-Te he echado de menos, prima.- Me abraza y veo como Jordan aparece por detrás.

-Yo a ti también, Kim.- Artículo un "ayuda" con la boca a Jordan y el interviene en la situación.

-Kimberly, vas a asfixciarla.- Separa suavemente a mi prima y la coloca unos centrimetros más alejada.

-De acuerdo, amor.- Mi prima mira a Jordan y yo la miro a ella extrañada. ¿Amor? Parece que ella nota mi cara de confusión y añade.- ¿No lo sabes, Alexa? Jordan y yo estamos juntos de nuevo.- y ahí es cuando mi mundo se derrumba.

Esbozo una mueca la cual transformo en una falsa sonrisa. Jordan me lanza una mirada preocupada y eso solo hace más que aumentar mi cinismo.

-Vaya, ¡Felicidades! Me alegro muchísimo por ustedes. Espero que os pongáis los cuernos, y pequeis por el resto de vuestras vidas, amen. Ahora, si me disculpan creo que ire a rezar pidiendo perdón a dios por hacerme católica tan tarde.-Subo las escaleras de dos en dos y al llegar a mi cuarto busco la biblia que, como supuse, no poseo pues no soy cristiana. -Ya me compraré una- susurro.

-

Despierto un par de horas después y reviso mi móvil comprobando que no estoy para nada solicitada.

-Esto es culpa de no ser católica, podría tener amigos religiosos. Seguro que hasta el cura me mandaría mensajes y le daría me gusta a mis publicaciones de instagram.- farfullo mientras me dirijo con pasos pesados al baño.

Al abrir la puerta mi quijada casi toca el suelo. Mi prima al parecer pensó que mi baño era una peluquería, pues ahora todo el catalogo de artículos de belleza está expuesto en la habitación.  A pasos rápidos voy a la habitación de Jordan y entro en ella sin tocar, importandome muy poco si los encuentro follando.

-¡Kimberly!- Grito al entrar ocasionando que mi prima se caiga desde el cuerpo de Jordan al suelo. Sus miradas sorprendidas me miran buscando una respuesta.- ¿Por qué mi baño parece tu puto cuarto?- Veo a Jordan rodar los ojos a lo que le lanzó una mirada fulminante.- ¿Sabes qué? Da igual, voy a casa de  Calem esta noche, seguramente llegue tarde.- Seguidamente salgo de la habitación dirigiéndome a la mia.

Abro mi armario y busco algún conjunto rápido. Me decanto por unos vaqueros y una camiseta negra con encaje. Me pongo mis zapatos y sin pensarlo dos veces voy hacia la salida de mi casa. Cojo el móvil y las llaves y salgo.

¿Lexa, qué coño vas a hacer?

Sin darme cuenta llego a casa de Calem, dejo el coche aparcado y el nerviosismo me invade. El timbre de su casa suena y yo no hago más que morderme el labio nerviosa. No sé si luego me arrepentiré de esto, pero espero que no sea así.

La puerta de su casa es abierta a la vez que Calem aparece por ella. Cuando sus ojos se posan en los míos luce sorprendido.

-¿Lexa?- Pregunta y, sin mas dilación, me lanzo a sus labios. Al principio se queda sorprendido, pero sengundos después su boca invade la mia con la misma ferocidad. Su beso es diferente al de Jordan. Sus labios son más voraces y seductores, Jordan es más dulce.

Mi lengua roza sus labios pidiendo permiso para entrar, a lo que el accede fácilmente y no tardo en recibir el deseado contacto entre nuestras lenguas.

Mis manos se entierran instintivamente en su pelo y comienzo a jugar con el. Sus manos, sin embargo, viajan a mi culo y me da un empujón metiendono a ambos en su casa. Segundos mas tarde cierra la puerta.

Cuando no sentimos nuestros labios nos separamos. Sus dientes atrapan mi labio y lo jala suavemente haciendo que suelte un jadeo.

Ahora mismo me alegro de no ser católica, porque entonces no diría lo que viene ahora.

-Calem, quiero más. Necesito que me enseñes a...- Me sonrojo.- No por Jordan, si no por mi misma. Me he dado cuenta de que es hora de superarlo e intentar buscar nuevas personas. Pero confío en ti.- Sus ojos me miran con curiosidad.- Confío en ti y quiero, no, necesito que me enseñes a seducir. Quiero saber todo, los puntos débiles de un hombre, como darles placer. Quiero que me enseñes el arte de la seducción. Y confio en ti, quiero que seas mis primeras experiencias, en todo. Se que suena precipitado y si no quieres lo entiendo pero...- Antes de que pueda seguir hablando sus labios me besan con desesperación. Agarra mi culo y me da un empujón haciendo que quede sobre el, enrollo mis piernas en su cintura sin dejar de besarlo y nos lleva a su habitación.

Lanza mi camisa por algún lado y seguidamente siento mi espalda tocar el colchón.

-Prepárate, preciosa. Porque te voy a enseñar cosas que no aprendes en paginas de internet. Te voy a enseñar a sentir, hasta tal punto que tu cuerpo y alma colapsen. Aprenderás a estar preparada para mi o cualquier hombre- Su mano se cuela en mi pantalon y acaricia mi intimidad por sobre mis bragas, donde la humedad ya es notoria. Muerdo mi labio y echo mi cabeza hacia atrás mientras el me masturba torturosamente sobre la capa de tela.- Prepárate, preciosa, porque estoy dispuesto a enseñarte el arte de la seducción, y no vas a poder escapar de mi.- Sus labios se posan sobre mi cuello donde da varios mordiscos.- ¿Estas lista, encanto? Primera lección, sexo oral.

Oh, mierda.