✧˚ · . Un gran corazón

—Asi que con esto te referias con "Tiempos de guerra"..—Felix arrugó su nariz mientras observaba a las chicas acorralar a Minho—son unas salvajes.

—Sigo sin poder creer que la boda se cancelara..—uno de los niños observo aquel extraño show para luego, juntar sus manos y cerrar los ojos en forma de oración—En paz descanse profesor Lee..

—Siento un poco de pena por él, pero..—el rubio rodó sus ojos— esas locas.. ¿Acaso se olvidaron de lo que tú les dijiste la última vez?

—Yo dije que, deberían olvidarse y desearle felicidad a Lee, porque el ya era feliz al lado de otra mujer..—rodó sus ojos sin mucho interés—pero el ahora esta soltero e infeliz.. es mas obvio que ellas iban a aprovechar para conquistarlo.

—Si..—los chicos asintieron al mismo tiempo—Por cierto~~ —el par de amigos dirigió su mirada hasta el castaño—Jisung~

—Ja ja ja—rápidamente puso un rostro serio—¿Qué quieren?

—El otro día..—Felix paso un brazo por el hombro de el castaño—conocí a unas chicas.. y cuando le conte sobre mis geniales amigos, planeamos una cita triple.. ¿Vienes?

—Te dije que no me interesan las mujeres..

—Vamos..—el rubio hizo un pequeño puchero—será divertido, además podrás comenzar a decidir sobre tu orientación..

—....—Jisung soltó un suspiro de pesadez—de acuerdo, iré... pero no te quejes si me ves de mal humor..—arrugo levemente su nariz y alzó su mirada hasta el contrario—¿Cuándo?

—Esta tarde, ellas vendrán a buscarnos a la salida de la escuela.

—Las chicas vienen a buscarnos, que caballerosos somos—rodó sus ojos

—¿Qué tiene de malo que los papeles se inviertan?

—No tiene nada de malo, pero en las primeras citas,—el castaño se encongió de hombros—la mayoria de las chicas desean ser bien tratadas por los chicos, así sera mejor que lo recompensen por eso.

—Hablas como si ya hubieras estado con chicas... —Jisung arrugó su nariz para luego salir de la habitación con molestia

—Esto es increíble —el castaño soltó unas cuantas carcajadas—nos dejaron plantados—a paso lento se acercó a un muro para recargarse y continuar riendo

—Cállate—el rubio cubrió su rostro por la vergüenza

—¡Lamentamos la demora!—una pequeña niña de cabellos oscuros se acercó al trío de amigos

—¿Huh..?—rápidamente los tres se giraron observando a las tres señoritas con los uniformes escolares—D-descuiden..

Jisung cubrió su boca intentando parar sus risas y dirigió su mirada a las señoritas las cuales clavaron sus ojos en él. Rápidamente su piel pálida comenzó a erizarse y enfriarse, tragó grueso y desvío su rostro intentando calmarse.

—Tu..—una de las chicas se acerco a paso lento a el contrario—te me haces familiar.. ¿Cómo te llamas?

—¿Huh..?—sin abrir los ojos alzó su cabeza para estar frente a frente con ella—mi nombre es un secreto—puso un dedo sobre sus labios

—¿Un secreto?—las tres ladearon la cabeza

—Exacto,—soltó una pequeña carcajada mientras se acercaba a sus amigos—Señoritas.. ¿Qué les parece si hacemos un juego?—ladeó su cabeza abriendo solamente uno de sus ojos café—Mantendremos nuestros nombres ocultos—hizo una cruz con sus dedos mientras los apoyaba sobre sus labios—hasta el final de la cita y, sólo los diremos si queremos participar en otra cita, ¿vale?—sonrió—de esta forma evitamos maldiciones a nuestro nombre~

—..—las chicas soltaron una carcajada—de acuerdo, reina del juego~

—Minho, Minho—Hyunjin soltó leves risitas mientras se aferraba a su hermano—¡Sigamos bebiendo!—habló para luego comenzar a soltar un par de carcajadas—¿Huh..?—alzó su mirada hasta la puerta frente suyo—¡Oh!—señalo la misma—¡Es la puerta de mi casa!

—Si, es la puerta de tu casa—frunció su ceño mientras hacía fuerza para sostenerlo y subir los pequeños escalones—Y tu hombre esta esperando adentró.

—¿Mi hombre?—ladeó su cabeza para luego reaccionar—¡Minho, Minho!—comenzó a murmurar cosas inentendibles mientras se aferraba al mencionado—¡Él me va a golpear!

—Es problema tuyo por beber de más—murmuró mientras extendía su mano tocando el timbre de aquel hogar

—¿Huh..?—al cabo de unos minutos un hombre con cabellos oscuros abrió la puerta—¿Minho...?—bajo su mirada observando a Hyunjin el cual rápidamente se ocultó atrás del mayor—Hyunjin....

—¡Jeongin, Jeongin!—grito fingiendo alegría al lanzarse a sus brazos—¡Quería verte!

—...—entrecerró sus ojos con sospecha y luego bajo su mirada observando al gemelo mayor—gracias por traerlo.. y.. lamento lo que paso..

—Descuida,—soltó una leve risita para luego despedirse con la mano—lamento que se haya quedado hasta tarde bebiendo conmigo,—ya sobre la calle hizo una pequeña reverencia—te lo encargo, Jeongin.

Tras despedirse, el pelinegro tomó rumbo a su hogar; durante el transcurso observaba todo a su alrededor disfrutando de la brisa que jugaba con su cabello y, soltando uno que otro suspiro al ver las joyerías y las tiendas de ropa femenina. Al cabo de un rato de pasear por aquellas frías y solitarias calles, el hambre llego a su ser, por lo que decidió pasar por algún puesto de comida para no cocinar en su hogar.

Rumbo allí algo captó completamente su atención, detuvo su paso frente a un pequeño callejón mientras bajaba su mirada a una caja cercana, entrecerró sus ojos para luego abrirlos rápidamente al darse cuenta de su presencia, rápidamente entro a aquel sitió oscuro acercándose a la caja.

—¡¿Que haces aquí?!—pregunto el mayor mientras tomaba su rostro del castaño analizando de que no tuviese heridas—¿Han?—murmuró al no tener respuesta de ningún tipo, junto su frente con la suya revisando que no tuviera fiebre pues su cara estaba rojiza

—¿Profesor... Lee?—murmuró mientras lentamente el brillo de sus ojos volvía en sí—¿Qué hace aquí?

—¿Que haces tu aquí?—preguntó en tono preocupado

—Oh..—soltó una pequeña carcajada mientras acariciaba la caja—encontre una nueva caja.. ¿Te gusta?

—Han..—frunció su ceño para luego enseñar su celular—son las 23:45 y contando... estás sola en un callejón oscuro a estas horas de la noche.. —cubrió su rostro intentando calmarse—¡¿Por una caja?!

—¡Exactamente!—soltó una carcajada mientras se levantaba, limpiaba sus prendas y tomaba su bolso—bueno.. debo volver a casa así que.. —su cuerpo se paralizó al no sentir su billetera en sus bolsillos—Lee~~ —alegremente se acercó al mayor—¿Tiene algo de dinero..?

—Tengo dinero pero.. —se levantó sacudiendo sus prendas—es muy tarde, las estaciones estan cerradas y el último bus pasó hace rato..—alzó su mirada hasta el menor la cual comenzó a temblar—te acompañare hasta tu casa.. ¿Donde queda?

—.....—bajo su cabeza—a tres ciudades de aquí..

—¿Como que a tres ciudades...? -alzó su ceja algo sorprendido para luego calmarse, el había sido rechazado de todas las escuelas, era entendible que su casa estuviera lejos.

—Profesor Lee.. —comenzó a murmurar—sabe.. usted es un profesor muy genial, es muy amable, es apuesto..—estiró sus brazos—y tiene un graaaan corazón..—ladeó su cabeza—¿Puedo quedarme en su casa por hoy?

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