☕09☕

El ambiente claramente se tensó y se volvió incómodo por el pronunciado silencio que estaba prolongando Min.

Jimin desvió sus ojos en confusión al ver como no decía absolutamente nada y se quedaba con los papeles en mano, tal vez pensando o verificando que estuviera bien.

Una rara sensación de inseguridad embargo su estomago, pues se había esforzado bastantes en aquellos papeles y si este le decía que estaban mal, sería un golpe demasiado bajo a su orgullo e inteligencia que algún dia llegó a presumir con orgullo.

Subió una de sus pequeñas manos hasta su cabeza y se rascó de manera incómoda sus rizado cabello rubio. Ahora una vocecita en su interior le gritaba que confirmara que todo estaba bien, pues Min seguía con aquella expresión entre preocupada y perdida.

¿Tan mal estaban?

—¿Están bien?—rompió el hielo para preguntar aquello, llamado la pérdida atención del pelinegro—¿Algo esta mal? ¿Los analisis están mal? —interrogó—Yo...me esforcé mucho por hacerlo y de verdad pensé que estarían bien...—dijo con un tono de voz nuevo para el mayor, quien automáticamente sintió una sensación amarga de bajo de su lengua, la cual pareció haberse trabado, pues por más que quería decir por lo menos algo que lo sacara de aquella situación incomoda, no pudo decir ni una palabra sin sentir que iba a terminar tartamudeando—.

El pelinegro subió la mirada y se encontró con los ojos miel del menor, quien reflejaba una clara preocupación y tristeza..

¿Realmente se iba a poner triste por haber hecho mal un trabajo?

Quiso reír por eso, sin embargo por alguna razón se mordió su propia lengua y nuevamente ninguna palabra logró salir de su boca.

En cualquier otra situación se hubiera reído en la cara de su empleado y le hubiera dicho algunas palabras referente a que nadie pueden intentar educarlo como el rubio lo hizo el día anterior con el tema del nuevo artista.

Pero...algo en su estómago se torció al ver como Jimin se mordía los labios en claro nerviosismo y fruncia su pequeña nariz como si en cualquier minuto quisiera romper a llorar ahí mismo.

Eso por alguna razón logró alarmarlo...

—Está...—Inició con un murmuró, dándose cuenta que el menor ahora mismo le estaba prestando toda su atención mientras intentaba escuchar los numerosos murmuros que salían de la boca de su jefe—están perfectos, me sorprende que lo hayas logrado resolver en una sola noche.—dijo con un tono de voz un poco apacible mientras depositaba cuidadosamente los papeles en su escritorio—yo...¿debo agradecerte?—Quiso decir, sin embargo su repentino nerviosismo hizo sonar aquello ultimo como una pregunta—.

—¿Debe?—preguntó el menor con una pequeña, pero muy pequeña sonrisa bailando en sus rechonchos labios—¿Fue acaso eso una pregunta?

El mayor se dio cuenta de su error y una sonrisa de aquella en las que inevitablemente sus rosadas encías se mostraban hizo presencia en la corta conversación, cortando el momento incomodo de golpe e incluso aligerando la situación hasta el punto de que el menor le nació las ganas de pintar una gran sonrisa en sus labios.

—Gracias por tu trabajo Jimin...de  verdad que saber que en esta empresa hay alguien realmente inteligente y capacitado me hace sentir un poco de paz en mi interior...—soltó por un momento sin filtros ni ataduras impuestas por su orgullo, dándose cuenta que se dejó llevar por el momento y la parte que él más intentaba esconder de su personalidad, salió a luz de manera tan fácil y natural—.

Iba a arrepentirse de sus palabras  o voltear y abandonar la oficina de manera grosera para hacerle entender al rubio que no malinterpretara la situación y creyera que a él le caía bien en secreto.

Pero al subir su apenada mirada se encontró con la sonrisa de Jimin, aquella misma que había visto ese día en la sala de ensayo cuando éste se asombró por todo lo asombroso que tenía la empresa...

Un nudo se creó de la nada en su garganta y cualquier palabra o acción que quería realizar se veía entorpecida por aquella sonrisa de dientes blancos.

Subió un poco su mirada y aprecio en secreto como los ojos miel del menor desaparecían y se convertían en dos perfectas medialunas que por alguna extraña razón al mayor les pareció combinar perfectamente con su sonrisa y su pequeña nariz, la cual se arrugaba mínimamente en señal de felicidad.

¿Tanta felicidad del producía un halago?

¿Acaso jamás en su vida le habían halagado algo?

Sacudió levemente su cabeza e iba a decir algo, pero fue rápidamente interrumpido por la voz del contrario, quien llevó sus manos hasta atrás suyo y adaptó una postura recta y correcta.

—Gracias por sus palabras...—habló animadamente, calmando su expresión para colocar una más relajada y simpática, muy diferente a la que tenía hace unos minutos atrás en el ascensor—¿Sabe señor Min?—pronunció aquella pregunta junto al apellido del contrario, ganándose toda su atención en menos de tres segundos—puede que nuestros caminos no se hayan cruzado de la mejor manera o que no tuvimos la mejor impresión del contario en el primer momento...pero de verdad solo intento, tal y como usted, que esta empresa no tome el camino incorrecto y caiga en las manos equivocadas—expresó con claridad y sinceridad—Así que me gustaría que este sea un ambiente de trabajo tranquilo y no hostil.

Yoongi tragó pesadamente al sentir su garganta un poco seca, no pudiendo creer el rumbo que había tomado un simple agradecimiento...

Algo dentro de él claramente se había conmovido un poco por las palabras del menor, sin embargo otra parte de él le estaba diciendo que todo esto era extremadamente ridículo.

—Oye es muy conmovedor lo que estas diciendo pero- —Intentó ponerle un paró a la rara situación que se había creando tan de la nada, pero fue interrumpido rápidamente—.

—Yo no soy su enemigo señor Min...—lo interrumpió antes de que dijera algo más que arruinará el momento y su discurso—¿que le parece si nos volvemos a presentar? Esta vez adecuadamente y sin faltas de respeto de por medio.

Jimin tendió su mano enfrente del pelinegro con la clara intensión de que este la estrechara contra la suya.

Min bajo la mirada momentáneamente, viendo aquella mano, afianzando su pensamiento pasado de que las manos del menor eran demasiado pequeñas y rechonchas, parecidas a los de un pequeño bebé.

—Mi nombre es Park Jimin, administrador de empresa, hombre común, corriente, aburrido, fiel entusiasta de la literatura romántica, fan de las películas de misterio y persecución policial antiguas y desde hace un tiempo asistente personal de Min Yoongi, jefe de Suga récords.

El mayor se quedó momentáneamente pasmado por la información que acababa de escuchar, pensando por un momento que el menor y él compartían un gusto que muy pocas personas tenían...

Miró nuevamente al rubio y su mano, la cual aún seguía extendida hasta él, esperando pacientemente a que este la estrechara y le siguiera ese tonto juego de volver a presentarse como si nunca se hubiera visto.

Volteó los ojos y una sonrisa quiso escapar de sus labios...

¿Cuando había sido la última vez que había hablando de esta manera tan tonta y ridícula con un empleado?

—Min Yoongi, antiguo estudiante de empresa, productor y dueño de Suga récords—estrecho la mano del menor con fingida pereza—y un dato de mi es que me caes mal.

Dijo con un tono de voz ligero, claramente sin intenciones de armar una discusión, pues si debía de ser sincero, aquella pequeña conversación le levantó un poco mas el ánimo que aquella mujer que llamó por la mañana para alivianarle el estrés que le había provocado el hecho de que tres idols famosos se encontraran ahora mismo en su empresa...

Justo en ese momento un pequeño "click" hizo en su cabeza al recordar que en la sala de ensayo lo estaban esperando 4 personas para hablar de números y cerrar posibles contratos.

"Necesitaré la ayuda de Betty 2.0"

Pensó con cierta burla en su interior, riendo suavemente por ello y su mal chiste. Se volteó rápidamente, dándole la espalda al menor para caminar hasta la puerta y dirigirse hasta la sala de ensayo.

Se volteó suavemente contra su hombro, viendo de soslayo al joven rubio, notando que sus ojeras se veían peor y más pronunciadas desde lejos.

Eso hizo sentirlo un poco inhumano...

—Ve a la cafetería y come algo para recuperar tus energías, luego ve a la sala de ensayos, necesito de tu ayuda para algo—pidió o más bien ordenó al rubio, tratando de colocar su tono de voz más neutral sin llegar a sonar frío, intento con todos sus dotes actores no hacer notar su preocupación—No te apresures, se nota que no haz tenido un buen dia.

Dicho eso abandonó la oficina, dejando atrás al confundido rubio, el cual soltó una pequeña sonrisa y llevó sus manos hasta su rostro, intentando parar aquel raro y estupido sonrojo que se había producido en su mejillas de la nada.

Pero claro, el pelinegro ya no estaba ahí para apreciarlo...

...

Afsgdjfkfk espero que le haya gustado amores míos 👉👈🥺❤

Gracias por su tiempo y gracias por estar aquí conmigo ❤❤😊

Le dedico este capitulo a: yoon2808 ❤❤❤ te amo mucho amor❤😉💍

¿Quieren mañana otra capitulo? 👉👈😁🌙 (perdón, es que estoy algo inspirada ❤)

Sin más, cuídense mucho por favor y sean felices que la vida es muy bonita cuando sonríes ❤❤❤😁🌙

Las amo~

MoonMacchiato♡

#YoonminWeek



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