❀ La Sonrisa de Portada (Drabble)
Mamoru siempre había sido alguien que se ponía nervioso frente a la cámara, y nunca aprendió a posar. Todo eso debido a que no está acostumbrado a estar tanto tiempo en una misma posición.
Así que cuando el Raimon ganó el Torneo Fútbol Frontier, Mamoru nunca había creído que tendría que posar tanto frente a los fotógrafos.
—¿Puedes voltear aquí, Endou? —Pregunta la fotógrafa con una deslumbrante sonrisa— Es para la sección de deportes en el periodico.
Mamoru parpadeó un par de veces. Giró la cabeza hacia el fotógrafo, con una sonrisa que intentaba mantener firme, aunque por dentro se sentía como un pez fuera del agua.
—Eh... claro —Responde, tratando de adoptar una pose que creía que se vería bien.
Sin embargo, su cuerpo no cooperaba. Sus hombros se sentían rígidos, sus brazos colgaban de manera extraña, y su sonrisa, que normalmente era natural y despreocupada, ahora parecía forzada.
Kazemaru, que observaba desde un lado, no pudo evitar notar la incomodidad de Mamoru. Conociendo lo poco que disfrutaba su amigo de estar frente a las cámaras, decidió intervenir antes de que el momento se volviera más incómodo.
—¡Endou! —Llama Kazemaru, acercándose rápidamente— ¿Puedo unirme a la foto? Después de todo, el capitán no debería estar solo en este momento.
Mamoru dejó escapar un suspiro de alivio al ver a Kazemaru acercarse. Su presencia siempre lograba calmarlo.
—Por supuesto, Kazemaru —Dijo la fotógrafa, visiblemente entusiasmada por capturar a los dos jugadores juntos.
Kazemaru se colocó al lado de Mamoru, y con una sonrisa natural, puso su brazo alrededor de los hombros de su amigo. La tensión en el cuerpo de Mamoru comenzó a desvanecerse, y su sonrisa se volvió más auténtica.
—Solo sé tú mismo, Endou —Murmura Kazemaru en voz baja, lo suficientemente cerca para que solo él lo escuchara— No necesitas posar, solo deja que te fotografíen siendo el increíble portero que eres.
Mamoru mira a Kazemaru, y por primera vez, se siente más cómodo frente a la cámara. El fotógrafo capturó el momento justo cuando Mamoru dejó salir una risa genuina, acompañado por la cálida presencia de su amigo.
La foto salió perfecta, no porque Mamoru hubiera aprendido a posar, sino porque en ese momento, él había dejado de preocuparse por cómo se veía y se permitió simplemente ser él mismo.
Y todo gracias a Kazemaru, quien siempre sabía cómo sacarlo de su zona de incomodidad y hacerlo sentir en casa, incluso frente a una multitud de cámaras.
Fin
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top