kitsune con ligera burla mientras le pasaba a su pequeño hijo y colocaba las manos en su vientre.- Kore mi pequeña traviesa, ¿Cuántos hermanitos quieres? – la niña sonrió ampliamente para mostrar sus diez deditos.- y ¿Cuántos hermanitos van a nacer?
-¡Trillizos! – exclamaron Lance y Erika al ver como Kore cerraba su manita dejando solo levantados tres deditos.
Apenas Lance había logrado a quitarle al niño del brazo dejado que Mathieu callera de golpe al suelo.
-Bien hecho mi amor, aunque el trato eran quince hermanitos aun así lo hiciste bien. - Kore y Koori soltaron una pequeña risa cómplice.
-Tu hija y tú me dan miedo.
-Olvídate de eso. - dijo la kitsune haciendo una seña desinteresada, a pesar del tiempo el modo de tratar a Mathieu no había cambiado mucho. - Entonces decidieron llamarlo Lyon, como el lugar donde iniciaron su relación.
-Es común en la tierra poner nombres de lugares a sus hijos y Lyon no suena tan mal, fue algo que decidimos apenas nos enteramos de que venía en camino. - respondió Erika besando la cabecita de su hijo. - ¡Mira, mira!
El pequeño Lyon entre abrió sus ojitos algo que hasta ahora no había hecho, ambos pensaron por un momento que su bebé tendría los mismos ojos de su padre, pero al abrirlos, desvelo un par de ojitos violeta como los de su madre.
¡REGRESA AQUÍ CHROME! ¡ERES PERRO MUERTO!
El estridente grito de Nevra fuera de la enfermería rompió aquel grato momento, Koori se giró a ver a su pequeña cuyos ojitos brillaban.
-Le dijo. - susurro Lance, Erika enarco una ceja.
- ¿De qué hablas?
- Chrome pidió la mano de Karenn a su hermano, pero no entiendo por qué quiere matarlo.
-Creo que Kore si sabe ¿Verdad corazón? – la pequeña kitsune asintió. - dinos.
- Se llama Morgan y va a llegar en invierno
Lance soltó una pequeña risa al igual que Erika, eso solo significaba que la nueva generación llegaba a pasos agigantados al C.G. tras que el dragón ayudara a llevarse a Mathieu a otra habitación y que Koori junto a sus hijos se marcharan ambos quedaron solos contemplando a su bebé.
Erika nunca imagino que lograra alcanzar la felicidad de aquella forma, su historia comenzó con mucho misterio, con odios y rencores, para después transformarse en un amor del cual sentía que de no tener a Lance a su lado estaba incompleta, se sentía sola, desprotegida y parecía que Lance sentía lo mismo, que Erika su Aengel, su mujer sin ella a su lado se sentía solo, sin un sentido en su vida y ahora tenía dos razones por las cuales sonreír cada día la despertar, su mujer y su hijo recién nacido, y, posiblemente, los futuros pequeños que ambos decidieran tener.
Porque ellos se pertenecían por toda la eternidad.
Notas finales:
Tarde pero seguro. Ay dios tengo un mar de sensaciones, primero porque cuando comencé a escribir esta historia estaba pasando por un mal momento, además de que tenía ese ligero miedo de que la historia no fuera bien recibida y para mi gran sorpresa ¡Lo fue! Les gustó mucho y eso me hizo sentir muy bien. Realmente había olvidado lo bien se sentía escribir algo que no te deja dormir con tantas ideas que me surgían de golpe.
Bueno también puedo decir es que espero no haberos decepcionado con la pequeña boda y haberles causado un coma diabético por las palabras de nuestro querido dragón >w< también espero que les gustara el pequeñito lemon y Mathieu no perdió para nada el tiempo si ya es papá de 5 pequeñitos y los que le faltan xD un minuto de silencio por nuestro pobre Mathieu que no sabemos cómo se va acomodar con futuros trillizos.
Muchos me han preguntado que, si esta historia tendrá segunda parte y lamento decirles que no, no tendrá segunda parte –no me maten QnQ-
Espero les gustara el capítulo y en general que disfrutaran mucho de esta historia.
Gracias por todos sus lindos comentarios, de corazón se los agradezco mucho QwQ y como ya es costumbre.
Dudas, preguntas aclaraciones lo que sea todo es bienvenido.
Hasta la próxima historia.
Bye bye
Vestido que usa Erika, mil gracias @satexd156 por ayudarme a buscar los vestidos n.n
También quiero agradecer a TatiisBernall por la idea de la marca que le da Lance a Erika n.n
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top