Aroma

— ¿Alguien ha visto mis llaves?, ya voy muy tarde—la Omega andaba de arriba para abajo alistando todo.

—Aquí están— Bastian le entrega el llavero en las manos.

— ¿Por qué esa cara hermanito?

—Sé que quede en llevarte a tu examen de manejo ratita, pero me hablaron de la universidad y debo ir a un simposio para lo de mi posgrado.

—Bastián— hace un pequeño berrinche —papá ya se fue, y mi madre tiene un compromiso con la manada.

—Perdon ratita, te lo compensare.

—Agendare la cita para otro día.

Suspira resignada y toma su teléfono, antes de marcar recibe una llamada.

 

—Holi manzanita, oye iré por unos bizcochos, ¿quieres que te lleve algunos?

—¡Yoongi!¿puedes hacerme un favor?

—Claro, solo dime donde y yo lo asesino.

—¿Me llevarías a mi examen de manejo?

—Claro ¿Cuándo es?

—En media hora, te mando la dirección de mi casa por WhatsApp.

—En diez estoy ahí.

 

En menos de diez minutos estaba  afuera de la casa de Glory, venia comiendo un bizcocho relleno y le da uno a la Omega.

—Te diré por dónde ir.

—Como ordene madame.

Llegan casi barridos hasta la oficina de tránsito.

—Servido señorita, su tarifa variable con el chofer de Uber Min Yoongi  es de un total de dos besos en la mejilla—  Glory le dedica una sonrisa y besa al alfa en las mejillas —de haber sabido que si me los darías, los hubiera pedido en los labios.

—Gracias, me salvaste.

—No pasa nada, aquí te espero.

—Vas a perder clases.

—Tengo buen promedio tranquila, además eso significa más tiempo juntos—saco otro bizcocho de la bolsa y la corrió para que fuera a dar su examen.

Cuando salió de este, vio que Yoongi  estaba hablando con varios policías, todos se veían como bueno amigos, y se escuchaban sus risas por el lugar.

—Bueno chicos los dejo ya salió mi amiga— estos se despiden de él, y camina hacia Glory.

— ¿Qué hacías?

—Bueno como me aburría un poco, me tope con esos policías que tomaban café, y pues entablamos una conversación tranquila, ¿Cómo te fue?

—Muy bien, me toco un instructor amable, la semana que viene me dan la licencia.

—Perfecto, ¿quieres ir a comer algo para celebrar?, al fin ya perdimos clases, volvamos esto una cita.

—Solo porque estoy de buen humor.

—Perfecto ¿a donde vamos?

—Por aquí cerca hay un IHOP, ¿te gustan los pancakes?

—El que diga que no le gustan es un psicópata, vamos por esos pancakes.

En cuanto llegaron al lugar, Yoongi ya se estaba llevando bien con las meseras, le dieron mesa rápido, y no tardaron en llevarles su orden.

—¿Cómo es que logras llevarte tan bien con todo el mundo? —comienza a preparar el café —tienes un carisma interesante.

—No creo, solo que me gusta platicar con las personas—esparce miel en sus pancakes mirando tranquilamente a Glory —además ser así me llevo a conocerte.

—Tienes razón, es agradable platicar contigo, es lindo poder estar con un alfa en plan de amigos sin sentir a cada momento que me quieren comer— su Omega siempre estaba muy relajada junto a Yoongi, de una manera casi instintiva.

—Bueno es que si tienes apariencia comestible—sonrie cortando un trozo enorme de su comida—pero no somos malos, solo no nos sabemos controlar en ocasiones, ser medio brutos es como un don tambien —mete el trozo de comida a su boca.

—Tienes razón —tambien comienza a preparar sus pancakes —mis hermanos son los mejores alfas del mundo —corta un trozo —pero cambiando de tema, esto ya cuenta como una cita, así que dime ¿Cómo logras controlar tu aroma?

Yoongi sonrió bebiendo de su café.

—Es muy simple, ¿Sabes?  nuestro aroma cambia según nuestro estado emocional, así que desde que soy pequeño sentía curiosidad por todo lo que conlleva esto, y me di la tarea de investigar, —corta otro trozo de pancakes—  provocaba  situaciones de diferentes tipos para tomar notas de como reaccionaba mi aroma, es decir me hacia llorar cortando alguna cebolla, ver como era mi aroma mientras veía programas graciosos, y conforme fue pasando el tiempo mi instinto fue como evolucionando a tal grado que pude disminuir mi aroma o aumentarlo según mi beneficio—come un poco más —creo que mis padres sean científicos ayudó a mi curiosidad.

— ¿Entrenaste tu capacidad de liberar feromonas?

—Así es, es muy simple los omegas lo hacen todo el tiempo, cuando tienen cachorros, empiezan a liberar feromonas para calmar a sus cachorros si estos están inquietos, esta en la naturaleza de los lobeznos, otro ejemplo es el celo, nuestros aromas se intensifican para poder ser mas atractivos para el opuesto al momento de copular, claro que también nos afecta de mala manera porque nos quita cierto control sobre nosotros mismos.

—Lo haces sonar muy sencillo, si así fuera todos lo podrían hacer.

—Pues es solo el hecho que estamos acostumbrados a lo que nos dice nuestra naturaleza, nos guiamos mas por instinto que por lo racional, no es normal luchar contra lo que somos— la miro arqueando una ceja.

—No deberías de regañarme, que más daría por poder controlar mi aroma.

—Puedo enseñarte, no se si funcione con otros, pero no está demás tratar, mis padres no pudieron y mi hermana tampoco, supongo que no es para todos, pero me imagino que tu podrías no sé porque.

Terminaron de almorzar mientras Yoongi le explicaba un poco más como es que fue poco a poco logrando el control de su aroma, Gley estaba muy interesada, era extraño verlo hablar de manera tan centrada y sería, cada vez entendía más porque decían que era un prodigio en la universidad.

 Salieron del IHOP dirigiéndose a un parque no tan concurrido, Glory aún no se sentía con la confianza de contarle lo que le había dicho la doctora respecto a su don de mando, quería sentirse segura con Yoongi antes de revelarle cualquier cosa.

—Primero que nada, debemos quitarte las pulseras.

—Espera —se sujeto una de las manos algo nerviosa.

—Confía en mí, no me volveré loco lo prometo.

Glory extendió las manos para que Yoongi le quitra ambas pulseras, se las entrega para que las guarde en su bolso. En eso el aroma de Glory comienza a hacerse notar bastante, Yoongi se relame los labios y suspira.

—Si que tienes un problema manzanita, tu aroma es muy embriagante— siente como se acercan dos jóvenes que estaban caminando por el parque Glory se comienza a sentir nerviosa y trata de sacar las pulseras, pero el alfa la detiene, se coloca aun lado de ella y les gruñe a los jóvenes, casi noto como las orejas de esos alfas se agachaban en sumisión ellos se alejan de la pareja.

—Bueno lo primero que debemos hacer es que te calmes.

— ¿Tu estas bien?

—Perfecto— levanto su dedo pulgar y se sentaron en una de las bancas del parque —bien creo que tu ya tienes cierto dominio con tu aroma, pero no eres consciente de ello— le toma las muñecas —tus pulseras son como tu candado, me imagino que casi nunca las quitas.

—Solo en casa, pero no por mucho y solo cuando voy a dormir o bañarme.

— ¿Y cuando las quitas en casa, notas si tu aroma sube de nivel?

Glory se pone a pensar, entonces se da cuenta que cuando se las quita en casa no sube tanto su aroma, incluso cuando fue la fiesta de su hermano no estaba tan intenso.

—Creo que no sube tanto, no como ahora— El aroma comienza a aumentar aun mas

—Manzanita debes de no alterarte, ya me esta costando trabajo no querer oler tu cuello.

—Lo siento, creo que mejor si me coloco las pulseras.

—No, espera— Yoongi cierra los ojos y respirara tranquilo un par de ocasiones – Ya estoy bien, tranquila, lo que quería decir es que tus emociones están muy controladas teniendo las pulseras, tu sabes que ella te ayuda mucho, y que alejan a tus depredadores, es por eso que cubren bien tu aroma, pero con la intensidad que tienes en realidad estas pulseras deberían de servir casi nada, si te las colocas en este momento el aroma de tu hermano se verá opacado por el tuyo.

Glory comienza a sentir el aroma de Yoongi y sus nervios desaparecen, entonces su aroma comienza a bajar un poco, sin quererlo cierra los ojos y se le acerca más al alfa olfateándolo.

— ¿Ya más tranquila? — solo asiente con la cabeza —bien ahora, trata de ir disminuyendo el uso de las pulseras, primero en tu casa lógicamente, cuando sientas que tu aroma ya no se pone tan loco sin ellas, sal sin ellas, pero siempre en compañía de alguien que te de tranquilidad, puede ser cuando estés con tus hermanos, o tus amigos.

—En este momento te tengo tanta envidia, si desde pequeña hubiera sabido de esto mis problemas hubieran sido menores.

—No es un dato que este por ahí en cualquier libro, tuve bastante tiempo practicándolo, veras que muy pronto anduvieras más segura, además eres cinturón negro y una luchadora de kickboxing casi mortal, no es como si estuvieras totalmente indefensa.

—Espero y tengas razón, se que te he pedido varios favores en un solo día, ¿puedo pedirte solo uno más?

—Claro, solo que te costara algo este último favor.

—Aun no te digo que es.

—Aun así, debo tener algún beneficio, dime que necesitas.

—No le digas a nadie que me están enseñando esto.

—Descuida no es como si muchas personas supieran que puedo hacerlo, te lo dije a ti, porque somos hasta cierto punto similares.

—Gracias, ¿Cuál será el precio?

—Algo muy sencillo— la toma de la cintura y la acerca bastante hacia él,  Yoongi coloca su nariz en el cuello de la omega muy pegado al lugar donde se concentra su aroma, entonces respira de manera profunda solo roza su nariz en su cuello, después solo se separa de ella —Deuda saldada.

Glory confundida lo mira directo a los ojos

— ¿Esto es todo? — se siente inquieta y ansiosa.

— ¿Querías más? — le sonríe

—N..no solo que..si eres muy extraño—le hace un puchero.

—Es raro que me descontrole con el aroma de una omega, pero debo admitir que el tuyo es muy adictivo, solo quería respirar un poco mas ese dulce aroma, y estoy feliz con el resultado— se levanta de la banca y le extiende la mano —vámonos antes de que si te pida algo más.

Todo lo que resta de la tarde se la paso platicando con el alfa, en realidad se divertía con él, era como estar con sus amigos, se sentía cómoda, no necesito las pulseras en toda la tarde, le mando un mensaje a su hermano que ya se encontraba en casa, solo se fue directo a su cuarto a dormir todo lo que quedaba de la tarde noche, no se quitó la blusa que uso ya que el aroma de Yoongi seguía en ella y se sentía muy calmada oliéndolo, era extraño pero muy agradable

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top