Biblioteca

Si había algo que todo el mundo sabía, hasta el mismo Universo era que Yusuke Urameshi y la escuela no eran compatibles. Muchos menos la biblioteca de esta misma.

Y aquí estaba. Sentado observando con un humor de perros a Keiko que estaba totalmente ocupada eligiendo algún libro que seguramente sería romántico. Maldición, ella era un ratón de biblioteca plenamente.

- ¡Mierda Keiko! ¿Tan difícil es elegir un libro? -se quejó. Sentía que iba a explotar y romper la mesa que estaba al frente.

La nombrada frunció el ceño y se dio la vuelta para mirarlo.- Si tanto te molesta, te puedes ir. Nadie te pidió que vengas -le recordó.

El detective espiritual suspiro y miró para el otro lado. Era cierto, el estuvo detrás de ella cuando comentó que iba para la biblioteca a solo unas horas de ir anocheciendo. No es por comodidad, o de querer estar. Pero, hubo casos de desapariciones en las escuelas cercanas y el equipó Urameshi sabía qué estaba relacionada con algún demonio.

Y por supuesto que no la iba a dejar sola. Por más que se esté retorciendo de aburrimiento y qué Keiko también le casi gritando de dejarla tranquila.

- Mira Yusuke, no se que está pasando, pero si tanto te molesta mi compañia te puedes ir retirando -le echó en cara mientras caminaba para los otros estantes y así no verlo.

No entendía que pasaba, pero estaba 100% segura que era por un caso que él no tuvo el descaro de comentarle. Sabía qué no podía estar detrás de él todo el tiempo para ver si estaba bien, si necesitaba algo. ¡Y lo estaba haciendo! Pero lo irónico, es que Yusuke lo notó y casi la obligó a permanecer a su lado. No sabía cómo tomar todo esto.

Tantas cosas cambiaron desde que Yusuke murió y volvio como detective espiritual. Yusuke maduró, y el cambió más grande fue cuando se enteró que era ahora un demonio, un Mazoku.

Ante las palabras de Keiko, reaccionó. ¿Ahora que mierda decía?

- ¡Que cosas dices Keiko! -se levantó para enfrentarla pero no estaba. Al estar perdido en sus pensamientos no se dio cuenta que ella se habia movido. Odiaba que la biblioteca sea gigante. De por sí odiaba la biblioteca.

- Nada, sólo digo lo que tal vez te incómoda -comentó agarrando un libro y mirando su tapa.

- ¿Lo que me incómoda? -preguntó con sarcasmo mientras la buscaba guiado por su voz.

- Si -agradecía que la escuela le tuviera bastante confiada para darle la llave y estar sola. Bueno no tan sola de por sí.- Kuwabara en cualquier momento va a llegar a hacerme compañía, así que no te preocupes.

- ¿Kuwabara? -su cara se transformó en confusión. ¿Que tenía que ver él el todo esto?

- Le pedí en clase si me acompañaba. Para así no exponerme a algún peligro y ayudarlo en matemáticas -le hizo saber.

- Espera... -frunció el ceño y sintió como su orgullo era golpeado. Finalmente la habia encontrado en un hueco entre los libros, separados por el estante.- ¡Le pediste al idiota de Kuwabara antes que a mí!

Levantó una ceja mirándolo.- Felicidades por tu deducción -pusó nuevamente el libro en su lugar para dejar de ver la cara del delincuente.

- ¡Keiko! -le regañó por esto. Estaba herido. Se supone que el estaría ante todo para ella, el la protegería con su vida. Sabía que Keiko era consciente de esto. Sabía que ella lo amaba y también en silencio ella sabía qué estaba loco por ella. Entonces, teniendo todos estos factores en la mesa, ¿Por qué no le pidió qué la protegiera?.- ¿Por qué le pediste al idiota de Kuwabara estar a solas? -se movió para seguirla ya qué escuchó que se alejaba.

- Se qué estás ocupado -comenzó a sentirse dentro de un laberinto. Ya no estaba interesada en buscar un libro, su objetivo era esconderse en algún sitió. Era cómo si fuera una conejita escapando de un lobo feroz.

Y eso, la emocionó y aterró.

- ¡Eso no tiene nada que ver! -se estaba empezando a enojar. No le gustaba a que estaba llegando todo esto. ¿Keiko ya lo quería lejos? ¿Empezaba a alejarse de el? ¡El tiene una gran deuda con ella! Le debe todo, quiere hacerla feliz. Quiere estar a su lado, y ahora viene con que prefiere a Kuwabara.

- A-a lo que quiero llegar es qué no es necesario preocuparte por mí -doblo para la derecha y troto para detenerse y pegarse en la punta de un estante. Seguramente si apenas se movía no la encontraría y llegaria el del pelo naranja para sacarlos de esta situación incomoda.

Yusuke notó que ya no estaba buscando el libro que una hora estaba llorando en encontrar. Ahora se estaba escapando de él. Eso lo frustró. No entendía a lo que quería decir Keiko. ¿Que era lo que lo incomodaba? ¿Por qué le pidió ayuda a Kuwabara? Y más si estaban a solas a nada de desaparecer el sol. Una parte oculta, primitiva le dijo que para saber todo tendría que ponerla a su merced.

Keiko se movió nuevamente al escuchar que se acercaba. A pasos lentos fue al fondo del pasillo oscuro que se habia formado con los estantes.

- ¿Qué no me preocupe? -escuchó la voz de Yusuke dandose la vuelta para mirarlo. Tenía una ceja alzada analizandola y las manos escondidas en el bolsillo del pantalon verde. Se acercó a paso lento mientras ella caminaba para atrás cómo si estuviera preparada a que salte y la devore.

- S-si, ya sabés... -el aire se le fue al darse cuenta que no habia salida. Su espalda chocó con la pared. Lo miró a los ojos totalmente apenada.- Tienes cosas más importantes que hacer, como salvar a la humanidad... -bajo la mirada tanto por la realidad de sus palabras y por como los brazos de Yusuke la acorralaron. Sus manos se apoyaron en la pared a centímetros de su cabeza y el acercó su rostro al de ella.

El enojo se mostro en las facciones del muchacho. Por más que de cierta forma lo fuera, ¿De que valía la pena salvar a la humanidad si cuando volvía Keiko no lo estaría esperando? Sus ojos se agrandaron al comprender lo que pasaba por la mente de la chica. Y si no fuera por todas las circunstancias vividas, no estaría de esta forma tan atrevida y mal vista en Japón.

- Eres una mocosa y tonta -le dijo con total enojo. Keiko levanto la mirada y lo fulminó. Yusuke era un total estúpido arruinando un momento íntimo. Antes de que la mano de la estudiante se levante y le de su famosa bofetada, la descolocó con sus palabras.- Y eso me encanta...

Para sorpresa de Keiko, y seguramente de todos los demonios que lo conocían lo estuvieran viendo, unió sus labios.

Las mejillas de la joven se sonrojaron a no más poder y cerró los ojos con fuerza al no saber que hacer. ¡Estaba soñando!

Yusuke se separó y la miró divertido al ver la cara que puso. Ella se cubrió el rostro con las manos totalmente avergonzada.

- ¡Ay! Actúas cómo si nunca me hubieses besado -la molestó. Amaba cuando se enojaba.

- ¡Eso fue para salvarte! ¡No cuenta! -respondió mirandolo al fin.

- Bien, haremos besos que cuenten -se ánimo sintiéndose más atrevido y con gran confianza.

- ¡¿Eh?! ¡Mph! -Yusuke la besó de vuelta y con rudeza. Dio un suspiro dentro del beso. Subió sus manos hasta su cuello y lo trajo más cerca de ella. Aprovechando esto, el joven la agarró de la nuca y de la cintura moldeando su cuerpo.

Nuevamente se separaron en busca de aire, solo que esta vez no hablaron y sus labios se reencontraron. La lengua se Yusuke paso por sus labios en busca de una aceptación que recibió. En el momento que sus lenguas se juntaron las cosas cambiaron. Con un gruñido la acercó más y se frotó en ella.

Ante esta nueva sensación un gemido salió se Keiko y se apartó en busca de aire.

- Keiko... -su pecho subía y bajaba en bisca de aire. La miró en busca de alguna aprobación a lo que se iba a venir.

Sus dedos acariciaron el cabello de Yusuke y de forma inesperada lo atrajo besándola con una pasión que iba en aumentó. Correspondiendo y devorando a la chica, sus manos bajaron a su trasero y apretaron.

(...)

A solo unas cuadras, Kuwabara caminaba de lo mas tranquilo mientras terminaba su barra de chocolate. En su brazo tenía algunos libros de matemática y hojas para empezar a estudiar. Estaba totalmente agradecido que Keiko le ayudé con los exámenes de ingreso.

Ambos se entendían junto el nuevo paso que iban a dar. Ambos eran humanos en busca de una vida común con demonios en ella.

Y hablando de demonios, había notado la gran brecha entre Yusuke y Keiko.

Solo esperaba que se reconciliaran.

(...)

¡Hola!

Es la primera vez que escribo una historia de Yu Yu Hakusho y estoy totalmente feliz se hacerlo.

Esperó que la disfruten y sigan esta historia. Me encantaría que comenten y me digan sus opiniones.

Hasta el siguiente capítulo! ❤

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