23
El sonido inquietante del reloj hacia que Jimin quisiera arrancarse unía por unía, sentía como su corazón palpitaba en su pecho y como la sangre corría por sus venas, nunca se había sentido tan ansioso que podía sentir cómo es que existía en este plano. No quería hablar con nadie porque sentía que se pondría a llorar de los nervios, quería mantenerse fuerte y entrar a la sala con el mentón en alto, la espera era lo peor porque tenía que estar en el mismo pasillo que Jungkook, quien lucía bastante tranquilo mientras miraba algo en su celular y conversaba con su amigo sentado a su lado, parecía que solo él la estaba pasando muy mal.
Pero siempre era otra historia, Jimin solo sabía lo que veía y nada más, porque Jungkook podría temblar como si sufriera un shock de congelamiento por los nervios, sentía que empaparía su camisa por el sudor que recorría su cuerpo y que podría desmayarse en cualquier momento, por suerte tenia juegos en su celular que mantendrían sus nervios en orden y la conversación de Jaehyun a su lado le ayudaba.
La manecilla indico la hora, de forma puntual una asistente hizo que entraran a la sala donde se daría el veredicto sobre la estadía de su hija, Jimin iba acompañado de sus amigos, solo Joohyun había faltado porque estaba cuidando a Yunjin, Jungkook estaba con su familia y uno de sus amigos, muchos testigos presenciarían cómo los sueños de los jóvenes que conocieron se derrumbarían ante la voz gruesa del juez.
Jimin agradeció internamente que su hermano no estuviese en la sala, no soportaría ver su maldita cara en un momento tan tenso y crítico. Pero bueno, la tranquilidad de Jimin jamás duró, porque cuando terminó de agradecer que su hermano no estaba en la sala, él entró por la puerta. Minho le miró y sonrió de forma "amable"-solo era una burla, luego fue a tomar asiento cerca de la familia de Jungkook.
Por lo que Jimin se dijo a sí mismo, que tenía que ganar esta demanda, no podía dejar que Jungkook siga con su capricho y mucho menos podía dejar que su hija conviviera con su hermano. Tenía que.
Jimin y Jungkook sintieron como su piel se heló cuando vieron llegar al juez, sus abogados y ellos se levantaron para recibirlo, luego solamente esperaron sentados para escuchar la sentencia de su caso. Era muy complicado, por todos los antecedentes que se ponían a la mesa en ambos casos, la clara irresponsabilidad de Jimin al ocultar la existencia de Yunjin, el hecho de la complicada vida marital de Jungkook, la gran ventaja económica y social que poseía Jungkook, el hecho de que una niña pequeña debería permanecer al lado de su padre omega, la balanza se movía a ambos lados, inclinándose para Jimin, inclinándose para Jungkook, pero nunca quedándose en medio.
"Buenas tardes." Habló el juez, colocándose sus lentes y revisando por última vez los antecedentes. "Ha sido un caso muy difícil de sobrellevar, hubo muchos aspectos en los antecedentes que hicieron que la pensara más de dos veces. Pero ya tengo la sentencia."
"De acuerdo a lo revisado y de acuerdo a lo mejor para la niña Jeon Yunjin, la custodia completa la tiene su padre Jeon Jungkook. Los aspectos de la pensión que Park Jimin tendrá que aportar, según a lo indicado de su salario, es el treinta y cinco por ciento de este. Los días de visita lo podrán acordar entre ustedes. Por último, es recomendable que la tenencia de la niña se lleve a cabo lo más antes posible, si es posible desde el día de mañana." Dijo con simpleza, después de todo estaba acostumbrado a dar aquellas malas y buenas noticias.
Pero el que no había tomado nada bien fue Jimin, que en cuanto escuchó el nombre de Jungkook se puso a llorar, no podía ser que en la mañana haya tomado un desayuno imaginario con su hija y en la tarde haya perdido su tenencia, no quería creerlo.
"Por favor, señor Juez, no me separe de mi hija." Sollozo con la voz rota, por poco y arrodillándose frente al juez para que deshiciera la sentencia.
"Lo siento mucho." Fue lo último que dijo, cerrando el caso.
Jimin no pudo hacer nada al ver al juez saliendo de la sala, solo se echó a llorar mientras cubría su rostro con sus manos, se sentía perdido y deprimido. Su vida había dado un giro de 180 grados en tan solo unas horas, la sentencia no duró ni una hora, unos cuantos minutos fueron suficientes para destruir y cambiar por completo su vida. Y aquel cambio, inmiscuyo aún más en la rabia que sentía por Jungkook, ahora no solo era completo rechazo, sino que era odio puro y pesado, siento sus entrañas quemarse en fuego al ver la espalda de Jungkook alejándose de la sala, triunfante.
Por otro lado, Jungkook había salido lo más antes de la sala porque se sentía morir al escuchar los sollozos de Jimin, sentía la necesidad enorme de envolverlo en sus brazos y romper el papel de custodia que ahora le sería concedido. Su lobo había rasguñado en su interior para que corriera a consolar a su omega, por eso tuvo que huir, no quería ser débil ante Jimin, ya no.
Pero aquello Jimin lo había tomado como una jactación de su logro en los tribunales, por eso, recolectando los pedazos de su corazón roto, se levantó de su asiento y sin mirar atrás fue directo hacia Jungkook. Tomándolo de su camisa mientras le encaraba con enojo y lágrimas secas en sus ojos.
Rompiendo aún más aquella fantasía que aquellos dos jóvenes habían creado alrededor de su amor, perdiéndose más en la marea y entrando de forma directa al ojo de la tormenta.
" ¡Tu fuiste el culpable! ¡tu moviste tus influencias para quitarme a mi hija!" Gritó, haciendo un gran escándalo en los pasillos, logrando que todo el mundo le volteara a ver.
Jungkook no hizo nada, sentía un dolor en su estómago al ver los ojos llorosos de Jimin tan de cerca, le destrozaba el corazón saber que él había sido quien causó aquellas.
" ¡Es mi hija, Jungkook, no me la puedes quitar!"
"Es su hija también." Interrumpió Minho, empujando a Jimin lejos del cuerpo de Jungkook, colocándose en medio. "Tienes mucha seguridad de que mi esposo tuvo que recurrir a sus contactos para ganar el caso cuando tu se lo diste en bandeja de plata, solo faltaba mencionar que eres el amante de alguien casado y con esos hasta te quitaban cualquier tipo de acercamiento a Yunjin."
Minho sabía muy bien como envenenar a Jimin, era fácil provocarlo, de esa forma lo tendría lejos.
" ¡Tu no te metas, no trates de echarme la culpa!" Grito, haciendo el intento de golpear a su hermano, pero Jungkook lo detuvo, colocándose en medio de ambos para que no se volviera un escándalo que los dejaría muy mal parados. " ¡Suéltame!" Grito Jimin ya que Jungkook le sostenía los brazos. " ¡Que me sueltes Jungkook!"
"Jimin, por favor, basta." Dijo con un tono calmado, tratando de darle consuelo a Jimin en su tono. "No hagas un escándalo."
"¿¡Cómo quieres que me calme!?" Empujó a Jungkook. "Cuando me quitaste a mi hija."
"No te la estoy quitando, la podrás ver cuando quieras."
"Yo no quiero que viva contigo, Jungkook, tu no mereces estar con mi hija teniendo a este de esposo, mi hija no merece vivir entre aquello." Le fue imposible no llorar, se encontraba tan frustrado que las lágrimas simplemente no se detuvieron. "No te conoce, no sabe que eres su padre."
"Y eso es por tu culpa, Jimin." Frunció el ceño, no se dejaría influenciar por las palabras de Jimin que solo buscaban culparle. "Fuiste tu quien dejo que todo esto pasara, ¿Cuántas veces TE ROGUÉ para que me dejaras ver a mi hija? No trates de culparme de tus propios errores."
"Eres un maldito bastardo." Escupió con rabia.
"Y este bastardo tiene la custodia de su hija, no podrás cambiar nada." Dijo. "Quiero que hoy trates de hablar con Yunjin que mañana se irá a vivir conmigo."
" ¡Tendrás que arrancarme a Yunjin de los brazos!" Volvió a empujarlo, esta vez, los policías viniendo hacia ellos para asegurar que nada vaya más allá de una riña de ex's. "¡Me tendrás que matar para quitarme a mi hija, Jungkook!"
" ¡Ya me tienes harto con tu necedad, deja de actuar como un niño!" Grito de vuelta, empujando a Jimin de la misma forma. " ¡Es mi hija y tu no la volverás a separar de mi lado!"
Era todo un escándalo, incluso sus cercanos habían interrumpido para que nada escalara, era toda una odisea, Jimin gritándole a Jungkook que no le daría a su hija y Jungkook respondiendo que tenia que obedecer la sentencia, que haría que la obedezca. Sus cercanos los sostenían y los alejaban para que nada creciera, querían pasar el incendio.
Cuando las cosas se calmaron, al final del pasillo ambos se vieron a los ojos, ambos muy heridos y resentidos, una sonrisa a lo lejos observando cómo se destruían y naufragaban.
Todo había acabado, ambas vidas habían cambiado demasiado y los últimos hilos que los unían se habían esfumado. De aquella historia de amor dulce solo habían quedado rastros de miel los cuales se agriaron con el tiempo.
;;
te cargo la ley jimin!!!!
vieron q kook hasta lo ultimo quiso que las cosas se mantuvieran bien entre el y jimin? kook no te merecen!
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