Alexandra.

No puede ser.
Tiene que ser una broma.

Miro el aparato frente a mi.

Por favor, que sea una broma.
Una estupida y maldita broma.

Me quedo mirando un punto fijo en el baño hasta que tocan la puerta. Me levanto sobresaltada, vuelven a tocar la puerta, cojo el aparatito entre mis manos y lo escondo rápidamente. Me lavo la cara y tomo una respiración profunda durante unos segundos antes de abrir la puerta y salir.

—¿Estás bien?— pregunta Calem. Asiento y finjo una sonrisa.
—Sí, no te preocupes— lo veo dudar pero asiente y me tranquilizo internamente. No puedo dejar que se entere.
—Jordan y Hayes nos están esperando abajo— asiento y camino fuera del baño. Vuelvo a colocarme un poco de maquillaje y bajo las escaleras.
—Holap— saludo a los dos hombres sentados en el sofá sabiendo lo que me espera. Y efectivamente así es, se levantan y caminan hacia mí con las típicas caras de padres protectores.
—¿Qué hacías borracha en una casa sola, Alexandra?— ruedo los ojos y siento la mano de Calem rodear mi cintura.
—No sean pesados, Alexandra es lo suficientemente mayor— sonrío orgullosa y le saco la lengua a Hayes y Jordan. Ambos me miran con el ceño fruncido. —Aunque si es una inmadura.

Miro furiosa a Calem y camino hacia la salida sintiendo la mirada de los hombres sobre mí.
—Les espero en el coche— grito. Salgo de casa y camino hacia el coche de Calem, lo abro, me siento en el asiento del copiloto y pongo música. Un mensaje llega a mi móvil y lo desbloqueo.

Número desconocido.
Hola. Martes 13 a las 18:00h.

Tecleo un "allí estaré" y cuando Calem entra al coche bloqueo mi teléfono rápidamente.
—¿Nos vamos?— pregunta una vez Hayes y Jordan suben. Ambos asienten y yo miro la ventanilla, evitando sus miradas.

Justo ahora que empezaba a ir todo bien.

Calem conduce y el viaje se resume en conversaciones triviales sin mi participación. Calem me pregunta algo pero me salvo pues en ese momento llegamos a la discoteca. Bajo con cuidado y diviso la gente a lo lejos. Calem entrelaza su mano con la mía y yo la separo adelantándome y caminando hacia el local.

Sé que soy una hija de puta, lo sé. Pero no puedo hacer nada.

Bajo las escaleras una vez paso la entrada y voy directa a la barra, pido una copa y me le traen. Cojo el cristal y voy a darle un sorbo cuando Calem aparece arrebatándome la bebida.
—¿Qué cojones te pasa?— frunzo el ceño ante el tono de su voz.
—Nada— contesto simplemente, sin mirarlo. Me mira durante unos segundos antes de girarse, pero cuando creo que se va a ir me habla.
—Que te den, Alexandra— y se va.

Lo sé, Calem. Lo sé.

Cojo la bebida que me iba a tomar y lo hago. Me levanto y voy a sentarme en una mesa alejada, pendiente a mi móvil.

Soy estupida.

La noche se resume en eso, Jordan bailando con una tal Leyla, Hayes borracho y Calem sin dar rastro.

Jodidamente genial.

Un mareo me recorre y me levanto para ir al baño. Abro la puerta e inmediatamente todo lo acumulado en mi estomago sale al ver la escena ante mis ojos.

Calem liándose con una rubia.

Salgo corriendo ignorando los llamados de Calem. Cojo un vaso de alguna bebida y me lo tomo de un sorbo para ignorar el sabor a vomito.

Camino rápidamente fuera dispuesta a llamar un taxi cuando la mano de Calem se cierne a mi muñeca.
—Alexandra— dice y estallo.
—¿Qué? ¿Quieres hablar? ¡Hablemos! Pero luego no vuelvas a hablarme en tu vida.

Calem me mira fijamente, sin decir nada, y asiente lentamente. Puedo notar el temor en sus ojos pero lo ignoro, ¿por qué cojones se lió con aquella rubia?

—Vamos al coche.

Ya sé que es cortito, pero es por que esta semana subo otro. Se acerca el final.

xoxo💗