→ Epílogo
Tres años más tarde.
- Dime que te paso, tu no eres así, si tu amor se apagó, dímelo de frente estoy aqui - lloriqueo Sanha.
- Ya deja de llorar, Yoon - dijo Bin.
- Eres tan cruel.
- Solo soy exigente.
- ¡Soy tu novio!
- En este momento eres alguien a quien entreno. ¡Vamos!
- No puedo más.
- No me importa, te quedan 20
segundos.
- ¡Bin!
- 18, 17, 16...
- Cruel.
- Estricto. 12, 11 ...
- Te odio.
- No lo haces. 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1. Puedes morir - dijo riendo.
Sanha terminó por dejarse caer al pasto del parque luego de que Bin casi lo matara con un minuto y medio de plancha.
Seguía odiando a esas malditas.
- Bien, ahora tienes que cargarme porque me duelen mucho las piernas - Bin negó.
- Eres un bebé.
- Pero soy tu bebé - Bin sonrió.
- Es cierto, eres mi bebé - dijo tomándolo en sus brazos, dejó un beso en su boca y lo llevó a su auto sin importarle si las personas los miraran.
Llegaron al departamento de Bin unos minutos después.
- Hola, amores - saludó Sanha a los gatitos que ya estaban enormes - ¿Quieren comer?
Los gatitos maullaron y Bin rió.
Sanha le dio a cada uno sus comidas y luego fue con su novio a la habitación.
- ¿Vas a ducharte?
- Si, tengo que ir dar clases en unas horas.
- ¿Qué te parece un ducha juntos? Ya luego también tengo que ponerme a estudiar.
- Si, me gusta la idea.
- Ok, espera - corrió hasta el cajón de
Bin.
- ¿Que? - Sanha mostró el lubricante - ¿En serio?
- ¿Qué?
- Pense que solo sería una ducha.
- Si no quieres hacerlo puedo darme placer yo solito, corazón, no estoy obligándote a nada - dijo y caminó
hasta la puerta del baño, Bin fue hasta él, tomo su muñeca y le quitó el frasco - ¡Por qué me lo quitas!
- ¿De verdad puedes darte el placer que yo te doy, tu solo? - preguntó levantando una ceja.
- Bueno, no completamente, pero me basta. Además, no te preocupes, yo entiendo, estas mayor y ya esos huesitos no tienen mucha resistencia, comprendo ‐ palmeo su pecho e ingresó al baño dejando a Bin con la boca abierta.
Lanzó un pequeño grito cuando fue tomado por su cintura y acorralado contra la pared del baño por Bin, llevando sus manos por encima de su cabeza.
- Siempre juegas sucio, retandome y jugando con mi cabeza y esta bien, siempre lo logras, siempre me puedes más que cualquier cosa - dijo contra su oído, mientras lamia su lóbulo. La respiración de Sanha se agito - Pero sabes qué, voy a enseñarte a respetar a tu mayor y a que estos huesitos por su puesto que tienen resistencia, bebé, tengo 29 años no 80, se que disfrutas lo que hago y puedo confirmarlo cuando pides por más la veces que estoy dentro de ti - Sanha gimio ante sus palabras - ¿Vas a negarlo?
- No, me encanta como lo haces.
- Bien, no juegues conmigo y solo dime que quieres de mi ahora. ¿Hmm? ¿Que quieres que haga por ti, amor?
- Quiero que tomes en la ducha.
- Perfecto - dijo y lo besó con fuerza, no tardó en pedir que dejara que su lengua entrara en la boca de Sanha.
Bin empezó a quitar su ropa e hizo lo mismo con la de su novio, luego tomando sus piernas y haciendo que rodeara su cadera para que ambos entraran en la ducha.
Sanha gimio cuando sintió los fríos azulejos tocar su espalda, pero no dejó de besar a Bin.
El agua caliente empezó a mojarlos lentamente, mientras acariciaban el cuerpo del otro.
Bin soltó a Sanha y lo giró para que apoyara el pecho ahora contra los azulejos, masturbándolo con el agua mientras escuchaban sus gemidos. Tomó el lubricante y lo esparció en sus dedos para luego introducirlos lentamente en Sanha, éste arqueado su espalda ante la intromisión. Bin beso su espalda un largo rato hasta que lo sintió listo.
- ¿Listo, amor? - Sanha asintió. Baño su miembro en lubricante y luego lentamente se introdujo dentro del
menor.
- Bin - gimio, tratando de aferrarse a los azulejos pero era imposible. Bin siguió besando su espalda con dulzura hasta que pidió que se moviera.
Embestidas certeras que hacían gemir más que nunca a Sanha, arqueando su espalda cuando sintió su punto ser tocado una y otra vez.
- ¿Te gusta así, bebé? - preguntó Bin, chupando su cuello.
- Si, me encanta, lo haces excelente. Ah~ más.
- ¿Sigues pensando que no tengo resistencia?
- No.
- Bien - sonrió.
No pasó mucho cuando ambos lanzaron un fuerte gemido al llegar a sus tan esperados orgasmos.
Bin apoyando su frente en el hombro de Sanha mientras esperaba que sus respiraciones se calmaran. Girando de nuevo a su novio para besarlo
dulcemente mientras le decía lo hermoso que era.
- Mierda, me encanta cuando te pones serio y dominante, me calienta tanto. Me encanta provocarte y que pierdas tu aura toda tierna y consentidora - dijo Sanha con una sonrisa, mientras lo abrazaba aún bajo el agua.
- Lo se, se que lo haces a propósito - rió - Y lo peor es que logras tu cometido.
- Si. Pero más me encanta cuando el momento pasa y me llenas de besos y mimos y dices que me amas - Bin sonrió - Son como dos facetas tuyas, me encanta.
- Eres el causante, desde que comenzamos a estar juntos siempre haces que saque ese "lado oscuro".
- Me hare cargo de mi crimen - rió y dejó un beso más - Me fascina ese lado.
- ¿En serio? A veces siento que me paso un poco en como te trato, yo- Lo siento, a veces a mi mismo no me gusta, no quiero hablarte mal, perdón.
- Ey, tranquilo, no es como si me golpearas o me gritaras, esta bien. Y
como dije, luego vuelves a ser mi Binnie dulce - sonrió - No te preocupes, si algo no me gusta voy a decírtelo. ¿Si?
- Por favor.
- Te amo, mi Binnie.
- También te amo, mi bebé.
Disfrutaron de un pequeña sesión de besos y luego terminaron de lavar sus cuerpos y salieron de la ducha antes de que se helaran alli.
[...]
Sanha se sentó en la alfombra de la sala luego de que con Bin se cambiaran y abrigaran. Eran los últimos días de Febrero los cuales aún eran muy fríos así que prendió el calefactor y los gatitos se acurrucaron juntos en el sofá del frente. Sonrió y abrió sus libros para poder hacer sus tareas.
- ¿Bebé, quieres un té? - Bin ofreció una taza sentándose en el sofá tras Sanha.
- Gracias, mi amor - aceptó.
- Sanha.
- ¿Mmh?
- ¿Piensas que este lugar queda muy chico para los gatitos?
- Ellos están muy grandes y... Si puede ser.
-Y o, mmh, estaba pensando en mudarme a otro departamento, un poco más grande y me gustaría saber si... Bueno- ¿Te gustaría mudarte conmigo y los bebés? - Sanha lo miró, un poco sorprendido - Es solo una pregunta, una propuesta, que por su puesto puedes pensarla el tiempo que sea necesario, no hay presión ni voy a enojarme si dices que no - Sanha sonrió y se levantó - Esta cerca de tu universidad así que podría llevarte siempre. Mmh, solo era algo que deseaba, esta bien si no quieres, si crees que no-
- Binnie bonito - lo calló, dejó el té a un lado y se sentó en sus piernas, sonriendole - Ya casi vivo contigo - lo tomo por su cuello - Pero si realmente quieres aguantarme cada hora del dia esta bien.
- Correre el riesgo.
- Idiota - Bin rió.
- ¿Entonces es un si?
- Es un por su puesto que si - Bin sonrió y lo abrazó con fuerza.
- ¿Te he dicho que eres mi todo?
- Lo hiciste, tambien eres mi todon - dijo y besó su nariz.
- ¿Te he dicho que te adoro más que a nada? - Sanha sonrio.
- Si y también te adoro más que a nada.
- ¿Te he dicho lo mucho, mucho que te amo, mi cielo?
- Claro que lo hiciste y yo te amo muchísimo más, amor - Bin tenía sus ojos cristalizados. Sanha los besó con cuidado y luego sus labios, llevando sus manos a su nuca, acariciandolo.
Amaba a Bin, y ya no importaba nada más, su segundo gusto estaba bien.
Bueno aunque... No podía mirar a nadie más que a Bin, él lo tenía todo.
En los últimos años no había sido nada más que feliz junto a Bin, ya no podía ni quería imaginarse su vida sin él, su vida era Bin.
Y para Bin, Sanha era lo único que tenía en el mundo.
Además de los gatitos, claro.
Sanha sonrió en medio del besó, suspirando con alegría.
Quien había empezado a ser su entrenador personal era ahora su todo y jamás se arrepentiría de haber empezado en aquel gimnasio, donde lo conoció y su vida fue más feliz a pesar de los obstáculos.
Hemos llegado al final de esta historia!
Espero que les haya gustado mucho como a mi y gracias por el apoyo♡.
Nos leemos pronto.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top