Capítulo 3

Minho



Es raro. Cómo una presión me acompaña todos los días cuando salgo al laberinto.

Es como algo que me exige que regrese bien, porque tan pronto piso el área pareciera que nunca hubo tal dolor.

Y así pasó todos los días, durante tres años.

Aunque tenía a mis amigos, había algo que me faltaba

Me sentía vacío.

Quería salir del laberinto, sí, por eso aunque hace dos años sé que no tiene salida, sigo corriendo con la esperanza de encontrar una.

Un día regresé junto a Ben, íbamos corriendo para disminuir la velocidad, ahora trotabamos, y a un lado nuestro estaban Chuck y un chico que no conocía, supongo que es el novato.

En la fogata de la noche, mientras cenaba escuché un alboroto, me acerqué con curiosidad para ver. Era el novato metiéndose en líos con Gally.

No me sorprende si el cejas de águila gana, después de todo presume una fuerza que sí tiene.

Pero lo que sí me sorprendió fue ver al chico caer por culpa del novato, y después, como era de esperarse, Gally lo tumbó de un solo golpe.

El novato se levantó emocionado para gritar su nombre.

Thomas es un nombre peculiar.

Regreso de correr y me encuentro con que Ben atacó a Thomas. ¿Por qué? claro, lo habían picado, y no había nada con lo que impedirlo.

Sería desterrado. Uno de mis amigos sería desterrado. Estoy triste, mis ojos arden y el corazón se me estruja.

Pero no escucho sus lamentos pidiendo mi ayuda. Solo lo guío a las puertas del laberinto. Y lanzé la mochila con provisiones.

Lo empujaron hasta que ya no pudieron escuchar sus gritos.

Y ví al novato, que tenía una expresión perturbada.

Bueno, tal vez si el chico era alguien inteligente, no se metería en el laberinto.

¿¡Quién en su miertera vida se mete a un lugar al que claramente le dicen que no!? Thomas claramente es ese idiota del que hablo.

Tengo miedo, mucho miedo.

Nadie ha sobrevivido una noche dentro de los muros, ¿Por qué nosotros seríamos la excepción?

Huí lejos y dejé al novato sólo, junto con Alby, soy una pésima persona.

Un penitente nos perseguía, antes logramos deshacernos de uno pero ahora otro de ellos nos persigue.

Thomas mató a un penitente. Thomas, mató a un penitente.

Sobrevivimos la noche entera, solamente corriendo, fuimos los primeros en lograrlo, y regresamos al área con Alby entre los brazos.

El novato era juzgado, y Gally quería encerrarlo, pero yo interviene y lo hice corredor.

Decidimos que solo duraría unas cuantas horas encerrado en el pozo.

Pero algo raro pasó, la caja está subiendo unos días después del novato interrumpiendo la asamblea

Era una chica

Despertó repentinamente revelando sus ojos azules, y susurró antes de volver a desmayarse, el nombre del novato.

Entramos al laberinto buscando el recorrido del cilindro que tenía el novato, el que habia extraido del penitente que mató.

No tenía tanta fé antes, pero después de ver una posible puerta entre tantos bloques de piedra pudo volver a arder esa llama en mí.

Las puertas no cerraban, ya anochecía y por más que rogabamos no fuimos escuchados.

Los penitentes entraron apenas se mostraron al final del pasillo y nosotros solo pudimos correr por nuestras vidas.

Alby murió, Clint murió, Lee murió, muchos murieron.


La mayoría había muerto.

Y los pocos que quedaban estaban con Gally y su idea de desterrar al novato y a la chica.

No podíamos hacer nada, solo esperar a que Thomas despertara para darle la noticia.

Chuck, Newt estaban conmigo fuera del pozo donde estaban esos dos, la chica ya había despertado y solo faltaba el novato.

Se levantó asustado y nos preguntó que hacía ahí, le tuvimos que explicar y luego nos contó algo raro, algo que me hizo enojar.

¿Él trabajaba para quienes nos encerraron aquí? Debe ser una puta broma.

Siento enojo ahora mismo, pero tengo que dejar de sentirlo, Thomas me salvó, muchas veces de echo.

Tengo que ayudarlo también.


Thomas se levantó para golpear a los chicos que lo tenía atrapado, Chuck corrió hacia aca con todo lo que necesitamos y nos juntamos a las orillas de las puertas.

Gally cree que nos dejaríamos desterrar por él, pero no cuenta con que nosotros nos desterrariamos solos.

Nunca dejes que vean tu próximo movimiento.

Corremos por los pasillos del laberinto. Un grupo de unió a nosotros cuando estábamos por irnos.

Teníamos que salir de aquí, pero al lugar donde íbamos estaba un penitente resguardando la salida.

Nos lanzamos a atacarlo mientras la chica y Chuck ponían el código.

Y llegó un momento en el que nos arrinconaron.

Un penitente me atrapó contra el suelo, todos los que sobrevivieron estaban dentro en su mayoría, bueno estaban a salvo, así que yo ya no importaba.

Pero otra vez la presión regresó, volviendome imposible seguir pensando eso.

No, no quería morir.


En un segundo ya estábamos en otra habitación. Era la salida, había salido por fin, después de tantos años corriendo para encontrarla, al fin la tenía frente mío. Todo gracias a Jeff que se sacrificó para que yo saliera.

Una doctora nos recibió, era una grabación, nos dijo que éramos especiales y después se disparó en la cabeza. Que sádico.

Gally llegó, se supone que él se había quedado en el área.

Disparó a Chuck y al mismo tiempo yo clavé la lanza que tenía en la mano en su corazón.

Pero... Chuck había muerto.

Entraron hombres y nos subieron a unos helicópteros, dijeron que nos llevarían a un lugar seguro.

Nos dieron comida, nos bañaron y cambiaron la ropa por nuevas prendas.


En el comedor nos contaron que había un chico que pasó en el laberinto con muchas chicas.

Que suertudo. Pensé pero de inmediato un tirón en mi pecho me hizo retractarme de ese pensamiento.

Separaron a Teresa, la chica que había subido después de Thomas, y ahora el chico quería saber dónde estaba.

Armó un alboroto e hizo que nos encerraran en la habitación que nos dieron para todos.

Hay un chico, Aris. Thomas dice que él nos ayudará a escapar, que las personas que nos rescataron en realidad siempre fueron C.R.U.E.L, ¿Cómo confiar ahora en las personas? ¿Cómo confiar si no estamos seguros que en realidad no forma parte de esa organización maldita?


Huímos en la noche, corrimos lejos de la instalaciones esas, viendo cómo Janson, el encargado nos buscaba con desespero.

Nos adentramos en un centro comercial siguiendo a Teresa, y fuimos atacados por extrañas personas.

Lastimaron a Winston mientras corríamos pero logramos sacarlo a salvo de ahí.

Al próximo día caminamos a través de toda la ciudad escondiendonos cuando veíamos algunos aeroplanos o helicópteros.

Salíamos de la ciudad y Winston comenzó a sentirse mal, lo llevamos arrastrando y llegamos a una sombra.

Ahí teníamos que dejarlo, él nos lo estaba pidiendo.

Tenía la piel pálida, los ojos y sus labios comenzaban a ponerse morados y muchas venas se marcan por su cuerpo.

Así que me despedí de él dando un apretón en su mano.

-- Encuéntralos -- me dijo de último con la voz rasposa.

Él lo sabía, era el único en realidad. Sabía todo acerca de la chica que veía en sueños. Sabía todo acerca del niño que recordaba a medias.

-- Lo haré, hermano -- le dije comenzando a caminar después de poner la mochila en mi espalda.

Íbamos en fila, llevábamos poco caminando en realidad. Y me detuve cuando escuché un disparo a lo lejos.

Sí, Winston se fue.

Algunas lágrimas se me escapan de los ojos mientras continuo caminado con los demás.

No podía hacer nada, fue su decisión.


En la noche llegamos a unos contenedores abandonados, decidimos hacer una fogata.

Sarten comenzaba a desahogarse de todo lo que estaba pasando, culpando a Thomas por todo lo que había pasado antes.

Pero estaba equivocado, no estábamos mejor en el área, y a pesar de este mundo siniestro, nunca volvería a querer regresar a ese lugar.

Me cambié la camisa negra que tenía dejandola botada por ahí, para cambiarme por otra limpia que traía en la mochila, había servido de algo recoger algunas prendas del supermercado.

Era de día, la fogata se había consumido por completo y comenzamos a caminar de nuevo. Solo hacíamos eso, caminar sin parar, hasta que el sol se acabara por ser devorado por el horizonte.

Mis pies dolían y ¡Maldición! El calor me mataba.

Llegó la noche y no hicimos más que tirarnos al suelo a dormir, pero Thomas nos despertó porque una tormenta se acercaba.

Creímos que era lluvia pero los rayos comenzaron a caer al suelo elevando grandes trozos de tierra.

Corrimos hasta llegar a él edificio que Thomas había señalado antes. Pero una intensa luz me cegó y ví todo oscuro.

Cuando desperté tenía a todos encima mío viendome preocupados. ¿Que había pasado?

Ok, me cayó un puto rayo encima... Cool.

Aris se quejó de un olor asqueroso y cuando las linternas apuntaron hacia una dirección nos asustamos demasiado.

Eran esas criaturas espantosas atadas con cadenas.

Una persona se vio al final de toda esa muerte encadenada, era una chica que nos llevó hacia el que parecía el lider del lugar, quería irme ya.

Por culpa de Thomas nos atraparon, estábamos colgados de cabeza.

"Veremos qué tiene que decir" que estúpido se escuchó el maldito.

Se escucharon helicópteros junto con un mensaje, los que nos atraparon llamaron a C.R.U.E.L, que miertera suerte tenemos.

Jorge y Brenda nos llevaron a un lugar seguro donde podíamos huir rápido.

Nos separamos de Thomas y de Brenda. Jorge actuaba normal, supongo que tienen un plan para casos como estos.


Entramos a una casa aturdidos por la música alta que se escuchaba, lastimaba mis oídos.

Debíamos encontrar a los chicos ya.

Una chica se lanzó a mis brazos y trató de besarme, pero la aparté con fuerza hacia un lado. Me sentía enojado, no sabía por qué.

Encontramos a Thomas y Brenda, pero Thomas estaba inconsciente, así que lo arrastramos hasta un catre que había en una habitación solitarias donde la música no se escuchaba casi nada.

Jorge golpeaba a Marcus hasta cansarse, el hombre estaba amarrado en una silla de madera y esperamos a que Thomas despertara.

¿Quién era Bertha?


Claro, ¡Una puta camioneta!.

Recorrimos lo que faltaba de las montañas y llegamos a un túnel rodeado de autos.

Comenzaron a dispararnos desde lo alto de unas rocas, y cuando jorge estaba por lanzar algo que nos podria ayudar, dos chicas nos apuntaron con sus armas.

Nos obligaron a salir y estaban dispuestas a dispararnos, de no haber sido por Aris, al parecer se conocían, eran un par de chicas que habían estado antes en el laberinto con él. Y nos llevaron en una nueva camioneta, ya que Bertha había quedado inutilizable.

Llegamos a un campamento. "El brazo derecho" que tanto estábamos buscando.

Un hombre de bigote y cabello rubio llamado Vince no nos dejaba pasar sin antes revisar que no estuviéramos infectados.

Brenda cayó al suelo después de un llamado de uno de los hombres a Vince.
Brenda estaba infectada.

Y Vince le dispararía de no haber sido por una mujer que salió enojada.

Alegó conocernos y descubrir que Thomas había sido la fuente de información para atacar a C.R.U.E.L, de todos los que estaban ahí.

Nos dejaron entrar un poco desconfiados, pero al final no podían hacer nada para sacarnos de ahí.

Unas chicas nos dieron una carpa donde pudiéramos dormir en lo que estábamos en este lugar. Nos sonrieron con coqueteo antes de retirarse.

-- Que extraño -- les dije a Newt y Sarten que eran los únicos que me acompañaban.

Aris se había quedado con las dos chicas de antes charlando.

Thomas y Jorge estaban con Brenda, pues la doctora dijo que Thomas podía salvar a Brenda.

Raro. Pero no es de mi incumbencia.

-- ¿Nunca te han coqueteado o que? -- bueno, técnicamente no recuerdo haber tenido contacto con una chica desde hace tres años hasta ahora, de echo, no recuerdo nada mas que estos tres años solamente. Así que lo miré aburrido por su pregunta -- bien, pregunta estúpida --

-- Tenemos que dormir -- nos ordena Newt comenzando a quitarse la chaqueta que llevaba puesta.

-- por fin vamos a descansar el trasero correctamente -- me lanzo a la cama dejando caer todo el peso en ella.

-- ¡Aleluya! -- festeja conmigo el moreno.

Realmente no supe cuando regreso Thomas pero cuando volví a despertar ahí estaba el idiota completamente dormido.

-- Y por qué no... Vamos a explorar el lugar, larchos --

-- Vamos, Minho -- me siguieron el juego saliendo de la carpa.

Recorríamos entre todas las tiendas de acampar que había, viendo cómo las personas charlaban sonrientes, otros cocinaban, limpiaban... Incluso había unos cuantos niños corriendo, unos cuantos que no pasaban de cuatro.

-- ¿Son nuevos aquí? -- una vocecilla hizo que giraramos la vista hacia atrás nuestro. Ahí había un pequeño niño sonriente, que tenía una gorra en la cabeza.

-- Hola pequeño, ¿Cómo te llamas? --

-- Soy Kyong, mucho gusto... ¿Por qué vinieron aquí? -- ignoré su pregunta tras escuchar su nombre, los otros dos también lo escucharon así que estaban igual que yo.

El niño al no escuchar respuesta de nuestra parte, levantó su cabeza mirandonos a la cara, revelando sus ojos achinados que se escondían tras la gorra.

-- Tú... -- no terminé de formular la pregunta pues el niño soltó un grito emocionado.

-- ¡Mira tus ojos! ¡Son como los míos! -- soltó una risadota dando pequeños brincos en su lugar --

-- Bueno creo que sí -- solté una risa por su emoción -- somos iguales entonces -- levanté un poco su gorra para ver mejor sus ojos.

-- ¿Y tu mamá, Kyong? -- preguntó Sarten queriendo hacer plática -- tan vez te esté buscando --

-- No lo hace. Salió de misión, pero me dejó bien vigilado -- aseguró con una sonrisa.

-- Ya veo, me alegra --

-- Vengan, podemos platicar más agusto sentados aquí -- nos llevó a una fogata donde Aris y las dos chicas platicaban felices.

-- Espera, kyong -- Sarten detuvo cualquier tipo de conversación cuando interrumpió -- eso que llevas en tu cintura, ¿No es peligroso?--

-- Mamá dice que siempre tengo que llevarla conmigo, no importa si tengo cinco años -- dijo, no entendía a qué se refería, pero tan pronto se acomodó mejor en el tronco pude ver un cinturón con una navaja en su estuche.

-- ¿Cinco años? Aún eres muy pequeño... Te vez más grande si te soy sincero -- Newt habló algo extrañado.

-- Sí, mamá también me lo dice... No para de decir que su "ojitos de alcancía" se ve más grande y que a crecido mucho --

-- ¿Ojitos de alcancía? Vaya, eso me ofende muchísimo -- digo haciéndome el ofendido por ese apodo, que a mis oídos, se escuchaba tan tierno.

-- Bueno, creo que si alguien más aparte de mi mamá me lo dice sí me ofendería también --

-- Hablas mucho de tu mamá, Kyong, se vé que la quieres mucho --

-- ¡Así es! ¡Mi mamá es la mejor persona que pude existir en la vida! -- reí ante sus gritos llenos de admiración, mientras las ganas de conocer a esa mujer crecían más y más.

-- ¿Y que hay de tu papá? ¿Él no cuenta? -- de inmediato su expresión cambió a una más seria y apagada ¿La había cagado?

-- Papá no está con nosotros -- Sí, y bien fuerte.

-- Lo siento -- Newt interfiere al ver que no podía decir nada más.

-- No importa... Realmente no es como si papá nos hubiera querido dejar -- comparto una mirada confundida con Sarten y Newt -- mamá dice que está encerrado... En un laberinto... Nosotros huímos cuando tenía dos años, ella no vio razón para quedarse después de que lo obligarán a irse... Pero me dijo que papá corría muuuy rápido --- dijo haciendo énfasis en la "u" -- y no iba a parar hasta encontrar una salida de ese lugar -- los chicos voltearon a verme algo desconcertados y sorprendidos.

No tengo idea de por qué me miran así.

No te hagas el idiota, sí sabes. Pienso a mis adentros.

Sí, lo sé, son demasiadas coincidencias en un solo relato.

O tal vez sea otro asiático, que corre muy rápido y haya estado encerrado en otro laberinto, considerando que si hay más de ellos.

Aún si fuera la segunda opción o la primera, ¡Diablos! Estaba nerviosos, ¿Por qué? Bueno, frente mío estaba un niño que tal vez, solo tal vez puede ser mi hijo. Algo que en mi vida creí tener ni tendría.

-- ¿Cómo se llama tu papá? -- pregunté con las ansias en la garganta, sintiendo mi corazón palpitar agitado dentro de mi pecho.

-- Se llama Minho... Al menos, eso dice mamá, pero no se si es cierto, la verdad no recuerdo su cara, solo sé su nombre --

¡Debe ser una maldita broma!. Mis manos tiemblan por la información y el aire se va de mis pulmones completamente.

-- Ey hermano, ¿Qué tienes? -- no preguntes cosas estúpidas, Newt.

Él también escuchó, Sarten también, saben lo mismo que yo.

Ese niño era el de mis recuerdos. Claro, ¡Era él!

Y la chica...

Tengo que ver a esa chica.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top