Capitulo 19

—¿Jungkook eso es una serpiente?—pregunto atemorizada. Llevo minutos caminando con algo de temblor. Algunos animales me dan miedo.

—Solo es una cuerda ancha. Relájate, Hannie—rie por mis movimientos.

Sigo caminando. A pesar de mis pánicos con estas criaturas, no puedo ignorar simplemente el hecho de que la naturaleza es realmente hermosa.

Vuelvo a tropezar con una rama y caigo al suelo. Eso me pasa por andar de distraída, joder.

—¡Se supone que no tenías que dejar que me cayera!—lo miro indignada al ver como este obsrrva todo desde arriba sin siquiera ayudarme a levantarme.

—No soy tu noviecito todo caballeroso. Tu fuiste la que pidió venir aquí—se encogió de hombros y continuo con su camino.

—¡Y tu aceptaste!—me defiendo y casi....casi vuelvo a caer. Esta vez los reflejos me salvan y no consigo que suceda.

—Esto es como mi hogar. Vengo desde pequeño. Solo estoy cumpliendo mi papel de enseñarte

Camino hacia delante alcanzando. Me habia dejado atrás. Me crucé de brazos al ver cómo se comía un pedazo de manzana que recogió del desayuno. Yo apenas tenía ropa en este lugar. Seguía con lo mismo de ayer. Y no tenía hambre en absoluto.

Si, obviamente me molesta su falta de atención. ¡Es algo ridículo de su parte y de todos los malditos hombres en esta tierra!

—Deberias mor....—salto del susto. Habia visto un bicho extraño rodear mis pies. No se en qué momento me encarame en el cuerpo de Jungkook—¡Ah!

Jungkook niega al ver mi actitud. Pero me detengo a analizar como no me había bajado de su cuerpo. Yo estaba sujetada de su cuello con mis piernas por la parte derecha de sus caderas. Sus manos me sostenían los muslos con tranquilidad.

—No puedo creer que le tengas miedo a una simple iguana—¿Por qué mierda está caminando y no me baja? ¿Debería hacerlo yo?

—¿E-eh....no me vas a regresar al suelo?—pregunto algo nerviosa y cohibida. Este se detiene en seco y me mira a los ojos. Vuelve a negar con tranquilidad.

—Igual vas a volver a esta posición—masculla y suelta un quejido mientras me acomoda—El suelo está lleno de todo a lo que le tienes miedo. 

Guardo silencio un poco extrañada. La cercanía de su cuerpo con el mío causo un estremeciento en mi. Aún así, eso fue reemplazado rápidamente cuando Jungkook empieza a correr.

—¡¿Por que mierda estas yendo así?! ¡Solo camina y ya!—me quejo.

—¡Me gusta correr!—asegura con una sonrisa. Se claramente que lo hace para molestarme.

—¡Basta ya!

¿Que creen que hizo? Si, ignorarme.

Esta demas decirles que se detuvo cuando llegamos. Y por supuesto que le dije demasiado. También está claro que Jungkook me ignoro con facilidad. A el le importa una mierda todo. Eso me pone los pelos de punta.

Finalmente, llegamos. Jungkook me baja al suelo y observo todo detenidamente. El lugar estaba rodeado de muchos arboles de cerezo, estaba completamente hermoso. No habían muchos animales cercas, juro que sentí un alivio inmenso dentro de mi.

El lago está tranquilo. Puedo sentir el suave y relajante sentido del agua correr. Parece un río, en realidad, pero Jungkook prefiere llamarle lago y yo no estoy dispuesta en absoluto en llevarle la contraria.

—Es lindo esto aquí....—me acerco a la orilla y mis pies se mojan con el agua. Sonrió por lo tibia que está el agua—Entiendo por qué siempre vienes aquí cuando estás solo.

—No, realmente no lo sientes...—lo escucho decir por detras. Murmura algo inaudible, pero parece restarle importancia—¿Te bañarás?

Me giro y lo veo reírse. Me cruzo de brazos enfadada. No entiendo por qué pierdo los estribos de una forma u otra con cierto chico.

—¿Que sucede ahora?—cuestiono de mala gana—y si, me voy a meter. ¿Tienes algun problema con ello?

—¿Te bañaras con eso?—señala mis shorts de pijama riendo. Automáticamente me doy cuenta y abro la boca sorprendida

—Oh por dios....

—Te hubieras fijado en tu ropa antes de venir—sugiere con burla. Me enfado más, aún.

—Callate ya. Tu tampoco eres muy predecible—explico a la defensiva

—¿Y por qué me echas la culpa a mí?—alza las cejas sorprendido.

—¿Ahora tienes demencia? ¡No me dijiste que vendría a este lugar y me quedaría aquí! Solo tengo este conjunto. No se que ponerme después.

Se queda en silencio durante unos segundos. Se acerca. Ahora está posicionado frente a mi. Sus manos están a lo largo de su fornido cuerpo y la cabeza está girada a un lado, como si aun le divirtiera el asunto. Pone sus manos en mis hombros y me extraño. ¿Que demonios hace?

—Todo tiene solución en esta vida—sonrie

—¿Estas de broma?—me molesto más—¡Ya no me quiero bañar!—me alejo, de brazos cruzados y lo dejo atrás.

Comienzo a caminar por los alrededores, sumiendome en un silencio completamente extraño. El no musita algo, yo tampoco.

Siento sus pasos por el lugar. Pero pego un salto cuando siento su respiración cerca de mi.

—Te prestaré ropa. Anda—me giro con rapidez. Ya no estaba burlándose. Se encontraba tranquilo y sereno

—¿Como puedo estar segura de ello?—entrecierro los ojos. El se encoge de hombros

—La verdad, le ando regalando ropa a todas las personas que vienen a mi casa—alza las cejas— Si, aquí vienen muchas personas, no me apetece estar solo y las compañías solas no son lo mí. Así que le doy sudaderas a cualquier mendigo o chica que venga por aquí—expresa con sarcasmo.

Ruedo los ojos. Me acerco nuevamente a la orilla del lago. Esta claro que lo pensé más de una vez. Pero no tenía ni idea de la profundidad que tenía. Me daba algo de miedo. Solo me quedo parada observando.

—¿Ahora bañarse es quedarse ahí mirando?—lo escucho mascullar

—¿Puedes tirarte tu? Siento que puede pasarme algo si entro yo primero—miro mis dedos.

Su sonora carcajada es audible para mí. Es exagerada porque lo está haciendo durante mucho tiempo.

—¿Y ahora que? ¿Tengo aspecto de payaso?

—¿Piensas que te va a suceder lo mismo que en las películas?—deja de reir tan exageradamente y vuelve a la realidad—No te vas a ir por el acantilado ni vas a caer en otro mundo despues de una cascada. Madura.

—Demuéstralo—le reto. El niega—¿Que no es el lago de tu vida? Anda, entra y enséñame que está seguro para bañarse

—¿Por que tienes tanto miedo?—esta burlándose demasiado.

—¿Y por qué no quieres meterte?

—¿Confías tanto en mi? Puedo ser un experto en natación y tu ahogarte. ¿Como estas tan segura de que no te va a pasar nada si me meto yo primero?

—Porque eres Jungkook. El chico que siempre está pendiente de mis movimientos. Quien me ayudó a levantarme en la pista de hielo. Quien llegó y me ayudó a olvidarme de mis problemas. Eres ese chico que siempre está para mí aunque yo sea un completo desastre—respondo con una sonrisa

—¿Y ese Jungkook ya no está?—baja la mirada

—Claro que lo está—me acerco—Puedes decir que no. Tus ojos—agarro sus mejillas y lo hago contactar visualmente conmigo—Dicen otra cosa

Y entonces sonrío.

Por un momento me da la impresión de que le valieron mis palabras. Sin emabargo, Jungkook se separa de mi y se queda quieto. Estoy segura de que lo hará.

Busco estar cerca de la orilla y luego mis ojos lo examinan. Se quita su camiseta negra como un rayo de luz. Quedo perpleja al ver su espalda, aún así, intento disimularlo

Confirmado. El bad boy está más bueno que tú novio.

Tu te callas. Me estaba yendo bien.

Jungkook usa sus pies para entrar, pero al contrario de lo que mis pensamientos predecían, se tira de un fuerte salto. Quedo perpleja al ver las volteretas que dio en el intento. Parecía algo demasiado inusual e inefable.

Me acerco aun más y lo busco con la mirada.  Por un momento pienso que le había sucedido algo, pero no. El estaba ahí, disfrutando de las caricias que las aguas le brindaban a su cuerpo.

Sus ojos contactan con los mios en un simple milisegundo. Pero no aparto la mirada por lo hermoso que es su rostro, así estuviera mojado. Sonríe sin mostrar los dientes y su mano se mueve, haciéndome el gesto de que acerque.

Lo dudo por unos segundos. Aún así, recuerdo mis anteriores palabras y me acerco temblando. Por todas las volteretas de Jungkook y movimientos atléticos, me empecé a acobardar, debido al nivel de profundidad.

No entiendo por qué eres tan bipolar.

—¿Vas a venir o tengo que hacerlo yo mismo por ti?

Solo tirate. No te vas a morir.

¡Si puedo!

¿Crees que Jungkook lo va a permitir?

No dejo a mi conciencia decir más palabras. Salto al igual que Jungkook, pero al contrario de él, mi cuerpo no hace nada. Caigo en el agua y siento como el agua ataca todo en mi exterior. Empiezo a sentir que me hundo, e intento subir.

Malditas fuerzas que no tienes. ¡Te vas a morir idiota!

Los brazos de Jungkook me agarran por la cintura y ahora si empiezo a sentir como voy hacia arriba poco a poco. Por inercia, me sujeto de sus hombros y luego llegamos a afuera.

Siento el aire abofetear contra mi rostro, mis cabellos están todos pegados a mi cara, no me dejan ver nada. Jungkook, sin dejar nuestra posición, los aparta poco a poco, hasta que percibo su rostro. Por unos segundos me quedo inerte, hasta que veo algo en su rostro.

Su sonrisa.

Es completamente hermosa. Incluso puedo ver sus blanquecinos dientes. ¿Estaba feliz? Si sentía bien entonces.

Sonrió de vuelta y comenzamos a reír a carcajadas. No me suelta todavía. Tampoco quiero que lo haga. No sé por qué, pero su tacto en mi cintura me hace sentir completamente bien y segura.

—Debo parecer un pulpo con todo este cabello empapado—suelto rompiendo nuestro silencio. He de aclarar que no era incómodo.

—Siempre te verás linda, como sea que estés. —suelta. La sangre sube a mis mejillas y el corazón suelta un revoloteo—bueno, ahora pareces un tomate—rie. Sus ojos se achinan más de lo normal y rio junto a el.

—¿Como vamos a subir?—intento cambiar de tema. Su mirada fija en mi me deja algo confundida.

—Por allá—señala una parte mas lejos, donde se veía la subida.

—¿Por que no me dijiste que se ponía entrar por allí?

—Porque quería ver si sobrevivirias a lanzarte.

—Me atrapaste—le recuerdo

—Eres tu.

—¿Y si no fuera yo?

—Pues que se muera. ¿En algún momento tenemos que hacerlo no?—se encoge de hombros.

—¡Deja de ser tan malvado!—le pego. Se resiste mucho—¿Y por qué no dejaste que yo muriera?

—No respondo dos veces—replica mirando hacia otro lado

—Me refiero porque dijiste, que porque era yo—aclaro

—Haces muchas preguntas—cierra los ojos, exhausto. Y entonces, niega.

—Jungkooooook....!

—¿Hannie, deberías ser científica, sabías? Tu exceso de preguntas irritan.

—¡A ti te molesta todo, en absoluto! Y no quiero ser científica. Pregunto lo que se me dé la gana.

—Y yo respondo lo que se me dé la gana, también—añade.

Me rindo, pero no lo digo. Más si estoy con una persona extremadamente competitiva. Sus manos están en mi cintura, pero no la acarician. ¿Por qué me siento tan decepcionada por ello?

—Cuando era niña mi abuelo nos decía a mi y a Hari que los lagos ocultaban una historia....—

Cierro mi boca y no digo palabra alguna luego. Jungkook tenía su cabeza puesta en otro lado.

—¿No me vas a contar la historia?—vuelve hacia mi—Estaba esperando que hablaras.

Quedo atónita. ¿Entonces si quería escucharme?

—Pensé....que no me prestarías atención. Bueno, se veía que no te interesaba. — bajo la mirada.

—¿Por qué?—cuestiona sin comprender

—Porque cada vez que hablo con alguien....me excluye o ese tipo de cosas, como si no le interesara lo que fuera a decir y creí que tu tambien.

—No soy alguien, no soy todo el mundo, no soy el idiota de tu novio cara de Sunyu....—musita serio—¿Soy Jungkook, de acuerdo?

—¿Y Jungkook si quiere escuchar mi historia?—murmuro bajo.

—Jungkook escucharía hasta el tema más aburrido, solo porque lo dirías tú—aclara. Siento un aleteo en mi estómago. Quiero sonreír pero.....¡Vale! Si sonreí. Es que fue muy bonito lo que dijo.

—Bueno, cuenta mi abuelo que existía un lago mágico y misterioso en lo más profundo del bosque. La leyenda contaba que en el centro del lago vivía una hermosa ninfa de aguas cristalinas llamada Zephyra. Zephyra era conocida por su belleza y su canto melodioso que podía hechizar a cualquiera que la escuchara—comence

—Siempre es bonita—niega. ¿No puede ser alguna vez en su vida fea?

—Las ninfas no son feas! Es una de sus características. ¿No sabías?

—Entonces Lanie es una Ninfa.

Mierda, ya estoy roja de nuevo

—Bueno ya, sigamos—me estremecí un poco al sentir su dedo pulgar deslizarse suavemente por mis caderas—Muchos viajeros se aventuraban a acercarse al lago para escuchar el canto de Zephyra, pero pocos lograban regresar, pues caían bajo el hechizo de la ninfa y se sumergían en las profundidades del lago para siempre.

—Que idiotas son. Era obvio que ella tenía algo malo

—¡Deja de interrumpir siempre!—me quejo

—¡Solo soy mi opinión!

—Un día, un joven valiente llamado Erebos decidió desafiar a la ninfa y demostrarle que su amor era más fuerte que cualquier hechizo. Se acercó al lago al atardecer, cuando el sol pintaba el cielo de tonos dorados y naranjas, y escuchó el canto de Zephyra resonando en el aire.

—Ahora mágicamente no le pasa nada.

—Callate. No contaré nada—hago puchero. El hace un gesto de interés nuevamente

»Erebos cerró los ojos y se concentró en sus sentimientos más puros y sinceros. Con voz firme, le prometió a Zephyra que su amor trascendía cualquier encantamiento y que estaba dispuesto a luchar por ella.

—Cliché—Jungkook hace una mueca

»La ninfa, sorprendida por la valentía y determinación de Erebos, emergió de las aguas y lo miró a los ojos. En ese momento, una luz brillante iluminó el lago y se escuchó una melodía celestial que llenó el bosque de paz y armonía.

»Desde ese día, Erebos y Liria vivieron juntos en el lago, protegidos por el amor verdadero que habían encontrado el uno en el otro—Jungkook rueda los ojos al escucharme. Pero aun no termino—Entonces, Zephyra, al estar con Erebos, se desvanece completamente, dejándolo confundido. Nadie nunca entendió el por qué.

—Poe suerte no terminaron juntos. Ya estaba asustado de que fuera el típico "felices para siempre"

— Basta Jungkook

—Fue interesante la historia—ladea la cabeza—aunque está ninfa definitivamente no atrae a nadie con su canto—rie señalandome.

—¿Que estás insinuando?—enarco una ceja—no me has escuchado cantar para decirme eso.

—Supongamos que yo soy Erebos y tu Zephyra.

Mi cuerpo se tensa debido al nerviosismo.

—¿Por que?

—¡Estoy aburrido!

—Ya...—hago una mueca. Es infantil en algunos momentos.

—Soy Erebos y quedó completamente atraído por cada detalle de ti—añade. Yo asiento siguiendo su juego, así este cambiando los roles—Y tu no crees en mis encantos—vuelvo a asentir—yo quiero demostrarte que puedes sentir algo por mí, ¿que crees que voy a hacer?

Me quedo quieta y sin comprender.

—¿Tengo que responder? 

—Adivina

—Bueno, me prometerás que tu amor transciende todo tipo de cosas y abrirás las aguas, no?

—Mucha cursilería. Que va—niega haciendo una mueca

—Es lo que pasa en la historia.

—Esta no es la historia . Solo me estoy guiando.

—Bueno, no lo sé. ¿Me secuestrarias?

—Ya te tengo en mis brazos. No hace falta—sonrie

—Pero así parece que estamos hablando en sentido real

—Esta conversación es real. Lo único que no lo es, son los nombres. Todo lo que hemos hablado contiene pura verdad.

Mi cuerpo se descompone. Algo dentro de mi queda inmóvil. No puedo digerir sus palabras. Había dicho cosas muy profundas.

—Ya Jungkook. Déjate de tonterías, anda—le doy un pequeño golpe en la espalda—y me rindo. No puedo adivinar.

—¿No lo harás?—niego—Perfecto. Te responderé. Pero pregunta tú primero.

—¿Que harás, entonces, Jungkook?—pregunto nerviosa

—Besarte—responde. Y esta más que confirmado que me congelé. Mis ojos se abrieron de par en par y casi me caigo de sus brazos

—¿Ves? Si era una broma! ¡No juegues así Jungkook!

—Yo no he dicho que esto sea una broma—masculla en casi un susurro

Sus manos rodean con firmeza mi cintura, sintiendo el calor de su piel a través de la tela de mi blusa. El contacto es eléctrico, provocando un cosquilleo en todo mi ser que se extiende desde mis dedos hasta la punta de mis pies. Nuestros ojos se encuentran en un intenso juego de miradas que parecen comunicarse sin necesidad de palabras.

Creo que si está hablando en serio. Y se lo que va a suceder ahora.

Jungkook me va a besar.

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