Extra| Narra Adrián
Especial por llegar al 1M de vistas 🤍. Los sucesos de este capítulo están en pasado, ya se darán cuenta mientras vayan leyendo 🌚.
Adrián Irman
Me volví adicto a unos ojos que no me miran.
¿Soy un imbécil?
Mmm, no debería costarme responder, talvez la respuesta es algo tan sencillo como un "Sí", pero cuando la miro y contemplo todo su ser... Diablos, incluso mi corazón empieza a acelerarse con la simple imaginación.
Ella me tiene a sus pies.
Tengo el suficiente coeficiente intelectual para saber que no existe la persona perfecta, pero ella arrastra cada pensamiento lógico de mi sistema. Se metió como un virus, hasta el fondo, y su nombre científico es "Amor". Extraño que surja de la nada, pero el amor se trata de eso, ver las imperfecciones como perfectas, aceptar, amar, adorar y que Dios me joda si no hago de todas esas cosas.
Sin embargo, aún pienso que esto es más fuerte, intenso, como para ser solo amor ¿Cómo podría? Hoy en día la gente se enamora con una facilidad que asusta, he escuchado decir tantas veces un "te amo" con tan poco sentimiento que me niego aceptar que es lo que Ashley Wood me genera.
Por ella cruzaría la línea, disculpa, ya lo he cruzado y no estoy arrepentido ¿Poco sano? Por supuesto, desde el momento que la vi, lo lógico desapareció y la necesidad tomo el poder.
Pero no soy un animal, he controlado mis instintos de poseerla durante años porque quiera o no, ella ya es de alguien. Me acerqué muy tarde, otro la tomo como suya, con mentiras claro, pero era tan astuto que me obligó a permanecer en las sombras hasta que llegara el día indicado de mover mis fichas.
Si algo me caracteriza es la paciencia y control porque durante las noches, cuando no hay ningún factor distractor para mi cerebro, empiezo a imaginarla. Primero es una chispa que surge desde la oscuridad, después se convierte en unos hermosos ojos cafés y se va expandiendo hasta recrear su cuerpo, es una imagen estática, pero entre más paso sumergido en la alucinación, se vuelve más real hasta el punto de escuchar su voz hablándome.
Sí, completamente jodido.
¿Cómo me permití caer de este modo? ¿Por qué me gusta esta sensación?
Suspiro, frotando mis manos con mis muslos. Estoy ansioso, lo he estado todo el maldito día ¿Por qué? Bueno, por ella, siempre es por ella.
Hoy por fin haré mi movimiento, alertaré a Luke, lo sé, pero tengo jugadas de contraataque, el maldito ni siquiera me ve como un rival así que mientras trata de averiguar algo de mí, yo aprovecharé el tiempo para robarme a mi chica.
Miro mi reloj de mano, volviendo a sentir la desesperación.
Dos horas, ciento veinte minutos.
Puedo sentir la adrenalina subir por mis venas y darme un choque eléctrico a mi cuerpo. La necesidad me está consumiendo, pero no me he controlado todo este tiempo como para tirar todo a la basura en el último minuto.
Relamo mis labios al sentirlos repentinamente secos.
¿Cómo será tener sus ojos en los míos? Fue hace mucho que me dirigió una mirada, pero esa única vez fue mágico, suficiente como para volverse una adicción.
Lo bueno es que está noche todo cambiará.
Ashley me verá, me jodidamente verá y la maldeciré de la misma forma que ella lo va hecho conmigo.
Me levanto de la comodidad de mi cama al sentir una ligera vibración surgida desde lo profundo de mi pecho. Duro, feroz.
¿Cómo será su toque? ¿Podré derretirme en sus dedos? Consideraría la posición de que he caído en la magia de una bruja despiadada, explicarían lo hechizado que me tiene, sin embargo mi mente es sabía y me recuerda la vez que averigüe si en su linaje se encontraban magos o cualquier cosa relacionada con la magia, aunque no crea en eso, pero son los extremos que Ashley me ha hecho llegar.
Todavía puedo escuchar la risa de mi madre al descubrir todo, a ella se le hizo tierno mi negación, pero yo estaba horrorizado la manera en que la hija de su amiga se estaba apoderando de todos mis pensamientos. Lo bueno es que después de la negación y otras facetas, llega la aceptación y diablos, la forma en que la acepte es simplemente caótico. Abrace el poder, la tome imaginariamente y no estoy dispuesto a soltarla.
—¡¿Por qué te demoras tanto?! —escucho un grito desde mi sala de estar— ¡Estás guapo, Adrián, así que trae tu culo abajo!
Giro los ojos, su madre se escandalizaría si la escucha hablar así.
Le doy una repasada a mi atuendo, asintiendo con aprobación. Cada prenda ha sido seleccionado con cuidado, está noche todo tiene que ser perfecto.
Cuando entro por el lumbar de la sala, veo a una mujer desparramada en el sofá y cuando me ve, se levanta con emoción, me observa de pies a cabeza y después aplaude exageradamente.
—Estás muy guapo, Adri.
—Lo sé.
—¿Puedes ser más humilde?
—¿Puedes no decir cosas obvias? Te hace ver tonta y no lo eres, Priscilla.
—Uy ¿Acabas de hacerme un cumplido? —se acerca con sus cejas meneándose, ella definitivamente está disfrutando esto— Si no estuvieras tan obsesionado con Ashley, diría que te gusto.
—Ahora eres ridícula.
—Oye, —golpea mi pecho— soy hermosa.
—No más que ella —le recuerdo.
—No discutiré contigo, eres tan terco que sé que no ganaré.
—Y ahora, por fin, estás siendo inteligente.
—Jodete, Adrián.
Levanto mi mano hasta su cabello y lo revuelvo hasta empujarla adelante, una señal para empezar nuestro trayecto de la noche.
—¿Todo está listo? —pregunto.
—Sí, conseguí un auto por esta noche con el dinero que me diste, incluso me sobro tanto como para invitar a mis amigas al cine y después a cenar —achico mis ojos— ¿Qué? Es mi comisión.
—Entonces olvídate de la propina.
Priscilla suelta un gruñido, pero no dice nada. Saca un par de llaves del bolsillo de su pantalón y presiona un botón para que las puertas del vehículo en la cera, se desbloqueen.
Tiene buen gusto, escogió un auto color negro y por el brillo que resalta, creo que es nuevo. Ahora mismo me reemplateo si fue buena idea darle la cantidad de dinero que le di. Mis órdenes fueron claras, solo quería que rentara un vehículo para una noche, cualquiera, pero jamás imaginé que iba a rentar uno completamente nuevo.
—Huele bien ¿No crees? —dice una vez que nos sumergimos.
Casi me río, por supuesto que huele bien, un maldito auto nuevo.
—Para que sepas, jamás especificaste que auto y yo no conduciré una carcacha.
—Tomas un autobús de mala muerte todos los días —contradigo.
—Bueno, en ese caso ¿Crees que iba a desperdiciar la oportunidad de conducir un auto de lujo?
—¿Esto es lujo para ti? Sube tus estándares o tendré que dejar de frecuentarte.
—Ajá, lo que digas, Adrián.
—Hablo en serio.
—Pero no podrías. Nuestro odio por Luke nos une y además, lo más importante, tengo conexión con la mujer que amas, me necesitas.
—Tengo a mi prima que curiosamente tampoco le cae Luke.
—¿Cristina? —frunce su ceño— Pero si a penas se saludan.
—Tampoco es como si nosotros habláramos a menudo, Priscilla.
Es cierto. Mi amistad con ella es extraño. Recuerdo que se acercó a mí para que la ayudara con un par de problemas de estadística y poco a poco se le fue haciendo costumbre. No voy ayudando a todo el mundo, pero conozco su historia, en ese tiempo su madre estaba grave y se me hizo imposible no empatizar. Ella era una de las chicas más inteligentes, destacaba, pero paso ese accidente y fue como si su cerebro se hubiera reiniciado. No iba a dejar que su potencial se perdiera así que la ayude. Con el tiempo descubrí su aberración por Luke y ella mi adoración por Ashley.
Nos hicimos cercanos, no hablábamos todos los días, pero tenemos una conexión peculiar. Me contaba sus problemas, yo escuchaba, ella necesitaba con urgencia alguien con quien desahogarse.
Mientras pongo el Waze con la dirección donde tiene que manejar, Priscilla pregunta:
—¿Por qué no llegaste a sacar tu permiso de conducir a tiempo? Se supone que debías hacer esto solo.
Silbo, un pequeño sonido agudo.
—¿Qué? —insiste.
—Perdí la cita para la evaluación —confieso.
—¿Y eso? No eres irresponsable, debió...
—Luke la beso ese día.
—La besa todos los días, Adrián.
—No como ese día —carraspeo al sentir un poco de tensión en mi voz.
El día de mi examen de conducir, hace dos semanas, estaba listo para aprobar todo. Sé conducir, pero no lo haré sin mi credencial, no quiero preocupar a mi madre si la llaman para decir que su hijo está detenido en una prisión preventiva. Sin embargo, jamás llegué al circuito de prueba.
Me distraje.
Ese día Luke hizo que Ashley se sentara en sus piernas, en la cafetería. No era algo extraño, muchas parejas lo hacían así que no llamaban la atención, pero yo sí que los note.
Estaban en su mesa de siempre, junto a los populares y Dereck, misteriosamente también estaba ahí. Cuando lo vi, entendí la intención de Luke, estaba marcando territorio y Ashley ni cuenta. Es ciega, no nota el enojo de Dereck, no ve los engaños de Luke y mucho menos mi adoración.
—¿Acaso se la follo...
—Cierra la boca, Priscilla.
No lo hace, se ríe de mí, pero al menos no dice nada más estúpido.
Ella no sabe lo que verdaderamente es Luke, un enfermo, pero es lo suficiente patán como para que cualquiera lo odie de cualquier forma.
—Al menos sé que confías en mí como para llevarte en este histórico día ¿En serio le hablaras o estás jugando con mis sentimientos?
—Confío en ti —afirmo.
Pone un poco de música y después conduce en silencio. Agradezco que no empiece a cantar porque mi mente necesita estar relajada.
Al llegar a nuestro destino, Priscilla suelta un suspiro e intenta bajarse de vehículo, pero la detengo.
—Esperame aquí —pido con amabilidad.
—¡¿Qué?! —se hunde en el asiento— Pero quiero verlas jugar, no puedes privarme del espectáculo.
—Claro que puedo, por algo te he contratado como mi chófer. —contradigo— Si sales del vehículo no te pagaré un centavo ¿Entiendes?
—¿Solo un rato?
—No. Te conozco y sé que te distraerás.
Resopla y por sus movimientos corporales sé que ha tirado la toalla.
—Todo lo que hago por dinero —murmura.
—No exageres, ni que te estuviera pidiendo sexo.
—Es porque eres tímido.
Volteo los ojos. Salgo del vehículo y empiezo a caminar directo al instituto. Para este momento deben faltar pocos minutos para que el partido acabe.
Nunca me pierdo un partido de ella, pero hoy no tengo la fuerza para verla lucir como un puto ángel y después enfrentarla como si mi corazón no estuviera a punto de salirse, necesito control, tengo control.
A lo lejos escucho como la multitud explota y vocifera cosas inaudibles. Me pregunto quien ha anotado el punto y una voz en mi interior me grita que es Ashley. Es buena voleibolista, ha mejorado con el tiempo y por supuesto que Jeremy ha tenido mucho que ver.
Juega con pasión, da todo de sí y en el proceso desfoga el dolor que arrastra de todos estos años.
La tentación de ir a verla es grande, pero no, tengo que concentrarme en mi plan.
Subo unas escaleras que me llevan a un pequeño cuarto familiar. Está abandonado, infestado de telarañas, pero el mejor lugar para pasar desapercibido, ni siquiera el personal de limpieza se acerca aquí, es como si todos se hubieran olvidado del mejor panorama para ver la cancha.
He venido muchas veces para verla, pero está noche mi objetivo es diferente; un hombre.
Me adentro al pequeño espacio hasta llegar a unas ventanas que dan directo al campo, a ella, a mi necesidad. Sin embargo, tengo que usar todo de mí para no dejarme llevar por esa energía y perder el juego. En su lugar, miro al hombre está parado al frente de la ventana, observando a mi chica.
Él me mira y luego vuelve con ella.
—Pensé que no ibas a llegar, —resalta— casi acaba el último set.
—Tuve cosas que hacer —resto importancia.
—¿Me parece o estás dejando de ser un obsesivo con Ashley?
Me río, con verdadera gracia, como si eso fuera posible.
Ni en mil años.
—Eso nunca pasará, Price, lo sabes.
—Solo decía, nunca te has perdido un partido.
—Y tú tampoco —le recuerdo.
—Ella es espectacular.
—Lo es, —concuerdo— es una lástima que ya no podrás observarla más.
Price deja de mirar el campo y centra su visión en mí, que no lo he perdido de vista desde que entre.
Sus ojos afilados me observan con detenimiento, con astucia. Me gusta esto de él, es jodidamente inofensivo a simple vista, solo un profesor guapo más, pero no, es demasiado inteligente para mi gusto. Por eso me acerqué en primer lugar, sabía cómo atacar, compartíamos el gusto por Ashley, pero más importante, queríamos tenerla para nosotros.
Price masaje si cien y cuando por fin entiende a lo que he venido, levanta sus cejas de la impresora.
—Así que ya te enteraste —reluce sus dientes con orgullo— ¿Estás celoso, Adrián? Ahora no solo tendrás que soportar verla con Luke, sino también conmigo.
Primero muerto.
—¿Contigo? No me hagas reír por favor, sabes que jamás se fijaría en ti, al menos no de la forma en que tú retorcida mente anhela.
Tira sus labios a un lado, como si mis palabras no fueran reales, como si me estuviera olvidando de algo importante.
—Así que eso crees. —murmura— ¿Ya olvidaste esa vez que la atrapaste mirándome en plena clase? —se burla en mi cara. Idiota, le quitaré la sonrisa en un segundo— Hay una chispa de deseo en sus ojos, Adrián, sé que lo sabes.
Fuerzo una sonrisa.
—Pobre hombre necesitado ¿Crees qué porque te consideras atractivo, va a follarte o tener algo serio contigo? —el odio resalta en mi tono de voz— Ella jamás aceptaría algo con su profesor.
—Ya la tengo en mi camino, Adrián —cruza sus brazos sobre su pecho.
—Permíteme corregirte: Estás a punto de tenerla en tu camino, pero como estás teniendo un ataque de cordura, la pondrás en mi camino.
—Mmm, no, no lo creo. —niega con efusividad— ¿Por qué haría eso?
—Porque sabes que conmigo si tiene posibilidades, eres su maestro, Price y por más deseo que sientas por ella, sabes que jamás la tocaras, no crees que valga la pena perder todo por ella, pero en cambio yo daría eso y más, tengo el valor que te falta. —me acerco, tratando de controlar mis manos que aclaman su cuello— Será por las buenas o las malas, tú decides.
No me subestima, me he asegurado de demostrarle lo lejos que puedo llegar y que mi estado de estudiando no es un impedimento para mí. Total, él es el profesor, lógicamente tengo mucho más poder, al menos en esta situación.
—¿Cómo te enteraste de las clases particulares? La conversación que tuve con su madre fue privada.
Sonrío, sabiendo que su pregunta no significa nada más que mi pronta victoria, huelo sus dudas.
—Escuche la conversación que tuviste con ella ¿En serio fuiste tan tonto de hacerlo en el instituto? Sabes que estoy detrás de tus pasos, Price. —ladeo mi cabeza a un costado, aprovechando su confusión— Te lo dije, haré de todo para que esté a mi lado.
—¿Estás asustado de quién sea con quién se quede? En todos estos meses jamás te he visto tan determinado. —pone una mano en mi hombro y la palmea tres veces antes de suspirar— Ya déjate de amenazas, tú lo dijiste, no la tocaré, solo la tendré más cerca y eso es un lujo que no te cederé, llora todo lo que quieras.
Golpeo su mano con asco. Al diablo, como él quiera, será por las malas. Retrocedo un paso y saco mi celular para empezar a reproducir uno de los cientos audios que tengo.
Clic.
—"Oh diablos, es demasiado hermosa. Hoy día me reuní con Giuliana y pude verla en su casa. Ashley estaba especular, debiste verla, un monumento" —reproduzco otro audio— "Brown acaba de besarla en el aula de biología, creo que escuche un gemido salir de sus labios ¿Está mal que repita el sonido como un jodido sonido de ángel" "Creo que me casaría con Giuliana tan solo para ver a Ashley todos los días" "¿Cómo sería...
Con cada segundo que pasa, la estabilidad de Price se pierde. Es como ver una obra de arte pintarse sola, satisfactorio. Sus cejas se fruncen de tal modo que ya no queda más piel que atrapar.
Pierde el control.
Gano.
Que fácil.
Suelta un gruñido antes de tirar el celular al suelo, después su mano toma mi cuello y estampa mi cuerpo contra la pared.
—¿Enojado? —me rio.
Puedo soltarme, pero dejaré que se desfogue, un regalo por los viejos tiempos.
—¡Eres un maldito imbécil! —presiona más fuerte— Ese día estaba borracho, dije muchas tonterías, Giuliana es mi maldita amiga, jamás la utilizaría ¡Te consta que nunca tocaría a Ashley! Sí, me gusta, pero no soy un puto enfermo.
—¿Ya no hay más alardeo de la cerca que tendrás a Ashley, no? Ja. —sujeto sus manos con fuerza y las tiro a un lado para soltarme— Velo como un favor, te estoy salvando, amigo.
—Vete a la mierda.
Escupe sus palabras antes de voltearse a recoger mi celular para empezar a revisar los audios, solo ve la cantidad y chasquea sus dientes. Sabe que ha hablado de más y que tengo absolutamente todo. Ni siquiera intenta borrarlos, solo me lanza de nuevo el aparato y se toma de su cabello.
—Por más que quisiera, no puedo ayudarte hijo de puta, Giuliana me lo pidió, no puedo negarme —gime en desesperación.
—Claro que puedes, dile que estás ocupado, con problemas, me importa una mierda lo que inventes, pero asegúrate de que venga conmigo, debo y seré la única opción de Ashley. Me rogará que la ayude y entonces el juego empezará.
Price camina de un lado para otro.
—Estoy salvando tu futuro, amigo ¿En serio crees que puedes resistirte al pecado? —relamo mis labios— Sé que no eres lo suficientemente valiente como para luchar por ella, te conformas con mirarla desde lejos y eso es lo que nos diferencia, Price. Te estoy quitando la responsabilidad de dañar a Giuliana, de arruinar tu vida ¿Qué crees que pasaría si cedes y tienes una aventura con ella? Es tu alumna, mía.
Gime, sabe que no tiene escapatoria y ya ni siquiera le importa Ashley, tiene miedo de su futuro. Se debate si soy lo suficientemente confiable como para dejarme con esas bombas, pero como he dicho, todo ha estado analizado desde un inicio. Por eso mismo, en estos meses que hemos estado juntos, me he asegurado de dejar mis prioridades claras, así que no debe demorarse mucho en llegar a la conclusión de que no soy una amenaza si no se mete con lo único que me importa: Ashley Wood.
Detiene su caminar frustrante y después se pone delante de mí.
Suspira.
—Bien, haré que vaya contigo.
Agrando mi sonrisa.
—Justo lo que esperaba oír. —digo— Eres un buen amigo.
Price me susurra un "Jodete" y después para por mi costado, chocando su hombro contra el mío. Pienso que seguirá su camino, pero se acerca a mi oído y susurra:
—Más te vale que valga la pena, Irman.
—Oh, créeme, lo valdrá, amigo.
Me volteo y palmeo su hombro a su mismo estilo. Lo enoja, pero antes de que decida actuar, salgo del espacio y me sumerjo en los pasillos del instituto que para este momento está infestado de estudiantes aficionados al voleibol.
El partido ha acabado.
Por los murmullos y cara de felicidad de mis compañeros, sé que nuestro equipo ha ganado y que la fiesta de victoria será en la casa de Ashley. Que coincidencia, debe ser el destino.
Al llegar al auto, veo a Priscilla luchando con algo en sus piernas. Me acerco para ver con más precisión, pero no es hasta que abro la puerta del vehículo, que descubro la razón de su ceño.
—¡Ah! —grita del susto— ¡Me espantaste!
—Dime algo que no sepa. —miro el objetivo en sus piernas y giro los ojos — No tenías que hacer eso.
Bufa.
—Se supone que era sorpresa —se queja— ¿No ibas a hablar con Ashley? Que haces aquí, vete.
—Solo fui a verla, hablaré con ella en la fiesta.
—Oh —Priscilla termina de poner el lazo a la caja pequeña y después me la extiende con una sonrisa exagerada— ¡Feliz cumpleaños, Adrián!
Me pongo el cinturón de seguridad y después miro la caja con sospecha.
—Ay, tómala, no es una bomba.
—¿Está segura? —me acerco para oler el objeto y nada.
—¡Adrián!
Rendido, tomo la caja en mis manos y la abro con cuidado. Está forrado de forma apresurada y quiso encubrir su poca habilidad con la tijera con un moño, pero no fue suficiente. Sin embargo, todo mi análisis cae en un vacío al ver lo que hay en el internet.
Sujeto mi regalo y se lo muestro con incredulidad.
¿En serio?
—¿Condones? —me burlo.
—De nada. Esta noche es importante y estoy segura de que Ashley caerá rendida a tus pies, además estoy segura de que no traes condones contigo así que mejor que ayudarte con esto. —enciende el vehículo — Lo sé, el mejor regalo de cumpleaños del mundo, soy la mejor.
Ignoro lo que me conviene y me enfoco en lo importante.
—¿Cómo estás segura de que la conquistaré al instante?
Lo piensa, se toma unos segundos antes de responder.
—Simplemente lo sé. La forma en que la miras es única, Adrián, es como si fuera todo tu mundo y cuando se dé cuenta de eso, simplemente va a enloquecer, nadie aguantaría tanta intensidad, tu adoración.
Y entonces, por fin digo lo que quería oír.
—Gracias
Me guiña un ojo y aumenta la velocidad.
═════════════
Al entrar a la casa de Ashley, siento una inyección de adrenalina inmensa. El caos en mi mente no tiene comparación y no me culpo, la ansiedad crece cada segundo. La única vez que me sentí así de nervioso fue cuando la vi en el estacionamiento del instituto, la primera vez, dónde todo inicio.
Priscilla me dijo que me lo tomé con calma, pero ella no sabe lo que está en juego, mis sentimientos son muy fuertes como para retenerlos.
Siento todo por Ashley.
Bueno y malo.
Malditamente todo.
Y es aterrador porque es como una niña vagando con un botón de destrucción que aplasta mi corazón. No es consiente, no podría culparla si me hiere y está bien, estoy conforme con su poder, me entregué a voluntad, le cedí todo y espero que en su momento todo se vuelva recíproco.
Siento los vellos de mis brazos erizarse al igual que todo mi cuerpo tensarse, la espera me está acabando, pero ya no tarda en bajar.
Algunas de sus amigas que también conforman el equipo de voleibol ya están aquí, después de un baño y con vestimenta más apropiada para una fiesta, pero realmente no me importaría mucho sus presencias si eso no significaría que Ashley ya no tarda, sé que Gabriela le gusta arrastrarla al alboroto y viceversa.
Giro mi visión a las escaleras y sonrío al fijarme a Cristina subir las escaleras corriendo mientras le grita a Mery que traerá a Ashley.
Gracias, primita.
Mi primer impuso es querer ir con ella, atrapar a Ashley en algún rincón de la propiedad, pero esa en la desesperación haciéndose presente. La lógica me dice que me mantenga aquí, dándole a espalda y rogando para qué las luces suficientemente bajas ayuden a que se acerque a mí.
¿Cómo la mujer más deseada se acercaría a un completo extraño? Fácil, me confundirá con su repugnante compañía.
Luke Brown.
No tenemos la misma altura, pero no es nada grave, nuestras espaldas son anchas así que tampoco representaría un problema, pero si nuestra cabellera. Él es rubio y yo pelinegro ¿Solución? Me pinté su mismo tono, el cambio no es algo que me afectará, me favorece, pero no voy a negar que sentí una gran decepción al ver que Ashley no lo tonó los primeros días. Al menos, está noche servirá de algo.
Antes de perderme más en mis pensamientos, un par de chicas se interponen en mi camino. Una es morena con una larga cabellera negra y la otra una personificación de la muñeca Barbie, llevar tanto rosado debería ser ilegal, además mi tinte está mejor cuidado que el de ella.
Las miro de arriba abajo, esperando incomodarlas para que se vayan, pero en su lugar sonríen como si las hubiera halagado.
Alucinadas.
—Adrián ¿Verdad? —dice una de ellas.
—Sí.
—Soy Kiara, estamos en la misma clase de historia —extiende su mano y miro si extremidad con extrañeza.
No quiero tocarla.
Alzo mis cejas al ver que no baja su brazo ¿Mis facciones no son demasiadas obvias?
—Yo soy Lucia, —se presenta la otra, bajando la mano de su amiga y salvando si dignidad— no llevamos clases juntos, pero te he visto en el instituto.
—Ah.
Las dos chicas se miran entre sí.
—No vienes mucho a fiestas ¿No? Yo jamás falto a una y juro que es la primera vez que te veo en este ambiente.
—Así es —respondo.
—Mmm, bueno, solo queríamos saludar y...
Suspiro, esto es aburrido.
—¿Quieren una cerveza? —sugiero.
—¡Sí! —responden al unísono.
—Lo traeré —informo antes de huir.
Mis pies no paran, alejarme se convierte en mi nueva misión, pero todo se ve interrumpido ante una sensación extraña, pero conocida a la vez. Es extraño.
Mis ojos se elevan.
Clic.
Y de la nada, me encuentro hipnotizado.
Es ella, Ashley Wood.
Mis pies se detienen como si la gravedad me aferrara al suelo con grandes cantidades de peso y a su vez una reducción del aire se presenta. Temo que si la dejo de ver, caeré en un pozo profunda de dolor.
Está en la parte más alta de la escalera, lleva puesto un vestido corto que resalta sus muslos y aunque creo que la impresión me hace alucinar cosas, creo ver cómo su piel brilla y se ve tan sedosa que podría resbalar mis dedos hasta el fondo de su interior, hundirme para no salir. Lleva tirantes con un escote que pronuncia sus senos perfectamente redondos, no es algo revelador, pero ella podría estar llevando un maldito hábito y yo igual vería su figura resaltando. Con cada escalón que baja, su cabello se mueve en una perfecta ola que me hace suspirar, Ashley es mucho más de lo que podría soñar.
Observo como sus ojos recorren el lugar buscando a Luke, ni siquiera disimula, pero me alegro al saber que Brown está ocupado en la parte trasera, me encargué de que mi madre tuviera una alarga conversación con él por teléfono, aprovecharé cada segundo de la distracción.
Sin embargo, mi periodo de admiración se ve interrumpido por una cara de sorpresa de Ashley. Sus labios pintados de un vino tentador, se abren de par en par y de la nada corre hasta la cosa que la haya perturbado.
La sigo con la mirada.
Me rio bajo al darme cuenta de que fue a ayudar a Mery, Cristina obviamente la saca de ahí en un afán de controlar sus celos y cuando Ashley se queda sola, me ubico en un lugar visible, le doy la espalda y espero.
Vamos, ven a mí.
Dame el mejor regalo del mundo, Ashley, posa tus ojos en mí.
Te sujetaré.
Te adoraré el resto de mi vida.
Jamás te dañaré, estaré para ti todos los días de tu vida, solo te pido que mires lo que te ofrezco, que salgas de tu burbuja y observes el mal que te rodea. No pienso hacerte daño, pero no me rendiré hasta que me veas de verdad, necesitas conocerme, a mi deseo, a mi locura, a mi amor y si después de todo no me quieres, lo entenderé. Puedo soltarte, Ashley, puedo amarte, puedo ser lo que necesites que sea, pero no sin antes verme.
Tienes elección Ashley, tienes el poder y solo te ruego que me elijas.
Por favor, quédate conmigo.
Por favor, mírame.
Por favor, solo mírame.
Soy tuyo.
AHHHHHH ¿Les gustó el extra? ¿Cuál fue su parte favorita? 🤍.
En lo personal me encantó escribirlo, la mente de Adrián es algo que jamás me cansaré de explorar.
¿Qué otras escenas les gustaría desde su perspectiva? Cuando la historia llega a los 2M subiré el siguiente así que recomienden la historia para llegar rápido jajajaja.
Muchas gracias por su apoyo ❤️🩹.
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