ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ¹⁷
-Hoy no has ido al gimnasio. - Nada más bajar los escalones restantes visualizo la musculosa espalda de mi hermastro, urgando en la nevera.
Se encoge de hombros y le da un sorbo al cartucho de leche sin girarse. Le da un largo trago y vuelve a colocar el cartón en la nevera, cerrando esta a continuación.
-Iugh, Hayes. Todos bebemos de eso.- Arrugo la nariz al ver su anterior acción.
-Ni que no me hubieras probado ya.
Golpe bajo
Frunzo las cejas tragandome los diez mil insultos que lanzaría como puñales a su amargado, estúpido y repulsivo corazón.
-Si, y me repugna.
Mentirosa, solo quieres que de amor se muera, ohh...
-¿Ah, si? Creo que tengo que refrescarte un poco la memoria.- Se acerca a mi mientras me aprisiona con su intensa mirada.- Como gemias ante mi tacto o cómo deseabas que te hiciera de todo con mi boca y otras partes de mi anatomía.
Le lanzo una mirada furiosa. No se con qué derecho se ve de decirme esas cosas.
-Te lo voy a recordar, Lexa. ¿Querías seducir a tu mejor amigo? Nena, yo si que te voy a seducir a ti.
Mierda. Y una puñetera parte de mi lo desea así. No se si será el deseo o sentimientos verdaderos. Pero descubrirlo o no es un lujo que debo dudar aceptar.
-Vas a rogar recuperar el tiempo perdido estos dos años. Te vas a olvidar de Jordan y Calem, cariño.
Giro los ojos.
-Te lo tienes muy creido tu. ¿No crees?
- Leo el futuro, nena. Y tu y yo estamos jodidamente predestinados.
Río.
-Ya veremos.
Y abandono la habitación antes de que las cosas puedan tomar otro rumbo. Sabiendo que no me voy a poder negar y voy a caer débil ante cualquier movimiento por su parte.
-
Aclaro el acondicionador restante en mi cabello al ritmo de Bad guy. Escucho la puerta del baño y veo una silueta tras la mampara de la ducha.
Me trago el nudo que tengo en la garganta y, cuando la puerta de la ducha se abre, emito un grito.
-Soy yo, Lexa. -Hayes desliza su cuerpo desnudo dentro de la bañera.
Se me cierra la garganta mientras analizo su cuerpo.
Joder.
Ladea su cabeza. Me rodea con un brazo, me aprisiona contra la pared y me susurra al oído:
-No te imaginas cómo me pones.
Ahogo un gemido sintiendo como mi parte baja empieza a palpitar.
Trago saliva. Me levanta y, de repente, me besa. Me folla la lengua con necesidad y me aprieta el culo. Entierro mis manos en su pelo tirando de él, acercandolo más a mi.
Una vez más, solo una.
Sus dedos acarician mi piel. Se apodera de uno de mis senos pellizca suavemente el pezón, haciendo que se me ericen.
Nuestros cuerpos están mojados. Su pelo se pega en su frente, dandole un aspecto más sexy.
Su boca lame mi lóbulo. Siento un hormigueo recorrerme el cuerpo. Sensaciones nuevas se apoderan de mi. Desliza un dedo en mi interior, dandose cuenta de lo húmeda que estoy.
-Joder, es perfecto.- Me recorre los pliegues con sus dedos.
Acerca su polla a mi centro, haciendo que me alerte y me aleje.
-No voy a follarte, nena. Tranquila. Confía en mi -Asiento sin pensar, debido a la excitación.
Coge su polla y la pasa por mis pliegues, sin penetrarme, haciendo que mis piernas flaqueen. Pasa su firme brazo por mi cintura, ayudandome a mantenerme de pie. Vuelve a pasar su polla, ejerciendo presión. Cosa que me hace sentir tanto placer a tal punto que pienso que me voy a correr.
Acaricia mi pezón con su pulgar, enviando una corriente eléctrica por todo mi cuerpo. Nunca había sentido tanto placer cómo en este momento.
-Las cosas que le haría a ese coño humedo.- Su voz áspera en mi oído. Gimo enterrando mis uñas en sus hombros y arqueo mi espalda por el placer.
Su miembro se mueve de lado a lado entre mis pliegues. Cierro los ojos oyendome gemir aceleradamente. Suerte que mis padres habían salido.
-¿Bien? -Pregunta estúpida. Joder si.
Asiento.
Aleja su polla y mete un dedo en mi interior.
Lo mueve rápidamente, dentro y fuera, observando cómo me retuerzo. Intentando no correrme tan rápido. Su dedo aumenta la velocidad, dentro, fuera, dentro, fuera. Su boca besa mis pezones. Dentro, fuera.
Clavo mis uñas en sus hombros sintiendo como el torrente de emociones se acumula en mi centro. Me besa lenta y torturosamente. Movemos los labios y acariciamos nuestras lenguas.
Su dedo me penetra con mayor intensidad, llevandome al límite.
-Correte para mi, preciosa. -Sostengo su mirada.
Y me corro.
Grito llegando al clímax y me corro en su dedo.
Me sostengo a él. Apoyando mi cabeza en su pecho. Su brazo sigue en mi espalda, sin soltarme.
-Déja que te mime. -Coge la esponja y enbadurnada en jabón la pasa por mi cuerpo suavemente. Acariciando cada centímetro de mi cuerpo. Y yo en estos momentos no puedo sentirme mejor.
Cuando termina de bañarme me envuelve en una toalla y me seca. Tras haber protestado diciendo que yo podía hacerlo, cosa a la que se negó.
Para cuando viene mamá, Hayes y yo nos encontrabamos viendo una película en la sala. Y, cerca de las siete de la tarde sonó el timbre.
-Yo voy. -Abro la puerta y me quedo sorprendida. Jordan. En la entrada de mi casa. Jordan. Entrada de mi casa.
Cierro la puerta.
Mierda
Vuelvo a abrir la puerta
-Lo siento. -Salgo y lo miro- ¿Qué pasó?
-Quería pedirte perdón. Por todo. Últimamente he sido un mal amigo. Eres cómo una hermana para mi, y actué sobreprotectoramente al verte con Calem. Sé que Straige es un buen chico.
La puerta se abre.
Jordan mira tras mi con el ceño frunzido.
-Anderson. -Saluda Hayes cortante.
-Hamilton -Dice Jordan con la misma actitud.
Jordan repara en mi vestimenta y abre los ojos. Aprieta la mandíbula
-Hijo de puta.
Mierda, lo malinterpretó
No puede malinterpretar algo que es cierto.
Y lo siguiente que veo es cómo Jordan se lanza contra Hayes.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top