18

"Jimin..." Llamó en un susurro, veía meticulosamente todo lo que su amigo hacía, sus movimientos eran suaves; como si cuidara de no romperse.

" ¿Yunjin se durmió?" Preguntó mientras terminaba de acomodar las flores en la jarra de vidrio, miraba atento sus pétalos, cuidando de no maltratarlas.

"Si, se durmió hace mucho, tiene un sueño pesado, nada la despertaría."

"Así es." Susurro, inclinándose para oler los gladiolos, no hubo más olor que el de las plantas frescas. "Gracias por cuidar de ella."

"No tienes por qué agradecer." Sonrió mientras llevaba su mano al brazo de Jimin para acariciarlo. " ¿Cómo estás?"

"Bien." Dijo con una sonrisa falsa dibujada en su rostro.

"Jimin..."

"Estoy bien, yo...sí, estoy bien, tranquila."

"Pero todo lo que paso...si quieres puedes hablarlo conmigo, siempre te escucharé."

"No...yo..." Suspiro, mordió sus labios y miró sus pies.

Realmente quería hablar sobre todo lo que estaba sintiendo en el momento, quería platicar sobre sus sentimientos con su amiga, pero si lo hacía, si dejaba que su corazón hablara, llovería en su hogar y ya había pasado muchos resfriados causados por la lluvia fría de abril.

"Estoy bien." Dijo.

Mintió.

Realmente, nada estaba bien en su vida, nunca lo estuvo, pero siempre trató de huirle a la tormenta, ya era hora de que le alcanzara.

" ¿Sabías lo de-" Fue interrumpida.

"No."

O eso creía.

A veces, cuando hablaba con Eunwoo por mensajes recordaba el anillo que los primeros días portaba en el dedo anular, un anillo dorado que con el tiempo desapareció. Siempre se dijo que posiblemente solo era joyería para verse más caro, pero hoy en la noche comprobó por el silencio de Eunwoo que el anillo significaba que su vida estaba atada a la de alguien más. Y se sentía tonto, porque algo en él le decía que el anillo que vio al verlo por primera vez no era solo simple joyería, pero quería darse una oportunidad, no quería seguir soltando lágrimas de soledad.

Estaba bien, vivía bien con su pequeña hija y sus amigos, pero por la noche la soledad le calaba los huesos y las sábanas frías le quitaban el sueño, a veces lloraba en silencio por la soledad que le acompañaba, solo quería dejar de sentirse de aquella forma, era todo. Que mal por él, que cuando haya querido abrir su corazón, las cosas se hayan tornado de aquella forma.

" ¿Y ahora qué harás?"

"No lo sé, Joohyun, yo solo quiero dormir, estoy muy cansado."

"Bien." Soltó un suspiro y sonrió, acercándose a Jimin para besar su frente y luego darle un abrazo. "Buenas noches."

Jimin correspondió el abrazo, posando su barbilla en el cuello de su amiga mientras cerraba los ojos, manteniéndose intacto ante las oleadas que arrasaban con su interior. "Buenas noches."

La voz de Jimin estaba rota y era más que obvio que se contenía de llorar. Joohyun pensó, que fue hace muchos años atrás en donde vio por última vez llorar a Jimin.

Jimin acompañó a su amiga a la salida, ondeó su mano al verla perderse en un taxi, cerró la puerta y suspiró. Se sentía muy cansado y muy triste, por eso arrastró sus pies hasta la habitación de su hija, la vio desde el marco de la puerta y sonrió, luego se fue a su fría habitación, sentándose en la cama mientras veía a sus pies.

De repente sintió como una lágrima recorría su mejilla y caía a su regazo.

Los cercanos de Jimin no lo habían visto llorar en años, pero él lo hacía con normalidad por las noches donde el frío le azotaba el corazón. Se sentía solo en las noches con estrellas y mucho más en las noches con luna.

Lloro como un niño pequeño mientras se encontraba sentado, se sentía frustrado de su propia vida y de todos los tropiezos que daba, todo el dolor solo le hacía concluir que su propósito en esta vida era derramar tantas lágrimas como para crear un océano. Se compadecía de sí mismo, quería creer que en un diferente tiempo y una distinta línea de vida él no derramaría tantas lágrimas como en esta.

A veces, cuando lloraba en soledad, pensaba que en otra línea de tiempo él podía ser feliz con... él.

;;

Jungkook bebía de su vodka sin preparar, quería que la agriadas del liquido quemara su garganta y de aquella forma poder dejar de sentir su corazón latiente en sangre. Todo el camino repaso lo que había pasado, recordó cada detalle y como los ojos de Jimin se inundaron en tristeza, también, como aquellos ojos marrones le miraron con nada más que odio. El picor del vodka en su garganta era más soportable que su corazón sangrando en los pedazos rotos.

Estaba enojado, quería romper el vaso con su mano para así sentir algo más allá del enojo y los celos. Se encontraba furioso en contra de Eunwoo y Jimin, celoso de su pequeña burbuja que fue rota en la noche, pero también estaba furioso porque el amor de su vida se había rebajado a solo ser el amante de alguien; cuando Jimin merecía ser la persona más importante de la vida de cualquiera y cuando se merecía el mejor trato de la vida, estaba enojado por ello y celoso porque un tipo tan bajo logro conseguir los besos de su amado.

"Yo creía que Jimin no sabía lo de Eunwoo, a cualquiera le puede pasar. Pero su silencio y la vergüenza en su mirada dijo lo contrario." Escuchó a su detrás, sabía que Minho estaba sentado en el sofá.

"¿En serio está casado, o tú lo inventaste?"

" ¿Por qué lo inventaría? Si fuera así Eunwoo lo hubiera negado, nadie lo hizo."

" ¿Y tu como sabias eso?" Se volteó para mirarle.

"Eunwoo es nuestro socio, yo conozco a su familia y a la de su esposo." Sonrió. "Hasta creo que tienen un hijo...la verdad no lo recuerdo."

Jungkook permaneció en silencio mientras mordía sus propios dientes de la rabia.

Como pudiste, Jimin...

"Ah, pero no culpo a Jimin, cuando uno ve que un millonario le pretende no lo piensa mucho. Además, yo creo que no ha sido el primer hombre rico con el que sale, la casa que tiene es muy linda para el salario de un oficinista, debió tener algún tipo de ayuda."

"Cállate."

"Wow." Soltó una corta carcajada mientras se levantaba de su asiento, caminando para estar frente a Jungkook. "Incluso si ese omega dejara a su hija para irse con su amante, tú hallarás alguna forma de defenderlo, ¿no? Hoy viste que no le importo relacionar a tu hija con un hombre casado, no le importo arrastrarse a ser el amante de alguien y, aun así, aun así, Jungkook, encuentras la forma de ver por él."

"No hables de Jimin como si fuera una escoria."

"Si tan bueno es, ¿Por qué te oculto la existencia de tu hija? ¿Por qué hizo que tu madre y tu hermana te lo ocultaran? ¿ah?" Negó con la cabeza mientras reía. "Ay, Jungkook, ya veo porque Jimin no deja que cumplas con tu hija, si solo eres un pobre estúpido que haría todo por ese omega, ¿no? Jimin podría pedirte que te alejes y no vuelvas, y tú se lo concederías."

Todo lo que Minho decía era veneno para el ensangrentado corazón de Jungkook, sus palabras le envolvían y hacían lo que se le diese la gana con él, lograba su cometido con envenenar a Jungkook.

"Te esfuerzas tanto por ver a tu hija y a Jimin simplemente le importa una mierda, él preferiría que Eunwoo, un hombre casado, pase más tiempo con ella que tú."

"No es así."

"Es así. Siendo un abogado reconocido, dejarás que tus deberes y derechos sean pisoteados por un caza fortunas, ah, Jungkook que vergüenza."

"No será así, exigiré la custodia de Yunjin." La paciencia de Jungkook hoy se había esfumado, el tiempo no perdonaba y no perdería más de él, quería estar con su hija y si tenía que recurrir a las instancias legales, lo haría.

"Hasta que por fin piensas." Minho sonrió, yéndose del salón y dejando a Jungkook solo, había logrado su cometido.

Era una medida desesperada, quiso hacer todo por las buenas y ser paciente, pero simplemente, no podía. Mañana por la mañana es que iría con alguno de sus conocidos para comenzar con la demanda de paternidad seguida de la de custodia.

Lo siento. Se escuchó decir él mismo.































;;

ya te cayo la ley jimin !!!!!!!

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