Capítulo 3 "Nada"
Cerise:
—¡Al fin la encontré!— exclamé contenta, ya me quería ir de ese lugar: la bodega era muy pequeña y asfixiante además de que llevaba horas ahí adentro buscando la mochila naranja. Salí de ahí y me dirigí al auditorio.
En el camino divisé a lo lejos a el líder de mi manada: el Gran Lobo Alpha, yo nunca he sido de las favoritas del Alpha debido a que soy parte humana pero toda mi manada cree que puedo ser tan buena como cualquier otro lobo a pesar de mis diferencias.
De todas maneras, el Alpha me tiene bien vigilada y a él no le gusta que "divulgue entre los humanos" que soy parte lobo al igual que no le gusta que "divulgue entre los lobos" que soy parte humana. Es todo un trabalenguas, en fin, el Alpha me llamó y yo lo seguí:
—Cerise, no se te ocurra decirle a nadie— y ya empezó con eso a la primera vez.
—Sí Alpha— le dije inclinando mi cabeza, en señal de respeto.
—Ya sabes lo que pasaría si yo me enterara de que tú, o cualquiera de tu familia le dice a alguien...— pausó para que yo siguiera.
—Nos expulsan de la manada y quedaremos deshonrados. Nos dejarán de considerar parte de la familia o tan siquiera lobos. Sí, me lo ha dicho millones de veces—
—Que se te quede bien grabado, Hood— con esto se fue caminando y se perdió en el bosque.
Suspiré y seguí con mi camino. Al llegar al auditorio estaban todos sentados resolviendo dudas del viaje con el director Grimm. Me acerqué y le dí la mochila a mi padre. Me disponía a irme cuando el director me llamó:
—¡Eh! ¡Señorita Hood!— me volteé—Su nota para el viaje— me acercó un papelito.
—Gracias— dije y lo tomé
Busqué con la mirada a Sparrow, había quedado con él de responderle la pregunta en persona; finalmente lo encontré sentado y con la mirada perdida. Me senté a su izquierda, en el pasillo, tratando de llamar su atención.
Sparrow:
Estaba pensando en la posible respuesta de Cerise y por qué había decidido decírmelo en persona.
De la nada volteo a mi izquierda y....
—¡Ahhhhhh!— casi grito de no ser porque Cerise me tapó la boca.
—Shh— me dijo — N-no quieres que el director nos llame la atención ¿Verdad?— negué con la cabeza.
—N-no, por supuesto que no— la imité y me reí. Ella solo rodó los ojos.
—Debemos prestar atención a lo que dice m... ehhh...e-el lobo feroz— dijo ella y volteó hacia el escenario. El lobo dijo algo sobre hacer buenos nudos, sacando las cuerdas de la mochila naranja; cómo armar tiendas de campaña, dónde ponerlas en caso de lluvia, cómo prender una fogata e.t.c.
Pero yo no puse atención, me la pasé mirándola, ella era tan hermosa. Sus mechones cafés con blanco, sus ojos azules cual cielo, su perfecta sonrisa...espera...¡¿Qué?!...¿Desde cuándo pienso tales cursilerías?...no no no no, ella no me gusta...
Okay, ...bueno lo admito, me está gustando un poco. ¿Desde cuándo? Pues desde cuando hablamos en el bosque, cuando ella tropezó conmigo y nos reímos juntos. Ahhh, qué lindos momentos..... qué linda ella.
Cerise:
Sparrow estaba metido en sus pensamientos y no había prestado la más mínima atención a lo que explicó mi papá en el escenario.
—Sparrow...— moví mi mano en frente de su cara para que me prestara atención.
—¡Sparrow!— chasqueé mis dedos
—Eh, Eh. Ahh. ¿Qué pasó?— me dijo cuando salió de su "trance"
—Nada bobito, solo que se acabó la presentación y todo el mundo salió ya del auditorio. Aparte de que últimamente te noto muy, y me refiero a MUY, pensativo además de que he tratado de llamar tu atención desde hace como media hora — le dije remarcando la palabra muy.
—Ohhh, L-lo lamento— se excusó —Y no es que trates de llamar mi atención, porque ya la tienes. Desde hace mucho— murmuró Sparrow en un susurro apenas audible, pero yo lo escuché gracias a mis orejas de lobo. No se si él quería que lo oyera o no; además se supone que yo soy "normal" y no debo dar indicios de mi peculiaridad así que continué como si no lo hubiera oído:
—Mira quien es el que tar-tar-tamudea ahora— ambos nos reímos.
—Pero tú lo haces más que yo-O— me dijo en modo niño pequeño.
—Es que se me lengua la traba....Digo.. se me traba la lengua— traté de enmendar mi error pero ya era demasiado tarde. Sparrow estaba atacándose de la risa en el suelo, golpeándolo con sus puños cerrados.
—Oye...¿Qué te hizo el suelo para que lo golpearas así?— bromeé, el solo se rió más fuerte. Tanto que acabé yo también en el piso atacándome de la risa.
Sparrow:
Ahhh. ¡Que divertido! No bueno.
Me levanté a duras penas del suelo y la ayudé a levantarse. La miré y me acordé de que me debía una respuesta: ¿Por qué había salido corriendo ayer?
—Oye... me debes tu respuesta— le dije. Ella me sostuvo la mirada por un momento y después la bajó, sus mejillas ligeramente rojas. Un flequillo se salió de su capucha, tapándole su cara. Alargué mi brazo para colocárselo detrás de su oreja cuando ella pareció reaccionar de repente y agarró mi mano antes de que llegara a colocar el flequillo en su lugar. La miré, vi miedo en sus ojos y su respiración era entrecortada, eso me decepcionó y entristeció un poco; me solté de su agarre y me alejé lentamente, dirigiéndome a la salida del auditorio.
Cerise:
¿Qué acababa de pasar?
—Sparrow.... espera..— lo llamé. Él paró en seco pero no me volteó a ver, estaba de espaldas
—Puedo explicar...— intenté decirle pero él me interrumpió:
—No hace falta que expliques, solo quiero saber una cosa— se volteó hacia mí su cara apenas a unos centímetros de mi cara—¿Te doy miedo?—
—No— dije lo más firme que pude —¿Por qué lo tendría?—
—No lo sé. Pregúntale eso a tu mirada cuando intenté acomodarte tu pelo o a tus pies cuando saliste corriendo ayer— me contestó.
—T-te juro que no es eso.....Sparrow....—
—¿Entonces?—
—B-bueno no te puedo negar que sí tenía miedo pero no de ti, si no por ti, verás, Carmine es muy sensible a-al ruido y se estaba alterando mucho y no q-quería que se volviera totalmente loco y te atacara a-así que me fui....— le dije
—¿Y por qué no me lo habías dicho antes?— me preguntó
—Porque no h-había tenido oportunidad de hacerlo con todo este rollo del a-anuncio del campamento—
—¿Qué hay de lo qué pasó hace unos minutos?— Me quedé muda. Por la ventana divisé la silueta de un lobo, estaba segura de que era el Alpha; sentí miedo, miedo por mi familia y por lo que podría hacerle el Alpha a Sparrow. No podía contestar, por el bien de mi familia y el suyo propio, no podía decirle. Bajé la mirada.
—Ya veo— noté un poco de decepción y tristeza en su voz cuando susurró aquello. —Hasta luego Cerise— con esto Sparrow salió del auditorio dejándome sola.
Una sola lágrima rodó por mi mejilla, me tapé la boca con la mano izquierda para que no saliera ni un sonido mientras que con la otra limpiaba las lágrimas que amenazaban con escapar. ¿Por qué lloro por él? ¿Por qué lloro por él si no somos nada?
Exacto, no somos nada.
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