A la mañana siguiente, Lena se despertó en la cama de la cabaña, entre los brazos de Namjoon y Yoongi.

Los miró con ternura, y sintió una mezcla de felicidad y tristeza. Sabía que tenía que irse pronto, pero no quería dejarlos.

Les dio un beso en la frente a cada uno, y se levantó con cuidado. Se vistió, cogió su maleta y su cámara, y salió de la cabaña.

El sol brillaba en el cielo, y la nieve reflejaba su luz. Lena respiró el aire fresco, y se dirigió a la estación de autobuses. Allí, esperaba un autobús que la llevaría al aeropuerto, y de ahí a su país.

Mientras caminaba, recordó todo lo que había vivido con Namjoon y Yoongi. Las risas, las miradas, los abrazos, los besos, el amor. Se preguntó si los volvería a ver, si ellos la recordarían, si ella les haría falta. Se sintió culpable por haberlos dejado sin despedirse, pero no se atrevió a hacerlo. Pensó que sería más doloroso para los tres. Así que, decidió dejarles una nota en la cabaña, donde les explicaba sus sentimientos y les agradecía por todo. También les dejó su número de teléfono y su dirección de correo electrónico, por si querían contactar con ella.

Cuando llegó a la estación, vio que el autobús estaba a punto de salir. Se apresuró a subir, y buscó un asiento. Se sentó junto a la ventana, y miró por ella. Vio cómo la aldea se alejaba poco a poco, y sintió un nudo en la garganta. Se secó las lágrimas que le caían por las mejillas, y se puso los auriculares. Puso una canción que le gustaba, y cerró los ojos. Se quedó dormida, soñando con Namjoon y Yoongi.

Namjoon y Yoongi se despertaron al rato, y se dieron cuenta de que Lena no estaba.

—No está— dijo Namjoon al ver que la cama solo estaban el y su amigo, entonces de un almohadaso que le dió a su amigo lo levanto.

—¡Oye, porque me pegas!— reclamó molesto.

—Levantate— ordenó y salió de la cama, colocándose sus boxers.

Yoongi no dijo nada e hizo lo mismo.

Se levantaron, y la buscaron por la cabaña. No la encontraron, pero vieron la nota que les había dejado.

Thank you for everything, for the adventures and moments we shared together, for the love you gave me, I will always carry you in my heart, I will always remember you, I leave you my number and email, I hope we see each other again soon.

Gracias por todo, por las aventuras y momentos que compartimos juntos, por el amor que me diste, siempre te llevaré en mi corazón, siempre te recordaré, te dejo mi número y correo electrónico, espero que nos veamos. De nuevo pronto.

La leyeron, y se sintieron tristes y confundidos. No entendían por qué se había ido sin decirles nada, ni qué iba a pasar con ellos. Se miraron a los ojos, y se abrazaron. Se consolaron el uno al otro, y se dijeron que todo estaría bien. Decidieron llamarla más tarde, y ver si podían seguir en contacto con ella. También decidieron seguir siendo amigos, y no dejar que el amor los separara.

—¿Crees que todavía siga en la estación?—pregunto Yoongi pensativo.

—Habra que ver, vamos— afirmó el moreno.

Se cambiaron rápido y salieron de la cabaña, y caminaron por el pueblo.

Vieron que el autobús ya se había ido, y supieron que Lena estaba lejos.

Se sintieron solos, pero también esperanzados. Sabían que Lena los quería, y que ellos la querían a ella. Sabían que el amor era algo mágico, y que podía superar cualquier distancia. Sabían que algún día se volverían a encontrar, y que volverían a ser felices. Entre copos de nieve y susurros apasionados, se prometieron esperarla. Un amor diferente, un amor especial, un amor que duraría para siempre en sus corazones.

Pero se preguntarán cómo es que coincidieron estos dos jóvenes, bueno.

Namjoon y Yoongi se conocieron en la escuela, cuando tenían 10 años. Namjoon era un niño alto y delgado, que le gustaba leer y escribir. Yoongi era un niño bajo y rechoncho, al que le gustaba tocar el piano y componer.

Un día, el profesor de música les asignó como pareja para hacer un trabajo sobre una canción. Namjoon y Yoongi no se habían hablado nunca, pero se llevaron bien desde el principio.

Descubrieron que tenían muchas cosas en común, como su amor por la naturaleza, su curiosidad por el mundo y su pasión por el arte. Se hicieron amigos inseparables, y empezaron a pasar mucho tiempo juntos.

Namjoon y Yoongi se apoyaban el uno al otro, y se ayudaban a superar sus problemas. Namjoon le enseñó a Yoongi a expresar sus sentimientos con palabras, y Yoongi le enseñó a Namjoon a expresar sus sentimientos con música.

Juntos, crearon canciones hermosas, que hablaban de sus sueños, sus miedos, sus esperanzas y sus deseos. Juntos, se enfrentaron a los retos de la vida, como los exámenes, las peleas, las decepciones y las alegrías.

Juntos, crecieron y maduraron, y se convirtieron en hombres.

Namjoon y Yoongi nunca se dijeron que se querían, pero lo sabían. Se querían como amigos, como hermanos, como almas gemelas.

Se querían con un amor puro, un amor sincero, un amor que no necesitaba etiquetas. Se querían con un amor que los hacía felices, y que los preparaba para el amor que vendría después.

El amor que encontrarían en Lena, la chica que iluminaría sus corazones en esa temporada de amor.

—Te esperaremos siempre — pensaron ambos chicos y se fueron abrazados por los hombros directo a su hogar.

Lugar donde estarían esperando que algún día vuelva su amor, tan efímero, tan profundo e inolvidable, que pasaron con Lena.

Nunca olvidarán esas fechas.

Fue la mejor navidad que tuvieron con alguien y el mejor deseo que pudieron cumplir, ser amados a los dos por igual.

Aunque sería raro estar en una relación de tres, pero eso a ellos no les importaría.