Mamoru estaba reuniendo fuerzas, con el panfleto entre sus manos y la garganta seca. A lo lejos observa a Ichirouta Kazemaru correr junto a sus ex-compañeros de atletismo.

—¡Vaya, has roto tu récord!—Exclama Kazemaru orgulloso a uno de sus compañeros mientras ajustaba su clásica coleta.

Mamoru, detrás de un árbol, tenía las mejillas sonrojadas. Uno de sus mejores amigos, Kazemaru, desde hace meses se volvió el crush de Mamoru Endou.

—(Lo haré, lo haré, lo haré)—Piensa Endou, sintiendo nervios, emoción, alegría e incertidumbre, mientras se acerca, con pasos robóticos por la impaciencia—¡Kazemaru, hola!

—Endou, hola—Kazemaru se acerca, mientras aparta un poco de sudor de su frente con una toalla—¿Pasa algo?

—Pues... —Era la primera vez que Mamoru hacía esto, y no sabía por dónde empezar—Vine a darte esto, no tiene nada que ver con los entrenamientos ni nada, es... bueno, léelo.

Endou le extiende el panfleto, Kazemaru lo toma. El panfleto es sobre una pizzería que recién inauguró. Kazemaru observa al castaño, un tanto confundido.

—¿Quieres ir conmigo?—Pregunta Endou de repente, tiene las manos juntas, y una sonrisa nerviosa; no era la primera vez que pasan tiempo juntos, pero siempre está relacionado con el equipo de fútbol, así que Endou quiere pasar tiempo con el peliazul fuera de eso.

Kazemaru suaviza su expresión al escuchar esa pregunta.

—Claro Endou, sólo me cambio y nos vamos, ¿te parece?—Pregunta Kazemaru mientras le devuelve el panfleto. Endou asiente con alegría, apenas puede contener su alegría, pero consigue contenerse.

—¡Claro!—Endou siente mariposas en el estómago, o más bien, revoloteos como si fuese un balón de fútbol.

Kazemaru se despide de sus ex-compañeros y se dirige a los vestuarios. Tras un momento, regresa con el uniforme escolar. Mamoru no puede borrar su sonrisa cálida.

—¿Nos vamos, Endou?—Pregunta Ichirouta, entusiasmado. No se esperaba esta invitación de parte del capitán, pero ciertamente le parece encantador.

—Andando—Responde Endou, no puede dejar de mirar al peliazul, con un rubor decorando sus mejillas—(Esto... es genial)

A medida que caminan, Mamoru no puede evitar sentir que esta podría ser la primera de muchas salidas especiales con el chico que le hace latir el corazón más rápido.

Fin