Entonces...Crearemos nuevos recuerdos.

Grecia, Atenas.

Era un día como cualquiera nada era distintos todo seguía igual... Por lo menos para él, por qué la verdad era una muy cruel.

En un Hospital de Grecia se hallaba un joven de largos cabellos rubios, de piel ligeramente bronceada, y ojos celestes cuales zafiros, los cuales por desgracia han permanecido cerrados durante unos largos 5 años, puede que se escuche poco pero para su familia estar sin un miembro de la familia presente en las fechas importantes era muy duro.

Su hermano mayor se había ido a Francia siguiendo a un amor. Sus padres han tenido problemas desde que su hijo mayor se fue, porque nadie lo pudo detener y ellos no aprobaban su relación... No más bien, su padre no soportaba la idea de que sus dos hijos estén enamorados de los hijos mayores de la familia Abbadie. Una familia originaria de Francia. Zaphiri Scorpio creía que la familia Abbadie quería su fortuna y por eso hicieron que los mayores de sus 3 hijos enamoraran a los suyos, pero lo que él no sabia era que su amor no era mentira, era de verdad, la familia francesa esta feliz por relación de sus hijos, pero Zaphiri no lo entendía y creía que por eso su hijo menor se encontraba en estado de coma.

Por la mente del joven rubio pasaban imágenes de su familia, amigos, momentos felices y tristes que paso con ellos, cada una de esas Imágenes se veían borrosas o eran cortos recuerdos, pero solo una imagen, una sola bella imagen se presentaba ante sus ojos con lujo de detalles; la bella imagen de un joven de largos cabellos escarlatas, piel nívea y ojos cuales rubíes que bajo la luz de una fogata brillaban con gran Intensidad, ese recuerdo siempre se le presentaba, su bello francés sentado a la luz de una fogata, una imagen tierna y llena de amor, pero todo cambio rápidamente a las Imágenes de un ¿Choque? Si eso era las horribles Imágenes del choque del automóvil en el que viajaba con su amado, luego las luces de una ambulancia, un hospital y de repente todo se volvió negro.

Sus ojos se abrieron de repente, la luz que entraba por la ventana le molestaba, trato de sentarse cosa que no logro, no sabia en donde se encontraba, miro alrededor dandose cuenta de que se era un Hospital, escucho un fuerte rdand, miro a la puerta y pudo ver una enfermera que había dejado caer una bandeja con cosas que no pudo descifrar, la joven enfermera lo miraba entre asustada y sorprendida, ella reacciono y salio corriendo de la habitación.

-¡Señor Zaphiri, señor Zaphiri!- él quedo confundido, ¿Dónde estaría padre?

- ¿Que le sucede señorita?

-señor, su hijo a despertado-dijo la Joven cansada de tanto correr.

-¡Milo!

Zaphiri corrió lo mas rápido que pudo, su hijo menor había despertado, tenia que verlo, tenia que ver que se era verdad, cuando llego a la habitación se quedo en la puerta por unos segundos dudando en entrar ¿Que pasaría si fuera mentira? tenia miedo de encontrarse con su hijo aun en ese estado, se decidió finalmente y abrió la puerta, apenas entro estallo en lágrimas.

Su hijo estaba ahí tratando de sentarse, mirándolo con confusión, claro se veía más viejo y cansado desde la ultima vez que Milo lo vio, no lo pensó dos veces  se abalanzo para abrazarlo, Milo correspondió apenas se separaron recién ahí se percató del llanto de su padre, eso si era le extsent ¿Zaphiri Scorpio, llorando? eso tenia que ser el fin de mundo.

- Oye ya no llores que no es para tanto, si solo fueron unas horas.

-¿Horas? Milo, ¿sabes cuanto tiempo ha pasado desde el accidente?

- No... -ahora si estaba confundido ¿cuanto tiempo estuvo inconsciente?, tal vez unos días.

- Hijo han pasado 5 años.

- ¿¡Que!? -no lo podía creer, tanto tiempo había pasado y para él solo eran unas horas. Entonces le nació una duda ¿Dónde estaría su amado Francés?, ¿Estaría bien?, ¿le habría pasado algo similar? -¿Dónde esta Camus?

-¿Qué?

- Eso, ¿Dónde está?

-Milo, Camus ... -no podía decirle que ese chico esta vivo, simplemente no podía, por qué sabia que Milo correría en busca de ese joven y él no quería ver a su hijo nuevamente con ese joven Abbadie, tenia que mentirle, aunque ver a su hijo sufrir le doliera en el alma- Camus ... él, él esta muerto.

- ¿Qué...?

-lo siento hijo, Camus no sobrevivo a las heridas que tuvo. Lo siento mucho.

Milo lloro desconsolado por unas horas, Zaphiri no se despegaba de su lado, le dolía, le dolía en el alma a verle mentido así a su hijo, pero según él era necesario, cuando Milo ya se calmo y acepto la "muerte" de Camus, recién hay Zaphiri comenzó a llamar a sus familiares, su esposa Calvera se de alegro bastante aunque Milo no era su hijo de sangre le quería, porque si, Zaphiri en una de sus noches de parranda, había tenido relaciones con una mujer, que nueve meses después le echo en cara al pequeño recién nacido entre sus brazsa.  Calvera le dijo que se quedara con el pequeño que no era la culpa del infante, Zaphiri así lo hizo, con la condición  de que esa mujer no volviera a aparecer, y así el pequeño creció con ellos y con su medio hermano mayor Kardia, ahora era  turno de llamarlo a él, aunque no se cruzaban palabra hace tiempo.

Zaphiri llamo, Kardia se encontraba en su casa en Francia, junto a su amado Degel, hermano mayor de Camus, su celular sonó, vio quien lo llamaba y decía "Viejo " un poco molesto contesto.

- ¿Que pasa viejo?

- Primero se saluda.

- Sí, sí rápido que estaba haciendo algo importante.

- Esta bien, tu hermano despertó.

- ¿¡Que enserio !?- de un salto se paro del sillón en el que se encontraba, Degel lo quedo viendo raro.

- Crees que mentiría con eso.

- No pero ¿Cuánto hace?

- Hace unas horas  había que ver si es que tenia secuelas.

- ¿Como esta?

- Está bien, aunque ha preguntado mucho por ti.

- Dile a ese alacrán - así se trataban ellos- que el Escorpión llegara en unas horas a Grecia.

- Está bien, nos vemos luego.

-Si Adiós - Corto.

- ¿Qué pasó?

- Mi hermano despertó, tengo que volver a Grecia.

-Te espero entonces.

- No tu vienes conmigo.

- Sabes que con tu familia de no me llevo bien.

-No importa, además puedes visitar a tus hermanos, hace mucho que no ves a Camus y Mystoria.

-Mh, está bien.

Luego de unos días Kardia y Degel pudieron salir de Francia tenían planeado irse de inmediato pero una tormenta que estuvo por una semana se los impidió, cuando llegaron a Grecia lo primero que Kardia hizo fue dejar a su  amado Degel con sus hermanos menores luego se dirigió a su casa, cuando llego Calvera lo recibió feliz, no se puede decir lo mismo de Zaphiri, que aun le guarda rencor por estar con ese chico Abbadie, Kardia lo ignoro lo único que le importaba en ese momento era su hermano, lo busco por toda la casa y nada.

"Donde se metió Este alacrán"

De repente se acordó del lugar donde máa se lo pasaba. Lo busco por todo el jardín y nada, ahora si a Milo se lo había tragado la tierra o eso creía, hasta que escucho un grito.

-¡¡Oye Alacrán, no se te ocurrió buscar en el cuarto, llevo 10 minutos riéndome de ti. !!

-Ah pendejo.

Cuando al fin pudo ver a su hermano, para sorpresa de Milo lo primero que Kardia le dio no fue un abrazo si no un golpe en la cabeza.

- Tonto pensé que te había tragado la Tierra.

- Tu siempre buscas en los Lugares menos obvio, alacrán.

- Oye el alacrán eres tú, soy yo el Escorpión.

Y así siguieron por mucho tiempo hablando de muchas cosas. Kardia le hablada de su relación con Degel, ya llevaban 6 años juntos y eran tres años en los que no cruzaba palabra con Zaphiri. Hablaron tranquilamente hasta que llegó el momento de tocar el tema de Camus, Kardia quedo sorprendido cuando Milo le pregunto si es verdad esta muerto, después de todo no le creía por completo a Zaphiri, Kardia sabia que su padre era un viejo idiota, pero nunca pensó que llegara a esos extremos por separarlos de los hijos de Los Abbadie, no lo dudo tenia que contarle la verdad, aunque aún así su hermano sufriría, pero por lo menos no pensaría que su amado francés estaba muerto.

-Milo, Camus no está muerto, el viejo te lo dijo porque sabes que no le gusta vernos con los hijo de Krest y Serafina.

- Entonces, ¿Donde esta?

- Sigue en Grecia en la misma casa, junto con Mystoria.

- Tengo que ir a verlo

-Espera ... ¡Milo! -lo detuvo del brazo antes que quisiera levantarse y salir corriendo en busca de Camus- aun no te lo he contado todo.

- ¿Que falta?

-Camus esta vivo pero ... -callo no quería contarle eso tan delicado a Milo.

- ¿Pero ué? ¡Habla de una vez Kardia!

-  No recuerda nada.

-¿Que? es imposible... ¿cómo pasó eso?

- Después del choque, tu quedaste en estado de coma y Camus no despertó en dos días, cuando al fin lo hizo lo fuimos a ver con la esperanza de que nos diera alguna pista de por que chocaron, con Degel fuimos los primeros en llegar, cuando entramos en la habitación nos quedo viendo raro, Degel se acerco, pero Camus le dijo que se alejara, que no lo conocía , que se fuera, no reconocía ni a sus propios hermanos por el golpe que se dio. Un mes después salio del hospital, por lo menos ya recordaba un sus familiares y mí qué lo fui a visitar varias veces, estuvimos dos años más es Grecia y con Degel nos fuimos a Francia, después ya no se nada más hasta hoy que lo volví a ver, lamento decirte esto Milo pero es la verdad.

Milo no sabia que hacer, estaba  furioso con su padre y sorprendido  que llegara a esos extremos, pero a la vez sentía tristeza de que su Amado Camus, su amado Príncipe de los Hielos estuviera sin  recuerdos, se preguntaba ¿Como se había sentido los días en que no reconocía a nadie en este mundo?

....

...

..

.

Dos años han pasado desde esa conversación, Kardia en poco tiempo volvió con Degel a Francia, Milo en todo este tiempo nunca le ha menciona nada sobre donde estaba  la "tumba" de Camus a Zaphiri, pero por su parte era  mejor para él ya que así no tenia que ingeniárselas para falsificar una tumba. Han sido dos largos años de donde Milo se preguntaba ¿como estaría Camus?, ¿Donde estaría?, ¿Habría recordado algo de su pasado con él?, todos los días de esos dos años las mismas preguntas sin respuestas hasta un día.

Milo caminaba tranquilamente por una de las tantas plazas de Atenas, pero de repente vio pasar por su izquierda una figura familiar, se giró, no lo era podía creer era su  amado Camus, seguía tal cual como lo recordaba, nada había cambiado en él , sus largos cabellos escarlatas le llegaban hasta su cintura, su piel nívea, sus ojos cuales rubíes seguían reflejado esa  inocencia que tanto le gustaba, y la esa sonrisa tan suya, pero algo le llamo la atención Camus estaba acompañado de otro joven, de cabellos azules claros hasta un poco más abajo de los hombros, piel nívea y ojos azules, luego lo reconoció era su hermano menor Mystoria, la ultima vez que lo vio el chico tenia unos 17 años, Milo decidió seguirlos, ambos hermanos se sentaron en una banca, conversaron un tiempo hasta que Mystoria se dio cuenta de la presencia de Milo a unos metros de ellos, entonces se levanto dándole una excusa a su hermano y diciendo que volvería pronto, se acerco a Milo tomándolo del brazo lo llevo a un lugar en donde Camus no pudiera verlos.

-¿Milo, enserio eres tú o me confundí de persona?

- No si soy yo , que has crecido enano ¿Cómo está Camus?

- Esta bien, en lo que se puede. Degel dijo que despertaste  hace dos años, ¿Por qué en todo este tiempo no has buscado a Camus?

-Kardia me dijo que perdió la memoria, en estos años he dudado de acercarme por que dudo que me recuerde.

- no dudes  quieres - coloco su mano en el hombro de Milo- si perdió la memoria, pero algo se acuerda de ti.

- No me des falsas esperanzas Mystoria.

- No estoy mintiendo, él aun  tiene unas fotos contigo, lo he visto y las mira por horas como tratando de recordar, Milo Camus puede  que se acuerde de ti pero eres tú el que se tiene que acercar, yo ya intente varias veces que te recuerde, y creo que algo ha funcionado, porque dijo tu nombre una vez, no te estoy dando falsas esperanzas pero si te digo que te apresures, que te decidas de una vez,  antes de que los recuerdos que él  tenga de ti se le olviden con el tiempo, solo eso te digo, nos vemos.

Una vez que se fue Mystoria, Milo se  dijo para sí mismo "ya lo decidí" comenzaría mañana mismo, si Camus aun lo recordaba vagamente,no tenia tiempo que perder.

Al día siguiente ya lo tenia todo planeado, los lugares donde llevaría a Camus, hasta la excusa que le daría a su padre si es que lo descubría. Salio temprano de su casa, si mal no recordaba Camus era de levantarse a las 09 : 00 de la mañana, así que llego a las 10 de la mañana a la puerta de su casa. Estaba nervioso, se armó de valor y toco sabia que si la suerte lo acompañaba Mystoria abriría la puerta y pasaría sin ningún problema, pero la suerte no estaba de su lado hoy, ya que quien abrió la puerta fue, nada más y nada menos que Camus. El pelirrojo le dio una mirada extraña.

"No sabe quién soy"

Iba a decir algo de pero la mirada rubí de Camus lo tenia hipnotizado. Camus por su parte también quería decir algo, pero el joven ante sus ojos se le hacia familiar, demasiado. Mystoria que se encontraba escondido viendo la escena tenia sonrisa picara.

- Puff con o sin memoria sigues enamorado de él Camus -dijo para si.

Milo sentía que el corazón se le saldría del pecho con lo fuerte que latía, sabia que al verlo de nuevo le pasaría eso, pero nunca pensó ¡con que intensidad!, de cerca el pelirrojo se veía mas bello aun, se armó de valor tenia que hablarle aun que no sabia que decir su cabeza era un mar de confusiones.

Camus por su parte, quería salir corriendo de ahí, el joven se le hacia demasiado familiar, de repente imágenes pasaron por su mente, imágenes con ese joven rubio que tenia frente a él, paseos, juegos, risas e incluso un beso, se sonrojo ante esa imagen o ¿Eran recuerdos? No lo sabia, lo tenia que descubrir, pero, seria en otro momento porque tuvo la suerte de ver a su hermano escondido, tenia que salir de la situación pero ya.

-¿Eh? Mystoria, creo que te buscan- estaba listo para irse y perderse en el interior de su casa, pero sintió que lo tomaban del brazo.

-¡Espera...!- Milo lo tenia tomado del brazo-  no estoy buscando a Mystoria sino que a ti.

- A mí por ¿por que?

- Bueno, porque... -no sabia que decir, que tenia un nudo en la garganta que no lo dejaba hablar- Yo... primero que nada, lo siento creo que no sabes quien soy -dijo con una ligera esperanza de que fuera lo contrario.

- No, pero te me haces familiar ... -a Milo con esas simples palabras le brillaron los ojos- ¿Cómo te llamas?

- Milo Scorpio.

-¿Milo...?- por alguna extraña razón, el nombre se le hacia familiar, además que más Imágenes  se le venían a la cabeza.

-Si bueno y yo era, bueno ... tu.

- Pareja- le corto Camus, quedo sorprendido nadie espera, ni siquiera Mystoria (Aun los espía) que lo dijera de repente- mh, pasa quieres dentro me cuentas todo.

Milo lo siguió al interior de la casa y tomo asiento.

- Dime todo lo que sepas y por qué has venido.

- Bueno... yo era tu pareja hace siete años.

-¿Siete?

- Si, yo tampoco se mucho en realidad, de lo poco que me acuerdo era que íbamos en mi auto y de repente chocamos  ... -Camus lo escuchaba, pero a la vez no, porque en su mente iba reconstruyendo el día del accidente - ... no sé por que paso el choque en realidad, pero desperté de un coma de 5 años, lo primero que hice fue preguntar por ti, y me dijeron que... habías perdido la memoria - no le diría ni loco que su padre le dijo que estaba muerto- no te busque por dos años, solo porque tenia miedo de encontrarme contigo y que no supieras quien era, pero veo que mis miedos no tenían ninguna justificación y si ahora me armo de valor para estar aquí, es solo por una cosa, en estos 7 años mi amor por ti Camus a estado intacto, no quiero presionarte ni nada, solo  quería decirte esto. Lo siento si te cause alguna molestia ya me voy.

- No espera, no te vayas... -antes de Milo se fuera, Camus lo tomo del brazo- si es verdad lo que dices, demuéstramelo, en serio quiero creer en tus palabras, pero necesito que me lo demuestres.

- Te lo demostraré todas las veces que sean necesarias, con tal de no perderte de nuevo.

-No quiero ser mata pasiones, sera mejor que salgan y tu  -Mystoria apunto a Milo-  traeme a Camus completo.

Ante ese  comentario Camus se sonrojo a mas no poder.

- ¡Mystoria!

-¿Qué? No dije nada malo ¿O sí?

- No y no te preocupes  te lo devolveré entero.

Salieron de la casa, a Camus se lo estaba comiendo por dentro la curiosidad de a que lugares lo llevaría Milo, a pesar de todo lo que le contó y que el dijera que se lo demostrara, por alguna razón extraña creía en sus palabras, además que en su interior sentía la necesidad de estar con él, ¿por qué? no tenia ni la menor idea  solo sabia que desde que lo vio esos ojos celestes cuales zafiros, esa sonrisa juguetona y la esa actitud infantil que mostraba de repente, lo habían dejado encantado.

Milo llevo a Camus a todo los lugares en que pasaron sus mejores momentos, y le contaba que habían hecho en ellos, relatos románticos, divertidos, algunos que Milo recordaba con nostalgia, penas que vivieron juntos, incluso una vez que un chico estaba mirando demasiado a Camus, y que con eso a Milo le nacieron celos asesinos, con esa anécdota Camus se sonrojo y le sonrió, no pensaba que Milo lo quisiera  tanto para llegar a esos Extremos.

Pero aun faltaba un lugar ... donde se había conocido, donde se vieron por primera vez, e incluso donde nació su amor y su primer beso: el Templo de Atenea en ese bello lugar se habían conocido, y fue una hermosa casualidad, Milo salia del Templo y Camus entraba, ambos distraídos por la belleza del lugar no se dieron cuenta de que venia el otro, terminaron chocando y cayendo al suelo, Milo que fue el primero en levantarse, al ver el bello joven con el que había chocado no dudo en ayudarlo, pero al ver los ojos cuales rubíes que el otro poseía, no movió ningún músculo si no después de unos segundo, luego de eso ambos jóvenes se hicieron amigos y de esa amistad nació algo más, enfrente de la estatua de Atenea se dieron su primer beso como pareja.

Ahora se encontraban ahí, ante la estatua de la Diosa de la Sabiduría y la Guerra Justa, Milo comenzó a contarle  toda su historia juntos en ese sitio. Camus se encontraba con la vista perdida en algún lugar, le parecía extraño se acordaba perfectamente de todo esos bellos momentos junto a su Escorpión, sin que se diera cuenta Milo lo tomo de ambas manos y lo miraba con ternura, él tomando por sorpresa al joven Heleno lo beso en los labios, Milo al principio se sorprendió, no se lo esperaba, ahora no le importaba nada, ni su padre ni nada, solo sabia que el sabor de los labios del galo era lo que más extrañaba y necesitaba. Se separaron y se miraron una los ojos.

- Ya me ha demostrado tus palabras -sonrió, se acerco a su oído susurrandole -mi Escorpión.

Milo no sabia cuánto extraña escuchar esa simple palabra de los labios de Camus.

-¿Ya recordaste todo?

- Mh, no del todo.

- Entonces...

- Entonces ... Crearemos nuevos recuerdos.

Con las ultimas palabras dichas  por Camus, Milo dejo salir algunas lágrimas de felicidad, para luego tomarlo de la cintura y darle el beso más dulce y lleno de amor que en su vida había dado, era solo para el hombre que le había robado el corazón, ya nada le importaba, solo estar ahí con su bello príncipe de los hielo, estar ahí con el y no separarse de su lado nunca más.

Fin

🍎❄

Hola.

Decirles que este es el primer One-Shot que hago, la idea de hacer esto salio de una manera rara, ya que la idea es sí,  me vino cuando me  estaba quedando dormida ... see lo sé raro ¿no? Y eso espero que les haya gustado.

Chao.

ScorpioNoMilo ✌

PD: Aveces me dan ganas de editar esto. ¡Nunca pasen de un Word a Wattpad, se cambia todo!, experiencia propia mis beibis.

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