Capitulo 18
—Jungkook....—intento calmarlo. Pero el vuelve a musitar algo.
—No se que es lo que me está sucediendo, no entiendo nada, pero esto es complicado, Hannie. Juro que si tuviera definición alguna, ya estuviera más que dicho, pero es imposible
—Está bien...—sonrío débilmente—No quiero que te sientas presionado. ¿Que quieres hacer ahora?
Se lo medita durante algunos segundos y luego, replica:
—Siéntate. Hablaré sobre mi. No quiero que sigas teniendo una idea errónea de mi persona.
Asiento. Estoy aliviada. Al fin Jungkook tendría la suficiente confianza en mi para hablar conmigo. Eso me hacía sentir mejor.
Hago caso a su orden y me dirijo al sofá. El lo hace después de unos minutos. Y queda sentado al lado de mi cuerpo. Me tenso un poco, sus piernas rozan con las mías, y no es casualidad. Siento que es intencional, a propósito y me estremezco por ello.
—No soy el chico perfecto que piensas que soy, Hannie—oculta sus ojos en sus manos—soy una total y completa mierda
—No eres perfecto, Jungkook—sonrio—eres una demostración de que los defectos pueden terminar acostumbrando a las personas de tu alrededor
—Por favor, no digas eso más—me detiene, alzando su palma izquierda—Realmente doy asco
—No creo que lo des. Aún no he escuchado tu historia, pero se que seguiré viéndote de la misma manera—aseguro
—Hannie...he detestado mi vida durante años. Cuando me volví un adolescente hice cosas que no estaban bien. Rompí más de dos autos, le robé a mis padres e incluso, me escapaba durante las noches para irme a beber cualquier mierda que me ofrecieran.
—A los catorce me drogué—confeso tensándose por completo—y lo peor es que seguí haciéndolo durante más tiempo. No era de las drogas ilegales, sino, lo hacía con medicamentos. Buscaba alejarme de la realidad de alguna forma. También...me cortaba mucho la piel.
Subió la bracera de su abrigo y me enseñó las cicatrices. Entreabrí mi boca sorprendida. Eso no me lo esperaba. Se me parte el corazón, al ver la forma en que ve sus heridas. Como si odiara todo de el.
—Se que soy una mierda, lo sé a la perfección. Y no solo eso. Cuando me aferro a algo pierdo el control. Por eso no suelo apegarme a nada.
—No quiero que pienses así de ti—acaricio su hombro—puedes lograr lo que sea que te propongas, solo debes no dejar de perseguirlo—le aseguro con una sonrisa
—Aun hay cosas que no estoy seguro de poder conseguirlas—su vista regresa al suelo, decepcionado—desearia poder lograrlas, pero es lo único que no he conseguido
—¿El grandioso Jeon Jungkook rindiéndose?—hago un gesto gracioso con mi rostro, frunciendo mis cejas mientras reia. —oh vamos, ¿como puedes decir algo así?
—Esta bien, no importa—sonrie—¿Sabes algo? Puede que parezca algo ridículo, pero jamás he llegado a una relación con alguien.
Me sorprendo. Demasiado. Muchísimo. Abro mis ojos grandemente y lo observo inquieta. ¿Acaso eso era posible?
—¿Nunca te gustó alguien? ¿Jamas perdiste la cabeza con una chica? ¿No sentiste atracción alguna vez en tu vida e intentaste siquiera ser correspondido?
—He dejado de creer en esas tonterías. Los noviazgos son una maldita perdida de tiempo. El béisbol merece más tiempo que el que le dedicaria a una chica.
—Hay algo detrás de esta frase tan escéptica, lo se—aseguro con una casta sonrisa
—Diste en el punto clave. —confirma—la diferencia es que ese "algo" simplemente es una demostración.
—Ya—miro hacia otro lado—¿y que te hicieron?
—Cuando era niño y adolescente, todos me odiaban, no tengo idea, jamás intenté hacer algo que dañara o molestará a alguien. Pero, todos me ignoraban. Todas las chicas se alababan de mi. Esas miradas de asco, son lo más doloroso que puedes recibir en tu vida. Pase mucho tiempo frente al espejo viéndome, ¿sabes? Me decía constantemente...¿Que está mal? ¿Por qué no quieren? Y simplemente, era mi imagen ante los demás. El odio constante de mi hermano lo hizo hacerme quedar mal en la escuela con todos.
—¿Tu hermano? ¿Siendo tu peor enemigo?
—Nunca supe la razón. Tal vez son celos—contesta y se encoge de hombros—Aunque mis padres jamás me prestaron atención
—Yo....lo siento mucho—bajo la cabeza
—No lo hagas por favor. Me harás pensar que me tienes lástima. No quiero que sientas eso por mi, Hannie
—No lo haré
—No me gusta contar este tipo de cosas, y tampoco quería que me vieras de esta manera. De seguro ya no quieres ni estar viéndome a la cara
—No juzgo a las personas por su pasado. No las odio por eso. Y conmigo, eres todo lo contrario. Y tuviste tus razones. Todo adolescente sin apoyo familiar hace locuras.
—Si, es eso. Joder, me entiendes tan bien
—Jungkook, no tienes que sentirte mal por lo que sea que te haya sucedido en esa etapa, ni por tus acciones. Tu cuerpo, no estaba suficientemente preparado para poder pensar con claridad. Estabas pasando por momentos pésimos, la depresión no es algo fácil de manejar, en especial si estás solo. Claro que te entiendo. Por eso...no quiero que te golpees constantemente con eso, ¿de acuerdo?—el asintió sonriendo—No tienes culpa de nada
—Sabia que era buena idea traerte aquí—sonrió
—Y que estúpidas son esas chicas, ¿sabes?—ruedo los ojos—Aunque fue lo mejor—aseguro tocando su hombro—No merecías a alguien que se dejaba llevar por los rumores y cosas que no son son ciertas, sobre todo cuando esa persona no te lo ha confirmado
—Eres jodidamente perfecta—susurra y sus manos atraen mi cuerpo débilmente hacia el suyo.
Todo dentro de mi se congela. Ahí mismo, tiemblo. Jungkook me estaba abrazando. Sus manos pasaron al rededor de mi cintura, econ los brazos envolviendo mi cuerpo. Apoyo mi cabeza en su hombro y lo sentí pasar sus manos por su rostro.
Me separé rápidamente y lo mire. Estaba llorando
—Tranquilo—acaricio su espalda—yo también lloraría si fuera tu. No te avergüences—sonrio
—Si supieran que estoy llorando delante de una chica sufriría bullyng por el resto de mi vida.
—Nadie sabrá nada—aseguro—puedes estar tranquilo.
—Realmente...no se que decir—confiesa
—¿Por que exactamente me trajiste aquí?
Jungkook se tensa. Su cuerpo queda completamente estático. No logro comprender un poco, pero luego lo noto al ver cómo deja de mirarme y se sumerje en un profundo silencio.
Me inclino a su cuerpo a poder verlo a los ojos. Tiene la vista en sus piernas, recordando sus manos sobre el sillón. Las observa como si fuesen lo más importante del mundo.
Ahí me doy cuenta que no sirve de nada. Me levanto rápidamente y suspiro dándome cuenta que esto no tiene sentido alguno.
—¿A donde vas?—cuestiona
—A preparar algo de comer para ti. No te ves muy bien—replico. Me observa desde el sofá sorprendido. Sus ojos se enrrabren un poco, está claro que no puede ni creerselo.
—¿Estas consciente de la hora que es?—me detiene. Bueno, logra que lo haga. A medida que habla, dejo de caminar.
—Si, Jungkook, lo estoy— hago una mueca con mis labios—Tambien estoy consciente de que seguramente no has comido nada en todo el día
—No estuviste aquí para saberlo
—Pero te conozco.
—No, no me conoces. Así que no prepares nada y no vayas a esa cocina.
—No lo has negado—aseguro cruzada de brazos—¿y sabes que significa?
—No
—Que me importa tres reglas lo que estés pensando ahora. No te dejaré dormir sin que algo haya caído en tu estómago. Tu me trajiste, ahora te adaptas a mi.
—¡No lo hice para que me alimentaras como un niño enfermo!—se levanta del sofá, enfadado
—Hasta los adultos necesitan tratos de estos alguna vez—sonrio con sinceridad. Intento caminar pero el, me retiene, sujetando mi muñeca derecha con su mano.
—No lo intentes
Sonrio, por sus frase. Me da igual cuanto me retenga. No me hago débil ante las palabras de nadie. Jungkook jamás será la excepción. Encurvo mis labios y mis dientes brillan en ese gesto. El pelinegro, me observa confundido
—Venga, no seas así de duro. De seguro eres un desastre cocinando—le halo del brazo y lo llevo conmigo a la cocina.
**************
Una sensación extraña invade mi cuerpo al abrir mis ojos. Veo a mi alrededor y me doy cuenta que la habitación era completamente diferente a la que veo todos los días.
No estoy en una litera, el cuarto es más grande y sofisticado y tampoco una ventana está detrás de mi cama.
¡Oh por dios! ¿Lo de anoche no fue un sueño? ¿Realmente estoy en la casa de Jungkook en el bosque? ¡Por el amor de dios! ¡No lo puedo creer!
Me levanto y miro todo sin poder creerlo o entender. ¿Como llegue aquí? Yo no recuerdo llegar a este cuarto específicamente.
Estupida memoria.
Olvido todos mis pensamientos y me concentro en bajar las escaleras, siguiendo el camino que recordaba de la casa. No se veía que fuera muy temprano. Probablemente Jungkook estaría despierto, ¿verdad?
Mi vista va de un lado a otro como si fuese un ventilador. Camino con pasos leves por toda la casa y aún así no lo encuentro. Debo de recalcar que toque las puertas de los demás cuartos y....tampoco lo encontré.
¿¡Donde jodidos estaba!?
Quedé atónita y confundida. ¿Y ahora que haría yo? Debería preparar algo para comer?
Bueno, no soy la mejor haciéndolo pero si se lo básico.
Me quedo mirando con detenimiento la cocina y lo analizo por más de 10 veces. Me acerco y reviso el refrigerador. Estaba lleno de comida.
¿De donde habia sacado tanta comida?
Estupidos ricos. Ojalá fuera así.
Saque vegetales, pan, jugo y todo tipo de alimentos del frió. No sabía muy bien, pero las comidas de ricos se desperdiciaban todo lo que las personas del clase media usaba en una semana.
Duele, pero es la realidad.
Comienzo preparando unas tostadas, y luego, estuve haciendo la masa de tortitas. No soy la mejor, pero ya he adquirido experiencia con el tiempo.
Una me sale buena y la pruebo, está exquisita.
No moriremos de hambre, al menos.
Saco las tostadas del horno y las dejo sobre la mesa, me dedico a preparar una leche de plátano especifica que hay por montones en el refrigerador. Tenía pinta de ser la favorita de Jeon. No tenía otro remedio.
Si, termine sacándola.
Rebusco entre las frutas una manzana, la corto y me como un trozo. Si, definitivamente estaban buenas.
—¿Que estás hacien....?—me giro. Jungkook yacía un poco sorprendido y sudado. ¿Que estaba haciendo? No tengo idea.
—Si piensas que me moriré de hambre por tu culpa, déjame decirte que tú cerebro tiene bajos déficits de razonamiento—aseguro y continuo con lo que estaba haciendo.
—¿Desde cuando estás despierta?
—Hace....—comienzo a responder—¿diez minutos...?—ladeo la cabeza levemente.
—Deberias enseñarme tus habilidades culinarias—sugiere lleno directo a la fregadera. Se lava sus manos, las seca y me mira con una expresión sonriente—¿te animas?
—Las habilidades no se enseñan—niego repetidas veces con la cabeza—es algo que se gana la persona o nace con ella
—Es solo una excusa para aprender a cocinar, Hannie. A veces eres tan tonta—rueda los ojos.
Abro la boca, ofendida. Me giro hacia el que estaba parado observándome de brazos cruzados y lo amenazó con una botella de ketchup. Este ríe y se cubre los brazos intentando apartarse, aunque mis brazos se mueven en dirección a el.
—¿Es en serio? ¿Vas a ensuciarme de esa cosa en mi propia casa? No caigas bajo. Podría echarte de aquí—amenaza. Sus cejas se alzan levemente retándome
Me acerco a el, dejando el pomo de un lado y ahora estoy a una distancia prudente de su humanidad. El cuerpo de Jungkook respira aceleradamente al ver mi cercanía. Juego con sus mechones que sobresalen en su frente y finalmente, suelto una sonrisita divertida.
—No lo harías—musito y este se sumerge en un profundo silencio—No tendrías el valor de echarme de tu casa. Tu mismo me trajiste y anoche, me dejaste muy en claro....—me acerco, Jungkook deja de parpadear—Que no podrías arrepentirte.
Y de repente, me alejo, mi sonrisa es cada vez más grande. Se queda procesando la información durante unos segundos y luego vuelve a si mismo.
—Diablos....—musita. Se queda mirando un punto fijo durante casi un minuto.
A veces quisiera leer sus pensamientos.
No se cuánto nos demoramos en un simple desayuno. Jungkook no se cansaba de agarrar lo primer que veía en la mesa. También se andaba quejando constantemente y preguntaba si algo tenía grasa o ese tipo de cosas. Se preocupa demasiado por las proteínas y mantener su cuerpo sano.
No pude evitar el hecho de conversar con el. Lo había visto extraño durante estas horas. No era el mismo. Se negaba rotundamente a contarme algo o explicarme por que estoy en este lugar. Aún así no lo presionaría. Eso solo empeoraría todo y lo echaría a perder.
No pude evitar escuchar un comentario suyo que realmente me había llamado la atención.
—¿De que lago hablas?—cuestiono. Jungkook se demora unos segundos en responder debido a que está aún con la comida en su boca
—Mhm....—bebe de la leche—queda cerca de aquí. Nadie va a allí debido a que queda muy lejos de la ciudad, pero como tengo donde quedarme, siempre termino allí pasando horas, me siento....menos solo
Me quedo procesandolo unos segundos. Luego, esbozo una sonrisa que lo hace mirarme confundido
—¿Que tengo en la cara?—inquiere inseguro
—Tus ojos, nariz y boca—respondo obvia
—Ya....—rueda los ojos—Comparte tus pensamientos conmigo, anda.
Me levanto de la silla. Recojo mi cabello en una coleta y observo todo afuera por una ventana. Veo en el clóset del fondo algunas cosas de viaje y sonrió aún más. Jungkook no logra comprender aún. Entonces, me pongo frente a el y lo miro:
—Nos vamos al lago
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Volví después de mucho tiempo y la razon es que había tomado la decisión de eliminar la historia ya que no se me hacía muy buena.
Pero en realidad a mi me gusta, solo lo veia desde la opinion exterior. Asi, que,....si esta historia no la sientes como algo que te agrade o algo estúpido, pues no critico tus gustos. Al contrario, te invito a retirarte y no hacerte daño .
Si por el contrario, estas aquí porque te gusta esta historia y quieres saber qué pasará mas adelante, pues perfecto. Gracias por estar aquí :3 te quiero muchísimo ♥️
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