Desesperación
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Aquella tarde tras pasar toda la mañana caminando por la ciudad para buscar alguna pista de S como desde hace un mes, Mathieu y Erika regresaron al departamento, el chico estaba claramente distraído que no prestaba atención para nada, ni siquiera le puso atención al momento de darle la noticia sobre el regreso de Lance ese mismo día, posiblemente en la noche.
-Bien, ya dime ¿Qué te pasa? - pregunto, Mathieu le miro por unos segundos antes de negar y dejarse caer sobre el sofá. Erika soltó un pesado suspiro, acorto la distancia para sentarse en el suelo cerda de él, Mathieu le miro de manera neutral, observando como ella alargaba su mano lo suficiente para jugar con sus cabellos.
- ¿Por qué lo haces?
-Algo te pasa y ni siquiera me prestas atención, es obvio que algo ocurre y no quieres decirlo, sabes Mathieu que puedes confiar en mí, si no quieres contarme está bien.
-Podría decir que antes con Lance actuabas como una madre comprensiva, y ahora me tratas como si fueras mi hermana mayor, dulce y comprensiva. - Erika soltó una risa dejando de jugar con sus cabellos.
- Teóricamente soy mayor, pero no tomo en cuenta los siete años que pase dormida, tenemos casi la misma edad y pasamos siete meses fingiendo ser hermanos. Jamás tuve un hermano y la única persona que consideré un hermano mayor era a Valkyon, pero ya no está.
-Puedo preguntar ¿Cómo era él? Casi no se escucha hablar del antiguo líder de Obsidiana, pero Lance trata de mantener los valores que su hermano dejo. – Erika asintió, acomodándose mejor en el suelo recargo su cabeza contra el costado del chico.
-Como ya sabes Valkyon era el hermano gemelo de Lance, la diferencia física entre ambos era solo el color de sus ojos, Valkyon tenía los ojos dorados, cuando llegue a la guardia él era una persona muy callada, hablaba lo justo y su único interés era el bienestar de su musarosa Floppy, al inicio me dijeron que él también era un mitad humano y también por muchos años pensó que Lance estaba muerto lo que lo hizo ser así, decían que anteriormente era bastante bromista y le enseño todo a Ezarel.
-El antiguo líder de Absenta, me pregunto ¿Qué opinaría de mi si no hubiera renunciado? - Erika sonrió.
-Diría que eres un humano inútil y que un pimpel sería mucho más inteligente que tú, pero a cambio de una donación obligatoria de miel te ayudaría a dominar la alquimia hasta donde tu pequeña mente lograra procesar.
-Suena más encantador que Huang Chu y Koori juntas.
-Lo era, Ezarel, Valkyon, Nevra y yo éramos unidos, aunque Ez junto a Nevra me molestaran seguido con sus bromas, pero todo cambio, entiendo la actitud de Nevra, perdió a sus dos mejores amigos, uno murió y el otro se fue, no sé si me consideraba una buena amiga, pero creo que también el afecto un poco mi ausencia, en fin, como te decía, Valkyon era una persona bastante comprensiva, silencioso, pero comprensivo, dispuesto a ayudar en todo lo que estuviera a su alcance.
-Me gustaría haberlos conocido. – enderezándose hizo que Erika se separa de él y se acomodara a su lado en el sofá. – yo tampoco tuve hermanos, pero sí puedo decirlo, me gustaría que tú lo fueras realmente.
-Ow ternurita, ahora ¿Me dirás que pasa? - él asintió.
-Hace un mes pelee con Suzette y sé que debo disculparme, el asunto es que no sé cómo hacerlo, nos iremos pronto y...
-Si es que logramos encontrar a S, Mathieu deberías disculparte, aunque sea por un mensaje, aunque soy realmente de la idea de que lo hicieras frente a frente.
-¿Qué pasa si después me busca? ¿Si hace todo un revuelo y mis padres se enteran de que aparecí nuevamente? No quiero que ellos o nadie me busque, me gustaría que me olvidaran aquí jamás me sentí bien, en Eldarya me siento a gusto lo considero mi único y verdadero hogar, los considero a ustedes mi familia.
-Seremos tu familia siempre y Suzette en algún momento deberá enamorarse de otro, sé que existe una forma para que te olvide, pero es una técnica prohibida. Sabes, ya incluso pienso en adoptarte como mi hermano
Mathieu sonrió para revolver el cabello de Erika de manera juguetona.
-¿Tendría que preocuparme por la escena que veo? - Ambos miraron tras de sí. parado en la puerta se encontraba Lance, Erika no demoro ni un segundo en pararse a prisa e ir hasta él y besarlo con evidente emoción. - lo tomare como un no.
-No sabía que regresarías hoy. - dijo Mathieu, Erika le miro con los ojos entrecerrados.
-Si me hubieras prestado atención te abrías enterado, pero, en tu mensaje decía que tal vez regresarías esta noche.
- Los planes cambiaron. - dijo el dragón cerrando la puerta tras de sí. - lamentablemente no tengo buenas noticias.
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Fuera del edificio Orión sonrió ampliamente al haber encontrado al dragón, esperar algunos días fuera oculto en el callejón dio sus frutos, le sorprendió realmente ver a Erika, por lo poco que supo antes de su exilio era que ella estaba muerta, le costó reconocerla, pero su nombre y lo poco que convivieron en aquella isla fueron suficiente para reconocerla totalmente. Al chico que la acompañaba todos los días simplemente no lo reconoció; la niña había dicho que él vivía en ese lugar con su esposa y con su hermano, al inicio pensó que era el otro dragón que lo acompaño tras que la guardia llegara a la isla, dudaba siquiera que el humano fuera hermano de ella, pues no se parecían en lo absoluto.
Ahora tenía que organizar un buen plan para atacarlo, por desgracia el edificio estaba lleno de humanos y que la policía interviniera por aquello sería un verdadero problema para él y sus planes, tenía que ser fríamente inteligente y evitar involucrar a los humanos, su único objetivo era Lance. Tenía algunas armas en la cajuela, y algunos "venenos" que había creado gracias a la Hamadriade que había matado, tal vez en su momento no lo había pensado; pero, esos venenos no harían más que aturdir al dragón tenía un par de meses en la tierra, por lo que tenía aun mayor fuerza mágica y no como él que ya había perdido la mayoría de su poder mágico.
Mientras seguía vigilando el edificio ya se había hecho de noche, Lance había parecido nuevamente, tomo uno de los frascos que había preparado, aturdirlo era el plan, aunque meterlo en la cajuela no era una opción por su tamaño y fuerza. Se detuvo al ver a la chica salir aprisa y colgarse al cuello del dragón para besarlo. Un momento... Erika, la chica que fue secuestrada hace años por el dragón ¿Lo besaba? Las palabras de la niña regresaron, él, Lance vivía con su esposa y su hermano.
-Sin duda, Eres un maldito bastardo con suerte.
No, ahora tenía que pensar mejor sus movimientos, si ese bastardo era capaz de amar a alguien, lo haría experimentar una desesperación absoluta gracias a la chica, y, de no ser el caso ella sabría algo sobre el portal, matarla sería una pena, era linda no cabía duda, más de nada le servía disfrutar con ella si no tenía información relevante y no era el interés amoroso del dragón; saliendo del auto se dedicó a seguirlos, tal aprecia que Lance ya se había adaptado a la vida en la tierra pues se movía con tanta familiaridad que costaba creer que no fuera un terrestre.
- Cariño ¿Pasa algo? - escucho preguntar a la chica mientras se detenían, el dragón soltó la mano de la chica mirando tras de sí.
-No, nada. - dijo negando con la cabeza pasando el brazo por sobre los hombros de la chica entrando a un establecimiento.
Sin duda, ellos dos tenían algo, ahora sabía dónde vivían y algo en su interior le decía que la chica sería un ardid perfecto.
Dos días más paso vigilando fuera del edificio, Orión tenía una pequeña ventaja que hasta ahora le había servido con los humanos: hipnosis. No era su fuerte y de serlo así lo hubiera usado contra los suyos para evitar el exilio, además lo había considerado por años un poder innecesario y jamás se dedicó a entrenarse sobre ello; ahora con la mayor parte de su poder mágico perdido no podría usarlo contra ellos dos.
Poco a poco observo como todos los humanos del edificio comenzaban a salir tomando rumbos distintos.
***~~~***~~~
Dentro del departamento Mathieu había sido víctima de un fuerte mareo, ayudado por los otros dos a sentarse frente a la mesa el chico sostenía su cabeza.
- ¿Seguro que estas bien? - Pregunto Lance.
-Sí, no fue nada solo un raro mareo, lo juro no sé por qué me paso.
-Tal vez sea el estrés, has estado muy estresado por el tema de Suzette.- dijo Erika, pronto el llamado a la puerta se escuchó.
-Tenías que llamarla. - reclamo Mathieu con ligera burla, Erika se apresuró a abrir, pero quien estaba al otro lado no era Suzette. Extrañamente para la Aengel, ese sujeto le era terriblemente familiar.
- ¡Orión!- exclamo Lance, ¡Orión, vaya si era él! No lo había reconocido, pero ¿Qué hacia él en ese lugar? en la tierra, mejor dicho.
-Cuanto tiempo. - dijo él, la sensación de peligro los invadió a todos.
Lance era consciente del odio de Orión hacia él, pero el que los encontrara... un segundo.
- ¿Cómo diste con nosotros? - pregunto de inmediato, trataba de parecer tranquilo, más no lo estaba y no lo estaría sabiendo que Erika era la más cercana a ese sujeto.
-Una pequeña informante y un purreko poco cooperador. - respondió él mostrando un pequeño gafete. - cuando me dijeron que estabas aquí con tu esposa y su hermano no me lo pude creer, quien diría realmente tienes buenos gustos. - Lance trataba de mantener la calma cuando este se giró a ver a Erika, está por su parte comenzó a retroceder lentamente, huir por la puerta no sería una opción.- ¿Qué ocurre? En el pasado fuiste muy parlanchina conmigo.
- ¿Qué has hecho con S? - pregunto el dragón nuevamente, Mathieu aún se sentía un poco mal, pero eso no impidió siquiera se pusiera en alerta. - ¡Responde!
-No tengo por qué responderte nada. – Erika noto como Orión saca algo de detrás de él un frasco con un líquido turquesa, fuera lo que fuera ese frasco no era nada bueno.
La fuerte opresión en su pecho le decía que eso no era nada bueno y que no debía dejar que Orión lo usara, su cuerpo comenzó a moverse solo de manera lenta, muy lenta para no alertarlo. Lance no apartaba la mirada de ellos dos, notando que Erika pretendía algo.
-¡Erika!- grito el dragón, Orión se giró para ver a la chica quien maldijo para sus adentros apresurándose a quitar le el frasco.
Orión fue mucho más rápido que ella arrojando el objeto al techo haciendo que este se rompiera liberando un gas del mismo color que el contenido, mientras que daba un fuerte golpe en el estómago de Erika para mandarla contra el... muro era como si hubiera lanzado una potente bomba allí dentro, Lance aparto la mesa de un solo manotazo la cual se ponía en su camino. Mathieu lamento mucho el no haber tenido en ese momento su arma a la mano, aun así, no dejaría que ese sujeto se saliera con la suya.
El gas que se había liberado le corto la respiración al dragón, la garganta le escocia terriblemente, sus pulmones los sentía muy pesados, veneno, no era uno cualquiera era un veneno fabricado con la savia del árbol de una Hamadriade. El golpe había dejado a Erika totalmente fuera de combate, aunque no se había desmayado el intentar recuperar el aliento con aquel gas era imposible, su única salida seria arrastrarse hasta la puerta; Orión avanzo un par de pasos tomando a Mathieu por el cuello y arrojarlo contra Lance, quien apenas pudo reaccionar a tiempo para sostener al chico y dejarlo a un lado con la clara advertencia de no meterse.
-¡Lance!- grito el chico. El malestar del que era presa... no, no era un malestar era como si alguien manejara su mente ordenándole sujetar al dragón con toda la fuerza que poseyera. - ¡Mi cuerpo! - exclamo, luchaba por liberar su mente de lo que fuera, aun así, se mantenía consciente mientras lo rodeaba con los brazos por el cuello dificultándole más la tarea de poder respirar.
-¡Bastardo!- grito Lance, evidentemente Mathieu no era rival para él, sabía que Orión estaba tratando de tomar control de su mente.
Erika poco a poco se fue poniendo de pie, los pulmones le ardían, casi podría asegurar que le pesaban terriblemente, aun así, debía aprovechar la oportunidad de que Orión estaba distraído con los otros dos, se arrastró hasta uno de los muebles alargando la mano para tomar uno de los cuchillos, gritar algo sería imposible por el trabajo que le estaba costando respirar, tenía que concentrar todas sus fuerzas y dar un golpe certero. Por desgracia, Orión se dio cuenta. Rompiendo el contacto visual que tenía entre esos dos, tomo a Erika por el cuello apretando con fuerza haciendo que ella dejara caer el cuchillo y luchara para soltarse de su agarre.
Lance maldijo para sus adentros, para liberarse de Mathieu tuvo que darle un fuerte golpe con la cabeza para noquear al chico y liberarse, Orión no borraba su sonrisa, era como si todo lo que pasara lo hubiera premeditado con antelación, que todos esos movimientos, ya supiera que los iban a realizar. Orión con un rápido y fuerte movimiento lanzo a Erika por la puerta principal, no le importaba de verdad no medir su fuerza.
-¡ERIKA!
Orión no había medido la fuerza con la que la había lanzado hacia afuera, lo último que la chica pudo sentir fue el duro golpe contra el suelo de concreto del patio, para después todo tornarse oscuro; Lance se abalanzo contra Orión cegado de la ira dispuesto a matarlo, más él estaba muy tranquilo, el gas ya le hacía efecto al hacer sus movimientos terriblemente lentos, tanto que no fue difícil efectuar su último golpe. El dragón sintió algo clavarse en su pecho, era una jeringa más no sabía si era o no con el mismo liquido pues de ese ya no había rastro alguno en la jeringa.
-Acá tienen un juego divertido, puedo decirlo con cosas que entiendas, juéguenos al Maulix y la Musarosa, dudo que ese pequeño golpe la matara, lo has intentado y la infeliz sigue con vida, el veneno no te va a matar, pero si te dejara fuera el suficiente tiempo para que yo y la hermosa mujer que está afuera podamos divertirnos.
La visión de Lance poco a poco fue oscureciéndose, mientras la risa y silueta de orión comenzaba a difuminarse.
-E-Eri...ka...
***~~~***~~~
El olor a gasolina le mareaba, era demasiado fuerte y el lugar donde estaba impedía que un poco de aire fresco circulara, el sonido del motor viejo le hacía imaginar que aquella viaja camioneta explotaría en cualquier momento. La mordaza, las cuerdas que ataban sus brazos, muñecas piernas y tobillos estaban tan fuertemente amarradas que claramente podía sentir como la circulación se le cortaba; supuso que el auto debió de pasar por un bache, pues todo lo que estaba dentro de la cajuela junto con ella se sacudió con violencia, que una de las trampas no ce cerrara en su costado o en su cabeza era por mera suerte e inclusive un verdadero milagro que alguna de las armas no se disparara en ese momento.
El escaso espacio que tenía apenas para moverse no le permitía siquiera mover las piernas para golpear la tapa de la cajuela y alertar a quien fuera que pudiera escucharla para que le ayudara; la desesperación sumado al mareo por el olor a gasolina y el golpe recién recibido aumentaron el dolor en su cabeza. ¿Cómo que es que había terminado así? De tan solo recordarlo la desesperación aumentaba. Lance, Mathieu... Lance...
La cajuela fue abierta, Erika comenzó a respirar aceleradamente el aire fresco era lo mejor que podía respirar en lugar de ese maldito aroma a gasolina, fierro y pólvora convirtiendo ese auto en una bomba de tiempo inminente. Orión sonrió ampliamente para sacarla sin cuidado alguna de ese lugar.
-Ya despertaste, sabía que ese pequeño empujón no iba a matarte. - dijo retirando la mordaza.
- ¡¿Dónde estamos?!¡¿Qué le hiciste a Lance?!
-Pequeña, ya me ocupé del dragón y de tu amigo, nadie va a poder ayudarte. - Orión la detallo de arriba abajo mientras pasaba el dorso de su mano por su mejilla, la Aengel trato de apartarse de un movimiento brusco. - ya veo por qué le gustaste.
-Ja! Vaya. - respondió sarcástica. - odias a Lance, pero veo que aprendiste varias cosas de él, o ya no recuerdas que fue el mismo trato que me dio cuando me secuestro. - el hombre chasqueo la lengua.
-Podría ser, pero sé que él no hizo esto. – tomándola con fuerza del cabello por la nuca unió su boca a la de ella.
Erika sintió unas fuertes nauseas por el acto, no podía liberarse usando sus brazos o piernas, Orión soltó un quejido antes de separarse de ella con la boca manchada de rojo para después abofetear con mucha fuerza a la Aengel; Erika cayo con brusquedad sintiendo el sabor a oxido de la sangre, no solo la de ese asqueroso de Orión sino la de ella misma, se tomó solo un segundo para escupir antes de que él la levantara con fuerza por el cabello.
-¡Eres un cerdo!
-Ya tendremos tiempo de divertirnos después, y ten por seguro te enseñare a tener buenos modales. - Erika luchaba, su desesperación era grande y no iba a negarlo, tenía miedo, tenía mucho miedo y solo rogaba al oráculo una cosa: que Lance estuviera bien, que la rescatara.
Tomando a la chica la coloco sobre su hombro para comenzar a caminar en dirección opuesta a la que habían dejado el auto, el bastardo de Orión se divertía con los gritos de Erika pidiendo ayuda, no importara cuanto gritara no había nadie más que ellos dos en el bosque.
***~~~***~~~
-Lance...
Su mente divagaba. Estaba teniendo un sueño muy extraño mientras seguía escuchando a alguien pronunciar su nombre.
-Lance...
Sabía bien, que debía regresar donde aquella voz, pero también que debía seguir observando ese paisaje boscoso... algo... había algo que tenía que encontrar... ¿Por qué? ¿Por qué ese lugar le era ligeramente familiar?
-Lance, despierta, vamos tienes que regresar.
Solo quería un momento más, un poco más... sintió que daba un paso al frente, más al hacerlo su visión comenzó a tornarse borrosa, un parpadeo...solo en ese mismo sueño dio un parpadeo antes de ver a Valkyon, sabía que era él, lo sabía, aunque su vista no lograra enfocarlo.
-Regresa...
-¡Lance despierta!
Ambas voces se combinaron haciéndolo despertar, fuertes arcadas lo invadieron moviéndose de forma brusca buscando jalar aire puro con desesperación. Con algo de esfuerzo logro sostenerse boca abajo con las rodillas y los brazos, mientras jalaba el aire sentía el cómo las gruesas gotas de sudor escurrían por su cara; poco a poco los sonidos regresaron y su visión borrosa comenzó a enfocar todo a su alrededor, seguía en el departamento.
- ¿Cómo...? ¡Erika! - exclamo, tratando de ponerse de pie, el efecto de aquel gas aun lo tenía aturdido.
-Tranquilo, calma...-la voz seria de Mathieu le hizo verlo, tenía la nariz morada y manchas de sangre seca en la cara, lo recordó. Para poder liberarse del chico y al a vez liberarlo del control de Orión tuvo que noquearlo y al mismo tiempo romperle la nariz. – escúchame no te alteres, apenas pude milagrosamente curarte del veneno.
-Veneno...
-El aroma que aún se puede percibir es parte de un veneno que una vez Chrome me enseñó a curar, no daré detalles, no ahora, pero pude hacer un antídoto con lo que tenía a la mano, aunque dudo que el veneno saliera por completo de tu organismo.
-Eso no importa...-dijo con algo de trabajo. - ¿Dónde está Erika?
-No lo sé, cuando desperté ya no estaba, tampoco ese loco, no sé dónde pudo llevarla. - explico, el dragón apenas logro ponerse de pie.
En el suelo estaba el gafete que ayudo a ese desgraciado a dar con él, no, él no podía culpar a la niña o a los padres que seguramente hablaron de él de alguna forma, nadie podía saber la clase de demente que era Orión, si bien lo conoció como una persona llena de resentimiento contra la guardia, sabía perfectamente le daño que podría llegar causar para conseguir sus objetivos. Ahora su único interés seria recuperar a Erika.
- ¿Puedes recordar algo, lo que sea que dijera? – Pregunto, Mathieu desvió la mirada colocando algo de papel sobre su nariz ante el nuevo sangrado.
-Nos dijo que una niña y un Purreko... -tomando el gafete del suelo reconoció a la niña, vivía en el mismo edificio en la vivienda de arriba.- ¡S! ¡Dijo que S le había dado información! ¿Crees que él nos traicionara dándole la información a ese loco? - Lance negó.
-S, pudo jugar a dos bandas en el pasado, pero jamás soltaría una información como esta y menos a una persona como Orión... por mucho que tema decirlo, puede que Orión torturara a S hasta morir.
-No podemos darlo por hecho ¿O sí? - el dragón negó nuevamente. – de ser le caso la relación de la guardia con los purrekos...
-No me importa ahora la relación de la guardia con los purrekos, tenemos que encontrar a Erika. – tomando una gran bocanada de Aire intento avanzar hacia la salida, el suelo bajo sus pies comenzó a moverse. Mathieu apenas logro ayudarle a mantenerse de pie.
-Sí, concuerdo que tenemos que encontrar a Erika, pero ¿Sabes dónde ir a buscarla? Estamos en la misma situación que cuando teníamos que encontrar a S, no sabemos dónde buscar, y, además en tu estado actual no puedes hacer nada.
- ¿Qué sugieres entonces? – espeto con visible enfado tanto en su voz como en su mirada. - ¿Qué dejemos que ese pedazo de mierda lastime a Erika mientras espero aquí a que el envenenamiento pase?
- ¡Erika también me importa! - exclamo. – ¡Es mi amiga y la quiero como a una hermana! Pero ahora más que nunca debes de pensar con la cabeza fría, debe de haber algo que dejara, una pista o algo que nos diga donde puede estar ahora...- trataba de aparentar estar tranquilo, aunque también era imposible para él, el dolor en su nariz, la presión en su cabeza, recordar que lo manipularon para atacar a Lance a quien apenas pudo salvar del veneno...- ¡El veneno! ¿Pudiste reconocerlo?
- Si, era uno hecho con la savia de las Hamadriade, yo...yo le enseñe como tratar la savia para conseguirlo. - y ahora que lo pensaba un poco mejor ¿Cómo Mathieu logro curarlo? La única forma era usando hiervas naturales que solo crecían en Eldarya, si bien Purroy les había dejado algunas...-¿Cómo reconociste el veneno?
-Por el aroma, ya lo dije, Chrome no me dijo exactamente que era, solo me guie por eso y tome lo que teníamos a la mano para crear un antídoto que apenas funciono. Sabemos que uso una Hamadriade ¿Dónde podremos encontrarla?
-Cuando me marche para buscar información me cruce con varias criaturas, pudo conseguir a la Hamadriade en cualquier sitio. - guardaron silencio, las fuerzas del dragón mermaban aun así apenas tuvo la fuerza suficiente para dar un golpe sobre la barra quebrándola por completo.
-¡WoW!¡Yo quiero aprender eso!- la exclamación de un niño hizo que ambos miraran en dirección a la puerta, estaba abierta para dejar que el aire circulara y el veneno saliera.
Mathieu no había pensado en esos momentos la posibilidad de que los demás habitantes del edificio fueran afectados. El niño que los miraba con la boca abierta tenía entre sus manos una canasta con frutas... un momento, lo conocía, era primo de la niña que Lance enseño a defenderse. Haciendo una seña discreta al dragón, Mathieu se acercó al niño.
-¡Es interesante verdad! Oye, ¿Dónde está tu prima? Teníamos algo preparado para ustedes ayer, pero no los encontramos. - Lance enarco una ceja evitando tener que maldecir ¿Por qué perdía tiempo hablando de esa forma?
-Fuimos a Lacoix- Laval, pero la enana se enfermó y regresamos, mi tía me pidió le trajera esto al señor Lance...pero, ¿Puedo aprender a hacer eso? ¡Quiero aprender a romper cosas!
Lacoix- Laval, el lugar donde todo comenzó, se sintió como un estúpido ¡¿Por qué no buscaron en ese lugar primeramente?!
-Sí, sí, lo vas a aprender. - dijo Mathieu tomando la canasta. - gracias por esto, pero por ahora regresa a tu casa, después aprenderás a romper cosas. - cerrando la puerta, el chico se giró para ver a Lance. – ya sabemos dónde puede estar.
-Preparemos todo para irnos, si están en ese lugar, lo más seguro es que también demos con el portal y regresemos de inmediato.
Mathieu no pudo decir más nada, rápidamente ambos comenzaron a prepararse, realmente no había mucho que pudieran tomar y llevarse. Mirando su móvil respiro profundamente antes de llamar a Suzette, por desgracia la chica no pudo atenderle haciendo que la llamada se desviara al buzón de voz.
-Suzette, oye... lo siento, lamento mucho el averte gritado aquella vez, realmente lo hago y me disculpo por no haberte buscado. Sabes no es la mejor forma de despedirme, pero en el tiempo que fuimos amigos me divertí era divertido sufrir tus acosos a pesar de que saber que me gusta otra persona...diablos, no soy bueno haciendo esto, pero ya debo irme...cuídate.
Colgó. Soltando un pesado suspiro tomo el móvil y lo apago dejándolo sobre la barra destrozada. Lance salió de la habitación con una mochila en las manos, seguramente tenia los objetos que habían preparado para su regreso, el dragón abrió una de las gavetas sacando los tres tarros grandes de miel y un bote de galletas donde guardaban lo restante de dinero que tenían, si bien apenas era lo justo para que ambos llegaran a aquella zona, lo más difícil seria encontrar a Erika.
***~~~***~~~
La noche estaba comenzando a caer, la garganta le escocia de tanto gritar, sus bruscos movimientos eran lo que le daban a entender a Orión que ella seguiría luchando, aunque no sintiera sus extremidades.
Orión la bajo dejándola apenas recargada contra un frondoso árbol. Erika trataba de no mostrar miedo a lo que él pudiera hacerle en esos momentos, el ver como sacaba un puñal de su cinturón, por inercia se hizo más hacia atrás, aunque no pudo hacerlo; las cuerdas que estaban fuertemente atadas en sus brazos y piernas fueron cortadas. El hormigueo que sentía fue una mezcla de nervios y satisfacción al sentir la sangre circular otra vez, aunque no estaba liberada del todo, pues sus muñecas y tobillos seguían atados.
Nuevamente la subió sobre su hombro para re aunar la caminata, para Erika el bosque seguía siendo el mismo por donde mirara no había algo que le diera indicios de donde estaba, el rechinido de una puerta hizo que sus nervios le pusieran en alerta ¿Una puerta? ¿Una cabaña? ¿Qué pretendía hacerle? Su respiración se aceleró a sobre manera que podría jurar ese sujeto escuchaba el frenético latir de su corazón debido al miedo del cual era presa.
-¡Oye S, te he traído compañía!- exclamo, Erika sintió el fuerte golpe que su cuerpo dio contra la madera lastimándola aún más, apenas pudo recuperarse comenzó a arrastrarse hacia atrás hasta que su espalda dio contra algo.
-¿Qué piensas hacerme?- Pregunto con la voz ronca. Orión sonrió de lado antes de soltar una risa burlona.
-¿Qué piensas que te puedo hacer? Sin duda puedo hacerte muchas cosas que puedes o no imaginarte, pero me gustaría escucharlo de ti.
-Y-ya basta...por favor...- la débil voz a su espalda hizo que la Aengel girara, el lugar estaba comenzando a sumirse en la oscuridad, la tenue luz apenas le permitió ver a un pequeño gato muy lastimado y con una de sus patas traseras presa de una pequeña trampa. El estómago se le hizo un nudo, un gato...
-S...- susurro, el ver al pobre purreko terriblemente herido, seguramente su pata trasera estaría seriamente comprometida. - Tu... ¡Eres un monstruo! - grito con la garganta terriblemente seca.
- ¿Yo? - pregunto inocentemente mientras reía.
La risa que él producía hizo que él malestar en su estómago se transformara en una rabia incontenible, si tan solo pudiera invocar sus poderes, si tan solo cuando los ataco hubiera podido hacer uso de ellos ahora mismo no estaría en esa situación.
-Por lo menos sé que Lance hubiera tenido un estilo más original. - ataco, la estridente risa de Orión se apagó de golpe había dado donde le dolía. – solo eres una sombra, una triste imitación.
Orión tomo del cuello a Erika para estrellarla de golpe contra una ventana rompiéndola por completo, ella pudo sentir como uno de los vidrios se había clavado en alguna parte de su espalda.
-Quiero mantenerte con vida para divertirme contigo y hacer sufrir a ese malnacido dragón, pero no tientes tu suerte pequeña, no tientes tu suerte.
Soltando su agarre la dejo caer al suelo nuevamente, Erika trato de incorporarse más lo único que pudo hacer fue arrastrarse hasta la jaula para intentar proteger al purreko.
-¿Estas...?- trato de preguntar el purreko, Erika solo le sonrió antes de comenzar a cerrar los ojos quedando inconsciente.
***~~~***~~~
La ansiedad de la cual era presa no lo dejaba tranquilo, cada segundo dentro del autobús que los llevaría a ese lugar parecían ser horas interminables, más ahora que la noche estaba reinando por completo. El autobús paro, Lance puso rígido todo su cuerpo, Mathieu pareció darse cuenta de su reacción, colocando una mano sobre su hombro para calmarlo miro como pudo hacia adelante, las luces de las patrullas pudo reconocerlas al instante; arrugo el entrecejo, era raro que los oficiales detuvieran un autobús con turistas a menos que se tratara de una revisión.
-Señores. - uno de los oficiales subió para hablar con todos los usuarios del transporte. – lo sentimos mucho, pero Lacroix- Laval está cerrado por ahora, no pueden ir más lejos de este punto, su conductor los llevare de regreso a la parada y su dinero será reembolsado.
-No podemos regresar. - dijo rápidamente el dragón en un tono para que Mathieu lo escuchara.
-Lo sé, déjame pensar...-respirando hondo, el chico miro por las ventanas, algo tenía que ocurrírsele.
Lance echo la cabeza hacia atrás soltando el aire muy pesadamente... un escalofrió le recorrió la espalda como si algo o alguien le mirara muy profundo hasta lograr hacerlo sentir incomodo, miro a Mathieu quien seguía pensando en algún plan, detrás de él solo había una mujer y su hijo dormidos y delante los pasajeros habían bajado, miro por la ventana. Sus ojos se abrieron desmesuradamente sin poder creer lo que miraba, afuera... ahí afuera estaba...
-¡Valkyon!- exclamo, Mathieu se giró a verlo, miro por la ventana pero no podia ver nada.
-Lance ¿Qué...?
-Vamos, tenemos que bajar ahora. - ordeno, Mathieu apenas pudo tomar la mochila que llevaban consigo, por suerte habían parado en una gasolinera y que algunos bajaran para usar el baño era de lo más normal, ellos podrían usar ese pretexto para bajar e irse.
Apenas bajaron Lance se apresuró a ir al otro lado del autobús, su hermano ya no estaba, pero, lo había visto ¡Juraba el haberlo visto claramente! Nuevamente trato de relajarse, donde...
-Lance.
Su vos, el viento que sopló desde su izquierda trajo la voz de su hermano.
-Tenemos que irnos por ese camino. - dijo señalando en dirección al oscuro bosque.
- ¿Por qué estás seguro?
-No puedo perder tiempo en explicarlo, solo tenemos que ir por ese lugar ahora.
No podía pedir más explicaciones, tenía una confianza ciega en Lance y aunque sabía estaba muy alterado por el secuestro de Erika, él haría lo mismo por Koori, no importaba que fuera un simple humano, sacaría fuerza de donde fuera solo con el único objetivo de protegerla y tenerla a salvo.
Notas finales:
OMG! Esto se puso intenso, Orión ataco a Lance y casi lo mata, es una suerte que Mathieu supiera como ayudarlo, por otro lado, lo que Orión tiene planeado con Erika, ¡No se asusten! ¡Y no me maten! ToT Me gusta dejarlos al filo de la intriga. S sigue con vida, muy herido pero lo sigue, no dire más respecto a lo que sucederá con el purreko (donde queda la emosión xD )
Espero les gustara el capítulo.
Dudas, preguntas aclaraciones lo que sea todo es bienvenido.
Hasta la próxima actualización
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