El pelinegro tragó grueso, mientras observaba de reojo como aquella hermosa pareja se demostraba afecto en la cocina, Minho bajó su mirada con algo de vergüenza mientras extendía su mano y tomaba un sorbo de jugo, soltó un suspiro intentando calmarse pero, luego de un par de segundos, un escalofrío recorrió su espalda al escuchar sus pequeñas risitas a lo lejos.

—¿Homofobia? —susurró el castaño mientras se sentaba a su lado y apoyaba su rostro sobre la mesa.

—No, —negó con la cabeza— tengo dos amigos que son pareja, —sonrió— no me molesta esto.

—¿Entonces es vergüenza? —achinó sus ojos a lo que el contrario volvió a negar— ¿Envidia?

—Tal vez, —aclaró mientras tomaba nuevamente un sorbo— es algo raro, —bajó su mirada hasta el castaño— verte con ropa de civil.

—Lo mismo digo, —soltó una pequeña risita mientras dirigía su mirada a las prendas del mayor— mis madres estarán un buen rato así, ¿Qué le parece si le enseño mi casa?
                     
—¿No crees que eso suena un poco extraño?—soltó una pequeña risita mientras alzaba una ceja.
                     
—Le daré donas.
                     
—¿A dónde quieres ir? —preguntó alegremente.
                     
—Profesor Lee.. es como un niño ¿Lo sabía?—soltó un suspiro a lo que el contrario se tensó—¿Huh..? —alzó una ceja al ver como el pelinegro volvía a su posición anterior y tomaba nuevamente un poco de jugo— ¿Se enojó? —ladeó su cabeza.
                     
—¿Por qué me enojaría? —sonrió— Eso sería muy infantil.

—… —Jisung entrecerró sus ojos con sospecha— No me molesta que sea infantil, yo también lo soy, —ladeó su cabeza con una sonrisa-—eso significa que usted aún se divierte y, no es un viejo aburrido como Bangchan.
                     
—¿Cuánto crees que cueste eso? —sonrió con malicia— Bangchan podría acabar con tu carrera en segundos˜
                     
—¿Lo que costará? —sonrió de igual forma— Su libertad˜ —aclaró mientras se levantaba de la silla— me pregunto si podrá seguir dando clases desde la cárcel..

—No juegues con fuego, enano —aclaró mientras se levantaba y seguía a el menor— ¿a dónde vamos?
                     
—Al país de nunca jamás˜˜ —respondió con una sonrisa.

—¿Tienes mascotas?
                     
—¿Tengo cara de tener mascotas? —alzó una ceja.
                     
—Tienes razón… ambos competirían por la caja.. —achinó sus ojos.

—Exacto, ¡mi caja no la comparto con nadie! —aclaró mientras colocaba sus manos en su cintura y soltaba una pequeña risita.

—¿Ni con tu profesor favorito? —preguntó en broma mientras detenía su paso, fingiendo haberse ofendido.
                     
—¿huh..? —el menor dirigió su mirada al contrario— bueno… supongo que podría compartir mi caja con usted. —aclaró mientras bajaba su cabeza y caminaba a paso rápido.

—… —Minho alzó una ceja ante su comportamiento para luego, volver a seguirle el paso— ¿eh..? —alzó su mirada hacia una pequeña mesa ubicada en el jardín.
                     
—Aquí tiene, —rápidamente el menor se acercó a la mesa y tomó una pequeña bolsita— envenénese con mis donas —extendió aquella bolsita al mayor.
                     
—Mmm… —tomó la pequeña bolsa y sonrió tiernamente— ¿Realmente las hiciste? —alzó una ceja— Creí que lo habías dicho en broma.
                     
—¿Usted bromeaba cuando dijo que las quería..?-preguntó algo preocupado a lo que el contrario soltó una risita.
                     
—… —Minho ignoró su pregunta mientras tomaba una de las donas e intentaba llevársela a boca— veamos que tal saben˜
                     
—¡No! —El castaño tomó el brazo del contrario evitando que la comiera— ¡Ya no las coma!
                     
—¿Por qué no?
                     
—¡Porque no!
                     
—¿Tienen veneno? —alzó una ceja mientras levantaba su brazo alzando a el castaño del suelo.
                     
—¿Qué mierda..? —murmuró al ver que estaba a varios centímetros lejos del suelo— ¡Ya no es digno de comerlas!
                     
—¿Por qué no? —hizo un puchero sin bajar a la pequeña—quiero comerlas.
                     
—¡No puede! —negó con la cabeza— ¡usted mintió!
                     
—No mentí, —aclaró para finalmente llevarse una de las donas a la boca— oh… —abrió sus ojos con sorpresa— están muy ricas˜
                     
—¿De verdad..? —preguntó en un susurro.
                     
—Sip. —achinó sus ojos mientras intentaba comer otra.
                     
—¡No más!
                     
—Las hiciste para mi, son mías y sólo mías, —aclaró mientras alejaba la bolsa del alcance del castaño— largo.
                     
—…. —Jisung mordió su labio inferior para luego soltar una carcajada— ¿Qué diablos fue eso? —alzó una ceja sin parar de reír— fue como si intentara robarle a un niño pequeño.
                     
—eh˜˜ alguien rendirá exámenes en verano..
                     
—¡No, no, no, no, no! —negó repetidas veces con la cabeza— ¡Eso es abuso de poder!
                     
—Tú abusas de mi amabilidad, yo abusaré de mi poder, —respondió con una dona en la boca— mías. —aclaró al ver como nuevamente, el menor se preparaba para atacar— Atrás bestia, atrás.
                     
—…. —el castaño soltó un pequeño gruñido— Profesor, —suspiró mientras se sentaba césped— ¿Cuándo será ese estúpido viaje?
                     
—La próxima semana, —respondió mientras extendía la bolsa ofreciendo de sus donas— recuerda llevar varios cambios de ropa.
                     
—…—frunció levemente su ceño— ¿Cómo será?
                     
—¿A qué te refieres? —alzó una ceja.
                     
—¿Compartiré cuarto con los chicos? —ladeó su cabeza— ¿Dormiré en un cuarto individual? —soltó un bostezo— ¿O me mandarán a dormir con sus perritas? —preguntó mientras tomaba una dona.
                     
—Primero, no hables así de tus compañeras, —frunció su ceño para luego suspirar— segundo, intentaré de que tengas tu propio cuarto.
                     
—No, —negó con la cabeza—envíeme con las chicas.
                     
—¿Enserio crees que dejaré a un niño en medio de un nido de chicas en plena pubertad?—Negó con la cabeza— Estás loco.
                     
—Por si no se dio cuenta, ese “nido de chicas en plena pubertad”, cree que yo soy una de ellas, no atacarán a su propia “especie”.
                     
—No lo haré, me rehúso a arriesgarme
                     
—¿Arriesgarse? —el castaño entrecerró sus ojos— ¿A qué se refiere? —ladeó su cabeza— no soy un niño que necesite de su cuidado, se perfectamente que parezco débil, y sí, lo soy, —rodó sus ojos— pero "confío" en ellas y sé que no me harán nada malo.
                     
—…. —Minho soltó un suspiro— De acuerdo, pero si… si algo llegara a ocurrir, por favor ven a avisarme.

ustedes después que les dijera que iba a publicar este capítulo el miércoles:

JAJAJA PERDÓN, estoy muy ocupada con mis estudios.. pero para que tengan un capítulo aunque sea. 💗