Capítulo seis: Entrelazados.
Una sugestiva noche empañando nuestros cuerpos recubiertos en una exquisita danza de pasiones y fervor.
Un instante de entrega mutua compartida, azorando su conciencia y desarmando la mía.
¿Cómo es que se transcurre de anhelos en sueños a realidades compartidas?
Miles de preguntas azotan mi conciencia (o lo que queda de ella) sin respuestas todavía, pero, ¿realmente importa? Porque cuando siento sus dedos en mi boca, la escasa sensatez que me domina se pierde en el deseo que provoca.
—Abre esa boquita y chupa, necesito prepararte —emite Jungkook con su sexi y caliente voz a medida que restriega su entrepierna en la sensible unión de mis nalgas.
Entonces, abro mis labios cual flor lo hace hacia el sol y me aboco a mi trabajo mientras continúa con vaivenes necesitados asfixiandome con su calor.
—¿Te gusta? —cuestiono ladeando mi rostro mientras tomo su mano y me trago dos dedos embebidos en mis fluidos.
—S-sí, así me gusta... ¡Mierda Jimin! Me tienes completamente loco —confiesa llevando su mano a mis pezones mientras pellizca sacándome unos cuántos jadeos descontrolados.
Así es que libero sus dedos de mi toma y deslizo mi mano al encuentro de la suya, tragando aún más profundo sus dedos.
—Si, eso es, no te das una idea de lo que me provocas... —susurra él. Luego, sacando su mano de mi pecho la llevo hasta mi necesitado pene ambicioso en atención.
—¡Úsame! Para luego recordarte —susurro lo último entre movimientos ondulantes de mi cadera.
—¡Maldita sea nene! Me tienes devoto de tu piel. Te necesito tanto, pero tanto, que se me nubla la vista de placer —confiesa tomando mi duro eje mientras recorre mis relieves con su lengua, regando húmedos besos mientras intensos escalofríos se adueñan de cada fracción de mi piel.
Sus empapados dedos abandonan mis labios y entre gemidos ahogados, apoyo mi cabeza en el respaldo.
—Te necesito adentro —imploro desesperado entre tanto continúa con su tortuosa masturbación sobre mi cuerpo.
—¿Y yo? Necesito poseerte, eres una puta adicción, muero por marcar cada centímetro de tu delicioso cuerpo con mi lefa —anuncia besando y succionando mientras introduce su dedo en lo profundo de mi culo a medida que arqueo mi columna ante la rápida intromisión. Y de dos pasaron a tres, ¡y maldita sea! Que me sofoco en el deseo de sentirlo bien adentro.
—¡Qué belleza de culo! Te sientes tan apretado que te voy a joder bien duro —anuncia con la voz rebosante de deseo. Y si anteriormente estaba ansioso, ahora, me prendo fuego por sentirlo adentro.
Y mi cara debe ser un erótico poema porque de inmediato cuestiona: —¿Te encuentras bien?
—¡Solo fóllame de una puta vez Jungkook! Suave, fuerte o como sea pero ¡házlo ahora! —de repente, callo ante mi arrebatada confesión. Porque una cosa es estar caliente y otra bien diferente es exigirle que me folle de tan caliente.
—¿Impaciente Park? —pregunta con su sonrisa ladeada a medida que rompe el envoltorio de un preservativo y hunde su lengua en lo profundo.
¡Y maldita sea! Que su lengua es la puta gloria y solo mía... "¡Sí! Eso es... Mete tu lengua más adentro..." Pienso, o eso creía, porque cuando escucho la risa nasal de Jung Kook más sus siguientes palabras "Tus deseos son órdenes" Es tarde para quejarme de la fuerza impuesta sobre mis nalgas y de su lengua aún más adentro.
—Eres tan jodidamente perfecto —anuncia en cuanto siento un abundante calor de mi parte inundando todo mi pecho.
Y perdido en mis sensaciones me encuentro en cuanto recibo un jalon sobre mi pelo junto a un caliente susurro que dicta "Abre bien tu culo" para luego sentir cómo se mete en lo profundo de mi agujero.
—No te das una puta idea las veces que te imaginé así —dice mientras se deslizaba una y otra vez en mi interior —. Si antes de tocarte no podía sacarte de mi cabeza, imagínate ahora... Te sientes tan irreal... Eres solo mío ¿entendiste? —ruge en mi oído, mientras me da vueltas en el aire y se apoya con firmeza en mi garganta.
—Tuyo —declaro inconscientemente mientras siento quemarme por dentro con feroces arremetidas, como si enunciara la imperativa necesidad de fusionarnos y persistir a través del tiempo.
Su apoyo en mi cadera incita a la continua unión de nuestros cuerpos a medida que inundamos la habitación con descontrolados jadeos y continuos gemidos.
—N-no puedo más, Jungkook —gimo entre llantos al sentir quemar mi bajo vientre enloquecido por dejarme llevar.
En eso, noto escapar su mano de mi cadera para entrelazar nuestras manos apoyándose en el sofa mientras susurra roncamente a mi oído.
—Córrete para mí, nene —esas palabras bastaron para desintegrar mi escaso control mental liberando mi esperma entre gemidos y espasmos de continuo placer.
Jungkook se libera dentro mio con sonidos guturales mientras acaricia mi cadera con su mano libre, porque las entrelazadas nunca se soltaron de mí.
Apoyándose en mi espalda como tratando de recuperar algo de oxígeno, le digo: —Me aplastas.
—¡Ups! Lo siento bebe —se retrae de mi espalda colocándose a mi costado.
"LO SIENTO BEBE" Esa frase me desestabiliza, mueve mi mundo y provoca hormigueos cálidos en mi pecho.
Al rato, percibo sus manos sobre mi piel y levanto mi cabeza. Lo observo asombrado, limpiarme suavemente con unos pañuelos.
—G-gracias —ofrezco una tímida sonrisa. Seguramente mi rostro es todo un poema porque Jungkook me observa detenidamente.
—Ven aquí —anuncia mientras jala mi cuerpo a su costado. Y me dejo llevar.
El silencio se transforma en suaves caricias sobre mi hombro.
Al contrario de lo que la desnudez entre ambos podría provocar, luego de una intimidad semejante... (Vergüenza o timidez)
Se sintió ameno. Estaba y estoy con la persona en el lugar correcto...
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