11| Entre la pared y la puerta
Ashley Wood
—No se olviden de presentar la información que les pedí para la siguiente semana —cuando da por finalizada la asignación salgo disparada por la puerta.
Busco a la pequeña y pelirroja chica hasta verla charlar con una castaña. Me acerco por detrás, pero me detengo al instante al escuchar su conversación:
—Entonces es una cita. —Mery asiente— Paso a recogerte —la castaña se acerca a su rostro y deja un poco de su labial en la mejilla de mi amiga. La castaña le sonríe y se retira.
—Te lo tenías bien guardado —la asusto hablándole en su oído. Gira rápido con cara de espanto.
—¡Ashley! —sus mejillas están rosadas y mi corazón late de alegría. Por fin se va a dar la oportunidad de salir con alguien.
—Cuéntame todo —dije olvidando mi asunto.
—No —frunzo mi ceño—. No quiero decir nada hasta que sea serio, si es un aventura o algo así prefiero quedarmelo para mi. Además es solo una cita —me cuesta entender sus argumentos, pero no insisto. Me alegra que mi pelirroja salga con alguien, con el tiempo ya me contara.
—Como usted desee. Ahora, dime que es verdad lo de la fiesta —trate de contactarla, pero no respondía su celular y hasta ahora puedo conversar.
—Sí, Luke invitó a todos.
—Ahora tengo que pensar en una excusa para mi madre. Ya sabes, con eso de mis notas —lamento.
—Las chicas van a utilizarme como permiso de salida. Supuestamente estaremos en una pillamada. Mis padres han ido hoy día a la casa de mi abuela y no regresan hasta mañana por la tarde así que si quieres puedes decirles eso —habla tan rápido que me cuesta entenderla.
—No sabes cuanto te amo —me lanzo a su cuerpo y la abrazo.
—¿Chicas? —me separó.
Al verla me hace acordar a su primo. Me alejo de las chicas y voy en busca de él. La escena que encuentro me provoca gracia.
—¿Adrián? —su sonrisa se ensancha al verme— Necesito decirte algo.
—Estamos ocupados ¿Estas ciega? —miro a Leslie con gracia y la ignoro.
—Si, dime —pienso decirle que a solas, pero viendo la furia en Leslie me guardo mis palabras y trato de sonar un poco sensual.
—Lo del viernes —me muerdo mis labios—, ya sabes. Se cancela, tengo que hacer otras cosas, pero el Lunes estoy disponible —mi mano toca su hombro y lo utilizó como soporte para alcanzar su mejilla y dejar un beso en este.
Su cara es un poema. Miro a Leslie con naturalidad y paso por su costado con una sonrisa de triunfo. A unos metros de ellos, me río. Esto si que me da energía, molestarlos. Escucho la voz de Adrián atrás de mí, pero soy más rápido. Entró a mi aula y cierro la puerta, el profesor me ve con seriedad y luego de unas disculpas me deja sentarme.
✴︎✴︎✴︎
Mi madre se había creído toda mi mentira, habló con la supuesta madre de Mery quien en realidad era ella fingiendo la voz de su madre. Me dio permiso y el único problema era que no podía salir vestida desde mi casa, pero iba a ir a la casa de Mery e iba a cambiarme ahí.
Y aquí estamos, arreglándonos. Ella para su chica y yo para Luke. En mi mochila había traído todo lo necesario. Agarre un vestido negro con brillo y tremendamente corto, el favorito de Luke. No iba a desaprovechar esta oportunidad.
—Estas consiente de que Luke no va estar solo, ¿Verdad?
—No lo sé, me gusta pensar que no.
—¿Sigue sin hablarte?
—Ujum. No hablemos de eso por favor, no quieres bajarme los ánimos —se ríe.
—Ayúdame con mi cabello —me tiende su ondulador.
Un mensaje detiene mi camino.
Adrián
No vas a venir ¿Segura?
Ashley
Asunto familiar.
Tiro mi celular por algún lado y voy con Mery. La ayudó a estar lista y ella a mí. Al finalizar, llamamos un Uber para transportarnos hasta la casa de Luke. En medio del camino, Mery resive varios mensajes, que por su cara puedo decir que son malos.
—¿Todo bien?
Asiente.
—Sí.
Cuando llegamos nos reunimos con nuestras amigas, pero por alguna razón Cristina no estaba con nosotras. El equipo de voleibol estaba reunido aquí así como diferentes grupos del colegio. Luke es una estrella y su popularidad creció más gracias a mi acto con Adrián en el salón.
Nos dirigimos a la sección de tragos y cogemos un vaso cada una. Mi mirada estaba alerta ante una posible avistamiento de Luke en el área, pero hasta el momento no aparece.
—Relájate —susurra Mery.
—Tal vez este tirando con una chica arriba, deja en paz al chico —bebo tomó mi vaso y agarro otro acercándome a ella peligrosamente.
—Mira, Leslie, he tratado de ser amable contigo, pero al parecer te empeñas...
Una mano me aleja de ella. Estoy a punto de golpear a la persona, pero cuando me percató de quién es, me congelo.
—No le hables así a mi acompañante.
Me sorprendo, enserio no esperaba encontrarme con Adrián por eso no le dije a donde iba ir en realidad y porque no quería que pensara que estaba siendo irresponsable. No entendería la situación que, por cierto, él mismo provocó.
—¿Tu acompañante? —habló firme.
Su mano baja hasta su cintura y la apega a su cuerpo.
—¿Algún problema? —no.
—No.
Bebo otro sorbo de trago y me acerco al oído de Leslie.
—No te olvides de agradecerme después, recuerda que si yo no le hubiera cancelado nuestra cita, no estuviera aquí contigo, estuviera conmigo, en su casa haciendo... —me empuja con su codo cortándome.
—No tengo nada que agradecerte —le ha fallado su voz, esta afectada.
Término mi vaso y cojo otro, después me alejo de estos dos. Buscó a Luke con la mirada, pero sigue sin dar rastro. Ya cuando estoy por el quinto y medio de vaso de alcohol puro, Tamara me señala un lugar.
—Por ahí.
Le agradezco con un beso y voy por él. Naybet se encuentra en sus piernas mientras su mano acaricia su trasero. Muerdo mis labios para evitar un grito. Gracias a Dios, ella se aleja ya que una de sus amigas la llama para alguna cosa.
—Luke. —sus ojos se encuentran con los míos y empieza a recorrerme con esta. Le gusta lo que ve, lo sé muy bien, esa mirada me la ha dado muchas veces cuando lo hemos estado haciendo. Pienso decirle una cosa, pero casi al instante cambio de estrategia. Me acerco y agarro su mano, tiene la intención de apartarla, pero no lo dejo— Bailemos.
Su fuerza decae y cede. Al estar combinada con la gente, coloco mis manos en su cuello y lo atraigo. Sus manos en mi cintura me hace apretar mis labios, es fuerte, duro, posesivo. Nos movemos al ritmo de la música, lento y trato de acercarme, pero un ligero apretón me detiene. Aún no es el momento.
La música termina y al estar cerca de una pared, me apoya en esta colocando sus manos a cada costado de mí.
—¿Qué tienes con él? —no hace falta decir su nombre.
—Nada —suelta un gruñido y entierra su rostro en mi cuello. Sus manos dejan la fría pared y se posicionan en mi caliente cuerpo.
—No me mientas. No dejarías que cualquiera te tocará y menos en un lugar público —besa la zona expuesta. Joder—. Nadie haría que te corrieras — leve gemido se me escapa de mis labios— ¿Te has acostado con él? —su respiración es caliente, ardiente y dolorosamente excitante.
—No.
Una de sus manos baja hasta mi muslo y lo sube hasta la altura de su cintura. Un ligero movimiento de su pelvis hace que gima
—¿Por qué? —miro al frente, tratando de ver algún chismoso, pero gracias a Dios hay varias personas haciendo cosas similares así que pasan de nosotros. Sin embargo, no tan lejos, Adrián esta mirándome fijamente. Tiene sus manos en la cintura de Leslie y sus labios en su cuello.
La esta besando mirándome. Muerdo mis labios.
—Lo necesito. Tengo que pasar matemáticas, lo sabes. —las manos de Adrián bajan y acarician el trasero de la chica, a su vez que Luke da otra embestida— Te deje las cosas claras.
Deja de besar mi cuello y me mira. Sus ojos azules están tan excitados como yo. Se relame sus labios mirando los míos y lo atraigo al ya no poder esperar más. Necesito de él. Sus labios saben tan exquisitos como la última vez, su escencia no ha cambiado nada. Mete su lengua en mi boca sacándole un gemido. Muevo mi cabeza para poder ver a Adrián.
Esta besando a Leslie, mirándome fijamente como hace unos instantes. Estoy segura de que no está pensando en ella sino en mí. Leslie lo deja y pasa a atacar su cuello sin embargo Adrián no parece siquiera notarlo.
La mano de Luke avanza de mi muslo hasta mi zona íntima. No acaricia por delante de la tela de mi ropa, la mueve a un lado y mete un dedo dentro de mí y eso es lo suficiente para soltar un grito de extrasis. El ruido de la música me ayuda a cubrirlo, pero Adrián se relame sus labios, me ha escuchado.
—¿Estás celoso?
No me contesta, sigue en lo suyo, baja sus besos a mi cuello y estoy segura de que una marca va aparecer después. Por otro lado, no me importa, solo estoy concentrada en Luke y en la mirada provocadora de Adrián.
—Termina con él, sea lo que tengas, termínalo —no puedo.
—Solo es hasta subir mis notas.
Mete otro dedo dentro y toca mi clítoris llevándole a una locura extrema. Sus movimientos son precisos, perfectos. Adrián hace un gesto como si estuviera gimiendo y la idea de que Leslie ha provocado aquello me da un poco de malestar. Le sonrío y me devuelve el gesto.
Luke acelera sus movimientos y después de gemir fuertemente, mirar a Adrián, me corro en su mano. Parece complacido.
—Tu eres mía, Ashley —junta sus labios contra los míos y tengo que resistir por enrollar mis piernas en su cuerpo.
Al separarnos me mira excitado. Me toma de la mano y me lleva donde estaba sentado hace unos minutos con Naybet. Desde ahí puedo visualizar a Adrián de espaldas, pero al darse cuenta de que no voy a regresar, deja a su acompañante sola y sube por las escaleras.
Una vibración me avisa que un mensaje a llegado.
—Tengo que ir al baño —le aviso a Luke.
En el camino voy leyendo su mensaje a la vez que otros más van llegando.
Adrián
Ven.
La segunda puerta a la derecha.
Te espero.
No tardes.
Muerdo mis labios. Esto no está bien, pero necesito hablar con él, aclarar las cosas, pero si entró ahí, estoy consiente que lo último que haremos es hablar. Miro al suelo y luego a la puerta. Y en un suspiro, entró.
—¿Adri...
Sus labios no en permiten continuar, ataca los míos con ferocidad. Me pierdo. Me dejo llevar, quiero esto tanto como él. Acaricia mi cuerpo como desea y besuquea mi boca a su placer.
—Lo preferiste a él —no se de que esta hablando, pero lo ignoro. Enredo mis piernas en su cadera y me lleva hasta la cama. Se posa encima de mí mientras restriega su miembro contra mi sexo.
—Adrián —unos dientes en mi cuello me callan.
Me sube el vestido hasta mi cintura, me permite verlo, su erección es enorme, aún oculto lo deseo en mi boca. Arqueo mi espalda. Sé que esto no esta bien, pero se siente tan jodidamente bien. Adrián nota algo en mis ojos y creo creer que lo sabe.
—Dime que no me vas a dejar —gruñe.
—Aún no hemos terminado —sus manos van hacia mi ropa interior y la delicada tela no puede contra su fuerza. Lo rompe. Abro más mis piernas dispuesta a recibirlo gustosa y Adrián lo nota. Sin dejar de besarme, desabrocha su cierre y su carne caliente concha contra mi sexo. Estoy lista, lo quiero dentro de mí, pero justo cuando su miembro esta en mi entrada y me siento a punto de desvanecer, cuando solo le queda empujar dentro, tocan la puerta.
✴︎✴︎✴︎
Ashley = La favorita de Dios
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