Ichirouta y Mamoru se habían confesado hace tres semanas, lo cual estaba bien. Sin embargo, Ichirouta quería confesarle con toda su sinceridad, que no sólo le gustaba, sino que lo amaba con todo el corazón. Lo cual también estaba bien.

Un día después de correr un rato, ambos descansan bajo un árbol de cerezos. Mamoru bebe tranquilamente de su botella de agua mientras Ichirouta juega con sus pulgares de manera ansiosa.

—Te has vuelto muy rápido—Expresa Mamoru con una sonrisa alegre de siempre—Es imposible seguirte el paso.

—Pues a mí siempre me da la sensación de que estamos a la par—Responde Kazemaru con la mirada hacia el suelo con una pequeña sonrisa, siente sus mejillas enrojecidas y no sabe si es por el ejercicio físico o los nervios estrujando sus venas.

—¿Qué quieres hacer ahora? Podemos seguir entrenando, pero si quieres hacer otra cosa, por mi esta bien—Mamoru mira el cielo, siendo un día muy bonito.

—Pues...hay un centro de arcades aquí cerca, podríamos ir...—Kazemaru ha comenzado a jugar con la punta de sus pies, todavía no mira al castaño.

—¡Genial! No se me da bien patinar pero seguro será divertido.

—Si...—Ichirouta aprovecha esta oportunidad—Antes de eso, hay algo de lo que quería platicar contigo, es importante para mi...

—Oh, claro—Mamoru se acerca al peliazul para dedicarle toda su atención—¿Qué pasa?

—Hace ya tres semanas, casi cuatro, que tú y yo somos...

—Novios—Termina la frase Mamoru sin vergüenza, mostrando los dientes en una radiante sonrisa.

—Si, n-novios—Kazemaru acomoda un mechón de cabello detrás de su oreja—Todavía me es raro llamarte así, siempre te he llamado amigo, compañero o capitán, y ahora novio, pero me gusta.

—A mi también me gusta mucho—Mamoru toma la confianza para acariciar una de las mejillas de Kazemaru—Suena bien, nunca pienso en ese tipo de cosas pero ahora no dejo de pensar en eso.

Endou suelta una risa que retumba en el pecho de Ichirouta.

—Lo que quería decirte es que...esa vez me dijiste que te gusto, y yo dije que yo también—Kazemaru no puede controlar a sus novios, y siente su propia voz temblar—Pero ahora es diferente.

—¿Eh, ya no te gusto?—Mamoru desvía la mirada hacia otro lado.

—¡Claro que no!—Kazemaru expresa una risa nerviosa—Es que es algo más, me gustas mucho, muchísimo.

—Ah ya, tú también me gustas un montón—Mamoru vuelve a acariciar el rostro del peliazul—Más grande que...no sé, el campo de fútbol más grande del mundo.

Viniendo de Mamoru, eso significa un montón.

—Eso es un montón—Kazemaru se siente más tranquilo, y mira con amor a su pareja—Mamoru, lo que siento por ti es más que solo gustar.

—¿Uh, se puede más que eso?—La inocencia de Endou cautiva al defensa.

Kazemaru toma las manos de Mamoru para entrelazarlas con las suyas y mira directamente a los ojos de Endou, perdidos en su tono café, tan grandes y tiernos que fue lo primero que Kazemaru notó la primera vez que se vieron.

—Se puede mucho más—La voz de Kazemaru sigue temblorosa y a su vez se nota determinada—Mamoru, lo diré simple, tal cual es, te amo.

Un par de pétalos de cerezos caen del árbol; Mamoru sigue procesando mientras que las manos de Ichirouta tiemblan ligeramente.

—Eres bastante lindo—Mamoru baja la vista con el rostro enrojecido—Creí que no escucharía nada mejor que "también me gustas Mamoru", y ahora me dices eso, yo...yo no creo que pueda superar eso.

Mamoru suelta las manos de Kazemaru para abrazarlo fuertemente. Kazemaru corresponde el abrazo. Ambos permanecen así, juntos y sin nada más que decir, solo aceptar.

—Me gusta que me ames—Dice Endou en voz baja—Yo también te amo, más grande que cualquier otra cosa que pueda imaginar.

Kazemaru cierra los ojos y disfruta del afecto de su amado capitán. Jamás había sentido algo parecido por alguien, y se siente feliz de ser correspondido.

Ambos aman y son amados.

Bajo el árbol de cerezos, ambos perduran en su abrazo. Es gratificante saber que pueden seguir confesando sus sentimientos aún siendo pareja. Hace que todo sea una sorpresa.

Fin

Estoy feliz con este drabble <3 es de mis favoritos