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Jungkook aún buscaba excusas para poder ver a Jimin, como por ejemplo ahora que iba de camino a su hogar temporal solo para informarle que Yunjin saldría más tarde del kinder por una actividad que tenían, algo que podía decírselo fácilmente en un mensaje y algo que probablemente Jimun ya sabía, pero aún así.

Los días pasados habían sido un infierno para él, sentía que había enfermado incluso, podría toser todas las espinas que rasgaban sus pulmones y corazón.

Había estado lejos de Jimin por muchísimo tiempo supo sobrellevar el dolor de tenerlo a kilómetros lejos de él, pero esta vez al tenerlo y volver a perderlo era algo que sencillamente no supo sobrellevar, se sentía enfermo. No había comido, no había dormido y ni siquiera había bebido agua, en cualquier momento hubiera sido internado por deshidratacion si no fuera por su hija que siempre metía snacks en su boca, "los hijos saben" es lo que había escuchado por ahí y eso solo le hizo sentir peor, porque su miseria era tan palpable que su Yunjin la había sentido.

Por eso es que tomaba una decisión tonta, una vez más, solo quería sentir el aroma de Jimin y ver su rostro, después podría volver a tratar de beber agua.

Así que ahí estaba, mirando sus pies mientras esperaba a que Jimin le abriera, tardó unos diez minutos y rodó sus ojos al verlo detrás de la puerta, era de esperarse que no quisiera saber nada de Jungkook, se lo había dejado en claro. Aún así Jungkook se sentía tan herido como un niño pequeño.

"Hola." Saludo tratando de sonar animado.

"Pasa." Jimin le dio la espalda, fue cuando noto su aspecto. Llevaba una pañoleta atada en su cabello, unos guantes de aseo y las mangas suspendidas, andaba limpiando. "¿Día de limpieza?"

"Sí, pienso dejar tu casa impecable cuando me vaya." Dijo con un tono sarcástico y a la vez enojado. "¿Para que viniste? Cómo ya viste, estoy muy ocupado."

"Oh...uhm, quería avisarte que Yunjin saldrá tarde del kinder."

"Ah." Suspiro llevando sus manos a su cabeza. "Lo había olvidado, hoy es mi día con ella." Hizo una mueca quitándose los guantes y dejándolos sobre un pequeño balde, tomo su celular y se sentó en una silla. "Dios, soy un imbecil, ¿como pude olvidarlo?"

"¿Pasa algo? ¿Tenías otros planes?" Pregunto.

"De hecho si, pensaba terminar de empacar y llevar mis cosas a mi casa." Dijo mientras miraba su celular, buscando alguna salida a su gran alboroto.

"¿Ya te iras?" Camino hacía él con el ceño fruncido y confundido, creía que tomaría las cosas con calma.

"Claro, ¿pensabas que me iba a quedar toda la vida acá?" Dijo en un tono burlón.

"No. Solo que pensé que lo harías relajado y no de un día para otro."

"Quiero ir a mi casa, no me siento cómodo acá."

"¿Por qué?"

"Porqué el dueño de casa siempre viene a perturbar la poca paz que me queda."

"Perdón por hacerlo." Se disculpo, aunque no fuera dirigido a él.

"No hablo de ti, hablo de tu esposo." Se levantó de la silla, caminando lejos de Jungkook. "Pero dile que se quede tranquilo, que hoy mismo me voy y dejaré la llave en su oficina si quiere."

"¿Qué te dijo?" Siguió los pasos de Jimin, tratando de alcanzar su andar, caminaba rápido mientras alzaba una que otra caja para guardar sus pertenencias, ignorando la presencia de Jungkook.

"Nada." Puso la caja en el piso y comenzó a meter las pertenencias de Yunjin, ella siempre dejaba sus cosas con Jimin y también tenía sus propios juguetes que se habían quedado con su padre omega. "Ahora, si ya me dijiste todo lo que necesitabas, por favor vete que tengo que aligerar mi trabajo antes de ir por Yunjin."

"¿Pero por qué te apresuras? Puedes irte mañana, esta casa es mía y de mi madre, Minho no tiene porque venir a hacerse pasar por el dueño."

"Es tu esposo ¿no?" Sonrió. "Todo lo tuyo es suyo y todo lo suyo es tuyo."

"No es así." Susurro. "Pero si tanto quieres acabar, puedo decirle a Yunjin que tienes otros pendientes y que mañana estarás con ella."

"¿Y dejar que mi hija siga teniendo más inconvenientes arraigados a su niñez? No gracias. Iré por ella y ya veré que hago con todo esto."

"¿Más inconvenientes?" Frunció el ceño.

"Imagínate ser una niña pequeña y que de un día para otro tu padre alfa aparezca, ponga una demanda y te separe del padre que te crío, para que te lleve a una casa que no conoces a vivir con el maniático de su esposo." Siguió hablando desde su enojo mientras metía los últimos juguetes en la caja.

Jimin atino a lo de maniático esposo, pero todo lo que salía de su boca era producto del enojo, algo que Jungkook sabía y no se dejaría llevar por esas palabras huecas. Quería estar bien con él.

"¿Insinúas que no me preocupo por mi hija?" Pregunto sintiéndose atacado.

"No dije eso." Soltó una risa corta. "Pero si te queda el saco." Se encogió de hombros. "Debí de haberme pagado un mejor abogado, ahora no tendría que estar pasando por todo esto, ya que tu esposo se siente atacado por mi presencia y la de mi hija ¿Qué me pasaba en la cabeza cuando no acepte la ayuda de Eunwoo?"

"Jimin."

"Sí hubiera aceptado la ayuda externa para pagarme un muy buen abogado no estaría aquí, no hubiese escuchado todas las mierdas que TU esposo vino a decirme, no me hubiera rebajado a ser la calentura de mi ex." Siguió carraspeando en contra de los sucesos pasados, golpeándose en su cabeza arrepentido de no haber tomado otras decisiones.

"Si no me hubieras ocultado la existencia de Yunjin nada de esto hubiera pasado." Dijo en su defensa, quería ser dejado de ver como el villano de la historia de Jimin.

Él solo era una víctima de las acciones de un tercero que se empeño en colocar espinas en sus palabras y miradas.

"No, hubiera sucedido igual." Dijo Jimin, se levantó del suelo, tomó aire y fue a pararse frente a Jungkook. Sentía rabia cada vez que lo veía, porque 1) aún conservaba mucho odio por él, y 2) porque solo quería abrazarlo y recostarse en su pecho. "Porqué tu maniático esposo de todas formas me hubiera atormentado."

"No es así."

"Claro que sí."

Ambos se miraron con frialdad, Jimin estaba empeñado en herir a Jungkook mientras que Jungkook solo quería mantener las cosas calmadas, pero ambos querían abrazarse.

"Porqué de todas formas, nada borra que me hayas engañado con mi hermano." Dijo Jimin, una vez más sintiendo como todo dentro de él se desarmada con tan solo mencionar el evento más doloroso de su vida. "Sí tu jamás me hubieras engañado, si no hubieras sido un COBARDE, poco hombre, como para engañarme con mi propio hermano y dejarme plantado el día de nuestra vida, nada de esta mierda pasaría." Soltó otra risa, el colapso dentro suyo se reflejaba en ella. "Sí tu, maldito cobarde, nunca hubieras arruinado lo nuestro nada de este infierno hubiera pasado, de tus errores nacieron nuestra miseria, Jungkook."

Las palabras de Jimin dejaron en silencio a Jungkook, no sabía que decir, él pensaba lo mismo, solo que la información de Jimin era errónea. Jamás lo engaño con voluntad, jamás fue consciente cuando sus manos tocaron a su hermano, no fue consciente del engaño que cambió y arruino su vida para siempre.

"¿Y sabes? Empiezo a creer que eres igual a mi hermano, después de todo, esa clase de gente se atrae y permanece junta. No me sorprendería que ambos se hayan partido de risa cuando le contaste que el cualquiera de Jimin se dejó encamar solo por unas bonitas palabras." Volvió a soltar la misma risa, ahogándose en el silencio de Jungkook, aprovechando el silencio para seguir atacando. Lo odiaba con todo lo que era y lo amaba con todo lo que fue y sería. Solo quería liberarse de su enojo. "Tu silencio solo me lo confirma."

"¿Y qué quieres que te diga?" Respondió serio. Perdido en todo el hablar de Jimin, hipnotizado por las espinas que reposaban en su garganta.

"Dime que es lo que hice mal." El enojo le llevaron a la tristeza. Siempre lo hacían, más cuando había estado enojado por cinco años. "Dime que fue lo que te hizo darte cuenta que soy poca cosa, dime que te atrajo de mi hermano que no viste en mi." Su enojo solo era tristeza camuflada entre palabras hirientes y punzantes, sus ojos cristalinos y su voz temblante demostraban aquello.

"Jimin, basta." Cualquier intento que Jungkook tuviera para apaciguar a Jimin no funcionaria, además, el estado del omega solo lo lastimaba y quería dejar de sentir aquella punzada en su corazón. "Mejor déjame ayudarte con estas cajas." Quiso evadir el tema, no sabía como contestar a todas las preguntas y acusaciones de Jimin.

Nunca lo sabría.

"¡No!" Tiro la caja que Jungkook tenía en sus manos al piso. "Quiero que me respondas, DIME, ¿que fue lo que te ato a mi hermano para que permanecieras a su lado? ¿que tiene él que no viste en mi? ¿cómo te conquistó? ¿desde cuando se veían? ¿alguna vez...te arrepentiste de haberme conocido antes a mi que a él?" Era fácil que sus lágrimas corrieran por sus mejillas, siempre que se trataba de Jungkoon se le hacia fácil. "RESPONDE."

Jungkook llevó sus manos a las mejillas de Jimin, limpio la lágrima que pasaba por su pulgar y lo miró a los ojos.

"No pienses en eso, nadie jamás tendrá lo que tu tienes, Jimin, nadie es tan especial como tú, tú eres-" Fue interrumpido.

"¿¡Entonces por que me dejaste?!" Reclamo separando a Jungkook de su cuerpo, no soportaba tenerlo cerca. "¿¡Por qué si tan especial era!? ¿¡Ah!? ¿¡Qué acaso viste en el cualquiera que me convertiría!? ¿¡Viste lo poca cosa que era?! ¿¡Qué!?"

Y con un gran suspiro, dijo.

"Minho abuso de mi."

Todo fue silencio.

Jimin aún tenía lágrimas en sus ojos, pero la confesión lo plasmo en el lugar, inmobil ante el momento.

"Jamás se me paso a la cabeza engañarte con nadie, eres el amor de mi vida, jamás quise herirte de esa forma. Minho ...aprovecho que yo estaba muy tomado en un congreso, me metió a su cama y luego me rogó para que no te dijera nada, me manipulo para que mantuviera todo lo que había pasado en secreto porque quería usarlo después." Dijo. "Jimin, nunca hubiera querido que esto pasara. Jamás. Fui un cobarde, pero... no fue fácil, no lo es. Tu mismo lo dijiste, Minho es un maníaco, me hizo vivir un infierno a su lado y lamento mucho haber traído su infierno a tu lado, nunca quise hacerlo. Pero por favor, quiero que dejes de pensar que yo fui consciente de todo el daño que te haría, jamás lo fui, jamás quise, no me veas como alguien malo." Suspiro, todo lo que confesaba le hacía sentir como si hubiera dejado por fin una de sus más grandes cargas.

No había podido hablarlo con nadie, Jungkook solo se lo había dicho a su madre, y eso, no pudo admitir el abuso que sucedió frente a ella. Pero sentía que ya era hora de liberarse de su carga, su cruz.

"Me mandas un mensaje cuando traigas de regreso a Yunjin." Finalizó, se sentía incómodo al silencio de Jimin.

Aunque de la forma en la que se lo dijo era obvio que se quedaría callado analizando y recibiendo toda la nueva información, por eso con un suave 'adios' salió de la casa de camino a su trabajo.

El sabor agridulce jamás le abandono el paladar.

Tampoco a Jimin, siguió inmóvil y en silencio hasta que escucho la puerta cerrarse y el motor encenderse. Ahí retomo el movimiento, sus manos temblaban y sus piernas también, necesito tomar asiento en su cama para contenerse de no caer de rodillas, tomo y boto aire muchas veces, casi hiperventilandose.

"Jungkook..." Suspiro recordando cada una de sus palabras y su confesión. Las palabras crudas de la verdad triste le golpearon como abofetadas, le dolieron, porque lo que le había pasado a Jungkook era toda una pena. "Ay, Jungkook." Sollozo recostandose en su cama, llorando sobre su almohada.

Pensó en todo el dolor que debió pasar Jungkook al tener que convivir con su abusador durante tanto tiempo, lloro por todo lo que había pasado y lloro de vergüenza ya que había juzgado a Jungkook demasiado mal, tanto que lo había comparado con su hermano.

Por fin sabía la verdad y no pudo soportarla, solo quiso correr hacía Jungkook y abrazarlo, acariciar sus cabellos y tenerlo cerca a su pecho.

Y es lo que haría.













































ya estuvo bueno con el angst

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