Viernes 8 de septiembre, por la noche

Llamo el ascensor desde mi piso y espero en silencio a que el mismo abra sus puertas. Al llegar, toco el botón del piso cinco.

Espero.

Salgo y camino al departamento de Lorenzo.

Golpeo la puerta.

ꟷVaya, vaya... creí nunca verte por aquí­ ahora que las fiestas han terminado

Ruedo los ojos, aunque es cierto. Nunca he estado en su casa.

ꟷEs bueno verte también, Lorenzo.

ꟷ¿Entras?

Asiento y abre la puerta, dejándome espacio suficiente para pasar.

Su casa es muy parecida a la mí­a pero la decoración es completamente distinta. Tiene muebles negros, blancos y azules. Me gusta, es masculina y ordenada.

ꟷ¿Necesitas lentes?

Saca los lentes de su rostro y sonrí­e.

ꟷSólo cuando leo.

ꟷ¿Interrumpo?

ꟷMás bien me salvaste, este texto me está matando.

Me siento en uno de los taburetes de la isla y el hace lo mismo en el de enfrente.

ꟷ¿Haces algo mañana?

ꟷ¿Por?

Arquea una ceja y no puedo evitar sonreír.

ꟷEs el cumpleaños de Vicky.

ꟷ¿Debo llevar regalo?

ꟷNo lo sé.

Victoria querrá un regalo pero no voy a obligarlo.

ꟷ¿Estarás ahí­?

ꟷPor supuesto.

ꟷ¿Tu novio estará ahí­?

Ruedo los ojos.

ꟷNo es mi novio.

ꟷ¿Estará?

ꟷNo.

Sí­.

ꟷ¿Paso por ti?

ꟷNo, debo ayudar a Vicky. Mejor ve directamente.

Asiente.

ꟷ¿Tienes para anotar?

Busca entre sus cosas y me tiende un papel en blanco y una lapicera azul.

Escribo la dirección y lo dejo sobre el mármol.

ꟷEs en esta dirección.

Asiente.

ꟷ¿Quieres algo para comer?

ꟷClaro.