→ Pero

Sanha intentaba que palabras salieran de su boca pero nada, nada salia de ella. Estaba aterrado, aterrado de decir algo que empeorara las cosas.

- Y-yo - habló Sanha.

- ¿Disculpe? - dijo Jaehyun - ¿Pero que es lo que esta diciendo? - le dijo al hombre - Sanha es mi novio - frunció su ceño - Creo que le han informado erróneamente - tomó la mano de Sanha que aún estaba en un leve shock - Somos novios hace más de un año.

- ¿Que esta pasando? - preguntó Seungkwan acercandose.

- Éste señor dice que el entrenador Moon y Sanha tienen una relación de más que entrenador-alumno - dijo Jaehyun.

- Eso no es cierto - dijo Seungkwan acercándose a Bin - Bin y yo hemos
vuelto ha estar juntos - Bin evitó mostrarse sorprendido y solo asintió.

- Así es, Seungkwan y yo somos novios
otra vez.

El hombre miraba a las cuatro personas frunciendo el ceño.

- ¿Es verdad lo que me dicen?

- Por su puesto - dijeron Jaehyun y Seungkwan.

- Entonces me disculpo contigo, Moonbin. Debí investigar antes de acusarte. Disculpame.

- Claro, señor.

El señor hizo un reverencia y se alejó de alli.

Los 4 juntos lanzaron un suspiro.

- ¿Estas idiota? - dijo Seungkwan golpeando a Bin en la cabeza - Cómo dejas que se entere que salen.

- ¿Tu lo sabias? - preguntó Bin.

- Eres un poco obvio y no soy estupido,
y creo que el señor Kim tampoco.

- Pero él nunca esta aqui ¿Cómo podria darse cuenta? - dijo y después miró a Jaehyun.

- No, no, no, yo no fui. Lo juro. Le
prometí a Sanha que no diría nada - levantó sus manos como si lo apuntaran
con un arma.

- Entonces cómo lo supo - dijo Bin y miró a Sanha quien parecía que iba a llorar - Sanha - llamó en un susurro - ¿Estas bien? - el menor negó.

- Llevalo a casa - dijo Seungkwan.

- Si. Gracias, a los dos, en serio - ellos asintieron y Bin puso su mano en la espalda baja de Sanha y caminaron.

Subieron al auto en completo silencio y Bin manejo hasta cerca de un parque donde se detuvo.

- Sanha, amor - llamó y Sanha se lanzó a sus brazos.

- ¡Estaba tan asustado, Bin! - lloró - Discúlpame por no poder decir nada.

- Esta bien, esta bien, no llores. Nada pasó.

- Perdón, perdon, tal vez si alguien más sería tu novio no hubieras tenido este casi problema y seguro tendrás más en el futuro si sigues conmigo.

- ¿Que tonterias estas diciendo de repente, Sanha? - frunció su ceño, separandolo para mirarlo.

- Es la verdad - bajó su mirada.

- Corazón, en la vida siempre hay problemas.

- Pero no quiero ser yo quien cause los
tuyos - lo miró y pudo ver como sus
ojitos se cristalizaban.

- ¿Qué te pasa? ¿Por que estás diciendo estas cosas?

- ¡Tengo miedo por tí! Y no quiero seguir complicando tu vida - una lagrima se deslizó.

- No complicas mi vida, amor - quiso tomar su rostro pero Sanha se alejó.

- Creo que dejaré de ir al gimnasio.

- Sanha, no-

- Y también creo que sería mejor si dejáramos ésto - iba a salir del auto - Nosotros - aclaró.

- ¿Que? - Bin tomó su muñeca - Dime que estás bromeando - Sanha negó.

- Es lo mejor.

- Claro que no.

- Solo pienso en tú bien.

- Tú eres mi bien, Sanha - el menor negó mientras apartaba algunas lágrimas.

- No lo soy y lo sabes - salió.

- Pero, pero - se agitó - Sanha ¡Sanha! - salió del auto para ir tras él pero Sanha se fue corriendo.

Bin se apoyó contra su auto sin entender que acababa de suceder, sin saber cómo seguirían y peor... Si seguirían.

Llevó la mano a su corazón, estaba tan agitado y sentia una angustia en su corazón.

¿Qué acaba de pasar?

No lo podia creer.

[...]

Sanha se apoyó contra la puerta mientras no podia contener sus lágrimas.

¿Acababa de terminar con Bin?

- ¿Hijo, qué sucedió? - su padre apareció desde la cocina.

- Nada - trato de pasar a su lado pero
lo detuvo.

- ¿Bin te hizo algo?

- No, tal vez yo le hago algo a él.

- ¿De qué hablas?

- Su jefe se entero que eramos novios y casi lo despide, pero pudimos hacerle creer que no lo eramos - sorbió su nariz - No quiero que lo despidan, papá, no quiero que sufra por mi culpa.

- Sanha - suspiró.

- Tal vez ya no lo ve más. Así su vida estará mejor - dijo y corrió a su habitación.

- Pero, Sanha-

[...]

Bin llegó a su departamento con su cabeza en blanco, tomó a Roa en sus brazos y se acostó con ella en su cama.

- Roa - llamó mientras pasaba sus dedos por su cabecita - Creo que papá Sanha acaba de dejarme - mordió su labio conteniendo un sollozo - ¿Qué haré sin mi otro bebé? - ella lo miró y se acurrucó junto a su pecho. Bin sonrió y se durmió luego de algunos minutos.

Bin despertó deseando que la noche anterior solo hubiera sido un pesadilla.

Trató de darle un poco de tiempo a Sanha, tal vez podría repensar las cosas y arrepentirse, Bin lo entendería y abriría sus brazos para que corriera a él de nuevo.

Pero no pasó, Sanha solo ignoraba sus llamados y mensajes. Tampoco había vuelto al gimnasio.

Quiso ir a su casa un sin fin de veces pero no lo hizo, sentía que invadía y que sería de una persona intensa.

Entendía el punto de Sanha de querer su bien y de no querer causar problemas pero ellos podrían superar cada cosa que podría suceder, juntos.

Lo quería tanto y no podía dejar de pensar que su corazón estaba roto, lo sentía físicamente.

Dos semanas pasaron donde no sabía nada de Sanha, fueron días en serio malos, dos semanas y recibió la única buena noticia después de tanto.

¿Podría eso salvar su relación?

[...]

Sanha despertó y se arregló para un nuevo día de colegio, no quería ir, en realidad ya no quería hacer absolutamente nada.

Había dejado su trabajo y el voluntariado, no tenía animos para nada.

Su padre estaba preocupado, a penas y comía, solo salía de su habitación para ir al baño o el colegio.

Terminar con alguien a quien quieres tanto jamás es fácil.

Muchas veces había querido hablar con Sanha, diciendo que debía hablar con Bin y ver una manera de estar bien a pesar de lo que suceda, ambos tenían mentalidades adultas y podrían hacerlo pero Sanha solo se negaba.

¿Qué más podia hacer?

Sanha bajó por su desayuno y se asustó cuando no vió a su padre.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó.

- Tu padre me dejó entrar. Quiero hablar contigo - dijo Bin. El mayor lo encontró tan hermoso como siempre aunque tuviera unas marcadas ojeras, y bueno él no estaba tan diferente.

- Bin, no-

- Escúchame, por favor, solo escúchame - Sanha suspiró.

- Esta bien.

- Ya no trabajo en el gimnasio - Sanha lo miró sorprendido - Ahora soy el nuevo profesor de Dream High school - los ojos de Sanha brillaron y quiso decir algo pero no pudo - Estoy muy feliz.

- Felicidades - sonrío un poco.

- Gracias - Sanha bajó su mirada, quería llorar - Sanha - llamó -¿Podemos estar juntos otra vez? El gimnasio ya no es un problema.

- Sigo siendo menor de edad, ¿No crees que es motivo suficiente para alejarte y asi tener paz en tu trabajo y tu vida? - susurró, Bin suspiró.

- No, tú eres quien me da paz y alegría, me haces tan bien. Te necesito en mi vida - tomó su mano.

- Tú también me haces bien.

- Entonces no nos alejemos por favor, te extraño tanto. Por favor, vuelve conmigo - Sanha lo miró.

- No lo sé - mordió su labio que temblaba - Sigo creyendo que causare problemas.

- ¿Cómo te hago entender que no causas problemas en mi vida? Lo unico que causas es que mi corazón se acelere cuando te veo sonreir.

- Bin - sonrió.

- Piensalo ¿Si? Tienes mi número y sabes donde vivo. Si aceptas, te estaré esperando - le dió un pequeña sonrisa - No olvides que te quiero mucho, mi vida - acarició su rostro antes de salir de la casa.

Sanha llevó sus manos a su rostro mientras lloraba, lo quería tanto y por eso mismo no quería que tuviera problemas por su culpa.

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