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Un pequeño carraspeo se escapó de sus labios y sacudió la cabeza levemente para ahuyentar sus pensamientos tan raros y mezclados.

Vio como Jimin se alejaba unos cuantos pasos de él y solamente en ese momento pudo realmente notar lo cerca que habían estado uno del otro. Un muy pequeño calor subió por su estómago, paso por su garganta y se alojó con rapidez en sus pálidas mejillas.

¿Que le estaba pasando?

Sintió su piel arder levemente y se preguntó silenciosamente si es que pronto iba a pillar algún tipo de gripe que lo dejaría postrado en la cama.

No era hora de enfermarse, era hora de trabajar y volver a poner todo en sus riendas.

—¿Estas bien?—preguntó la sueve voz de Jimin, que más que relajarlo, hizo crisparle la piel en una rara sensación—Su rostro se ve algo enrojecido...¿vas a pillar alguna gripe?

Aquellas palabras hicieron  distender un poco sus raros pensamientos. Por lo menos no era el único que pensaba que pronto iba a enfermarse y eso le daba la excusa perfecta a su agobiada mente para no pensar de más.

Si, era eso. Era únicamente una simple gripe que estaba a nada de sufrir.

—S-Si...—tartamudeo por más que así intentó no hacerlo—Creo que tengo algo de temperatura. Supongo que tanto trabajo y preocupaciones me terminaron pasando factura por fin.

—Oh...—soltó al aire con algo de pesar en su voz—Es algo temprano aún, No sé si quiera ir a su casa y que yo me encargue del resto o prefiere quedarse y avanzar un poco.

Las palabras del menor sonaron algo lejanas y al mismo tiempo muy tentadoras. No le vendría para nada mal tomar una siesta extra larga y recuperar sus energías y ánimos en su cama tamaño king y arropado en sus mantas de seda azul.

Pero por más tentador que sonara, a la misma vez lo hacía sentir extrañamente disconforme.

No podía dejarle todo el trabajo a Jimin. No era lo correcto y ciertamente tampoco era lo que quería.

Él había sido el que había metido la pata hasta el fondo, por ende era su trabajo sacarla.

Fruncio sus labios y analizo un poco más las anteriores palabras del menor.

<<Avanzar>>

¿Avanzar exactamente en qué?

Ahora la curiosidad invadió su cuerpo y el pequeño malestar que sintió en su estómago y la leve calentura en sus mejillas pasaron a segundo plano.

—¿Avanzar?—preguntó cautelosamente, pensando rápidamente en opciones obvias—¿Avanzar exactamente en qué?

Jimin lo miró desde su lugar y se sintió un poco tonto cuando el menor empuñó en sus labios una sonrisa meramente incrédula que hizo hacerle volver a sentir aquella incómoda sensación en su estómago.

—En el plan de publicidad de Seokjin ¿qué más si no?—dijo con tanta obviedad en su voz que hizo sentir descolocado a Min por una fracción de segundo—.

—¿De que hablas? El único publicita que tenía entre mis posibilidades y que no rechazo rotundamente mis citas y llamados lo acabas de echar hace aproximadamente veinte minutos.

—No lo necesitamos. Ni a él ni a ningún idiota prejuicioso...—declaró con seguridad y lo que parecía ser ¿orgullo?—.

—No logro entenderte, park ¿A que te refieres con que no los necesitamos?—se apoyó levemente en su escritorio y miro expectante a Jimin. Ahora realmente curioso con lo que sea a que se refería con sus palabras y con aquella sonrisa algo traviesa que pintaba en sus pomposos labios—¿Como se supone que publicitemos a alguien sin un publicista?

—Que bueno que me lo pregunta, porque mientras echaba a aquel prepotente de lentes se me ocurrió la solución a nuestro problema.

Min lo miró desde su posición y le dio una mirada incrédula adjunto de una pequeña risa sin gracia.

—¿Y lo mejor de todo? Que probablemente no gastemos ni el 3 % de lo que un publicista normal cobraría.

Eso llamó instantáneamente la atención de Min.

¿Que clase de idiota cobraría menos del 3% de una tarifa normal de un publicista?

—Indudablemente eso suena genial, Park. Pero ¿quien carajos aceptaría hacer ese trabajo por un precio tan bajo?—preguntó realmente intrigado. Lo único que podía pensar era que la persona de la que hablaba Jimin o era un humanitario de primera o un idiota charlatán—Suena como algún milagro divino y yo no soy creyente ¿estas seguro de lo que hablas?

—Estoy un 99.7% seguro —dijo y eso hizo que Min entrecerrara los ojos en sospecha—Dejemelo todo a mi. De todas maneras solo es una alternativa a este problema, si no es de tu agrado lo podemos discutir y luego descartarlo.

Quiso decir que no y rogarle un poco más a sus antiguos publicistas para que accedieran al trabajo, pero nuevamente reaciono, no podía rebajarse de aquella menera.

Si el plan A, B, C y D fallaron, no le quedaba de otra que recurrir a un plan F.

Letra que si pensaba bien no le agradaba del todo, pues palabras como Fallar, fracaso y fiasco empezaban con la misma letra y eso ciertamente hacían ponerlo en un estado de paranoia preocupante.

Si seguía de este modo terminaría visitando a algún psicólogo...

Aunque tampoco podía darse el lujo de ponerse paranoico con las posibles alternativas de salida. Necesitaba salir del hoyo en el que se había metido lo antes posible, y si tenía el privilegio de tener varios opciones y herramientas para lograrlo, entonces debía aprovecharlas al máximo sin importar lo raras que sean.

—Entonces...—habló Jimin sacándolo de su caóticos pensamientos con una expresión algo divertida y ansiosa en su rostro— ¿Acepta?

No sabia realmente el porqué Jimin estaba tan ansioso y a la misma vez misterioso.

¿Era amigo del "publicista" o simplemente estaba siendo demasiado optimista con la situación?

Cualquiera de las dos opciones no le agradaba lo suficiente.

Pero nuevamente no podía hacer mucho para cambiarlo.

Aspiró una gran cantidad de aire, llenando sus pulmones de oxígeno para luego soltarlo todo en un fracasado intento de abandonar aquella sensación sofocante en su cuerpo.

Hace unos meses atrás el tenía el control de todo y una rígida  agenda que ocupaba su tiempo y organizaba su vida sin fallo.

Si el citaba a una persona o pedía una reunión en la sala de reuniones, nadie se negaba a él o a su poder.

Pero cuando todo cayó de un momento a otro, se sintió perdido en un mar oscuro sin inicio o fin.

No saber lo que pasara en un futuro próximo lo ponía jodidamente mal...

—Esta bien, Acepto...—cedió por fin, ganándose una pequeña sonrisa del menor, la cual no llegó a sus ojos y no logró formar aquellas medialunas perfectas que anteriormente lo dejaron algo atontado, eso dejó ciertamente disconforme a los ojos de Min—¿Que tenemos que hacer? ¿Como pedimos una cita con ese publicista?

Los ojos de Jimin se dispararon hacia el y lo hizo poner tenso en su segundo al ver como el menor se aproximaba muy cerca suyo.

—¿Tienes tu teléfono aquí?—preguntó alegremente, desconcertando nuevamente al pelinegro—¿Puede prestarmelo un minuto?

—¿Mi teléfono?—dijo algo sorprendido—Si, aquí está...–lo sacó de su bolsillo delantero y se lo entrego dudosamente al menor—¿Que harás?

—Pues una llamada ¿qué más?—contestó con obviedad mientras tomaba cuidadosamente el teléfono entre sus manos y lo prendía—.

Aprecio en silencio como Jimin marcaba rápidamente un número y llevaba su teléfono hasta su oreja, esperando con los dichosos tonos de marcación a que la otra persona de la linea contestará.

Eso hizo preguntarle a Min; ¿por qué no simplemente marcaba a la secretaria de ya dicho publicista por los teléfonos de línea de la oficina?

¿No era acaso eso más sensillo que pedir prestado su teléfono?

Quiso divagar un poco más sobre eso, sin embargo la ahora gatutal y dulce voz de Jimin resonó por toda la oficina...

— Hola... —saludo extrañamente, como si estuviera a punto de susurra en cualquier momento —sé que puedes estar algo ocupado, pero te juro que es breve —mencionó con una sonrisa en sus labios, que se agrandó a los pocos segundos. Probablemente sea quien sea la persona del otro lado de la línea había dicho algo que había puesto feliz al menor—¿Recuerdas el número que te pedí que guardaras en tu teléfono?—sonrió nuevamente, haciendo poner ciertamente algo inquieto a Min—Si, ese...¿Crees que puedas enviarlo a este mismo número?

Eso hizo fruncir el entrecejo de Yoongi en confusión...

Entonces la persona con la que hablaba Jimin no era ninguna secretaria ni tampoco el hombre que el había mencionado que los ayudaría con la publicidad.

¿Entonces quién era?

Sacudió su cabeza y se abofeteó mentalmente. Eso no era de su incumbencia y tampoco era su asunto los conocidos de su asistente.

Probablemente solamente se trataba de la madre de este o incluso algún hermano o amigo de la universidad. Debía dejar de ser tan ridículamente curioso.

—Si, me acaba de llegar...¡Gracias, eres genial!—sonrió alegremente mientras volvía a cambia su tono de voz a uno más calmado y dulce—Juro que te lo recompensare. Si, yo también. Nos vemos luego en casa.

Jimin cortó la llamada luego de aquella rara despedida. Aprecio a corta distancia el rostro del Menor e identifico en ella sastifacion y alegría pura mientras adornaba su rostro con una gran sonrisa que esta vez si llego a sus ojos y las deformó bellamente en perfectas medias lunas.

—¿Todo bien?—preguntó Min sin ningún fin en específico—.

—Más que bien, ya tenemos el número de nuestro publicista en nuestras manos—sonrió plenamente mientras mostraba en la pantalla del móvil el numero que había recibido—.

—Eso es bueno...—mencionó al aire mientras se cruzaba de brazos y apuntaba levemente con su cabeza su móvil, incitando a Jimin a que llamara de una vez por todas y cuadrara un cita lo antes posible—¿Que esperas? Llámalo y dile que Suga récords lo cita a una reunión de negocios lo antes posible y que estamos dispuesto a negociar una buena tarifa de remuneración por sus servicios—.

Jimin lo miró con una sonrisa y una brillo afable escondido en sus almendrados ojos.

—Enseguida, Jefe...—remarcó aquello con la voz sueve pero a la misma vez firme, con clara intensión de molestar al mayor, sin embargo solo logró tensar los músculos de este y que uno de los músculos de su mejilla se crispara—.

Jimin marcó rápidamente el número con una sonrisa en sus labios que se veía demasiado ansiosa y alegre para el gusto de Min.

Esto comenzaba a enfermarlo de alguna manera extraña...

El timbreo del teléfono sonó hasta tres antes de que una voz gruesa y meramente gutural retumbara en la pequeña bocina del móvil.

—¿Hola?—preguntó aquella voz como si estuviera realmente adormilada, haciéndola sonar varios decibeles más abajo de lo que probablemente era. ¿Acaso el tipo estaba aún durmiendo a las 12:45 de la mañana?

Jimin sonrió ante eso y una pequeña risa se escapó de sus rojizos labios, llamando la atención de Min y probablemente de la persona que estaba del otro lado de la línea.

—Hola buenos días...—saludó cordialmente—¿Estoy hablando con Vante?

...

¡Se nos viene Tae! :0 ❤

BJSKS espero que les haya gustado por lo menos un poco👉👈❤ y que haya extrañado este libro tanto como yo extrañaba actualizarlo❤

Las amo mucho mucho❤❤ cuídense del frío o del calor y tomen mucha agüita mis peques🥺❤❤❤

Nos vemos pronto con nuevos libros y actualizaciones~~

♡ MoonMacchiato ♡

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