Capitulo 35
Cada palabra de mi ahora ex novio resonaba en mis oídos como un mazo golpeando un cristal. No era solo la infidelidad, era la duración, la desfachatez, la traición a esa seguridad que él representó.
¿Es que acaso no puedo ser suficiente para nadie?
Mi cuerpo temblaba, una mezcla tóxica de ira y dolor me inundaba. Quería gritar, romper cosas, pero solo pude articular un débil en mi mente "¿Por qué?". Las lágrimas corrían por mi rostro a medida que caminaba un paso más de ese edificio, lavando el maquillaje y dejaba al descubierto la vulnerabilidad que siempre intentaba esconder.
¿Por qué Yeonjun había fingido ser tan perfecto cuando ni siquiera me quería?
¿Todo ese tiempo estuve sintiendo cosas y siendo feliz mientras el se restregaba con otra persona a mis espaldas?
Llegaban a mi mente, imágenes del pasado que se mezclaban con la cruda realidad del presente. Una jodida traición
Cada vez más, se me apretaba al pecho a medida que recordaba los momentos de apoyo incondicional, las risas compartidas, la sensación de refugio que encontraba en sus brazos. ¿Era todo una mentira? ¿Había sido una tonta ilusa todo este tiempo?
¿Es que hay algo malo realmente en mi?
La confusión me golpeaba con la misma fuerza que la ira. Mi corazón, ya maltrecho por antiguas heridas, latía desbocado en el pecho.
De pronto, una duda asomó entre la niebla de mis emociones: ¿por qué me dolía tanto si estaba enamorada de Jungkook?
La idea me aterró. ¿Era posible que durante todo este tiempo, bajo la capa de comodidad y seguridad, hubiera estado creciendo un sentimiento más profundo hacia mi novio? ¿Había confundido gratitud con amor?
Eso quiere decir que no sentí más que atracción hacia Jeon.
No. Eso no puede ser posible.
Me abrazo a mi misma, buscando un consuelo que no llegaba. Necesitaba espacio, silencio, tiempo para ordenar el caos que se había apoderado de mi mente y corazón. Alejarme de Jungkook, de la situación, era la única opción que vislumbraba ahora.
Más mierdas que se suman a mi vida.
De pronto, me veo frente a mi dormitorio. Mis manos viajan al rostro y las deslizo por la parte húmeda de él. Cuando me había dado cuenta, eran lágrimas negras, por el pequeño maquillaje que traía encima y era obvio lo desastroso que me encontraba en este momento.
Una llamada de Jungkook me estaba entrando en ese momento. ¿Debería contestar? No.
Dejo que suene todo, hasta que finalmente la llamada se acaba.
Y así estuve unas 5 veces. Creo que no se va a cansar de llamar hasta que le responda, ¿verdad?
Me veo frente a la puerta, queriendo entrar, pero con el célula en las manos me decido a no hacerlo, por lo que más bien me fui unas puertas mas atrás. No quería que las chicas me escucharan.
—Jungkook....—respondo finalmente, intentando que mi voz no se oiga lo más rota posible.
—¿Por qué no me contestabas? ¿Sigues en casa aun? ¿Ya has ido a hablar con Yeonjun?
—Si, ya regresé—trago duro. Es muy difícil no llorar después de recordar todo. Me sigo conteniendo
—¿Y....hablaste? Dime qué no te ha manipulado de nuevo. Dime qué no te arrepentiste
—El mismo se ha encargado de que yo terminara con él, Jungkook
—Si eso es obvio
Me quedo en silencio. Accidentalmente sorbo mi nariz y un quejido inconsciente se me escapa que revela que estoy llorando.
—¿Hannie? ¿Estás llorando?
—No—respondo con la voz quebrada
—Mentira. ¿Que ha pasado con ese canalla? ¿Te ha dicho algo que te hirió? ¿Te intento obligar? ¡Respóndeme Hannie!
—E-el....e-el....me...—se me hizo un nudo en la garganta..
No pude terminar. Mi voz salió tan temblorosa que empecé a temblar.
—¡¿Que te hizo?!
—M-me....
—De acuerdo. Hablaremos cuando llegue allá. ¿Ahora estás en el dormitorio?
—S-si...
—Ire para allá.
—¡No! ¡No vengas! Déjame....sola esta noche, por favor.
—Hannie, no estás bien
—Y por eso es que no puedes venir—hago una pausa—Jungkook, necesito digerir lo que me ha pasado, te veré mañana. Esto no tiene nada que ver conmigo. Solo...déjame sola
—Siento que me voy a arrepentir.
—No. No lo vas a hacer. —aseguro intentando no romperme—Pero está noche solo quiero cerrar los ojos. Buenas noches, Jungkook
—Bien. Pero mañana estaré temprano allí
—Tengo escuela
—No vayas
—¿Que? ¿Como quieres que no vaya?
—No vas a prestar atención. Estás muy mal
—Ni siquiera me has visto
—Tu misma sabes que no estás bien para ir a clases y estoy seguro de eso
—¿Puedo colgar?
—Si, puedes colgar. Pero antes escúchame
—....
—No eres poco suficiente, eres única y especial. Nada de lo que hay en tí está mal. Ese canalla no sabe lo que tiene al frente y es porque quiere, o tal vez lo sabe, y le importa poco. Solo no quiero que pienses lo contrario por su culpa, porque para mí, eres lo más hermoso que ha existido en este mundo. Te juro que te deslumbrarias si te vieses desde mis ojos.
Una sonrisa se ilumina en mi rostro. Jungkook siempre conseguía hacerme sentir mejor.
—Te quiero Jungkook...—musito. Las gotas corren por mi rostro en carreras sin límites.
—¿Deberia responder a eso?—algo me dice que está sonriendo—De acuerdo, necesitas descansar, mejor cuelgo. Solo no pienses en eso
—Buenas noches, Jeon
—Buenas noches, Lanie—su voz suena lo más cariñosa posible y por alguna razón siento un calor que no me estaban ofreciendo a mi pecho. Siempre me ponía en este nivel de agradable cuando lo escuchaba.
Y el corta la llamada. No puede negar que estaba desesperado por saber, se por su tono a la perfección lo que se supone que quiere decir con eso.
Suspiro con fuerza y guardo el celular en mi bolsillo, secándolo con la tela de mi pantalón debido a que también lo mojé un poco.
Para que voy a mentir. Sigo sintiéndome pésima. Es una sensación completamente horrible irremediable de explicar.
Siquiera me doy cuenta del momento en que abro la puerta. Por suerte ya no me encontraba tan empapada en lágrimas, pero aún así, estaba jodidamente desastrosa y, fea.
—Al fin llegas, teníamos que....—Hari se acerca a mí entretenida pero se detiene en cuanto sus ojos conectan con mi rostro—¡Oh dios mio! ¿Que te ha pasado? Tu rostro está....irritado!
—No quiero hablar con nadie...—la aparto de mala gana y ella suelta un quejido pero se acerca a mí
—Estuviste llorando, ¿verdad? —Rápidamente Sook se levanta de su asiento y Sook aparece de encima de su cama.
—Joder, ¡Que me dejes tranquila!
—Hannie...¿Que te sucedió? Habla con nosotras por favor—ruega Sook
—No es...importante—miento—Soli tuve una discusión con Yeonjun, pero ya saben que es solo teatro. Supongo...que...mañana estaremos bien
Eso no te lo crees ni tú misma
—Hannie...con respecto a eso...—Sook toma mi mano bajando la mirada. Trago duro. No quiero hablar—Necesito hablar de algo importante contigo. Tienes que saber. Y yo ya no puedo ocultarlo más.
¿Que demo....?
—¿¡Eso es lo que estás semanas no me has querido decir?!—no responde, pero lo asumo como la confirmacion—Bien, Sook....aqui estoy para escucharte, ya que finalmente te dignas a confiar en mi—me cruzo de brazos.
—Yo...eh, lo siento—oculta su rostro en sus manos—Bien, la cosa es que....—respira profundo. Contiene todo lo que quiere decir y traga duro. Doy un fuerte golpe en el suelo con mi pie. Mi clara desesperación está presente
—¡Habla ya, joder!
—Yeonjun....el...te está engañando—hace una pausa—c-con....Hyemin
Se me para el pulso. La ira que estaba trayendo desde que entre y salí de ese maldito dormitorio ahora era el triple de fuerte. No sé ni qué mierda estaba sintiendo. Juro que me desmayaría en este momento. Lo juro.
—¿¡Era eso?! ¿Me estuviste ocultando estas jodidas semanas que mi novio me estaba engañando?! ¡¿Y tuve que enterarme hoy?! Viendo la imagen más desagradable?!
Los ojos de las tres se abren con suficiencia. No podían creer que yo había dicho eso
—¿¡Que pensaste?!—exclamo—¿¡Que nunca me habría dado cuenta a menos que me lo dijeras?! ¡Pues bien, Sook, hoy presencié lo más doloroso que pude descubrir en mi vida!
—L-lo....y-yo....lo siento. Tenía miedo de como estarías. Eres tan apegada a Yeonjun y....
—¡¿Es en serio?!—me levanto de la silla con la paciencia al cero—¿¡Crees que es justo que me vean la cara de estúpida todos estos años?!
—Espera...¿Como que dos años?—cuestiona desconcertada
—Si, Sook. Me han estado engañando con tu querida amiga desde tan solo una semana después de que fuéramos novios. ¿Satisfecha?
—Joder....no...n-no es posible—murmura con incredulidad. Mis piernas se tensan y estoy a punto de caer.
—¡El no pude ser capaz de hacer eso!—dice Hari desesperada.
—¿¡Que importa?! Ahora lo que me tiene así es que ella lo supo y nunca tuvo el valor de contármelo
—Ella me dijo que pararía con eso—dice con la voz quebrada. Yo niego exasperada—Me explicó que Yeonjun estaba realmente enamorado de ti y ella estaba sintiendo cosas por Jungkook....Dijo, que...reaharian su vida y que....no querían hacerte daño.
Empiezo a reír amargamente. ¿Es que esa idiota de Hyemin no puede ser más cinica?
—¿¡Y le creíste?! ¿¡Hace cuanto te dijo eso?! Me lo había dicho hace unas semanas, y yo...le creí porque vi que estaba avanzando con Jungkook y....
—¡Jungkook y ella no tienen nada, por dios! Solo le ha pedido ayuda para la imagen del grupo
—Oh...yo—se corta—lo siento, Hannie. Se veía tan real cuando salió de su boca
—¡Te estuvo manipulando!—¿¡es que tengo que ser tan malditamente sensible?! ¿¡Por qué demonios tengo que llorar de nuevo?!
—Hannie....—Sully se acerca a mí preocupada y toma mi mano—Sientate poe favor. Puedes empeorar.
Lo hago sin quejarme. Aún sigo llorando. Me odio demasiado.
—¿¡Que demonios le hice al universo para que me tratara de esta forma tan asquerosa?!—sollozo—Y-yo...siempre...quise dar lo mejor de mi con él. ¿¡Por qué demonios nunca puedo ser suficiente para nadie?! ¡Ni siquiera para mí propia madre lo soy!—cubro mi rosotro con mis manos
—¿Deja de decir cosas que no son ciertas. Te das cuenta de las personas que estás tomando opinión?—me recrimina Hari.
—Hannie, lo siento tanto. Merecías saber. Yo, pensé que todo mejoraría pero fue de mal en peor...—la escucho decir con la voz quebrada. Suspiro y levanto mi rostro de mis manos.
No tienes la culpa de que te lo dijera después de haber visto eso. Entiéndela, estaba presionada y preocupada por ti. Además...tuvo la intención de contarte.
—Esta bien, Sook.—finalmente digo. Supongo que no dejaré de ser buena jamás—Voy a dormir. Necesito olvidarme por un rato de la mierda que estoy viviendo.
—Espera—dice Sully—necesitas apoyo, Hannie.
Las tres se acercan a mi cama y me miran. Hari seca mis lágrimas y Sully acaricia mi brazo. Luego, todas se preocupan solamente por envolver mi cuerpo en un cálido abrazo.
Cierro mis ojos con fuerza y empiezo a romperme en un llanto que de verdad lo era. Sentirme impotente podía ser la peor emoción que experimentaria en este año. Era completamente horrible. Tengo miedo de caer en depresión de nuevo.
—No estás sola—susurran las tres al mismo tiempo y no me sueltan. En ese instante, me doy cuenta que mi vida es una mierda, pero mis mejores amigas no.
—G-gracias, chicas—sigo quebrada, pero puedo sentir esa sensación que tenía de vacío, como desaparecia poco a poco.
Y definitivamente estoy segura de algo.
Los días no serán para nada fáciles a partir de ahora.
Al día siguiente
Siento mi cuerpo y ojos pesar. Aún sigo en la cama y a mi alrededor todo esta alumbrado por las ventanas que le dan acceso al sol.
Ya ha amanecido.
Y por supuesto que es muy tarde para ir a clases.
Además, me siento jodidamente mal y por supuesto que si. No puedo decir que me siento de lo contrario sabiendo que no es así, después de llorar tanto anoche—que además, da un terrible dolor de cabeza.
Estiro mis brazos y piernas con la mayor dureza posible y junto a esa acción, mis ojos se achinan un poco, incluyendo que suelto un pequeño jadeo.
Las camas de las chicas están vacías y eso significa que estoy sola aquí. Veo a mi lado la mesa, que contiene un papel color rosa.
Eso no estaba ahí anoche.
Termino sentándome en la cama agarrando las pantuflas y con todo el malestar posible me dirijo hacia la pequeña hoja.
Y si, tenía algo escrito.
Una nota.
"Buenos días. Nos hemos tenido que ir a clases, porque hemos sido obligadas, sorry :(. Bueno, dependiendo de la hora en que leas esto te sugiero que vayas inmediatamente al refrigerador y agarres algo para comer. No es bueno tener ese pequeño estomago vacío. En fiiiin. Regresaremos lo antes posible, pero si te sientes muy muy muy mal, que te quieras morir, sabes que puedes dar un pequeño toque en tu celular y llamar a cualquiera de nosotras :'). No queremos que te sigas deprimiendo así que dedicate a hacer cosas que te gusten, como si dejas el dormitorio al revés, pero despejate, ¿De acuerdo?. Te queremos. Un beso :') loviu.
Sonrió al ver su mensaje. Son demasiado buenas conmigo. Se quedaron hasta altas horas de la madrugada junto a mi hasta que dejara de llorar y finalmente durmiera. Nunca me pidieron que me detuvieron, porque son las mejores hermanas, si, porque eso son, que pudieran existir en todo el maldito planeta tierra.
Me desplazo hacia el baño y antes de que mi cara pudiese ser reflejada en el espejo me la lavo con toda la fuerza y dedicación posible. Agarro mi toalla y la seco. Pero tampoco me veo. Huyó lo más rápido posible, porque se que me va a destrozar más verme así.
Agarro un poco de cereal en el frió y sin echarle leche, me lo sirvo en un vaso con una cuchara. Prefiero comerlo así seco.
Soy rara, lo sé. Pero en mi opinión así es mejor.
Me siento en el sofá y prendo el televisor. No me convence nada de lo que están dando y de tanto presionar los botones de cambiar en el control remoto opto por quedarme en un programa aburrido.
La verdad no he apagado el televisor porque si lo hago, terminaré en un silencio que odio, lo cual me obliga a sobrepensar y por supuesto, que terminaré llorando otra vez por un idiota.
Siento como la perilla se abre y veo la hora. Una de las chicas parece estar entrando. No me centro ni siquiera en ver quién es. Sigo concentrada en el televisor y como de mi cereal.
—¡Ya estoy comiendo! ¡Y no te quejes, sabes que prefiero comerlo así—digo antes de que diga una palabra
—Que bueno que estes despierta.
No se ni como el vaso no se me ha caído de las manos al escuchar esa voz. Mis ojos se dirigen a su cuerpo y quedó atónita y un montón de emociones de mezclan en mi interior al verlo.
Jungkook esta aquí
—Esta vez no te escaparás de mi. Hablaremos de todo. Y no quiero que ocultes nada y mucho menos intentes alejarme. Porque no lo permitiré.
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