6
#Hanna
Solté un suspiro aliviado al pasar por la puerta del departamento, ya estábamos en casa con nuestro terremoto y eso me hacía sentir más tranquila.
— Bien, peque, voy a dejar a esta preciosura en su camita y vengo por ti. — rodee mis ojos, desde que salimos del hospital Logan estaba más que preocupado y atento conmigo y con Maddie, nuestra bebé. Así habíamos quedado en que se llamaría.
— No hace falta, Logan. Estoy bien. — me clavó sus ojos y se marchó hacia su habitación. Él había decidido que dormiríamos juntos en la misma habitación. Caminé hasta la habitación y me apoyé en el marco de la puerta, observando como recostaba a Maddie con tanto amor que me volví a enamorar de nuevo.
— Descansa, pequeña bebé. Estaré aquí para cuidar de tu sueño. — besó su frente y se dio media vuelta, sorprendiéndose al verme en la habitación. Sonreí de lado, sintiéndome atrapada observándolo. Logan soltó una risita mientras negaba con su cabeza y besó lentamente mis labios. —Vamos para la cocina, quiero hablar de algo. — susurró. Asentí y ladeé la puerta de la habitación.
— ¿Qué es lo que pasa? —murmuré notando lo nervioso que se encontraba. —¿Está todo bien? — sentí como soltaba un suspiro y supe que, lo que habíamos hablado en el hospital, iba a volver ser tema de conversación. — ¿Es por el apellido, cierto? —
— Escúchame, déjame ser parte de esto, por favor, Hann. — relamí mis labios y negué con mi cabeza. — ¿Por qué no me entiendes? Quiero ser parte de esta pequeña familia que estamos construyendo, quiero estar con ustedes, con Maddie, Hann. No puedes negarme a estar con ella.
— Todavía no has terminado con Cyndi, Logan. —le recordé. — me besas, me dices que me amas, pero sigues estando con ella. Cyndi te espera en su departamento mientras tu estas aquí, conmigo y con Madison. —
— Joder, ya te expliqué. Recién hemos salido del hospital, peque.
— ¿y si te cansas de nosotras? — pregunté cruzándome de brazos. Alcé mi barbilla y miré a sus ojos. — ¿Y si sale mal nuestra relación o lo que sea que tengamos y decides irte? ¿Y si un día recuerdas que no es tu hija y tienes que gastar todo tu dinero en la escuela, en los pañales, en las noches sin dormir?
— Primero, hace más de cinco años que te conozco y no me he cansado de ti. Hace más de ocho meses que estoy contigo y con Maddie y sigo aquí. —Abrí mi boca para rechistar, pero él alzó su mano silenciándome. — Estuvimos los tres una semana entera en el hospital y sigo aquí. No voy a marcharme, entiende eso.
Me quedé en silencio, absolutamente en silencio. Tenía miedo, mucho miedo.
¿Qué si quería lejos a Logan de mi vida? No, por supuesto que no. ¿Quería que se marchara? No, claro que no.
Solté un suspiró y noté como sonreía, él sabía que había ganado. No por nada era abogado.
— ¿Estás seguro de esto, Logan? No hay marcha atrás. — murmuré. Logan dios tres pasos hacia mi y besó mi frente.
— Muy seguro, peque. Estaré para ustedes. — sonrío de lado y besé rápidamente sus labios. —¡Oye! Eso no se hace. — solté una risita y antes de que pudiéramos decir algo más, el timbre del departamento sonó.
Ambos nos miramos extrañados, no esperábamos a nadie. Logan soltó un suspiro cansador y se dirigió hacia la puerta. Antes de abrir se dio media vuelta dirigiéndome una mirada seria.
— Sea quien sea, no digas nada y si pasa algo, vete con la bebé a la habitación y no salgas hasta que yo te diga. — alcé mi ceja sorprendida. ¿Quién carajos es? ¿Qué sabe Logan que yo no?
— ¿Logan? ¿Qué está sucediendo? — murmuré.
— Nada, no te preocupes. Tengo alguien en mente, pero no sé si es él. — y mi mayor temor se hizo realidad. Lo que me había dicho Cyndi era cierto. Logan estaba en contacto con Nathan.
— Carajo, Logan. ¿Por qué no me has dicho sobre esto? Tengo derecho a saber sobre Nathaniel. — el timbre seguía sonando y para su mejor conveniencia, abrió la puerta. Y, aunque suena tan extraño, solté un suspiro de alivio al ver a Cyndi en la puerta y no a Nathan.
— Así que aquí estás. — dijo ella mucho más furiosa de lo normal. — fui al hospital y me dijeron que se habían marchado. Así que vine a ver a la bebé que mi novio tanto quiere y protege. — abrí mis ojos y di dos pasos hacia el costado tapando la habitación donde estaba Maddie durmiendo.
Rogaba que no se pusiera a gritar porque la despertaría y habíamos tardado años en hacerla dormir.
— Habla más bajo que está durmiendo y no quiero que la despiertes. Ten más respeto, Cyndi. — ella soltó una carcajada y me parecía que lo estaba haciendo apropósito.
— No sé que estás haciendo aquí, en la casa de mi novio. Así que es mejor que te marches ahora mismo porque voy a venir a vivir aquí. Ya lo habíamos hablado con Logan desde hace un tiempo. — él soltó un bufido y tomó por el brazo.
— Basta. Ya lo hemos hablado y no tienes lugar aquí. Ya no estamos juntos. — Cyndi soltó un suspiro furioso y miró a mis ojos enojada, tragué saliva y quise desaparecer.
— Todo esto es por tu culpa. Porque no respetaste nuestra relación e hiciste que él terminara conmigo para hacerse cargo de una hija bastarda.
— Oye, cuidado con lo dices. — dije entre dientes dando un paso hacia delante. Me tenía donde ella quería, pero no me importaba, estaba hablando de mi hija.
— Así que la santita habla...— soltó irónicamente. Logan miró a mis ojos serio, advirtiéndome con la mirada que no hiciera nada.
— Vamos abajo, aquí no puedes venir sin avisar. Vamos a hablar afuera. — Logan tomó su brazo y empezó a caminar hacia fuera del departamento con ella.
— ¡¿Qué es lo que quieres decirme que no quieres que ella se entere!? ¡Maldito mentiroso! — empezó a gritar y cerré mis ojos con frustración al oír llorar a Maddie. Logan me observó arrepentido y caminó más rápido, llevándose a Cyndi. — ¿Qué es lo que le dijiste, arpía, sobre cuando fui a la cafetería a verte? ¿le dijiste que ya sabes que él se habla con el verdadero padre de la bastarda? ¿Le dijiste que yo te amenacé y ahí empezaste con las contracciones? ¿o que fue para que él quisiera cortar conmigo?
Jodeeeeeeeeer
Me di media vuelta y la cabeza de Logan giró tan rápido que pensé que le dio un tirón en su cuello. Hice una mueca y lo miré preocupada. No le había dicho nunca sobre las visitas de Cyndi a la cafetería y mucho menos la última.
Ella empezó a reír y nos miró a ambos.
— ¿así que tu amiguita te tenía en secreto mis visitas a la cafetería? — Logan no dijo nada. Absolutamente nada. Cyndi se quedó seria y miró a mi chico. — vamos afuera, Logan. Quiero hablar sobre los temas legales de nuestra separación.
Ambos salieron del departamento y fui con Maddie, quien se encontraba en su cunita con sus manitas arriba. Sonreí y la alcé.
— Hola, picarona. ¿te despertaron? — fui hacia le ventana que daba la calle y observé como ambos discutían. Cyndi señaló a Logan con su dedo y luego se subió a su auto dejando al castaño solo.
— Parece que papi ya regresa, bebé.
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