Capítulo Nueve


Capítulo nueve.

Kurt.


Estoy suponiendo que la expresión en el rostro de April es muy parecida a la que tuve ante el desconcierto que me ha acompañado desde el momento en el que dos pequeñas criaturas me llamaron: papis de los bebés.

¿Qué si lo he superado? Ni un poco. Para nada.

¿Qué si me asusta? Mucho.

¿Por qué sigo sentado aquí y fingiendo que esto no me desconcierta? No lo sé.

—Yo...No sé qué decirte —murmura y ve hacia la mesa.

La manera en la que sus mejillas están sonrojadas me toma por sorpresa. Debido a los mensajes que constantemente intercambiamos y nuestras conversaciones, he aprendido que la personalidad de April es descarada, coqueta y desinhibida, por lo que verla en este momento sonrojada, avergonzada y de alguna manera tímida casi me resulta adorable. Casi.

—Te seré honesto, April. Por dentro estoy teniendo un gran conflicto sobre si debo quedarme o correr.

—Siendo honesta...Yo correría —Veo cómo muerde su labio inferior en medio de una sonrisa avergonzada—. No es que quiera asustarte sobre mis niños, porque de verdad ellos son pequeñas personas maravillosas, pero la manera en la que actuaron sobre ti por mi culpa... ¡Ufs! Siento que por siempre deberé disculparme con ellos.

»Poco a poco les estoy haciendo comprender mi error, pero no son más que niños por lo que tomará un poco de tiempo. Sin embargo, contigo, que ya eres un adulto, de verdad lo siento mucho.

—Estoy asustado de ti —confieso.

—Oh...

—Pero de una manera extraña —Me observa esperando a que prosiga—. Me asusta el hecho de que estoy sentado aquí por ti y no corriendo a toda velocidad de tu locura.

—Tal vez, entonces, tú seas el loco.

—Tal vez —Suspiro—. April, no quiero dejar de hablar contigo o verte...

— ¿Pero? Estoy segura de que se viene pero...

—Pero ¿Tienes en claro que si por algún error alguien escucha a tus bebés llamarme papá eso nos pondría en una seria situación con la prensa? Y admito que para mí es desconcertante y me pone nervioso.

»No quiero parecer un imbécil, pero si me mantendré en tu vida, creo que debemos trabajar seriamente en la manera en la que ellos van a llamarme, al menos por ahora.

— ¿Qué significa por ahora? ¿Acaso me estás vendiendo la idea de un futuro?

Y ahí de nuevo está esa actitud descarada que me desconcierta y atrapa. No puedo evitar reír por lo bajo mientras sacudo mi cabeza.

—"Por ahora" significa que definitivamente he perdido mi cabeza y que tus bebés no me asustaron lo suficiente.

—Ellos son lindos, aterradores, pero lindos. Cuando te dijeron que te amaron mucho, en realidad se referían a que te amaban. También tienen la rara costumbre de hablar en tercera persona, por eso se refieren a sí mismos como la bebé y el bebé.

Una vez más en mi mente revivo los extraños sucesos de aquel día y ahora que el susto inicial se ha calmado, considerablemente, puedo encontrarle algo de gracia al acontecimiento, aunque no puedo evitar sentirme un poco mal por los bebés, ellos parecían muy felices y entusiasmados.

—No quiero ser de esas personas que critican a una madre por la forma en la que cría a sus hijos porque creo que haces un trabajo estupendo —Hago una breve pausa intentando ordenar mis ideas, no pretendo ofenderla—, pero considero que deberías pensar mejor qué tipo de bromas mantener con tus amigos referente a tus bebés. Me da algo de pesar ser una disolución para ellos.

»Y con honestidad, tampoco quiero que me odien por no ser su papá ahora que les hagas saber la verdad de mí.

—Lo sé, reconozco mi error y asumo la total responsabilidad para arreglar los daños ocasionados.

El mesero, de quien me había olvidado, vuelve preguntando si ya sabemos que ordenar. La verdad es que no he evaluado el menú, por lo que termino ordenando cualquier cosa que haga que rápidamente nos deje solos una vez más. Cuando nuestras órdenes han sido tomadas, de nuevo nos miramos.

Hay algo rondando en mi cabeza, así que decido dejarlo salir de una vez.

—Conozco a tu hija —declaro con lentitud, sus ojos se abren y luego frunce el ceño.

— ¿A mi Zoey?

—Sí, conozco a la bebé. La vi en un supermercado hace un tiempo, ella como que corrió hacia mí y cuando se despidió ella dijo algo como "chau papi", no puedo recordarlo con exactitud. Me pareció adorable y súper bonito, por meses sostuve ese recuerdo.

—Pero...No entiendo cuándo sucedió eso.

—Es una de las mejores anécdotas. Me parece un poco loco que tu hija sea esa niña.

—Es que me lo dices y estoy sorprendida. ¿Dices que mi hija te conoció primero que yo?

—Sí y fue mucho más cariñosa que su mamá.

— ¡Oye! Yo te besé, ¿No es eso suficiente cariño?

—Oh ¿Así que finalmente hablaremos de eso? —Sonrío ante la manera en la que cierra su boca con rapidez—, pero la verdad es que el primer encuentro con tu hija fue más memorable, sin ofenderte.

—Que digas sin ofender, no hace que no me ofenda cuando lo dices.

Permanecemos en silencio durante los segundos que le siguen y aprovecho la oportunidad para detallar su rostro y respirar con algo más de tranquilidad ahora que parece que hemos bajado un poco la guardia sobre lo sucedido.

—La verdad es que si seguimos siendo amigos...U otra cosa, me gustaría conocer a tus bebés de una manera más tranquila y sin ese tipo de sorpresas alarmantes que hubo anteriormente.

Su vista baja hacia la mesa y me doy cuenta que parece dubitativa sobre algo, cuando alza la vista me mira con duda.

» ¿Qué sucede? ¿Hay algo malo sobre ello? ¿Crees que es una mala idea que cuando ellos sepan que no soy su papá, me conozcan?

—Soy loca, bromista y molesto mucho a otros, pero cuando se trata de mis hijos...Trato de dar lo mejor de mí, de ser la mejor versión de mí misma.

»Las personas que se relacionan con mis bebés tienen una relación muy estrecha y cercana con ellos, me gusta rodearlos de personas que los amen y enseñen valores familiares o de la vida. Siempre he tenido la filosofía de que si algún día tengo algun novio o más, debo estar segura de que permanecerá mucho tiempo en nuestras vidas, lo mismo con mis amigos —Toma un respiro dándose cuenta de que estaba hablando bastante rápido—. Sé que ellos algun día aprenderán sobre las pérdidas y decepciones, pero por ahora me gustaría darle buenos momentos y temo que si te adentras a sus vidas te asustes y corras o simplemente nos distanciemos y no nos relacionemos más.

»Lo he arruinado bastante con la bromita de papá como para romper sus pequeños corazones una vez más con desilusiones.

¿Es extraño que me conmueva y encuentre atractivo la manera en la que protege a sus bebés? Doy el último sorbo a mi copa de vino antes de rellenar nuestras copas.

—No debería beber más, vine conduciendo hasta aquí—Me dice.

—Puedo conseguir que te lleven a casa y hagan llegar tu auto.

—Preferiría conducir, así que por muy delicioso que esté el vino, creo que no habrá más copas para mí. Tendrás que tomar por los dos.

—Eso es mucha responsabilidad.

—Sé que puedes con ello, Kurt. Te tengo fe.

¿Seguimos hablando del vino? Doy otro sorbo.

—No sé si es válido que diga que yo entienda tu posición, pero vengo de una familia de mujeres.

—Lo sé —Enarco mi ceja hacia ella—, soy tu fan, Kurt, no hay que olvidar eso.

—No lo olvido, corazón, no lo hago.

—Entonces, volviendo al punto de tu argumento...

Rio de su descaro al exigirme que prosiga con mis palabras.

—Fue como tener varias mamás solteras. Pocas veces mamá o mis tías tuvieron citas, o tal vez fueron más de lo que supe porque me protegían —Me encojo de hombros—, pero sé que me protegían, no querían hacerme aferrara a alguien que luego desaparecería de mi vida, no siempre lo lograron.

»Mi punto es que sé cómo se siente cuando conoces a alguien y lo quieres, para luego verlo irse cuando todo acaba en su relación. No sé qué se supones que haremos en el futuro, pero ya sea que esto sea platónico o real, siempre de igual forma tendrás mi amistad. Y si comienzas a caerme mal, tus bebés no lo harán.

Eso último parece hacerla reír y yo termino por sonreír. Nuestros platos de comida son entregados y he de admitir que su comida se ve muchísimo mejor que la mía.

—Promételo —pide.

— ¿El qué?

—Que si conoces a mis bebés y luego me odias o desprecias, si te enojas o quieres dejar de verme o hablar conmigo, no romperás sus corazones.

»Te prometo que puedo aceptar que me destruyas, de verdad que puedo, pero no a los bebés. Solo si eres consciente de que al entrar en su vida, no puedes irte como si nada, te dejaré entrar.

—Deja de ser tan hermosa persona, por favor. Intento concentrarme en mi carrera y tu encanto es mi mayor obstáculo.

—No me disculparé por eso. Pero promételo, Kurt.

—Yo, Kurt Johnson, actor consagrado, tu ídolo, el tipo pagando esta cena, prometo que si conozco a tus adorables hijos y luego tú me odias, desprecias o corres de tu vida, no desapareceré de la de ellos y en el caso imposible de que decida por mi propia voluntad alejarme de ti, no lo haré de ellos... —Frunzo el ceño—. Al menos que ellos crezcan y me odien y corran de su vida, porque eso es una posibilidad.

—Lo dudo, pero está bien.

—Ahora comamos, April, la comida se enfría.

Es un poco extraño que mientras comemos nos mantenemos en silencio, supongo que ella se encuentra inmersa en sus pensamientos y yo solo pienso en la nada...Mentira, pienso en ella y en lo difícil que se vuelve toda esta situación.

No por sus bebés – aunque admito que eso asusta –.

Es por mí. He pasado mucho tiempo con una meta: concentrarme en mi carrera actoral y conseguir papeles que me hagan crecer mucho más y dar lo mejor de mí. Era fácil ir tras ese objetivo, teniendo relaciones esporádicas y procurando no meter demasiado la pata, pero me gusta ella.

Y reconozco este sentimiento amargo de saber que debo ver hacia los lados y fingir que nada pasa. Que somos simple amigos en situaciones extrañas que coquetean sin sentido alguno.

— ¿Por qué no puedes ser tú?

Su pregunta me toma por sorpresa y vuelvo la mirada hacia ella, observa mi rostro como si buscara alguna respuesta. Suspira y lleva su mirada a la mía.

— ¿Cómo es que conozco a idiotas, pero no consigo a alguien tan increíble y tan buena persona como tú? Alguien que no se asuste, que entienda mis imprudencias y mi descaro no le asuste. Alguien con una cantidad sana de ego y mucha confianza. Alguien que me escuche, me consuele y me haga reír.

» ¿Cómo es que debo fingir que no me cabrea que no puedas ser tú, Kurt? Estoy tan cabreada que quiero irme.

Anonadado la veo ponerse de pie y tomar su bolso, veo a mi alrededor pensando si esto en una broma de cámara escondida, pero mientras la veo alejarse con rapidez tomo mi propio abrigo poniéndomelo a la vez que le indico al mesero que envíe la cuenta al lugar de siempre y básicamente corro detrás de April loca para alcanzarla.

Me disculpo con un par de personas con las que tropiezo en mi apresurada salida y siento alivio al ver que como siempre, el lugar es lo suficiente discreto como para que no haya nadie esperando a fotografiarme, aunque eso podría no durar por mucho tiempo. Me acerco al anfitrión.

—Disculpa, ¿Pero vio a dónde fue una mujer cabreada que acaba de salir?

Asiente hacia la izquierda y de nuevo agradezco al destino que hizo que April haya estacionado su auto en un lugar donde no estaremos a la vista de ojos curiosos. Me acerco y parece que habla consigo misma. Con honestidad, en este momento estoy un poco asustado de ella.

— ¿April?

Voltea con lentitud y alzo mis manos, entrecierra sus ojos hacia mí y trato de sonreírle.

» ¿Todo bien? ¿Qué sucede? —tanteo.

—La verdad es que no, nada está bien, Kurt. ¿Sabes? Fui la súper animadora cuando una fan se enamoró de Ethan. Me parecía la cosa más bonita verla atrapar a su ídolo, verla tragarse sus palabras de "no quiero salir con mi ídolo, solo quiero que sea feliz." Literal yo fui la mayor alentadora, proclamaba que era posible y me parecía tan bonito.

—De acuerdo —Asiento con lentitud.

—Y ahora estoy cabreada de que soy igual de soñadora que ella. ¡Igual de soñadora que Katherine!

— ¿Quién es Katherine? —pregunto con precaución viendo las banderillas de advertencia a su alrededor. Parece una bomba a nada de explotar.

—Katherine es la novia de Ashton...Bratter.

—Oh, ya veo —sigo sin entender el punto, pero prefiero dejarla desahogarse.

— ¡Era su fan! Su más grande fan, votó por él tres veces.

—Qué buena persona es —Alzo mi pulgar hacia ella—. La felicito.

Camina hacia mí y estira su mano golpeando mi pecho, no emplea fuerza, es un golpe bastante suave que se repite dos veces más. Tomo su mano y enarco una ceja hacia ella.

—No lastimes al actor confundido, corazón. ¿Cuál es el problema?

—Qué no puedo detenerlo.

— ¿El qué? ¿Qué es lo que está mal?

—Esta química está mal. ¿Cómo se supone que encuentro al tipo indicado mientras me guste otro? ¡Solo mírate! Por tu culpa desperdiciaré oportunidades porque seguramente los compararé y ¡Cielos! No puedo ser esa mujer.

»La mujer que se pierde miles de oportunidades por enfrascarse en algo que no prosperará. Respeto tu carrera y tus metas, respeto tus objetivos y me molesta que aun así, me encuentre cruzando la línea de ídolo-fan. No está bien.

»Deja de ser malditamente encantador, deja a mi cabeza en paz y ¡Por Dios! Ya no quiero sufrir de taquicardia a tu alrededor, gracias. Estoy cabreadísima.

— ¿Qué tanto?

—Muchísimo —Suspira y recarga su frente de mi clavícula—, por favor ¿Puedes hacer que no me gustes más? Soy un mal partido. Soy molesta, chismosa, descarada, bromista, cínica y mamá soltera. Dime algo malo para volver a mi yo racional.

De verdad que intento contener la risa, pero no puedo hacerlo por mucho tiempo más. Mi pecho se sacude y la carcajada brota sin control. Ella intenta alejarse, pero llevo mi mano al centro de su espalda y no lo permito. Bajo mi rostro para que mi boca quede a la altura de su oreja.

— ¿Soy egoísta si admito que me gusta gustarte? —susurro.

—Eso te haría, en palabras de Dexter, un sucio bastardo.

Rio por lo bajo y la acerco todavía más, abrazándola.

—Creo que la razón de mi locura y el por qué no corro lejos, es porque me gustas. No dudo de que me gustes, dudo de mi cordura.

—No sigas diciendo esas cosas. No me hagas cabrearme más.

— ¿Qué pasa si pido tiempo?

— ¿Tiempo para qué, loco? —Hace su cabeza hacia atrás para observarme.

—Para volver a Londres —Me encojo de hombros—. Me importa mi carrera actoral, creo que puedo adaptarme a intentarlo...Estoy dispuesto a conocer tu locura, ¿Estás tú dispuesta a lidiar con la mía?

»Siempre me dices que tus bebés vienen contigo y lo entiendo, conmigo vienen paparazzi, chismes y una agenda terrible. No digo que no pueda porque quiera hacerme el duro o por idiota, lo digo porque es una realidad.

»El promedio de relaciones fallidas de actores que se involucran con otros es alto, pero el nivel de relaciones fallidas de actores que se involucran con alguien fuera del medio son aún más elevadas. No me miento, sé que no es fácil lidiar con los escándalos y especulaciones, con los comentarios de desprecio o críticas públicas. Incluso sé que los fanáticos algunas veces pueden ponerse un poco pesados.

»Todos tienen esta idea errada de que es todo brillo y lujos, pero hay mucho con lo que lidiar cuando decides salir con un actor, April y no sometería a una persona a ello al menos que esté segura de querer intentarlo, porque es muy decepcionante cuando no funciona por miedo.

Se mantiene en silencio, me pregunto: ¿He sido yo el que ha terminado por asustarla? No es más que la verdad. Sé que no fácil involucrarse con alguien de este medio artístico.

—Solo piénsalo, April. Estaré por mucho tiempo en Estados Unidos, no tengo prisa...Por ahora.

—De acuerdo, admito que ya no estoy cabreada, si soy sincera, creo que mi taquicardia es de una buena manera.

Percibo un sonido y entrecierro mis ojos, tomo su rostro entre mis manos y presiono con rapidez mi boca sobre la suya, sé que eso la toma por sorpresa. Doy pasos hacia atrás alejándome. Me mira desconcertada.

—Eso...Eso no vale, Kurt.

—Necesitas irte. Puedo escucharlos y no tardarán nada en llegar aquí.

— ¿Quiénes?

—Mis fieles amigos. Ve, necesitas irte. Avísame cuando llegues a tu casa.

— ¿Qué...?

—Confía en mí, corazón. Debes irte.

Me observa desconcertada, pero asiente y sube a su auto. No tarda mucho en irse. Hago una llamada rápida al chofer que trabaja para mí cuando no conduzco por mi cuenta en Londres y camino a paso lento en donde me está esperando. Sonrío hacia los flashes y saludo con mi mano pese a que las luces me encandilan, nunca acabaré por acostumbrarme.

Son bastante buenos encontrándome con sus cámaras.

Gritan mi nombre y preguntas al azar, me detengo y digo algo breve sobre estar trabajando duro, disfrutando estos pocos días libres y que esperen mis próximos trabajos. Subo al auto y suspiro, luego sonrío.

— ¿Buena noche? —pregunta Wilson, mi chofer, esquivando a los reporteros con sus cámaras cuando comienza a conducir.

—Una bastante buena. Fui golpeado...

Golpeo mi cabeza del asiento delantero, lo que me hace recordar que debo abrochar mi cinturón de seguridad, cuando Wilson frena repentinamente.

— ¿Los reporteros? ¿Alguien te atacó? ¿Debo llamar a tu tía? ¿Quieres que vayamos con oficiales para denunciar?

—No, no —rio sobando mi frente y volviendo a mi lugar, abrocho mi cinturón de seguridad—. Lo que quise decir, es que fui golpeado en el corazón por una mujer.

—Oh... —Hace una pausa—. Siendo así puedo volver a conducir.

—Puedes, Wilson. Gracias por tu preocupación y no, no le digas a Kari de esto.

***

5 de agosto, 2015.

Kurt: lamento no haberte vuelto a ver, pero tuve un improvisto. Ya estoy en el avión esperando a despegar. Espero sigamos hablando, también espero verte al volver. Gracias por tu golpe.

Mi ilusión sexy: ¿Golpe?

Kurt: tu golpe a mi corazón.

Mi ilusión sexy: JAJAJAAJ no puedo creer que dijeras eso. Ten buen viaje, Kurt.

Mi ilusión sexy: Y sobre nosotros...

Kurt: ¿Si?


Tengo la ligera sospecha de que adrede ella se toma su tiempo para responderme.


Mi ilusión sexy: no te preocupes. Decidí que algunas veces, vale la pena esperar.

Mi ilusión sexy: esta es una de esas veces.

Kurt: soy fan de intentarlo.


— ¿A quién le sonríes? —Me sobresalto y alejo el teléfono de mi tía.

—No seas chismosa, Kari.

— ¿Una nueva mosca?

—No es una mosca —defiendo y eso la toma por sorpresa porque mayormente solo ignoro el apodo— y esto es privado, Kari.

— ¿Qué tan privado?

—Muy, muy privado.

—Pero sé todo de ti, cerdito.

Rio y guardo mi teléfono en el bolsillo delantero de mi suéter, hago la visera de mi gorra hacia atrás.

—Esto lo sabrás cuando sea algo concreto, Kari, lo prometo.

—Oh, Dios. No me digas que el día ha llegado.

— ¿Qué día? —La miro.

—El día en el que de verdad, pero de verdad, te compartiremos con otra.

Todo lo que hago es guiñarle un ojo y recostar mi cabeza del asiento, cierro mis ojos. Escucho cómo envía una nota de voz a las mujeres de mi vida diciendo que se encuentran ante una zona de alerta en lo referente a mí.

Garantiza que es un código amarillo: alerta de posible escenario de compartirme con un posible prospecto definitivo en mi vida.





Holissss, aquí vengo con mi capítulo recién horneado, por eso huele tan bien.

¿Emocionados con lo que se viene?

El hada en esta ocasión señala con mucho amor a @Kristensmith12 gracias por tu pasión y amor hacia mis historias, espero este capítulo te saque sonrisas.

Para adelantos, noticias, firmas, sorpresas y micro-relatos de personajes de mis historias, pueden conseguir todo en mi cuenta de instagram: DarlisStefany. Y la página de facebook: Darlis Stefany. Twitter: Darlis_Steff.

Espero les guste.

Un beso.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top