Capítulo 15: Padrastro
Estaba rodeada de mis amigos, los cuales segundos antes me habían confesado que estaban reuniendo dinero para que, si me veía forzada a mudarme, no tuviera que hacerlo. Mire a cada uno de ellos, violeta se encontraba sentada junto a Lysandro y éste la rodeaba con un brazo, rosa estaba sentada en la punta de mi cama, alex estaba junto a ella y un poco más cerca de mi, y finalmente Castiel, el cual estaba solo y mirándome.
-no sé qué decirles, gracias. Gracias infinitas a cada uno de ustedes. Les prometo que debo invitarlos a casa cuando me mude y hacerles una cena riquisima, obviamente yo invito.-dije con una sonrisa.
-puff, para como tu cocinas...-dijo alex burlándose de mi. Me reí y le golpeé suavemente en el brazo.- auch! Para estar herida, sigues golpeando fuerte.
-lo siento.-dije recordando que también le debía una cena a alex y sus padres por haberme ayudado aquel día que mi madre y su novio me echaron de mi propia casa. Tal vez pudiera ese mismo día decirle a alex sobre mi... Relación? No sabia que eramos con Castiel.
-escucha, a la única que debes agradecer es a ti misma. Lograste ayudarnos tanto en el pasado como presente a cada uno de nosotros, yo no gastaría mi tiempo en alguien que no aprecio.-dijo rosa.
-rosa, tu quieres a todo el mundo.-dijo Lysandro.
-tiene razón.-dije.
-shhh, nunca me dejan terminar. A alex lo ayudaste en el pasado, al igual que a viktor. A mi me ayudaste a ser mucho más calmada pero no perder mi naturaleza alegre, además contigo y violeta tengo un vinculo inquebrantable. A lys y violet los ayudaste indirectamente con su relación. A todo demons lo ayudaste a mejorar, a Castiel lo hiciste un poco más humanitario, lo siento Castiel pero es cierto, a lys ya dije cómo lo ayudaste, a viktor le diste más confianza en si mismo e inclusive hiciste que nathaniel entrada a demons, haciendo nula la enemistad con Castiel. Debes agradecerte únicamente a ti. Y si bien es cierto que yo aprecio a muchas personas, por solo dos chicas daría todo de mi para ayudarlas: violeta y tu. Así que sientete algo así como mi hermana.-dijo Rosalya. Sentí todo el cariño de ella, todos estaban repentinamente cariñosos. Lysandro pareció notar que yo no solía demostrarme así, por lo que habló.
-hey, alex y Castiel qué tal si nos vamos y me ayudan a preparar el almuerzo?-pregunto.
-lo siento Lysandro, pero una vez qué Alaska despierta no creo que lo mejor sea dejarla sola.-dijo alex.
-descuida, alex. Voy a estar acompañada de rosa y violeta. Sabes que las multitudes muchas veces me abruman. Solo... necesitó hablar con rosa sobre el apartamento. Una vez que ella se vaya si quieres vienes conmigo, aunque espero que en unos minutos me esté levantando y yendo con ustedes al comedor.-dije.
-pues no parece que las multitudes te abrumen ya que en el escenario la rompes, pero está bien. Espero que mejores pronto, Azul.-dijo alex. Le Sonreí y él junto a todos los chicos se fueron, solo quedaron rosa y violeta. El ultimo que cerró la puerta fue Castiel, el cual me guiñó. Le Sonreí y me enfoque en el rostro de mis amigas.
-Castiel acaba de guiñarte?-preguntó violeta.
-que?!-dijo rosa.
-no sé que es lo que hayas visto, violeta, pero estoy segura que no es cierto.-dije intentando disimular. Las chicas cruzaron una mirada sospechosa, me pregunté qué se tramaban.
-seguramente te hizo ese gesto para que nos convenzas de que él no te lastimó. Yo estoy sumamente desilusionada con todo est...-dijo rosa, pero la interrumpí.
-de dónde sacas estas teorías? Castiel me dijo que había notado un fuerte rechazo por tu parte, lo cual me pareció muy extraño. Él no me hizo nada, yo lo vi con mis propios ojos.-dije.
-pero estuvimos hablando con la mamá de rosa sobre tus heridas y ella cree que solo te las podría haber hecho alguien muy fuerte, y seguramente castiel sea la mejor opción.-dijo violeta.
-qué demonios dicen? Por qué me haría algo así? No importa que sea fuerte o no, entre dos personas cualquiera terminaria igual. Además no pude distinguir él físico de mis atacantes, solo sabía que eran hombres. Chicas, me patearon él estómago fuertemente y dos veces. Es totalmente normal que esté así. Él pelirrojo no tiene nada que ver con mis dolencias, es más, me ha estado ayudando mucho.-dije. Me sentí ofendida por lo que ellas creían de castiel. Me pregunté si diciéndoles que él me había besado algo cambiaría...
-n... No lo sé. Solo fue una teoría, parecía muy preocupado y él no suele ser así. Daba la sensación que más que preocupación sentía culpa. Y toda la situación fue tan extraña que no supimos que hacer.-dijo violeta.
-le comentamos nuestra teoría a alex y él lo defendió, por lo que parecía aun más sospechoso.-dijo rosa. Puse mis ojos en blanco.
-no sé cómo explicarles que él es más que inocente. Ya sé, pueden pasarme mi celular?-dije. Rosa lo tomó de la mesita de luz y me lo dio. De inmediato fui a mis conversaciones, noté que viktor, kim, nathaniel e iris me habían bombardeado a mensajes para saber cómo me encontraba. Después le respondería, pero en el fondo se sintió bien saber que por más que estabamos en la otra punta del país, aun se interesaban por mi.
Me dirigí a la conversación con Castiel y le escribí un mensaje.
Yo:"hey, mis amigas no me creen que eres inocente. Puedo decirles que somos algo? Prometo hacer que rosa sea discreta."
Castiel: "descuida, adelante."
Me pareció bastante tajante esa respuesta, no supe cómo interpretarla. Acaso estaba molesto porque él no podía anunciarlo y yo si? Acaso tenía miedo que alex se enojada con él? Acaso... No sabia qué demonios hacer. Vi las miradas expectantes de mis amigas.
-sucede algo?-preguntó rosa. No, no le iba a decir que Castiel y yo estábamos en pareja. Se notaba que él quería mantenerlo en secreto.
-por ahora no tengo forma, de momento, de demostrarles que él no me ha hecho nada. Pero confíen en mi, es su amigo aunque no lo crean.-dije. Ellas se observaron dudosas.
-lo siento, es que toda esta situación nos ha alterado demasiado. No es común todo esto, realmente no sabemos muy bien cómo actua...-rosa fue interrumpida por alguien que entró sin siquiera golpear la puerta: obviamente se trataba de Castiel. Era el único tan descuidado como para hacer eso. Y efectivamente entró con dos tazas en la mano, mis amigas cerraron la boca de inmediato, se sintió un ambiente tenso y extraño. Castiel se aproximó a mi, haciendo caso omiso de rosa y violeta, dejó una de las tazas en la mesa de luz y me miró.
-hey, linda. Te traje chocolate caliente, Lysandro está haciendo para todos y para que no tuvieras que ir, se me ocurrió traertelo.-dijo Castiel. Le agradecí con la mirada pero él se acercó tanto a mi rostro que en segundos lo único que sentí fueron sus labios contra los míos. Sentí mis mejillas tomar un extraño rubor, me estaba besando delante de rosa y violeta. Supongo que esto les dejará más que en claro que él no sería capaz de lastimarme.
-gracias, grandullón.-dije totalmente sonrojada. Crucé una mirada con mis amigas, violeta parecía no entender un corno de lo que sucedía y rosa estaba a punto de chillar.
-oh por favor por fin sucedió!-chilló de alegría. Parecía que la que habían besado era a ella y no a mi. Estaba tan sonrojada y feliz por nosotros que apenas podía contener su éxtasis. Estaba fuera de si, su voz comenzó a ser chillona y aguda de la emoción que sentía. De pronto todo lo que pensaba de Castiel parecía haberse esfumado, ya todo estaba bien. Me pregunté cómo podía pasar de una idea a la otra en segundos.
-Rosalya, shhh!!-dijo Castiel.
-rosa, calma. Debes mantenerlo en secreto.-dije intentando calmar a la peliblanco.
-pueden explicarnos qué sucedió? Porque en este momento estoy muy confundida.-dijo violeta. Crucé una mirada con Castiel y decidí hablar.
-esto... Todos saben que alex tiene los sentimientos un poco confusos y nos parece mal estar demostrando nuestro afecto frente de él. Por ende el día que me mude, pienso invitar a alex a mi casa y allí explicarle. Le debo una cena a su familia por haberme ayudado. Con algo de suerte sus padres también me ayudarán a calmarlo.-dije. Pude ver la mirada de Castiel. Parecía molesto de que eso fuera a pasar, pero pareció entender que mi amistad con él no iba a cambiar, le gustara a Castiel o no. El puso sus ojos en blanco.
-por ende les pedimos discreción. Solo lo sabe Lysandro, supongo que cuando vuelva a florida también le diré a viktor, pero nadie más. Rosalya, de verdad debes ser discreta porque jodería a Alaska y a mi indirectamente porque pude hacer que no nos odiáramos tanto. Solo, mantente en silencio.-dijo Castiel.
-si, si, prometo quedarme en silencio. Chicos me alegro muchísimo por ambos, no saben la alegría que me da saber esto. Después de tanto tiempo alask... Espera, iris no era tu novia?-preguntó rosa.
-así que de allí sacas esas teorías locas? puff, debí imaginarlo.-dijo Castiel sonriendome.-no, iris es mi hermana. No entiendo cómo no se dan cuenta.-dijo Castiel.
-hey, realmente creo que están hechos el uno para el otro. Por más que te conocemos poco y solo a través de los ojos de Alaska, creo que congenian perfectamente bien. Felicitaciones, Alaska ha estado como loca por t...-violeta comenzaba a dejarme en vergüenza y tuve que hacerle un gesto de que se callara.
-shhh, violet-dije sonrojada.
-awww mirala.-dijo Rosalya sumamente feliz por la situación.
-jaja, gracias violeta. Y no sé de qué debes estar avergonzada, niña, ya sabía que estabas hecha una demente por mi.-dijo Castiel. Me sonroje de una manera que no era ni normal. Él se río y me puso su mano en la mía.
-sabes Castiel, nunca te imaginé así y de hecho creo que me retracto de por un tiempo pensar que eras un idiota. De hecho, debo confesar que antes que Alaska llegara a nuestras vidas, pensaba eso de ti. Pero ella nos mostró otro lado de ti, y ahora tu mismo lo estas haciendo. Así que no puedo estar más feliz por el chico que mi amiga se eligió.-dijo rosa sumamente contenta. Castiel le sonrió.
-gracias, Rosalya. Me alegro que hayas cambiado de opinión. No soy un mal tipo, al igual que alaska pasé un montón de mierdas y me hicieron quien soy.-dijo Castiel. Vi que buscó mi mirada, en señal de apoyo. Le sonreí, le apreté la mano y esl pareció reconfortarlo. Tomé el chocolate caliente y me calentó hasta la ultima molécula de mi cuerpo. Castiel se sentó junto a mi, en la cama.
-qué tal si van a buscar chocolate y hablamos sobre los termibos que debo cumplir en la casa de la amiga de tu madre.-dije. Rosa asintió y se fue a traer para violeta y si misma una taza con chocolate caliente.
-no saben la conversación profunda que están teniendo Lysandro y alex, no parecen ellos.-dijo rosa sorprendida a la vez que le entregaba la bebida a violeta. Ambas se sentaron en el sillón y comenzaron a hablar.
-hey y a ti como te va con Lysandro?-preguntó Castiel. Violeta se sonrojó. Me miró y le hice entender con la mirada que se sintiera libre de decir lo que quisiera, él era un amigo más, como lys o alex.
-bien, estoy muy feliz con mi elección. Debes sentirte orgulloso de tu amigo.-dijo violeta. Sonrojándose. Por más que habló con honestidad, se le veía bastante nerviosa.
-esto... Rosa, mañana cuando volvamos a florida te importaría que me quedara contigo? Porque en la semana tengo que ver de llevarme mis pertenecias de mi casa. Tengo realmente poco tiempo para mudarme y en las condiciones que estoy no me gustaría tener que ir a la casa de mi madre.-dije.
-si, seguro. Si quieres puedes dejar algunas cosas en mi casa.-dijo rosa.
-lo mismo digo yo. Hay un par de habitaciones en casa que no se utilizan y allí podrías dejar tus pertenecias.-dijo violeta.
-gracias, chicas. Veré cómo me las ingenio. Cómo es el asunto de la casa?-pregunté.
-mi madre llegó al acuerdo mediante algunas pautas: no puedes ensayar con la guitarra porque haría mucho ruido y si bien tocas increíble, hay que recordar que no a todos les gusta el rock. Además puedes llevar mascotas siempre y cuando no hagan ruido, por ejemplo un pez. Sé que Morías por tener tu propia mascota, pero tendrías que tenerlo muy entrenado para que no haga el menor ruido. También tienes que tener la habitación limpia, no hay necesidad de llegar a extremos, pero si tenerla ordenada. La dueña del edificio cree que los adolescentes somos demasiado desprolijos.-dijo rosa.
-en tu caso sería sumamente cierto.-dije riendo. Ella me sonrió. Por un instante, como había dicho rosa, me sentí mal por no poder tener el perro que tanto quería, pero después recordé que solo era una desventaja de muchas que ganaba. El hecho de estar libre y no sufrir violencia ya era un pro muy importante, sin mencionar que gracias a ese apartamento podría seguir viendo a mis amigos todos los días.
-lo sé, él día que yo viva sola mi casa va a ser un asco. En fin, el mayor inconveniente como te habrás dado cuenta es el ruido, y el hecho que seas vocalista y bajista en una importante banda de rock no ayuda, solo obedece. La habitación al entrar te encuentras inmediatamente con lo que sería la sala de estar y dormitorio. Tiene un pequeño baño con un pequeño frigobar y una minúscula cocina. Lo bueno es que tiene un patio enrorme que es compartido, pero tiene una piscina, hamacas, pasto, flores, árboles inclusive.-dijo rosa.
-no hay ningún vecino lindo, verdad?-dijo Castiel, bromeando. Le golpeé el brazo y rosa río.
-calla, tonto. Yo debería preocuparme por tu vecina Carmen, siempre está al pendiente de lo que pasa en tu vida.-dije. Él rió.-esta hermoso, rosa. No puedo esperar para estar allí. No me creo que hayas conseguido ese lugar y encima con piscina. Eres la mejor, lo sabes cierto?-dije
-y yo?-preguntó violeta. Solté una risa.
-son las mejores amigas que podía conseguir. No saben cuando las quiero.-dije sonriéndoles. Ellas me devolvieron la sonrisa con una dulce mirada.
-gracias, Alaska. Yo no puedo esperar para ver lo feliz que estarás en tu propia casa. Te lo mereces, después de tanta mierda, por fin consigues todo lo que quieres. Mamá me dijo que tienes una sorpresa, pero que te darás cuenta cuando vayas.-dijo rosa.
-oh vamos, sabes que soy demasiado ansiosa como para poder aguantarme hasta ver la casa. Dime la sorpresa.-dije.
-pues la sorpresa de mi guitarra te la guardaste bien. Oh, por cierto gracias por ayudar a Alaska, violeta.-dijo Castiel. Ella le sonrió.-tienes idea de cuándo puede ir al apartamento? Más que nada para calcular qué muebles puede llevar y cuales no. Si la casa esta libre y a la dueña no le molesta, tal vez yo puedo ir llevando algo para que no se haga muy tedioso en un día tener que mover todo.-dijo Castiel.
-supongo que no. Podemos ir en esta misma semana. La dueña, como dije antes, quiere acondicionar la casa y limpiarla, si no lo notaron es obsesiva compulsiva con la limpieza. Pero no es mala idea. De todas formas creo que lo más fácil es mudarse de una.-dijo rosa.
-coincido con rosa. Va a ser difícil porque yo no creo que para ese entonces esté para hacer mucha fuerza, pero supongo que podremos pedirle ayuda a Lys, alex, vik, Nath y todos nuestros amigos.-dije.
-podrías incluso pedirle ayuda al rubio lindo que trabaja contigo. Aquel que nos encontramos en el shopping. Parecía buen chico y seguro está más que dispuesto a ayudarte. Por la forma en la que te mirab...-dijo violeta pero le hice gestos con las manos de que se callara. Castiel de inmediato supo que hablaba de Dakota y me fulminó con la mirada.
-calmate, como dijo violeta simplemente nos lo encontramos. Como simpatizó con rosa y violeta, lo invitaron a tomar algo. No podía decirles que no lo vieran por mi culpa o porque no confías en él, sigue siendo mi colega, Castiel.-dije. El refunfuño. Vi la mirada de "lo siento" de violeta, pero le respondí con mis ojos que nada sucedía.
-como sea, ni se te ocurra que ese imbécil va a venir a tu casa. Debes darte cuenta que él esta como loco por ti. Y ustedes, rosa y violeta no se fíen de él. Dakota no es buena persona.-dijo Castiel. Agradecí que se estuviera controlando por mis amigas. Ellas se observaron dudosas, pero asintieron.
-esto... está bien, supongo. Entonces le digo a mamá que en la semana irás a ver la casa? mañana mismo?-preguntó rosa.-preguntó rosa. Asentí pero sentí que Castiel me estaba observando, parecía estar dudando si hablar o no.
-deberías decirle de ir el martes. Mañana temprano si alex y tu se encuentran bien nos iremos, por lo que llegaremos a las 5 de la tarde. Dijiste que te quedarías en lo de rosa, lo cual me parece perfecto porque su mamá es medica y tal vez hasta pueda recetarte algo. El martes si quieres después del colegio te paso a buscar y vamos a ver la casa, posteriormente si quieres ya te quedas en casa como acordamos.-dijo Castiel. Debía reconocer que parecía una buena idea, además tenia razón en todo. Debía admitir que me gustaría ver por primera vez la casa con todos mis amigos, cada uno de ellos había colaborado de manera directa o indirecta. Pero seria una locura, de todas formas tarde o temprano la verían porque seguramente después de que todo estuviera en orden, los invitaría para inaugurar oficialmente el apartamento.
Saque mis ojos de Castiel y vi la mirada de rosa, estaba que se moría de picardía por las palabras de Castiel y violeta estaba hecha un tomate.
-dije algo?-pregunte.
-tu no, pero Castiel si. Se van a quedar juntos? Alaska... Hay cosas que debes contarnos.-dijo rosa. Sonreí y crucé una mirada con Castiel, ambos nos sonrojamos. Él largó una suave carcajada, se sentía extraño que estuviera tan cómodo hablando de esto con mis amigas, sabía que con rosa simpatizaba poco por su personalidad alegre y que apenas recordaba el nombre de violeta por Lysandro.
-anda niña, cuchichea con tus amigas. Yo iré a hablar con los chicos. Nos vemos.-dijo él, sonriendome y yéndose hacia la puerta. Rosa se incorporó y se fue detrás de él sin decir nada. Cruzamos una mirada de confusión con violeta.
-y? Qué opinas de Castiel?-dije. Ella me sonrió, sabía que violeta era una persona que no tenía problema en decirme su opinión fuera buena o mala. Ella parecía sumamente feliz.
-honestamente me parecen una pareja preciosa. Yo no podría estar con alguien como él, pero aún entre su oscura personalidad se nota que te quiere y mucho. No me entra en el cerebro que hace unos minutos creíamos que él podía ser el culpable de lo que te había sucedido. Me siento sumamente culpable, lo lamento. Pero lo que me impresiona es que te animes a quedarte con él.-dijo violeta.
-anda, que tu también te vas a quedar con Lysandro.- le guiñe un ojo a lo que ella se sonrojo.- me alegro que estés así por ambos. De verdad denle una oportunidad porque es muy buen chico.-dije. En ese momento se hizo unos segundos de silencio en los que pudimos escuchar a rosa y Castiel hablando.
-lamento la forma que hace unos minutos te mire. De verdad que no puedo creer como de enamorada tienes a Alaska, más que nada porque ella es una persona fría con sus sentimientos. Te felicito, Castiel.-dijo rosa. Noté que Castiel estaba muy impresionado, como si no se esperara tal cariño de parte de mis amigos. Él le sonrió.
-gracias, Rosalya. Creo que puedo decir lo mismo. Y aquí entre nos, Alaska también me tiene como loco.-dijo sonriendole. Ella iba a chillar pero escuché como el la calló, sabia que él no quería que yo me enterara, pero honestamente no hablaban nada bajo.
-dime rosa. A tu novia la quiero como a una hermana y en verdad te diría que me digas cuñada, pero es demasiado.-dijo rosa. Castiel pareció confundido, pero le sonrió y se limitó a irse. Rosa se adentró en la habitación y sin que le digamos nada, ella comenzó a chillar.
-por qué somos las ultimas en enterarnos que no solo eres la novia de Castiel, sino que ya habían planeado irse a dormir juntos. Eres una guarra, y me encanta. Cuenta todo, cómo te beso? Qué sucedió? Lo besaste? Cómo se te declaró? quiero y necesito saber todos los detalles de lo que sucedió!-rosa parecía sacada de si. Agradecí enormemente que ella estuviera aguantando su adrenalina para explorarla lejos de Castiel, seguramente si él hubiera estado alli su humor se habría cambiado.
Sonreí y no pude evitar sonrojarme ante las preguntas insistentes de rosa. Pude ver que en menor grado, violeta también estaba curiosa por saber qué había pasado entre el pelirrojo y yo. Intente darle un aire de misterio pero rosa estaba que apenas se contenía.
-anda, dinos! Ya no puedo soportar la curiosidad!-chilló rosa. Me reí ante su insistencia y decidí finalmente contarles todo lo que había transcurrido entre nosotros. Les narré lo sucedido dentro del granero, como me besó al saber que me mudaría, el cariño a su nueva guitarra y no mucho más, tampoco quería contarles que Castiel era muy unido a su difunto abuelo. Aunque si les comenté que él quería que fuera a conocer a su familia.
-yo creo que deberías ir. Si el siente que quiere presentarte a su familia no es ir rápido, sino que te quiere y mucho. Además no me esperaría jamas tal proposición de Castiel. Es decir, dudo que haya hecho eso con Debrah.-dijo violeta.
-pero de qué proposición hablas? En ningún momento le pidió para ser la novia. Para mi no son nada hasta que no escuche una proposición y una respuesta afirmativa. No tendrá miedo del compromiso?-preguntó rosa bastante indignada.
-jaja ay rosa, siempre voy a adorar tu temperamento. Por ahora la que tiene un poco de miedo con el compromiso soy yo. Con la única persona que estuve en una relación formal fue con una chica pero las cosas no resultaron bien, casi me denuncian por estar saliendo con una mujer y a ella, el director del orfanato que vivia, la llevó a una academia militar, por lo que me tuve que olvidar de ella. Tal vez tengo algo de miedo acumulado y conocer a sus padres es un gran paso. Al comienzo yo también pensé que no seríamos nada oficial hasta que uno de los dos hiciera la pregunta del noviazgo, después consideré la opción de que sea algo ridículo que ni Castiel ni yo estamos dispuestos a hacer, por lo que el beso y el tiempo dirá qué somos.-dije
-yo no podría actuar así, es una locura. Si algún día alexy y yo llegamos a algo, seguramente sea yo la que se lo proponga, pero prefiero las cosas tradicionales. Ya saben, caballerosidad, cariño, cenas románticas...-rosa se quedó unos segundos mirando la nada, parecía estar fantaseando con alez. Crucé una mirada con violeta y ambas sonreímos.
-pues por eso y mucho más estoy encantada con Lysandro. Es tan dulce, tan cálido, tan...-violeta y rosa comenzaron a hablar de sus chicos y a fantasear con todos los planes a futuro que tendrían. No pude evitar reírme, estaban felices, eran felices y nada podía evitarlo. Sabía que en unos días seguramente estaría igual pero en mi casa y hablando con Castiel. No podía negar que estaba sumamente ansiosa porque eso pasara.
No supe si pasaron varios minutos u horas, pero todo parecía de pronto estar bien. Mis amigas habían estado hablando tanto que apenas escuché la puerta sonando, era alex.
-lamento interrumpir su cháchara, pero hemos hecho el almuerzo. Quieres que te traiga la comida aquí?-preguntó alex. Negué con el rostro.
-no gracias, alex. Dame 10 minutos que me bañaré y voy al comedor con todos ustedes. A fin de cuentas hemos venido a divertirnos y no a cuidar enfermos. A todo esto, cómo estas tu?-pregunté.
-bien, ya me siento como nuevo. Si te dieron la misma dosis que a mi, mañana ya estarás bien.-dijo alex.
-esto, chicos yo iré a almorzar porque me muero de hambre.-dijo rosa.
-te esperamos? Si solo demoras 10minutos duchandote podemos hacer una pausa.-dijo violeta.
-vayan comiendo. Yo los alcanzo luego.-dije. Ellos se fueron, yo me incorporé, tome algo de ropa y me dirigí hacia el baño. Alli me desvestí y pude corroborar que efectivamente, mi piel había sido manchada por golpes. Mi blanca piel estaba recubierta por manchas violaceas, moradas, rojas y rosas. Me miren al espejo y pude comprobar que estaba muy delgada, verme en ese estado de degradación hizo que me preocupara aún más por mi estado. Tal vez debería obedecer a castiel ir al médico, esto ya no era normal. Suspiré y decidí meterme en el agua caliente, tal vez con algo de suerte haría que mi temperatura corporal aumentara, aunque sea un par de grados. El agua recorriendo mi piel hizo que sintiera un leve alivio, tanto físico como mental. El baño fue rápido, pues debía cumplir con lo que les había dicho a mis amigos. Una vez que la ducha se terminó, me vestí rápidamente y salí al comedor para almorzar con mis amigos. Procuré evitar que se me viera cualquier tipo de piel manchada, ya que descubrí que el abdomen no había sido el único afectado, sino que mis brazos también. Tuve miedo que, si se sabía que Castiel y yo éramos novios, le volviera a suceder lo mismo que le pasó con Debrah. Es decir, que las personas comenzaran a creer que él le pegaba cuando nunca fue así.
Suspire y con mi mejor sonrisa llegué al comedor, donde todos me estaban esperando con un plato de fideos con salsa.
-hey huele delicioso.-dije.
Gracias, los preparé yo, Alexy y Castiel ayudaron en la preparación de la salsa. Decidimos esperarte, espero que te gusten.-dijo lysandro. Me senté con mis amigos, junto al peliblanco y a Rosa. Castiel se sentó delante de mí y vi cómo me lanzaba una cálida sonrisa. Le devolví la mirada, pero no quise hacer ningún gesto. Tenía a Alex peligrosamente cerca.
- Esta vez te luciste, lys.-dijo violeta, tomándole de la mano.
-coincido con violet.-dijo alexy, sonriendo. Todos adulamos con toda la razón del mundo a lysandro, la comida realmente estaba deliciosa. Comimos rápidamente mientras hacíamos bromas, hablábamos y reíamos. El ambiente era único, y se sentía genial. Por más que reírme implicaba un dolor en el abdomen, valía la pena.
-así que en breves irás a ver tu casa, ¿estás ansiosa?-preguntó lysandro.
-un poco. Tal vez te pida consejos sobre cómo llevar la situación de vivir solo, aunque realmente estaba acostumbrada ya que mi madre se iba muy seguido de la casa.-dije.
-tranquila, todo estará más que bien. Si quieres podemos hacerte compañía de vez en cuando.-Dijo rosa. Le sonreí agradeciéndole.
Una vez más, no supe si el tiempo transcurrió rápido o lento, pero lo próximo que supe fue que nos dirigimos hacia la sala de estar, junto al fuego y volvimos a jugar a las cartas. Esta vez era sin apuesta, simplemente jugamos para divertirnos. Mientras repartía las cartas, miré hacia afuera y pude notar que no parecía que hubiera habido rastro de aquella poderosa tormenta que nos azotó ayer. Casi me dio gracia, ¿de verdad se tenía que soltar aquel desastre climatológico justo cuando Castiel y yo estábamos fuera? Era casi increíble.
Proseguimos jugando cartas hasta que el sol se ocultó y fue hora de comenzar a ordenar todo para mañana por la mañana irnos. Violeta y Rosa se dedicaron a juntar los pequeños desordenes, como las cartas y eso. Alex se dedicó a tender las camas, Lysandro comenzaba a barrer las habitaciones y Castiel lavaba la loza mientras yo lo iba ayudando a secarla para ya guardarla. Me limité al silencio y a observar mis manos secando un vaso.
-estas bien? Estuviste bastante callada hoy.-preguntó castiel. Mire a mis alrededores y solo vi a Lysandro barriendo. Elevé mi vista hasta los ojos del pelirrojo y me remangué la remera, exponiendo mi brazo.
-tengo miedo que si les decimos a tus padres o a quien sea, crea que la misma mierda que te sucedió con debrah vuelva a pasar.-dije en un casi susurro. Castiel quedo impresionado por los machucones que tenía, pero me tomó de la cintura y me habló suavemente.
-Descuida, todo va a estar bien. No debes tener miedo, mientras sepas que yo no te haré nada, todo estará bien. ¿Sí?-él me sonrió con ternura y no pude evitar elevarme de puntitas de pie para darle un beso, Castiel bajó un poco su rostro para que pudiera llegar a él y nuestros labios se unieron en un corto beso, ya que comenzamos a escuchar como lys carraspeaba su voz. De inmediato observamos que Alexy venía hacia aquí.
-Ya terminé con las camas, ¿ayudo en algo más?-dijo alexy.
-ayudame a ordenar la loza, Alaska no llega a guardar algunas cosas. Además, tu mientras tanto ve ayudando a Rosalya y Violeta a juntar sus cosas, Rosalya se trajo un arsenal de ropa.-dijo castiel sonriéndome.
Le devolví la sonrisa y, efectivamente me fui a ayudar a mis amigas. El resto de la tarde fue ordenar, hasta que la noche llegó y cenamos sándwiches mientras hacíamos video llamada con Viktor, el cual estaba bastante preocupado porque todavía no le había escrito los mensajes que me había enviado. Me disculpé, pero pareció sentirse bien al saber que ya no me encontraba tan mal.
Sin saber por qué, me encontraba agotada. Por lo que rápidamente decidí irme a dormir, dándoles las buenas noches a mis amigos, los cuales se quedaron hablando en el comedor. Violeta y Lysandro como siempre estaban juntos, mientras que los restantes mantenían una cierta distancia.
-chicos, buenas noches. Ha sido un día largo, pero no malo, por lo que estoy bastante cansada. Además mañana probablemente me toque manejar unas horas, por lo que mejor descanso. Buenas noches a todos.-dije. Todos se despidieron de mí. Crucé una mirada con Castiel y éste me observó algo preocupado por mi extraño cansancio. Si bien no era como Rosa que tenía energía constante, tampoco era un perezoso que apenas se movía.
Una vez que llegué a la cama, me dejé caer pesadamente, ni siquiera me importó con quién compartiría la habitación, mis ojos se cerraron rápidamente. No sabía de dónde había sacado tanto cansancio, pero no era nada normal.
En la mitad de la noche, sentí un ruido pero no le di mayor importancia porque parecían pisadas, y seguramente fuera aquella persona que decidiera compartir la habitación conmigo. Me di media vuelta para volver a dormir, cuando sentí alguien acercándose a mí. Me quedé inmóvil y esta persona me tapó con suavidad y me estampó un beso en la frente. Abri mis ojos y descubrí a Castiel.
-¿Castiel?-pregunte sin comprender demasiado lo que estaba sucediendo. En la oscuridad pude ver dos mejillas enrojeciéndose.
-niña... creí que dormías. Vuelve a lo que hacías, vine a darte las buenas noches. Duerme, mañana tendremos largas horas de viaje.-dijo castiel. Me sentí más tranquila al saber que se trataba de él, por lo que le sonreí y le di un beso en lo que supuse que era el cachete, pues la habitación estaba muy oscura.
-buenas noches, grandullón, hasta mañana.
Castiel cerró la puerta y me volví a sumir en un sueño profundo, no sin antes tener en cuenta que había conseguido al novio más dulce de la existencia. Sí, definitivamente estaba más que orgullosa de él.
Aún con los ojos cerrados podía sentir la luz colándose por entre las cortinas. Un nuevo día había llegado, pero todavía me sentía demasiado cansada como para abrir los ojos. No sabía cuántas horas había dormido. ¿6? ¿10? No lo sabía, pero no parecían ser suficientes. Supuse que como último recurso podía dormir en el auto mientras, obviamente, no tuviera que manejar. Rogué que de hecho no tuviera que hacerlo, pero Castiel no podía encargarse de un viaje de 8 horas por él solo. No solo que cansaban los brazos y los pies, sino que la vista también. Suspiré, me incorporé y tomé mi móvil. Eran las 8:30. Mierda, debí haberme levantado hacía ya media hora. Me vestí lo más rápido que pude y al salir al comedor, descubrí que ya estaba todo pronto para irnos, las maletas de Rosa, los bolsos de mis amigos y mi guitarra, faltaba la de Castiel. Por un segundo, me pregunté si el pelirrojo no sería tan cruel para irse sin avisarme. Desde luego que es algo que me hubiera esperado de él en otro contexto. Me dirigí a la cocina y vi que ya estaba todo limpio. No parecía haber nadie, mire en las habitaciones, ¿se habrían dormido al igual que yo? Lo dudaba del responsable: Lysandro. Efectivamente, no había nadie en ninguna habitación. Comencé a asustarme. Salí fuera y descubrí que estaban todos escuchando como Castiel tocaba su guitarra y Lysandro cantaba. Al verme, me sonrieron.
-Anda, se despertó la bella durmiente. Y nos quejamos de que Violeta duerme mucho.-dijo rosa.
-mierda, creí que se habían ido sin mí. ¿Por qué no me despertaron?-pregunté.
-No somos tan malos para hacerte eso. Porque creímos que, si anoche estabas tan cansada era porque, obviamente necesitabas descansar. Además Alex pasó por lo mismo que tú y dice que dormir es lo mejor que se puede hacer en esa circunstancia.-dijo Lysandro.
-Pero ya que estamos todos, deberíamos irnos yendo. No quiero que se nos haga más tarde de lo que ya se nos hizo. Al auto, todos.-dijo Castiel.
Rápidamente subimos todas las cosas que nos quedaban y en minutos estuvimos ya en el auto de Viktor para irnos finalmente a Florida. Mire a la casa en la cual habían pasado tantas cosas, Alex y yo habíamos sido atacados, me había divertido bastante con mis amigos, Violeta y Lysandro se ennoviaron aquí, al igual que Castiel y yo. Lo observé, iba manejando y yo iba en el asiento del acompañante. Mis amigos decidieron que fuera así para evitar que me doliera aún más mi estómago. Atrás iba Violeta encima de Lysandro, y Alex apretado junto a Rosa.
-Siento que tengan que ir tan apretados. Si quieren podemos cambiar de lugar.-dije.
-Yo voy más que bien. Además en breves tendremos que bajar para entregar la llave a la inmobiliaria.-dijo Violeta. Y efectivamente, en minutos llegamos. Castiel estacionó el auto y Rosa y Alex de inmediato bajaron.
-Mira, Alex, hay una tienda de ropa. Acompañame.-dijo rosa. Lo tomó de la mano y de inmediato se bajaron. Lysandro y Violeta los siguieron, pero se dirigieron a una tienda de dibujo que a Violeta le había llamado la atención. Miré a Castiel.
(Una vez que mis amigos se bajaron del auto, también los imité, tomando la llave que estaba en la guantera. Escuché como Castiel también se bajaba del auto y con la mirada me hacía un gesto para que lo siguiera, pues ya estaba casi entrando en la inmobiliaria. Caminé rápidamente, pero vi que él me esperó y sin ningún tipo de previo aviso, me tomó de la mano. Se sentía extraño, pero era cálido.)
-alguna vez te dije que te ves hermosa cuando te sonrojas?-dijo castiel.
Demonios, no pude evitar, en efecto ponerme como un tomate. Me mordí el labio y lo miré directamente a los ojos.
-podría decirte lo mismo, pelirrojo.-dije entrando en el negocio. Pero lo que me encontré allí fue algo que jamás me esperaría: estaba mi madre y su novio. Y lo peor, es que no solo me reconoció, sino que notó que estaba de la mano con Castiel. Francis de inmediato se acercó a mí.
-Hija, hola. ¿Qué estás haciendo por aquí?-dijo mi madre.
-La pregunta que yo le haría es, ¿quién es este mocoso?-dijo francis.
Castiel me miró y le di la autorización para que hablara. Sin querer, dijimos lo mismo a casi el mismo tiempo.
-Soy su novio.-dijo Castiel.
-Es mi novio, Castiel.-dije, sí. No podía estar más orgullosa de lo que acababa de decir. Y aún me dio mucho más satisfacción ver el rostro del imbécil de Francis. Oh si, estaba enojado y no podía hacer un escándalo.)
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