Tomo las maletas con rapidez, temiendo que las mismas se alejen por la cinta y finalmente las pierda de vista, o peor aún, las roben. No me alcanzan las manos para poder llevar todas mis pertenencias, debo admitir que me volví un poco loca con las compras.

Busco con la mirada un carrito y avanzo con rápidez para evitar que un preadolescente me robe el único disponible. Me mira con cara de pocos amigos y le dedico mi mejor sonrisa.

¡Toma eso, puberto!

Acomodo mis pertenencias sobre el carro que se mueve más de lo que debería y avanzo hacia la salida. Avisé únicamente a Lorenzo y a mis padres sobre mi llegada puesto que sabía que el resto de mis conocidos probablemente estaría ocupado.

No obstante, al salir por la puerta hacia el salón  -luego de haber declarado en aduana- no encuentro un rostro conocido. Bufo al percatarme de que he llegado con anticipación, suceso poco frecuente en un aeropuerto.

Tomo el móvil del bolsillo delantero de mi mochila y marco el número de mi novio.

-¿Vale?

-Llegué antes -explico por medio del auricular.

-Esperame en algún café, llegaré un poco tarde.

Sonrío a pesar de los sucesos. Lorenzo está en clases y no sale hasta dentro de veinte minutos como mínimo. No debería haberlo llamado.

-No te preocupes, tomaré un taxi hasta el edificio. Te veo luego y disculpa la interrupción.

-Lo siento, te amo.

Corta la llamada rápidamente y avanzo hacia la parada de taxis. Mis padres y mi abuela no llegarán a la ciudad hasta la noche por lo que podré disfrutar de una buena siesta antes de verlos.

No tardo en conseguir un vehículo y mucho menos en llegar a casa puesto que no es hora pico y el tránsito es más fluído.

-¡Vale!

Sonrío al escuchar la voz de Fernando, quién rápidamente se acerca al taxi para ayudarme con las valijas.

-Hola, Fer. ¿Cómo te ha tratado mi ausencia?

-Horrible, Lorenzo no aprecia los chismes.

Lo miro escandalizada, disfrutando una charla tan sencilla y cotidiana como esta.

-Es un pecador, ya nos pondremos al día.

-¡Por favor!

Río ante su entusiasmo y lo despido en el ascensor, prometiendo bajar pronto para escuchar los detalles jugosos sobre los vecinos.

Mi departamento sigue en alquiler hasta la próxima semana por lo que me quedaré con Lorenzo, espero que haya ordenado sus libros porque quiero llegar a dormir.

Tommy está con mis padres para que esté bajo cuidado todo el tiempo y disfrutar el aire limpio del campo. Lo veré esta noche junto con el resto, espero que me recuerde.

Con dificultad, meto todos mis bolsos al apartamento y los acomodo en el living. El departamento luce igual que cuando me fui, excepto por algunas pertenencias mías que se encuentran esparcidas cual adornos.

Sonrío con felicidad, no hay nada como estar en casa. O en algo similar a una.

...

Pierdo el tiempo durmiendo, recuperándome de la fatiga del vuelo. A pesar de haber disfrutado mis seis meses en el exterior había echado de menos a mi familia, a Victoria, a Tommy y por supuesto a Lorenzo. Ansío ponerme al día con todos ellos.

Mi familia ha adquirido nuevos animales para el campo y quiero conocerlos.

Victoria tiene un nuevo novio que parece prometedor.

Tommy debe ser el doble de alto.

Lorenzo se ha reconciliado con sus padres luego de la desaparición de su hermana (mi linda cuñada había decidido irse de viaje sin avisar para que sus padres dejaran de molestarla) y se ha vuelto todo un nerd.

Despierto al sentir el sonido de la puerta y una tonta sonrisa de colegiala se instala en mi rostro. Me pongo de pie con rapidez y a pesar del leve mareo que experimento camino hacia la sala.

Chillo al ver a Lorenzo quien está cerrando la puerta con llave y se voltea al verme al escucharme.

-Hola tú.

Sonrío aun más de ser posible.

-Hola tú.

Extiende sus brazos hacia mí y con celeridad recorro la distancia que nos separa.

-Hola tú -repito entre sus brazos.

Su mentón se apoya sobre la parte alta de mi cabeza y creo que puedo explotar de amor.

Finalmente juntos.

-¿Que tal el viaje, cielo?

-Cállate y bésame.

-Como ordene, señorita.

Mi corazón late con ímpetu al sentir sus labios sobre los míos mientras dejo el cansancio atrás y me concentro en el apuesto espécimen frente a mí.

-Te extrañé muchísimo.

-¿Acaso crees que yo no?

Rio y vuelvo a abrazarlo, creo que nadie podrá separarme de él en una semana. Me imagino yendo con él a la Universidad sólo para sentir que es real.

-¿Tienes planes para la próxima hora?

Arquea una ceja y niega con la cabeza.

-Genial, porque planeo bañarme y tú me acompañarás.

Sonríe con picardía y toma mi mano para guiarme hacia la habitación. El muchacho no pierde el tiempo.

-¿Cielo?

-¿Si?

-Es asombroso tenerte de nuevo en casa.

Sonrío con ternura, también me siento feliz de estar nuevamente en casa.

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Ay, mama mia. Finalmente escribí el último capítulo extra 😭😭

Espero que les haya gustado y a todos los que están leyéndome después de tanto tiempo les quiero agradecer. ¡Son increíbles!

A pesar de haber terminado la historia, la trilogía Destinados sigue en pie y pueden hallar la historia de Victoria en mi perfil.

GRACIAS INFINITAS.