Capítulo Veinticuatro (Final)

Capítulo veinticuatro. (Final)

April.


28 de noviembre, 2015.

Dejo atrás a Kurt y a los mellizos mientras avanzo a paso rápido. Luego de que los cuidara por un día entero, me parece que ya está graduado en el cuidado de esos dos locos. Apresuro el paso entre las mesas del restaurante y no puedo contener el pequeño grito de emoción en cuanto la veo.

Su rostro se alza y ahí está esa sonrisa que transmite paz. Se pone de pie segundos antes de que acorte la distancia entre nosotras y le envuelva en un fuerte abrazo. Los ojos se me humedecen por lágrimas de felicidad, ha sido tanto tiempo, poco más de un año y medio.

—Qué hermosa estás, cariño. Mira nada más la mujer que eres —Se aleja lo suficiente para tomarme las manos y evaluar mi rostro—. Hermosa.

—No puedo creer que esté viéndote, madrina.

—Lo primero que tenía que hacer al venir a Londres era ver a mi pequeña. ¿En dónde dejaste a Ethan?

Su pregunta se debe a que la última vez que nos vio ambos estábamos solteros y pasábamos mucho tiempo juntos. Mi madrina siempre fue muy abierta sobre esperar y desear que termináramos juntos y siendo felices, incluso cuando sabe que lo intentamos y fue un fracaso hace tantos años.

¿Ser novios? Creo que eso fue más un título que una acción. Si bien besar a Ethan no estaba mal, porque hay que admitir que mi mejor amigo es un bombón, todo era muy incómodo y soso; dos amigos pensando que debían cumplir una profecía sobre amarse. Y sí, nos amamos, pero no de esa manera. Nuestra relación de meses fueron dos amigos dándose un beso de vez en cuando y fingiendo estar en una relación soñada. Al día de hoy nos reímos pensando en cuán estúpidos fuimos.

Pero mi madrina parece todavía estar estancada en esa graciosa página.

—Ethan tenía un compromiso con la familia de Grace, su novia —Sonrío—, pero mi novio ha venido conmigo.

Me hago a un lado para que vea a Kurt con los mellizos aferrado a sus piernas. Es evidente que ellos están un poco tímidos sobre mi madrina porque los intimida. Han hablado pocas veces con ella por vídeollamadas y eran demasiados pequeños cuando ella se fue.

Vuelvo la vista a mi madrina quien parece demasiado impresionada por Kurt así como por mis hijos.

— ¡Están enormes!

—Y tremendos —agrego riendo—. Bebés, vengan a saludar a una persona muy importante para mami.

Una vez más juegan con el acto de niños tiernos. Caminan tomados de la mano hacia mí y sonrisas angelicales en sus bonitos rostros. Mi madrina se agacha y los envuelve a ambos en un abrazo entusiasta, veo a Nathan fruncir el ceño mientras se deja mientras Zoey está demasiado ocupada tocando qué tan suave es su cabello. Cuando mi madrina se incorpora, Kurt ya se encuentra a mi lado viendo divertido la actuación de mis hijos.

—Y madrina, él es mi sexy novio Kurt y corazón, ella es mi madrina Emily —Los presento.

—Corrígeme si me equivoco, pero ¿No vimos a este joven en la televisión del hospital y luego en la casa de Bolton?

—Sí, ahora es mi novio de carne y hueso.

—Un gusto conocerla —Estrecha su mano Kurt mientras ríe por la cosa de verlo en television—. April me ha hablado de usted.

—Puedes llamarme Emily.

Tomamos asiento y me doy cuenta de que dos sillas para bebés ya han sido puestas en la mesa, Kurt y yo sentamos a cada mellizo bajo la atenta mirada de mi madrina, ella parece muy curiosa y sorprendida sobre nosotros.

Una vez estamos sentados, nos quedamos en silencio hasta que Nathan habla.

— ¿Tene nombe?

—Es mi madrina Emily.

Parece que se lo piensa, pero es Zoey quien la bautiza:

—Mily —aplaude, luego ve a la mesa de al lado en donde llevan platos de comida—. La bebé quele.

—Ya pediremos comida —Le asegura Kurt tomando dos rodajas de pan y dándole una a cada mellizo.

— ¡Grashias! —dice Nathan antes de disponerse a comer.

—Estoy demasiado sorprendida —confiesa mi madrina—. Los vi tan pequeños y ahora hablan...

—Y corren, pelean, gritan, lloran y un montón de cosas más —Me rio—, pero siguen siendo bonitos.

—Muy bonitos —Deja de verlos para mirarme—. ¿Cómo estás, cariño? Lamenté mucho no poder ver a July antes y luego no poder venir al funeral. La quise, quiero, muchísimo y siempre admiraré la manera en la que te crio.

»Quise venir, pero tenía programadas cirugías importantes, sabes que este trabajo siempre ha sido complicado y hace que me pierda muchas cosas, pero es una responsabilidad que siempre he asumido.

—Lo sé, estoy feliz de verte ahora.

Ha dedicado toda su vida al trabajo, tanto así que terminó por influir mucho en su matrimonio, terminando en un triste divorcio, tampoco tuvo hijos. A sus cincuenta y un años, ella sigue soltera y dedicada totalmente al trabajo.

Hablamos sobre mi abuela, trato de contarle los últimos días y le garantizo que aunque ha sido duro, estoy llevándolo bien porque sé que ella descansa. Me habla de su trabajo y luego es divertido cuando hace preguntas a Kurt, es muy evidente que a ella le agrada y que parece que finalmente acepta que Ethan y yo no somos una posibilidad.

La escucho hablarnos con paciencia sobre su trabajo, nuevos estudios y que quiere hacer otra especialidad, ya perdí la cuenta de cuántas tiene. Los mellizos se inquietan esperando por la orden de comida que ya pedimos, pero todavía son angelicales queriendo tener la atención de Kurt y aun un poco tímidos sobre mi madrina.

La sorpresa de esta reunión llega cuando mi madrina me hace saber qué hará la nueva especialidad aquí en Londres, lugar en el que piensa estar por al menos poco más de un año y que esa decisión está basada en el hecho de que quiere adoptar.

—Si quieres te regalo a los míos —asiento hacia ellos.

—Regálamelos a mí —pide Kurt con diversión.

Después de aquella cuidada, los mellizos han estado con Kurt un par de veces más, incluso una vez se los llevó a casa de su abuela y me aseguró que todos se divirtieron. Ellos aman cuando Kurt los lleva de paseo, viven para eso.

—Soy bastante seria sobre esto, deseo adoptar. No un bebé o niño pequeño, no estoy para esos trotes —Me hace saber—. Quiero a un adolescente, hay muchos jóvenes pasando por situaciones desafortunadas y aunque no puedo ayudarlos a todos, he tomado la decisión de empezar con uno. Tal vez no soy la mejor persona del mundo y mis instintos maternales están estropeadas, pero me comprometeré a ser la familia y apoyo que necesite.

»Dedicarme al trabajo me ha hecho perderme muchas cosas con las que soñé y aunque no me arrepiento de mis logros profesionales, puedo bajar un poco la velocidad para dedicarme a mí y mis deseos que van más allá de lo laboral y el éxito profesional.

»He contactado con una agencia de adopción, tengo muchas reuniones y asuntos que concretar para que me consideren apta, pero estoy entusiasmada sobre esto.

Esto me ha tomado por sorpresa, pero me alegra que finalmente esté haciendo algo para ella más que trabajo. También la hubiese apoyado si quisiera seguir siendo esta exitosa profesional sin hijos o matrimonio, simplemente la apoyaré en lo que la haga feliz.

Mi madrina es un ser humano maravilloso y sé que la persona que llegue a ser adoptado o adoptada por ella, tendrá un hogar estable en el que crecer y una mujer amorosa asegurándose de que sea feliz. Razón por la cual le hago saber lo feliz que estoy por ella y le recuerdo que Dexter Jefferson es un niño adoptado y cómo ahora adoptó a la dulce Skylie. La experiencia de Dexter parece motivarla todavía más así que me comprometo a organizarle un encuentro con él para que pueda hacerle cualquier tipo de pregunta; estoy muy segura de que él estará feliz de cooperar.

También le hago saber lo feliz que me hace que por un tiempo esté por aquí para compartir con nosotros, es lindo verla en persona y no solo a través de un teléfono. En general, el almuerzo es bastante agradable. Los niños se portan bien y están demasiado felices cuando la comida llega; Kurt, mi madrina y yo hablamos de muchas cosas. Los veo a ambos sonreír mientras hablan sobre algún lugar en Estados Unidos que es muy bonito, luego veo a Nathan y Zoey compartiendo comida y no puedo evitar pensar: soy afortunada de rodearme de estas increíbles personas.

***

30 de noviembre, 2015.

—Déjame ver si entiendo —Le digo a Elanese—. Dexter está en el hospital con Bridget y Keith porque asegura que la bebé a nada de nacer también es suya ¿Correcto?

—Sí, de la misma manera en la que Adam supuestamente es suyo y Sky es de Keith. Tienen un extraño arreglo sobre eso —dice tomando un poco de su algodón de azúcar.

— ¿Y te encargó comprar el regalo para la bebé nueva?

—Sí, se fue básicamente corriendo al hospital —Se ríe—. Fue divertido de ver.

— ¿No te has puesto a pensar que no será divertido cuando seas tú la que corretea con él en labor de parto? Escuché un cuento de terror que dice que cuando Halle iba a nacer, Harry fue un auténtico idiota —Me rio— y Hilary no la pasó bonito. No sé cómo sea Dexter.

— ¿Quieres hacerme pensar en bebés?

—Dexter y tú por separados deben de vivir pensando en boda, bebés y felicidad eterna. No finjas conmigo —La codeo y hace una mueca—. Me dijo que iba tan en serio contigo cómo para tener un por siempre. Me pareció algo dulce.

— ¿Dijo eso? —Su sonrisa es inmediata.

—Es lo que te acabo de decir, tonta —Doy un sorbo a mi café mientras avanzamos en el centro comercial—. Así que ¿Qué hay de ti? ¿Qué tan seria vas con Dexter?

—Si me pidiera matrimonio le diría que sí. Si me dijera "vamos a casarnos mañana" también diría que sí —Se ríe—. Supongo que estoy loca, pero en todo caso soy una loca enamorada. No creo que alguien pueda entender la manera en la que conecto con Dexter.

»La mayoría lo ve como un hombre caliente divertido con una gran boca sucia, pero él es más que eso. Es una persona increíble con tanto en su corazón —suspira y sonríe—. Tal vez él sea un desastre, pero también soy uno —Se encoge de hombros—. Lo amo y aunque en el pasado estuve enamorada, este es un amor tan intenso e indescriptible que borra cualquier pasado al respecto.

Bueno, parece que es igual de intensa sobre sus emociones cómo lo es Dexter. Seguro en BG.5 ya andan rondando apuestas de cuánto tardarán en comprometerse, no me sorprendería.

—Vas a ser muy feliz con él y le darán muchos hermanitos a Sky. Porque estás en la misma onda de muchos hijos cómo él ¿Verdad? —No me responde, pero al voltear la encuentro sonriendo—. Hazme madrina de alguno.

Ríe y ahora es quien me da un codazo. Voy a dar otro sorbo a mi café cuando algo o más bien alguien llama mi atención. Viene de frente, cabello castaño claro más largo y los mismos ojos grises. Me paralizo y Elanese dice mi nombre con extrañeza.

Él alza la vista de inmediato al escuchar mi nombre y nuestras miradas se encuentran, también se paraliza.

Hace unos años mi corazón latía de prisa y mi cuerpo se emocionaba ante su presencia, saltaba sobre él y lo besaba.

En la actualidad solo quiero darle un millón de puñetazos y mis manos echas puños son la prueba. Doy grandes zancadas hacia él y antes de que pueda hablar, le doy un puñetazo en la mandíbula. Las personas a nuestro alrededor se detienen a ver qué está pasando y Elanese toma mi brazo.

— ¿April qué sucede?

— ¿Quieres saber de ellos? —le pregunto— ¿Quieres verlos? ¿Hablarles? ¿Ser un papá?

Niega su cabeza palideciendo cómo si mis preguntas fueran su muerte. Su negativa me da un alivio inmediato. Lamento que mis hijos no tengan un padre biológico amoroso, pero celebro que esta basura esté fuera de sus vidas.

—No quiero nada de ti —Me dice—. No quiero nada de ellos —Alza sus manos cómo en rendición—. Desapareceré de nuevo, lo prometo. Ustedes no son mi gente, no quiero nada de ellos o ellas o lo que sea que hayas parido.

Podría gritarle sobre ser un desgraciado, exigirle lo que me robó y que obvio ya gastó, podría volverlo a golpear haciendo otra escena, pero sonrío sintiendo un alivio en mi pecho. Hubo muchas noches en dónde pensé: ¿Y si Kenneth reaparece queriendo reclamarlos? ¿Y si me pide verlos? ¿Y si quiere jugar al papá?

Quiero lo mejor para mis hijos y sé que si él hubiese mostrado interés, con supervisión tal vez hubiese permitido verlos siempre que me garantizara ser una persona apta, pero esto descarta cualquier posibilidad y lo deja afuera de nuestras vidas, al menos hasta que mis niños sean más grandes y decidan si quieren contactarlo.

Doy un paso hacia él y parece asustado porque retrocede.

—Perdiste algo más significativo y valioso que lo que me robaste —informo—. Haré de cuenta que no te vi. Púdrete, Kenneth bastardo ladrón.

Golpeo su hombro al pasar y camino con la cabeza en alto, espero y eso de irse pronto haya sido una declaración honesta, me pregunto si ese malviviente está destrozando la vida de alguien más, pero decido no pensarlo porque no me importa. Él queda en el pasado y a mí solo me interesa mi presente con las personas que amo.

— ¿Ese era...? —pregunta Elanese alcanzándome, desconcertada con todo.

—Sí, ese es el bastardo con el que follé hasta el cansancio, hasta embarazarme. El que me robó y se fue. Una basura que hoy confirmó que se queda atrás, en el pasado —me paso una mano temblorosa por el rostro—. Al menos supo hacer algo bien: mis bebés.

Durante un par de minutos ella no habla, deja que lidie con toda las emociones en mi interior y no es hasta que estamos en una tienda de ropa de marca para bebés que Elanese retoma el tema.

— ¡Ja! Entonces no siempre tuviste buen gusto en hombres —Se ríe—. Ahora te redimes con Kurt.

Es tan inesperado que solo volteo a verla, sus ojos brillan con diversión y sentencio que amo a ésta mujer.

—Lo hacía bien y yo era tonta, pero Kurt folla mil veces mejor, borró cualquier recuerdo de ese imbécil.

—Tranquila, también salí con un idiota en una relación intermitente, de los errores se aprenden.

—Y apuesto a que Dexter folla mucho mejor que ese imbécil.

—Un Dios —dice fingiendo con sus manos fuegos artificiales.

Sé que su plan es subirme el ánimo y funciona porque me hace reír. La tomo por sorpresa dándole un fuerte abrazo.

—Si un día dejas a Dexter, llámame. Kurt y yo te recibiremos en nuestra vida y nuestra cama.

—De acuerdo —Le pellizco una nalga mientras la abrazo—. ¡Oye!

—Lo siento, era demasiada tentación.

Rueda sus ojos y avanza dejándome tener unos minutos a solas. Suspiro mirando hacia mis pies, no quisiera que me afectara, pero no sería humano no sentir tanto ante este fugaz reencuentro con una de las mayores decepciones de mi vida.

Sin embargo, trato de enfocarme en el hecho de que mis niños no necesitan a una figura paterna así en sus vidas, definitivamente están mejor sin Kenneth, pero hubiese deseado haber elegido un mejor papá biológico para ellos, pero desear eso es jugar con la posibilidad de haber tenido otros bebés, tal vez, incluso uno y no, no cambiaría a Nathan y Zoey por nada, puedo vivir con las consecuencias de mi error. Mis hijos no lo necesitan, me encargaré de que sean felices y crezcan llenos de valores.

—Eres afortunada, April —Me digo—. Algunos salen de relaciones horribles solo con cosas malas, tú conseguiste a unos hijos preciosos que se han vuelto tu vida.

Kenneth es quien está perdiendo.

Él es quien no conocerá lo hermoso, travieso y amorosos que son mis hijos.

Él es quien se pierde de ser llamado papá.

Soy la afortunada que los ve al despertar y quien ha estado en cada momento importante de su, aun, joven vida.

Soy a quien llaman mamá y a quien no se cansan de decirle "te amé".

Sí, me quejo, a veces me burlo y bromeo sobre regalarlos, pero siempre he sabido lo afortunada que soy de tenerlos en mi vida. Esos niños son el resultado de mi fe y esperanza. Zoey y Nathan me cambiaron la vida de una manera indescriptible y nunca me atrevería a imaginar mi vida sin ellos.

—Te llevaste lo material, pero no pudiste robar lo más importante —Sonrío—. Ese es un gran jódete, Kenneth bastardo ladrón.

***

8 de diciembre, 2015.

Beso su boca y sonríe. Abre uno de sus espectaculares ojos azules que siempre se ven tan irreales y mordisqueo su labio inferior ante de lamerlo. Lo hago rodar sobre su espalda y me acuesto sobre él, ambos desnudos luego de fabulosos orgasmos.

Entrelazo los dedos de nuestras manos y las pongo por encima de su cabeza dándole corto besos en la boca y presionando adrede mis pechos contra su cuerpo. Siento el leve movimiento entre mis piernas porque su pene tiene interés en mi nuevo ataque.

Luego de que los mellizos cayeran cómo piedras y de hablar honestamente una vez más sobre si estaba bien sobre aquel encuentro con el bastardo ladrón, Kurt y yo decidimos divertirnos.

Creo que de verdad todos esperan que enloquezca con lo de Kenneth, incluso Ethan no deja de preguntarme si estoy bien, también se ofreció a enviar a Harry o Dexter a golpearlo – porque él no pierde su tiempo en peleas – pero no dejo de asegurarle que aunque verlo se sintió agrio, él ya no tiene impacto en mi vida y que sé que es lo suficiente canalla y cobarde para no volver. Parece que finalmente todos entienden que no estoy sufriendo por el encuentro.

Luego del orgasmo a Kurt definitivamente tuvo que quedarle muy claro que no quiero perder mi tiempo hablando siempre de Kenneth, prefiero invertirlo en pasarla bien con él justo cómo lo hicimos hace unos minutos y justo cómo quiero hacerlo ahora y siempre.

—Me gustan estos ojos —Beso sus parpados cerrados—. Me gusta esta nariz —Beso— y estas mejillas con barba —beso—. Me fascina esta boca que besa cómo los dioses.

—Gracias —dice riendo.

—Te amo completito —susurro contra sus labios.

— ¿Si?

—No puedes dudarlo. Te amo de pies a cabeza, en tu exterior e interior. Te amo siendo actor y te amo siendo solo Kurt. Sí, señor, te amo completito.

Enreda sus dedos en mi cabello y me besa con lentitud ¿Algún día me cansaré de estos besos? No lo creo. Me hace rodar y me siento enjaulada entre sus brazos a cada lado de mi cabeza y abro de inmediato mis piernas acunándolo donde más lo ansío. El roce de su dureza contra mí hace que un suspiro se me escape en medio del beso.

—Quería decirte algo —susurra contra mis labios luego de mordisquearlos a su antojo—. En enero es el cumpleaños de la mamá de Romeo.

—Uhm... —Es todo lo que digo mientras deslizo mis manos por su espalda hasta llegar a su glorioso culo y empujarlo contra mí—. Cuéntame más.

Doy un azote ligero en una de sus nalgas haciéndolo reír y luego lo presiono de nuevo contra mí, su gemido es profundo y lame mis labios antes de mordisquearme la barbilla.

—Es en España, quiero ir.

—Te la pasarás bomba —Es lo que digo.

Ríe y se incorporar arrodillándose sobre el colchón luego de tomar uno de los tantos condones que arrojó en la cama cuando comenzamos nuestra fiesta privada. Lamo mis labios viéndolo deslizar el látex sobre sí mismo y darse ligeros apretones. Él sabe totalmente cómo subir las temperaturas.

—No quiero ir solo. Romeo extendió la invitación para ti y los mellizos.

—Uhm... —tarareo cerrando mis ojos cuando se toma en su mano y se roza contra mí.

Se detiene y abro de inmediato los ojos, me da una sonrisa divertida pese a que sus ojos brillan con lujuria. Se acaricia de manera despreocupada mientras me mira.

— ¿Qué sucede?

—Quiero una respuesta. Tú, los niños y yo en una fiesta con la alegre familia de Romeo en España.

—Mis hijos nunca han salido de aquí —Trato de concentrarme, así que dejo de ver a su mano subir y bajar—. ¿De verdad quieres subir a un avión con tornado uno y tornado dos?

—Será divertido —Vuelve a torturarme con el roce—. Vamos, di que sí. Si aceptas, te daré la follada de tu vida una y otra vez, promesa.

Eso me hace reír. Él ya me da las folladas de mi vida, pero decido que lo dejaré esforzarse.

—Dame esa follada de mi vida y decidiré.

—Manos a la obra —dice con una sonrisa llena de suciedades.

Sus dedos son insistentes ahí donde calidez y humedad le espera, gimo y sonríe satisfecho. Luego soy tomada por sorpresa cuando me gira dejándome boca abajo sobre la cama, estoy por hablar cuando me arrastra hacia él y me maneja cómo a una muñeca. Me apoya en mis rodillas, alza mi trasero y baja mi torso a la cama. Qué interesante, no tengo ningún problema en callar en este momento.

No hay más juegos o tanteos, Kurt se adentra en mí de una sola estocada haciéndome gemir. No hay lentitud, vacilaciones o dulzura. Éste hombre de verdad me está follando con fuerza y se siente tan bien que lucho para no desfallecer. Me está dando tanto y con tanta pasión que no tengo cabeza ni para pedirle más. Mis piernas tiemblan, estoy sensible de orgasmos previos y pienso que esto es demasiado cuando siento el cosquilleo intenso que luego se convierte en una gran explosión.

Me estremezco, gimo, me retuerzo y me vengo de una manera que me sacude el mundo. Maldita sea, no puedo cambiar de novio, Kurt me ha dañado.

Mi cuerpo se sacude, sus dedos se clavan en mis caderas y me deleito con sus gruñidos sexys porque embiste rápido con fuerza y después disminuye la velocidad repentinamente, deslizando su mano al frente, entre mis piernas.

—No creo que pueda... —comienzo a advertir.

—Oh, sí que puedes —garantiza con voz enronquecida.

Tiene razón, porque un minuto después demuestro que puedo cuando otro orgasmo me embarga y esta vez él me acompaña. Jadeo cómo si hubiese corrido un maratón cuando me desplomo en la cama y él rueda a mi lado riendo. Me ha noqueado. Me ha dejado sin palabras.

—Entonces... —dice tras unos minutos en los que no hablo—. ¿Sobre España?

—Iremos —Es todo lo que puedo decir con voz temblorosa.

—Ahora, esa no fue la follada de tu vida. Dame unos minutos y te la doy.

— ¿Otra? ¿Es que no se te acaban las baterías, Kurt?

Deja un juguetón azote en mi trasero antes de ponerse de pie e ir al baño. Cierro mis ojos sonriendo. Soy una novia saciada y feliz...E iré a ¿España? Debo tener cuidado, este hombre con el sexo podría ponerme en marcha para aceptar muchas locuras.

***

15 de diciembre, 2015.

Estoy embobada y no hay manera en la que me avergüence sobre ello.

Creo que tengo los ojos muy abiertos y aprieto con demasiada fuerza la botella de agua en mis manos mientras veo a Kurt de manera espectacular y apasionada, decir sus líneas sobre la falta de justicia y cómo la vida lo ha vuelto el sombrío e inmoral hombre que está interpretando en esta película que se viene muy grande.

Otro de los actores, que no me creo que estoy viendo, dice sus líneas con tanta pasión que alucino. El elenco reunido para esta película es un milagro divino, tanto talento con experiencia y otros nuevos reunidos aquí haciendo una gran obra ¡Increíble!

La primera vez que vi a Kurt en una pantalla de televisión, nunca imaginé que estaría aquí años después y aunque bromeé-fastidié mucho a Ethan sobre presentármelo, de verdad no esperaba que sucediera, menos que diera todo este resultado.

No puedo describir lo que siento en este momento.

Yo, una adolescentes que tuvo unas altas probabilidades de morir, que se enamoró del hombre equivocado y más adelante se volvió madre soltera, soy la mujer que está hoy aquí. Alucino, casi quisiera pellizcarme.

— ¡Corte! —Grita el director—. Buena toma, muchachos, pero probemos otro ángulo. Kurt ¿Puedes darme un poco más de fuerza en el medio de tus palabras? Queremos mostrar un desequilibrio de tu yo antiguo y el actual. Una montaña rusa, subes y bajas.

—Entendido —dice y algún asistente le hace llegar el libreto.

Este es la diferencia de un director que te instruye en dar lo mejor de ti y pulir tus puntos fuertes y otro cómo aquel bastardo que arruinó la experiencia de Kurt, pero bueno, ese pervertido no lo acabó, Kurt ahora es incluso más fuerte que antes mientras que él, Jean, ahora es cuestionado por todo lo que hace y rechazado por al menos una gran cantidad de personas que decidieron creer en los testimonios.

— ¿Estás llorando?

Volteo ante la pregunta de Karina y me llevo los dedos al rostro notando la humedad, en efecto parece que estoy lo suficiente emotiva cómo para hacerlo. Le sonrío a la más pequeña de las tías de Kurt para no asustarla. Debo admitir que ella junto a la mamá de Kurt son mis favoritas, aunque a las demás también les he agarrado cariño.

—Solo estoy emocionada. Él es tan talentoso, verlo en vivo y en directo hacer toda esta magia, es impresionante. Lo admiro mucho —rio—. Ni siquiera me di cuenta de que estaba derramando lágrimas.

—El cerdito tiene muchísimo talento, hace que todos los que lo amamos, nos sintamos orgullosos —garantiza y le creo.

Una vez más graban la escena y resulta incluso más impresionante que las tomas anteriores, cuando gritan de nuevo corte, todos parecen complacidos con el resultado cuando se acercan a verlo. Por el rabillo del ojo veo un movimiento y es la coprotagonista, Aspen Black, entrando para grabar su escena.

Ella es una rubia hermosa, amable y un poco torpe que se transforma totalmente cuando comienzan a grabar. Es impresionante cómo su personalidad torpe, dulce y un poco tímida desaparece para volverse una despiadada mujer con carencia de moral ¡Increíble actuación! Y debo admitir que la química de Kurt y ella en las dos escenas que he visto hoy ser grabadas, ha sido increíble. Esta película de verdad tendrá muy buenos resultados.

Su escena no es con Kurt y parece que todo el equipo comienza a desplazarse para grabar la nueva toma. Debido a que no lo necesitan él se acerca a nosotras con paso despreocupado y una sonrisa. Verlo hoy grabar me hace confirmar cuánto ama su trabajo, lo apasiona, lo nutre y enorgullece, es un don que utiliza de una manera que impresiona. Le extiendo la botella de agua y la toma dándome un beso corto en los labios antes tomar un gran trago.

—Tengo poco más de una hora libre antes de que me toque grabar de nuevo una escena de ayer —Nos informa—. Solo necesito un rápido repaso a las líneas —Me mira examinándome el rostro—. ¿Te estás aburriendo tanto que lloraste?

Su pulgar va al rastro de una lágrima que aún persiste y me ve intrigado esperando una respuesta, sin embargo, al ver que no respondo de inmediato, hace otra pregunta.

— ¿Quieres dar una vuelta?

— ¿Podemos? —Es mi respuesta.

—Sí, no iremos muy lejos y hay seguridad. Las personas aún no se enteran de que la película está filmándose.

—Vayan y pórtense bien, me encargaré de unas llamadas. Por cierto, Kurt, tengo esta imagen para postearla —Se la enseña— ¿Apruebas el texto?

—Simple, pero acertado. Sí, iré con ello.

Pese a que Kurt tiene control sobre sus redes sociales hay ocasiones cómo estas en las que su tía hace publicaciones de patrocinios o publicidad por él. Esta foto en particular es de Kurt en esa ropa interior de la que ahora es el rostro, algo me dice que las redes se van a encender.

Con eso aprobado, él me toma la mano, luego de ponerse un abrigo, y caminamos un poco alejados de los demás, más cerca del lago. La verdad es que desconocía de este lugar, es agradable y tiene cierto encanto. Kurt me hizo saber, al llegar, que pocas escenas se grabarían en este lugar.

Las grabaciones de la película se iniciaron hace una semana y en específico las de esta locación, porque las próximas serán grabadas a partir de enero. Me tomó por sorpresa cuando casualmente Kurt me preguntó si me gustaría venir, casi lo dejé sordo cuando grité un enorme sí y casi me como a besos a Jeremy y Naomi cuando aceptaron cuidar a los mellizos para que yo viviera esta experiencia ¡Mis amigos son los mejores!

Nos detenemos frente al pequeño lago que se ve un poco turbio y francamente no es bonito, pero él me abraza desde atrás recargando su barbilla de mi cabeza y me olvido de lo descuidado que está este lugar, pero me hago una nota mental de luego preguntarle a alguien sobre cómo hacer que se recupere lo que estoy segura fue un enorme lago.

— ¿Por qué llorabas? —indaga de nuevo.

—Porque se sentía cómo un sueño —respondo—. No sabes cuánto tiempo he pasado viéndote a través de una pantalla y ver cómo sucede en vivo y directo me ha conmovido demasiado, además Kurt, tienes un talento que ni siquiera sé cómo poner en palabras.

Giro en sus brazos y paso los míos alrededor de su cuello. La manera en la que me mira con tanto amor, confianza y deseo es más de lo que esperé. En mi adolescencia soñé con el amor, pero luego no hubo tiempo para ello cuando pasé por mi enfermedad. Años después salí de ese hospital con una conformidad de la que no me di cuenta hasta que estaba en una relación tóxica.

Me conformé con el amor deforme y extraño que vivía con Kenneth. Luego me dediqué a ser mamá a tiempo completo, algo de lo que nunca voy a arrepentirme. Incluso después de conocer a Kurt, no estábamos en esa página y todo parecía solo una amistad. Dormí con un horrible sapo que no sirvió para nada más que decepcionarme y entonces los ángeles cantaron cuando Kurt y yo prácticamente optamos por un: al carajo todo ¿Por qué no intentarlo?

Nunca lo forzamos, siempre traté de ser realista. Aun cuando me volvía loca la manera en la que me gustaba cada vez más con cada videollamada, me convencí de la amistad que manteníamos y después traté de no pensar negativo cuando comenzamos a salir. No me malentiendas, sé que Kurt es un hombre excepcional, pero también sé que no es fácil que a tu vida llegue una mujer con un fuerte pasado y dos niños que se sienten cómo cien. Hasta el día de hoy, admiro su paciencia, bondad y disposición para arriesgarse a conocerme a mí y a mis hijos. Agradezco esa crianza y valores que lo hacen este hombre sin prejuicios. Nunca me cuestionó, juzgó o señaló, más bien pareciera que siempre me admira.

— ¿Por qué decidiste que seríamos más que amigos?

Mi pregunta parece tomarlo por sorpresa, pero lame sus labios y sus brazos rodean con fuerza mi cintura, pegándome tanto cómo puede a su cuerpo.

—Porque desde el primer momento quise confiar en ti. Fui a una fiesta esperando conocer a una fan y terminé conociendo a una mujer diferente que se quedó en mi cabeza. Porque desde el primer mensaje me hiciste sonreír sin planearlo, porque desde la primera videollamada me dejaste esperando por muchas más.

»No lo sé, April, podría darte miles de razones, pero es difícil poner en palabras toda la locura de emociones que me despiertas —Alza una mano y con su pulgar me acaricia un pómulo—. Por años he vivido en este mundo donde confiar es difícil, pero quise confiar en ti desde el principio.

»Eres divertida, espontánea y ni siquiera te esforzabas en deslumbrarme, solo eras tú misma hablándome sobre tu vida en la misma manera en la que te hablaba de la mía. Es verdad que te volviste mi amiga, pero no tan en el fondo sabía que quería algo más, solo que estaba asustado de no poder dar lo mejor de mí, porque no necesitabas a un idiota en tu vida. No sabía si sería un apoyo o un estorbo.

—Eres mi amigo y mi novio. Definitivamente no eres un estorbo.

—Estaba asustado sobre los niños, no puedo mentirte sobre eso, pero me alegra no haber corrido porque la verdad es que ellos cerraron el trato —Se encoge de hombros—. Creo que nunca me había reído tanto, no me sentía parte de algo y tan a gusto desde hace muchísimo tiempo. No sé cómo explicarlo.

»Antes de ustedes mi vida era buena, pero ahora es incluso mejor. Me gusta todo este caos y la emoción de no saber que traerá cada nuevo día. Me siento real...A mí me gusta, no... Yo amo enloquecer con ustedes.

Y de nuevo tengo todas estas emociones navegando en mi cuerpo. Tengo ganas de llorar y viajar en el tiempo para decirle a la April que lloraba en el baño cuando nadie veía "tranquila, eres tan fuerte y paciente que en el futuro esto te demostrará lo hermosa que es la vida y serás tan feliz que ni te lo creerás."

Mi sonrisa es amplia y él se burla de mí esbozando una exagerada que da un poco de miedo, razón por la cual ambos reímos mientras nos abrazamos.

Analizando sus palabras, me doy cuenta de que tiene razón sobre nosotros. Tal vez su vida era demasiado tranquila cuando mis hijos y yo aterrizamos en ella, pero parece que con felicidad ha caído en toda nuestra locura. No me arrepiento de haber llegado a su vida porque con orgullo puedo decir que ambos nos hemos hecho bien.

Así que a la April del presente le digo: ufs, nena, eres admirable. Mira todo lo que has logrado y todo lo que vendrá ¡Eres grande! Puedes respirar, cariño, lo has hecho bien.

Tomo el rostro de Kurt en mis manos y planto un beso suave sobre su boca, luego me alejo y lo miro con una sonrisa.

— ¿Quieres más de esta locura en tu vida, Kurt?

—Quiero que me sigan enloqueciendo, corazón.

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