→ Volver

NOTA DE LA AUTORA⚠️

Antes de que lean este capítulo:
En la descripción dice lo que "habra" en esta historia y esta escrito que un personaje principal es mayor y el otro menor, asi que por favor, si no están de acuerdo con lo que se escribe aqui no lean la historia y ya.

No quiero ver mas comentarios que me hagan dudar si debo seguir escribiendo esto y borrar luego esos comentarios.

¿Esta bien lo que escribo? Tal vez no si hablamos del mundo real o quien sabe, no estoy en esa situacion.

Tal vez muchos lo vean como incorrecto pero les recuerdo que solo es ficcion.

Si no les gusta la trama solo no lean la historia por favor.

[...]

Sanha ya ni si quiera sabia cuantas veces había suspirado, dió unas cuantas vueltas antes de subir y cuando al final lo hizo, ahora dio vueltas frente la puerta.

Vamos, Sanha. Estas haciendo lo correcto. Trató de convencerse por fin.

Había hablado con su padre, después con Eunwoo y luego con Sooyoung y todos le decían lo mismo, pero él seguia pensando que hacía mal.

Y lo que era verdad era cuánto lo quería, pero...

No más peros, Sanha. Quieres hacer
esto.

Inhaló y exhalo. Y decidió tocar.

La puerta se abrió unos segundos más tarde, mostrado a un Bin bañado en sudor.

- Sanha - lo miró sorprendido.

- Hola - lo observó y no supo que decir.

- Hola.

- Y-yo queria hablar contigo pero si estas ocupado-

- ¡No! Digo, estaba haciéndo algo de ejercicio pero si me das unos minutos puedo darme una ducha y luego podemos hablar tranquilos.

- Bin, y-yo... - mordió su labio y miró a sus ojos. Sin pensarlo más y sin importarle cuanto sudor llevara, se acercó y lo abrazó con fuerza. No podia más con las ganas de poder sentirlo cerca de nuevo - Quiero estar contigo - susurró escondido en su cuello - Quiero que volvamos a estar juntos, por favor - se aferró con fuerza a él.

Bin aún sorprendido y en un pequeño shock, lo abrazó de vuelta, envolviendolo con fuerza mientras lanzaba un suspiro de alivio.

- Mi amor - llamó - Claro que si, bebé. Si, si.

- Pero... - se separo y lo miró - Tenemos que estar de acuerdo en algo que quiero proponer, necesito que sea de esa manera para que ya no me sienta culpable.

- Esta bien, lo que sea.

- Cuidado con lo que dices - lo miró
sacarronamente.

- Ya empiezas - rió Bin - Eso no pasara hasta que cumplas 18 - Sanha
rodó sus ojos.

– Aguafiestas.

[...]

Bin salió de la ducha y secó su cabello con la toalla pequeña mientras que volvía con Sanha que se encontraba en la sala junto a Roa.

- ¿Bin, no ves la pancita de Roa un poco grande? - Bin frunció el ceño.

- Lo he notado pero pense que solo esta gordita.

- ¿Y si tiene bebés ahi dentro? - Bin lo miró sorprendido.

- ¿Lo crees?

- No soy veterinario pero trabajo en el voluntariado y vi gatitas embarazadas que tienen las mamas asi como Roa las tiene - la observó - Tal vez si - Bin
tomó con cuidado a la gatita y acarició su panza.

- ¿Mi vida, me vas a hacer abuelo? - Sanha sonrió.

- Deberías llevarla al veterinario - Bin asintió.

- Si, podemos ir juntos.

- Hmm, no lo se - mordió su labio - Lo que te dije antes que debíamos estar de acuerdo era que no podemos mostrarnos juntos en público.

- Oh, esta bien comprendo. Pero solo iriamos al veterinario, no hariamos nada que haga pensar a la gente que tenemos una relación. ¿Por favor? Se que Roa quiere que veas a sus bebés - Sanha sonrió.

- Aún no sabemos si tiene bebés.

- Vamos a averiguarlo.

- Esta bien, esta bien - rodó sus ojos - Podemos ir con el veterinario del voluntariado, pediré un turno para mañana - dió un beso a Roa y Bin asintió - Veremos si tienes bebecitos alli dentro, Roa - sonrió y Roa luego se bajo del regazo de Bin para ir a beber agua.

– Me asustaste antes, pensé que sería algo más serio lo que dirías.

- ¿Cómo qué?

- Que me prohibirias que te bese por ejemplo - Sanha rió y se acercó a él.

- Esta prohibido hacerlo afuera, pero dentro de éste departamento puedes comerme todo lo que quieras - Bin negó con una sonrisa.

Sanha habia llegado muy temprano ese día al departamento de Bin, no había logrado dormir en toda la noche y solo despertó y fue en busca del mayor.

Compartieron la mañana ya que Sanha por ser un excelente alumno ya había terminado con sus exámenes y tenía libre algunos días antes de poder graduarse.

Almorzaron juntos también pero luego Bin debía irse a trabajar al colegio y Sanha solo le dijo que lo esperaría y también podía cuidar de Roa.

Luego de dejar un beso en su boca Bin salió del departamento.

[...]

Ya había empezado hace muchos días con sus clases pero Bin aún se sentía emocionado, como el primer dia, de estar ahí.

El año casi acababa y rogaba que pudiera ser el profesor titular en aquel colegio pero por el momento disfrutaría de estar allí.

- Bien, chicos, saben que ya casi es el día de entregar las calificaciones finales así que hoy evaluare su resistencia, 10 minutos de trote, andando.

Sonrió cuando escuchó quejas y después solo empezaron.

La clase fue disfrutada, o al menos eso pensó él, por su puesto que había quienes solo se quejaban porque odiaban los ejercicios y luego otros que podían verlos felices.

Detestaba poner algunas notas bajas pero que iba a hacer, debía hacer bien su trabajo.

Su hora de salida llegó, sonrió feliz porque sabía que Sanha lo esperaba en su departamento.

Suspiró aún con una sonrisa caminando hacía su auto, no podía abandonar su sonrisa. Gracias a su pequeño novio ahora podía disfrutar mejor su trabajo, ya no tenía su corazón roto.

- Profesor, Moon - se acercó su compañera de trabajo.

- ¿Si? - se giró a mirarla.

- Bueno, hmm... Hoy es viernes y saldremos con los demás
profesores, quería saber si le gustaría acompañarnos? - sonrió.

- Lo siento, tengo un compromiso. Pero muchas gracias por la invitación - sonrió - Tal vez la proxima vez.

- Esta bien, si, la proxima será.

- Nos vemos la proxima semana.

- Claro - sonrió y Bin subió a su auto y se marchó.

Sus compañeros eran muy amables con él, lo habían recibido de muy buena manera, lo agradecía porque lo último que quería era tener problemas allí.

Yeji, su compañera, fue quien se acercó a él primero, fue amable y sociable, incluyendolo con rapidez a los demás profesores. Era linda y tenía una sonrisa amigable, a Bin le agradaba mucho, agradecía su compañerismo y que le haya mostrado el establecimiento a penas había llegado al colegio.

Bin esperaba quedarse allí y tener una muy buena relación con sus colegas.

[...]

Al entrar a su departamento lo primero que sintió fue un delicioso olor a comida. Su estomago rugió ansioso.

– ¿Sanha? - llamó.

- En la cocinaaaa.

- ¿Que haces, bebé? - se acercó y beso
su mejilla desde atrás de él.

- Preparando nuestra cena.

- ¿Qué? ¿Ahora eres chef? - rió.

- No, pero mamá lo era - sonrió - Amaba mucho la cocina y yo siempre estaba estorbandole ahí, mirando - rió - Cuando cumpli 13 años ella empezó a enseñarme a hacer cosas porque se lo pedí.

- Nunca me contaste sobre ella,
aunque... Lo siento, no quise y no quiero hacer que hables de algo que tal vez es muy sensible para ti - Sanha sonrio.

- No te preocupes, ya te contaré - sonrió otra vez - No soy tan bueno como lo era ella, pero creo que lo hago bien.

- Huele delicioso, y sé que estará delicioso - besó su mejilla otra vez - Ire a ducharme y luego si me necesitas te ayudo.

- Esta bien - sonrió.

Si, definitivamente la comida de Sanha había estado deliciosa y Bin le dijo que lo habia enamorado aún más con eso, haciéndolo reir.

Pidieron un poco de helado y lo disfrutaron viendo una película de terror en la sala antes de que Sanha tuviera que volver a su casa.

- ¡Por qué estamos viendo esto! - se quejó Sanha, abrazando a Bin como un koala, en el sofá.

- Porque tu lo quisiste, te dije que viéramos una de comedia.

- Apágala, ya no quiero ver, me da miedo.

- No, ahora la terminaremos porque no me quedaré con la intriga.

- Puedes verla luego.

- ¿Por que si puedo verla ahora?

Sanha bufo y como durante en toda la película se escondió de nuevo en el cuello de Bin, paseando su nariz, haciéndolo estremecer.

Cerró sus ojos y empezo a hacer figuras sin formas realmente en el abdomen de Bin, luego solo empezó a besar su cuello, sintiendo como el cuerpo del mayor se tensaba.

- ¿Que haces? — preguntó Bin.

- Estoy aburrido.

- Entonces mira la película.

- Ni loco - Bin rio - Binnie, quiero mimos, no me cambies por una película - hizo un puchero y el mayor solo negó. Sanha alzo su mano y la colocó en la nuca de Bin para acercarlo y dejarle un beso en su boca, luego lo beso suavemente lento, escuchándolo suspirar.

- ¿No vas a dejar que termine de ver la pelicula verdad?

- ¿Te gusta mas esa película que yo? – Bin rió - ¿Mmm?

- Me pregunto si algo alguna vez va a gustarme mucho más que tú - Sanha sonrió victorioso y volvió a besarlo.

Bin le correspondió llevando su mano a su cintura para acercarlo y abrazarlo.

Sanha de un segundo al otro estaba a horcajadas sobre su novio, aún besándolo, paseando sus manos por sobre la camisa, sintiendo sus pectorales trabajados. Cuánto quería verlos, tocarlos y por qué no también pasar su lengua por allí.

- Te extrañé tanto, Bin - dijo contra su boca.

- También yo, bebé, demasiado. Fueron días en serio desastrozos.

- Lo siento.

- No fue tu culpa, esta bien.

Sanha sentía que su cuerpo empezaba a calentarse, sintió una pequeña molestia allí abajo y entonces movio un poco sus caderas, lanzando un pequeño gemido.

Bin no lo detuvo ni dijo nada así que solo siguió mientras también lo besaba con fuerza.

Pudo sentir como de a poco algo crecía debajo suyo, sabía de que se trataba y antes de que pudiera sentirse feliz por provocar eso en su novio y seguir, sintió como Bin tomaba sus muslos para que se detuviera.

- Sanha.

- ¿Que? - lloriqueo.

- Ya lo sabes.

- Solo quiero un poco, solo un poco, por favor. Solo ésto - movió sus caderas otra vez - Por favor.

- No pidas por favor porque quiero consentirte como siempre - jadeo.

- Entonces consienteme porque te deseo
tanto.

- Sanha, no me hagas esto.

- Esto no es tan ilegal.

- ¿No es tan ilegal? - rió.

- Si y si lo hiciéramos no es como si
fuera a decirle a la policía o a algún juez.

- Sanha, solo quiero hacer la cosas bien.

- Yo lo se pero... - jadeo - Solo necesito un poco, no estoy pidiendote que nos desnudemos, solo tócame y muevete conmigo. Por favor - Bin miró sus ojos y suspiró.

Sabia que no tenía que hacerlo pero la parte irracional de él estaba ganando.

- Bin - rogó el menor y Bin no se contuvo más.

Lo besó de nuevo sacandole un fuerte jadeo pero a los segundos ya lo tenía correspondiendo. Sanha abriendo su boca dejando que Bin jugara con su lengua. Había dicho cero desnudos así que se contuvo para no deshacerse de la camiseta de Bin que tanto le estorbaba.

Empezó a moverse otra vez escuchando como la respiración de Bin se volvía aún más pesada.

– Vamos, Bin, tocame las piernas no es nada - pidió y escuchó un suspiro antes de sentir como Bin llevaba sus manos a sus muslos.

- Que lindas piernas, están bien formadas - dijo acariciando y apretando, Sanha gimio.

- Tengo al mejor entrenador - sonrió en medio del beso.

Gimió de nuevo cuando sintió ahora las manos de Bin en su cadera, marcando un ritmo exacto mientras también empezaba a moverse.

- Mmm, Bin, si - se movió más rapido, causando una deliciosa fricción entre sus miembros aún escondidos dentro de sus ropas que hacía que de ambas bocas salieran pequeños gemidos.

Buscando llegar al orgasmo Sanha siguió moviendose con rapidez, escondiéndo su frente en el hombro de Bin mientras que este también besaba su hombro con amor.

Unos minutos más y Sanha gimió fuertemente cuando el increíble orgasmo los atacó a la vez, apoyando todo su cuerpo contra Bin.

Listo, Bin lo había hecho y se sintió tan maravilloso que no podía arrepentirse.

Llenó de besos el rostro un poco sudado de Sanha y espero que sus respiraciones se calmaran, mientras
frotaba con delicadeza su espalda.

Suspiró y luego Sanha se separó para mírarlo.

- Gracias. De verdad quería esto - Bin rió.

- Supongo que de nada - ahora Sanha rió - Levantese, señorito consentido, que hay que limpiarnos, te daré ropa limpia y te llevaré a tu casa antes de que tu papá me mate y deje huérfana a mi hija - Sanha rió otra vez.

- Si, señor - se separó de él y camino junto a Bin hasta la habitácion.

[...]

Sanha tenía un sonrisa socarrona en su rostro, había roto el autocontrol de Bin y no sabía si sentirse bien con eso o no pero... Había disfrutado tanto lo que hicieron que ni si quiera se arrepentía.

- ¿Estas enojado conmigo? - preguntó.

- ¿Por qué lo estaría? - preguntó Bin estacionando fuera de la casa de Sanha.

- Por casi obligarte a hacer lo que hicimos - Bin sonrió.

- No me casi obligaste a nada, lo hice porque no pude resistirme más a ti, eso es todo.

- ¿Lo volverias a hacer? - Bin rió.

- Ve, no hagas que tu padre me odie - Sanha sonrió.

- Esta bien - se acercó y lo beso un rato más - Te hablo luego - dijo saliendo del auto.

- Claro, mi amor. Te quiero.

- ¡Yo te quiero maaas! - gritó antes de
entrar a su casa.

Bin sonrio y negó, la manera en la que quería a aquel precioso chico era sorprendente.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top