Drabble basado en el arte oficial de arriba (˶◜ᵕ◝˶)

—¿Estás seguro de que no te interrumpo? —pregunta Kazemaru, sosteniendo la sartén con una mano y el teléfono con la otra.

—¡Claro que no! Acabo de terminar el entrenamiento —responde Endou con una sonrisa que se percibe incluso a través de la línea. El balón descansa bajo su brazo, y una toalla cuelga de su cuello—. Además, hablar contigo siempre me da energía extra.

Kazemaru deja escapar una risa suave mientras revuelve el contenido de la sartén. Puede imaginar perfectamente el brillo en los ojos de Endou, esa chispa que siempre logra calentarle el pecho.

—Deberías ahorrar energía para el próximo partido, no querrás que el capitán se desplome en pleno campo —continúa hablando Kazemaru.

—¡Eso nunca pasará salvo las veces que ha pasado! —exclama Endou con su entusiasmo inconfundible—. Pero ahora que lo mencionas, tal vez necesite una recarga especial, ¿qué estás cocinando?

Kazemaru se aparta un mechón de cabello del rostro y sonríe, aunque Endou no puede verlo.

—Tu platillo favorito, si llegas antes de que enfríe, podría compartirlo contigo.

Por un momento, el otro lado de la línea se queda en silencio, hasta que el sonido de pasos apresurados y el tintineo de una puerta se cuelan por el teléfono.

—¡Voy para allá! —anuncia Endou con determinación.

Kazemaru ríe, negando con la cabeza. Endou siempre es así, impulsivo y lleno de vida. Cuelga el teléfono, mira la sartén y, sin poder evitarlo, murmura para sí mismo:

—Siempre encuentras la forma de hacerme sonreír, Mamoru.

Kazemaru no es fan de la cocina, pero está tan enamorado que por Mamoru, lo haría todos los días.

Fin