Capítulo 2: El comienzo (parte 2)

Al día siguiente fue la misma rutina de siempre, solo que esta vez mi mente estaba lleno de pensamientos distorsionados, es decir, ¿Cómo podría confesarme en un día como éste así nomas? En el camino hacia la escuela me tropecé por culpa de un piedra que no me había dado cuenta que estaba frente a mío, estaba tan hundido en mis pensamientos que me resbalé y sentí un jalón evitando caerme contra en suelo.

Reaccioné e iba a dar las gracias pero al ver a Golden, me quedé embobado como un idiota mirándolo sin obtener ninguna respuesta suya, mi corazón se aceleró cuando vi que se acercó un poco disminuyendo una parte de nuestra distancia.

-"¿Te encuentras bien? Fede"- Dijo con una tierna sonrisa, me perdí en sus ojos tan hermosos, tanto que había ignorado su comentario hasta que pasó agitando su mano en frente de mi cara para reaccionar.

-"¡Ah! P-perdón, emm... gracias por ayudarme"-Le decía muy nervioso, tenía un molesto rubor en mis mejillas pero al parecer no se dio cuenta.

-"De nada, ten cuidado la próxima vez"-Me dijo despidiéndose con la mano y regalándome una de sus muchas sonrisas tan radiantes, me quedé contemplando su figura hasta que se adentró dentro del instituto.

-"¡Ya te vi Fefi!"- Félix me abrazó por detrás y yo giré la vista inseguro, me topé con una enorme sonrisa de oreja a oreja y una mirada pícara provocando un enorme sonrojo en mi rostro. –"¿Estás listo? Recuerda que es hoy en el receso, cuento contigo"-Me dijo para jalar mi brazo y correr dentro del instituto para entras a nuestra clase.

Tuve una guerra de pensamientos sobre cuál sería una confesión ideal y más pronto se quemó mi cabeza, literal. Suspiré desganado y me puse a anotar los apuntes, ignorando mis breves pensamientos.

Tan solo hacía falta una hora para que fuera nuestra hora de descanso y las gotas de sudor no paraban de salir de mi frente, estaba muy nervioso y no paraba de observar el reloj. Definitivamente no estoy listo.

La campana tocó y ya era descanso, estaba por huir al rincón más vacío y alejado de todos para esconderme, pero justo cuando quise salir primero del salón una mano me detuvo al sostener mi brazo. Miré atemorizado al dueño de dicha mano y tuve un mal presentimiento.

-"F-Félix..."- Sonreí nerviosamente al verlo, quizá sea exagerado pero estaba temblando del miedo cuando tenía una sonrisa fingida.

-"Fefi, ¿A dónde pensabas huir?"- Me dijo provocando a tragándome con mi propia saliva, a veces debo admitir que él es la única persona que me conoce perfectamente.-"Hicimos unas propuesta ayer, no lo olvidaste... ¿O sí?"-Me dijo acortando nuestra distancia, me estaba poniendo la piel de gallina y le negué enseguida.

-"N-No, para nada... solo...iba a buscar a Golden je...je"-Estaba cavando mi propia tumba, esperaré con ansias mis flores y la cena de tamales, esto era demasiado.

-"¡¿De verdad?! ¡Esa es la actitud! Entonces yo iré a buscar a Bon, ¡Te deseo suerte!"-Corrió a gran velocidad yéndose de lado contrario, me quedé petrificado como hielo sin saber qué rayos hacer.

"¿En verdad lo voy a hacer?"

Busqué por todas partes a Golden pero no lo hallaba, pregunté a sus amigos pero no sabían en dónde podría estar, lo di por hecho de que estaba en dirección o en clases y preferí irme a donde se encontraban las chicas, tomando como excusa la desaparición del rubio.

Sin embargo, pasé alado del salón de música y creo que me arrepiento un poco por ser tan curioso y observar por la puerta que se encontraba entre-abierta. No sabía de qué trataba pero me pareció haber escuchado el nombre del chico que me gustaba y eso hizo que cambiara de opinión.

-"Gol...den"-Escuché una voz masculina pronunciando su nombre con dificultad, parecía exhausto como si estuviese cansado a lo que al girar mi vista al salón me asomé por el espacio entre la puerta y el marco para observar mejor la escena.

-"Que tierno eres... Freddy"- Escuché su voz, se trataba de Golden... Estaba besando a su compañero mientras le quitaba los botones de su camisa.

No supe cómo reaccionar al ver que Golden estaba de espaldas y acorralando al castaño contra el muro, donde se encontraban la mayor parte de los instrumentos. Me tapé la boca debido a que no quería hacer ningún ruido, me sentía mal.

-"T-Te amo... Golden"- Escuché las palabras del castaño, sentí una sensación desagradable en mi interior y solo pude huir de ese lugar, mantenía la frase que había dicho Golden a Freddy antes de irme por completo.

"Yo también, osito"

Ver que la persona que me gusta estaba haciendo tales cosas con un compañero de clase era muy inesperado, jamás se me ocurrió que él era ese tipo de persona.

Pero ¿A quién engaño?

-"Ya sabía que yo no era la persona que le gustaba"-Dije en voz bajita, desde un principio sabía que no le gustaba ni un poco, pero aun así hice caso a lo que me decía Félix y fue en vano, no hay nada que se pueda hacer.

Las clases pasaron y yo seguía ido pensando en la escena que había visto, fui rechazado tan indirectamente que me sentía patético, era obvio que alguien tan perfecto como él nunca se fijaría en alguien tan sencillo como yo.

Y aun así, puedo sentir mi corazón quebrarse en mil pedazos...

Así que así se siente cuando te rompen el corazón ¿Verdad?

Tan agrio y ácido, tan débil, tan doloroso y decepcionante, no lo entiendo... Esto es lo que le llaman ¿Amor no correspondido?

Al pase de tiempo llegó la hora de la salida, las clases acabaron finalmente y al fin, podía irme a casa. Ahora solo debía esperar a Félix.

Me pregunto si a él le fue bien con Bon...

Pasaron 20 minutos y mi amigo no llegaba, incluso vi cuando Golden se fue con Freddy a sus respectivas casas junto con sus amigos.

-"¡Fefi!"-Me gritó alarmándome, miré hacia atrás y me abrazó como siempre suele hacerlo, un sentimiento de alivio sentí al verlo tan sonriente como siempre. ¿Podría ser que Bon le correspondió?

Nos fuimos de camino a casa, me sentía mal por todo lo que pasó hoy pero preferí mantener la sonrisa para evitar preocupar a mi mejor amigo, después de todo no quería echar a perder su felicidad con mi mala noticia.

-"Fede... ¿Te parece bien si nos desviamos un poco? Quiero ir a un lugar antes de volver a casa"-Me dijo, me quedé pensando un minuto ya que realmente no quería salir ahorita pero al mismo tiempo, pensé que no sería tan mala idea. Sería bueno que me distrajera un rato con mi mejor amigo, podría animarme...

Nos fuimos caminando por otra ruta y fuimos al lugar que él quería; una cafetería.

-"¿Qué estamos haciendo aquí?"-Pregunté algo extrañado al ver el dicho lugar, él me miró con sus ojos brillantes y me arrastró hasta dentro del lugar. Por alguna razón, estoy comenzando a sospechar algo...

-"jeje perdón por llevarte acá pero, ¡Quería probar esto!"- Me decía señalándome en su carta un canellé y un chocolate caliente. Llegó el mesero a tomar nuestra orden, él le dijo primero lo que quería, para después mirarme.

-"Yo solo quiero una malteada de chocolate, por favor"-Dije sin mucha importancia, miré a Félix quien parecía estar de buen humor pero algo me hacía dudar en él.

-"Aquí están sus órdenes, caballeros"- Nos dijo el joven apuesto para después irse, solo se escuchaban las risas de Félix y su voz al contarme alguna que otra travesura de Abby.

"Así que era eso..."

-"Félix"-Le llamé a lo que él guardó silencio mientras mantenía su sonrisa en el rostro.-"¿Qué pasó con Bon?"- Su expresión cambió automáticamente, ya no sonrió pero ahora mantenía fijo su mirada hacia abajo, no pude divisar su rostro.

-"¿Por qué... de repente?"- Preguntó abrazándose a sí mismo, su tono de voz dejó de ser alegre, estaba sollozando con intensidad. Parecía una persona diferente.

-"L-lo siento, es solo que... hasta ahora en ninguna de tus conversaciones has hablado de Bon como antes solías hacerlo, así que..."-Le decía, solo pude pensar que él también...

-"Me rechazó"- Me dijo moviendo en círculos la cuchara dentro de su chocolate, regando la espuma y manchando su canallé del mismo líquido hirviendo. El ambiente se tornó muy tenso.-"¿Y a ti cómo te fue?"- Me preguntó, lo cual me sentí nervioso, quería encontrar lo que quería decir para sonar convincente pero, ¿Acaso no estamos en las mismas?

-"Igual..."-Dije, desvié la vista hacia un lado sin dejar que mi amigo me viese triste, jugué con mis dedos y bajé la vista hacia abajo.

-"Que estupidez ¿Verdad? Ja...jaja"-se rio forzosamente a pesar que lucía a punto de desmoronarse por completo, nos quedamos en silencio un rato más, era increíble que los dos estemos con el corazón roto.

Ése día Félix se durmió en mi casa para llorar toda la noche, yo estaba con él, apoyándolo en lo que fuera y aun así...

Pasaron dos días desde la confesión y Félix no tuvo valor de regresar a la escuela, estaba preocupado y estuve decidido a visitarlo, pero justo cuando llegué y entré a su departamento.

-"¡Qué bueno que te veo Fede! Necesito hablar contigo"- Me jaló del brazo y me hizo sentar obligatoriamente en uno de sus sillones, me ofreció un poco de agua con hielo y se sentó en frente.

-"¿Qué sucede? ¿Por qué has faltado a la escuela?"-Le pregunté, él me miró con una sonrisa triste y sin brillo en su mirada, parecía estar acabado y con las ilusiones rotas.

"Parecía estar sufriendo"

-"Quise tener mi espacio, pero ¡Ese no es el punto!"-Me dijo poniendo una cara malhumorada y de nerviosismo. ¿Qué está tramando? –"Te propongo algo"-Finalizó.

-"¿Otra vez? Mala idea, no lo haré"-Dije pero al cabo de segundos acepté escucharlo al ver sus ojos de cachorro, quedando en vergüenza total.

-"Muy bien... seré muy directo, quiero que seamos amigos con derecho"- Me dijo casi una sonrisa de picardía, sus palabras me golpearon muy fuerte que no supe cómo reaccionar, estaba en blanco y me sentía raro.

-"¿A-Amigos con derecho?"- Le dije muy confundido, es la primera vez que escucho un término de ese tipo pero al parecer Félix aún no ha dicho el propósito, después de todo, no sería capaz de hacerlo con él, demasiado vergonzoso.

-"Así es, aunque claro, ¡No habrá sexo! Eso te lo puedo asegurar, sería incómodo hacerlo con la persona que no te gusta ¿Cierto?"-Me proponía con una actitud calmada, incluso parecía dudar consigo mismo. No parecía estar bromeando en lo absoluto.

-"Félix... no creo que debamos hacer esto"- Le dije, siendo sincero no sería capaz de hacer ese tipo de cosas con él, no en este momento cuando estoy con el corazón roto.

-"¿Por qué no? No lo pienses mucho, no es como si estuvieras enamorado de mí, no le veo el problema"-Me decía, sus palabras me dejaban mucho qué pensar, pero también, desconocía de sus intenciones.

-"¿Por qué quieres hacer esto? ¿Por qué no rendirse solamente?"- Apreté mis manos en puño y no tuve valor de mirarlo a los ojos, era incómodo. Muy incómodo.

No lo entendía, no le veo el caso de hacer algo así.

-"No puedo, estoy realmente enamorado de él... no puedo olvidarlo"-Me dijo notando en su voz mucha tristeza, le miré de reojo y pude observar una lágrima brotar de sus ojos húmedos.

-"Sigo sin entenderlo... ¿Qué ganas haciendo esto?"-Le decía preocupado recargándome hacia atrás, crucé mis piernas de lado para cambiar posición.

-"¿No es obvio? Quiero imaginarte que eres él, quiero sentir lo que es ser amado... puede que se escuche egoísta de mi parte pero... es la única forma que puedo acabar con mi sufrimiento. ¿No sientes lo mismo con Golden?"- Me dijo mirándome con tristeza, una lágrima se asomó por debajo de su pestaña y rodó por su mejilla, me estaba viendo como si fuera su única esperanza. Algo que no estuve de acuerdo.

-"No puedo hacerlo, lo siento"- Le contesté, él me miró confundido y refunfuñó con molestia, me paré de mi lugar y él me detuvo jalando mi brazo.

-"¿Por qué no? ¿Acaso no somos amigos? ¡Por favor! Es lo último que te pediré"- Me rogó con lágrimas en sus ojos, esto se estaba yendo de las manos y sus excusas no eran más que para consolarse, no estaba pensando en mí.

-"¡No lo haré! Entiéndelo, no soy esa clase de persona"- Le dije apartando mi vista y evitar ver su rostro, por una parte me dolía verlo tan deprimente pero esto es ir demasiado lejos. ¿Qué pensará Golden de mí?

-"¿Qué pensará Golden de ti? Eso es lo que te preocupa... ¿No?"-Me sorprendí bastante, eso fue inesperado como para reaccionar.

-"E-eso no te incumbe, no me vas a convencer, ya te dije"-Esas fueron mis últimas palabras que le había dedicado antes de dirigirme hacia la puerta.

-"Puedes pensar en mí como si fuera Golden, tú también estas sufriendo a pesar que lo niegas, sé que quieres hacerlo, te conozco perfectamente Fefi"- Ignoré estas palabras, él no sabe lo que dice... En parte tiene razón que ahora mismo estoy pasando por un mal rato pero... no quiero ser utilizado como sustituto.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Continuará...


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top