❀ Comenzando otra vez (Oneshot)
Mamoru había intentado adaptarse al bachillerato, en verdad lo había intentado, se presentó ante toda la clase, entusiasmado por comenzar una nueva etapa en su vida, como adolescente y como futbolista.
Sobre todo, se emocionó al ver que muchos de sus nuevos compañeros lo habían reconocido dado su reciente triunfo en el mundial. Hizo que sus esperanzas en comenzar en un nuevo equipo de fútbol se elevaran con mayor fuerza.
Sin embargo, conforme avanzaban los días, esas esperanzas disminuían cada vez más. Para empezar, si bien sí había equipo de fútbol en su bachillerato (obvio, en este mundo, el fútbol es tan indispensable como respirar), le está costando mucho adaptarse.
—Endou, sabemos que eres un portero de primera clase, literalmente de talla mundial—Le había dicho uno de sus nuevos compañeros de equipo—Pero entenderás que eres el nuevo aquí, así que para ser el portero titular, y mucho menos el capitán, tendrás que esforzarte desde el principio.
En otras palabras: el hecho de que sea Mamoru Endou, no significaba que ya tenía todo por sentado. Tenía que demostrarle a sus nuevos compañeros porque él era el capitán del Inazuma Japón.
—(Bien, entonces lo haré)—Piensa Mamoru con optimismo mientras camina con su bandeja por la cafetería, sin embargo se percata de un nuevo problema: no tiene con quien almorzar porque todavía no ha hecho amigos—(Debería ir con mi nuevo equipo, así podremos irnos conociendo mejor).
Mamoru no lo quería admitir porque eso sería sumamente triste; pero una parte de él se siente solo. Extraña a sus antiguos compañeros, ¿cómo estarán los demás?
Tras un cansado día, donde Endou tuvo que romperse la cabeza con matemáticas y física, Endou por fin pudo salir de la escuela para comenzar a caminar directo a casa, donde su madre le preguntaría qué tal estuvo su día, y Endou tendrá que fingir una sonrisa para decir que estuvo genial, que ya se lleva bien con su nuevo equipo y está entusiasmado por los futuros partidos.
—(En el Raimon las cosas eran más sencillas)—Piensa Mamoru mientras camina dando patadas a un balón de fútbol—(Pero ahora ya hay un equipo formado, donde ya tuvieron tiempo para conocerse, para confiar unos en los otros...)
Todo sería más sencillo si pudiera volver al Raimon, con Aki, Shuuya, Yuuto, Natsumi, Haruna, Ryugo, Heigoro...con todos, con sus amigos. Con su equipo. Con su fútbol.
—Esto es muy difícil—Dice Mamoru en voz alta mientras hace un gesto de puchero.
Mamoru pasa por la ribera del río, el sol brilla en lo alto, pero lo que más le llama la atención, es ver a una persona en el campo de fútbol, practicando en solitario. Mamoru no necesita acercarse más para saber de quién se trata esa silueta.
—(¿Ichirouta?)—Se pregunta Mamoru mientras corre hacía él—¡Ichirouta!
El chico peliazul gira la cabeza. Efectivamente, es Ichirouta Kazemaru. El peliazul está a punto de saludarlo de vuelta, pero el castaño lo toma por la cintura, lo levanta y le da vueltas.
—¡Ichirouta!—Exclama Mamoru mientras gira abrazando a Kazemaru con todas sus fuerzas, una sonrisa no bastaba para demostrar su extrema felicidad—¡Cuánto tiempo, te extrañaba un montón!
—¡Wow!—Comenta Kazemaru confundido, pero no protesta por el gesto de Mamoru; cuando este lo baja por fin pueden mirarse a los ojos—Eh...hola.
—Estoy tan feliz de verte—La sonrisa de Mamoru era reluciente—Siento que llevamos décadas sin vernos.
—Tan sólo ha pasado una semana—Kazemaru también sonríe, pues también extrañaba ver al castaño.
—Pues siento que ha sido más—Mamoru está inquieto, sus manos agitadas lo delatan—¿Puedo volver a abrazarte? Es que en serio apareciste en el mejor momento posible.
—Pues...—Kazemaru se sonroja levemente, tanta atención por parte de Endou lo hace sentir halagado—Si, está bien.
Y antes de que Kazemaru pueda levantar los brazos, Mamoru ya lo atrapa en los suyos.
—Me alegro tanto de verte...—Dice Endou sin deshacer el contacto—De todas las personas que podía ver, justo tenías que ser tú.
—¿Mamoru, está todo bien?—Pregunta Ichirouta confundido, sin embargo, corresponde el abrazo; extrañaba estar tan cerca de Mamoru, porque no importa que ya no estén en el mismo equipo o instituto, sigue siendo su capitán.
—Pues...el bachillerato no está siendo lo que yo esperaba—Mamoru puede oler el shampoo de coco en el cabello de Kazemaru, el mismo aroma de siempre, desde que se conocieron hasta ahora; para Endou es imposible relacionar ese aroma con alguien más—Pero eso no importa, todavía no me adapto, eso es todo.
—Me es imposible pensar que haya alguien que no te reciba con los brazos abiertos.
Mamoru ríe un poco, entonces deshace el abrazo para mirar a Kazemaru, a pesar de que estén luciendo uniformes diferentes, siguen siendo los mismos.
—El hecho de que hayamos ganado el mundial no parece ser suficiente—Comenta Mamoru mientras se rasca una mejilla—Me quieren poner a prueba, para demostrar porque debería ser el portero titular.
—Entonces demuéstralo.
—¿Eh?
—Eres Mamoru Endou, la persona más terca que conozco, si ellos quieren ponerte un montón de pruebas, entonces estarás determinado en pasarlas todas.
—Si...tienes razón—Mamoru toma los hombros de Kazemaru—¡Les demostraré que todavía puedo seguir mejorando!
—¡Claro que puedes!—Kazemaru mira al castaño tan sonriente y triunfante como siempre—(Ese es el Mamoru del que tanto me encariñe).
—Ví que estabas practicando, ¿te apetece jugar un poco?
—Si—Kazemaru asiente con la cabeza, así que ambos comienzan a patear el balón, regateando entre ellos.
Para Mamoru, fue como viajar en el tiempo, donde podía correr por el campo, despreocupado, sin pensar en nada más que en jugar. Sin embargo, el tener a Ichirouta corriendo a su lado, le hizo sentir algo. Algo cálido y confortable, como si hubiera sostenido algo suave entre sus manos. Algo que no quería dejar de sentir.
Para Mamoru, su amistad con Kazemaru significaba más que sólo compañerismo, afecto o cercanía. Significaba un lazo. Un lazo que Mamoru ahora mismo quería abrazar para no soltar jamás.
—¡Ay!—Dado que estaba distraído, Mamoru hace mal una entrada y cae contra el suelo.
—¿Estás bien?—Kazemaru corre para tenderle una mano.
—Si—Mamoru se fija más en Ichirouta, verlo siempre le ha producido tranquilidad, no importaba que tan angustiado o enojado se encontrara, ver a Kazemaru le hacía sentir que todo siempre podría mejorar. Que siempre habría una nueva oportunidad de que todo cambiara. Y hoy no era la excepción.
—Algo más te está afectando—Añade Kazemaru mientras Endou toma su mano para levantarse—Mamoru, si necesitas cualquier cosa puedes hablar conmigo.
—Lo sé—El castaño se limpia un poco el uniforme—Es sólo que...bueno, si lo digo sonará muy infantil.
—No importa, yo jamás me reiría de tí.
—(Sé que no)—Mamoru estira los brazos, y se da cuenta que el sol ya se está ocultando—(Vaya, si que llevamos un buen rato aquí).
—Ven—Kazemaru le toma del brazo y lo hace caminar hacia un banco frente al río, dónde ambos toman asiento—Ahora sí, ¿qué pasa?
—Jaja, oye que tampoco es para tanto.
—Si te distrae del fútbol entonces debe ser lo más relevante en la historia de la humanidad.
—Tiene sentido—Mamoru mira hacia el río, intentando perderse en el agua corriendo—Ya te dije que suena infantil, como si lo dijera un niño de primaria.
—Y ya te dije que no me importa—La mirada de Kazemaru es decidida—Cuando se trata de tí me es imposible no querer ayudarte.
Mamoru sonríe, observa al peliazul mientras un ligero rubor tinta sus mejillas. Él no es una persona que normalmente sienta vergüenza, pero escuchar a Kazemaru decirle ese tipo de cosas...pues lo hace sentir apenado, más no incomodo.
—Yo...—Endou vuelve a mirar al río—Los extraño a todos, estoy tan acostumbrado a ver a todos jugar que ahora me parece raro, no tengo nada en contra de mis nuevos compañeros, ¡estoy emocionado por jugar con ellos! Pero...no son lo mismo.
Ya nada es lo mismo.
—Mamoru...—Kazemaru se acerca y coloca su mano en el hombro del portero; Endou siempre ha sido su mayor punto de ánimos, ahora es su turno de levantarle las energías—Entiendo que te sientas abrumado sobre todo a ti, que has sido el más leal hacia el Raimon, pero ahora tienes la oportunidad de que tu legado continúe, y lo hará, porque eres tú, y los demás lo notarán, además...
Endou vuelve a mirar a Ichirouta, y se percata de lo hipnotizante que es ver a Kazemaru con la puesta del sol coloreando su rostro. La sonrisa del peliazul transmite dulzura y confianza; para Endou, ahora es imposible dejar de mirar a Ichirouta.
—¿Además?—Pregunta el castaño.
—Además...—Kazemaru baja la mirada pero su sonrisa no desaparece—Siempre consigues que todos confíen en tí, así que a tú equipo le pasará lo mismo que a mí, ellos...
—¿Ellos?—Endou se acerca al peliazul.
—Ellos estarán maravillados contigo, como yo siempre lo he estado.
Un silencio se forma entre ellos, Kazemaru levanta la mirada para observar a su capitán. Ambos están cercas y ninguno está seguro de cuándo reaccionar; pero entonces Endou forma una sonrisa, tranquilizando los nervios del peliazul por lo que acaba de decir.
—Me pasa lo mismo contigo—Comenta Endou—Desde que te conozco me siento tan feliz cuando te veo.
—¿Eh?—Kazemaru se acerca más—¿En serio? Vaya...¿y porqué?
—Pues porque eres tú, cuando se trata de ti me es imposible no querer dar el máximo, después de todo no quiero decepcionarte.
—Tu jamás podrías decepcionarme—Kazemaru decide actuar sin pensar: toma con cuidado las manos del castaño—Mamoru, incluso si las cosas cambian, yo siempre estaré aquí, a tu lado.
Ichirouta se da cuenta de lo que está haciendo, y antes de que pueda apartar las manos, Mamoru las sostiene; para indicarle que está bien, le gustar sentir las manos de Ichirouta con las suyas, son cálidas y suaves.
—Ichirouta...yo también estaré contigo—Tras decir eso Endou sonríe como siempre lo hace, mostrando los dientes para demostrar lo agradecido que se encuentra—Ahora me siento más confiado, ¡el bachillerato será genial!
—Si, lo será—Las manos de ambos siguen juntas, y a ninguno de los dos le importa.
—¿Quieres seguir jugando un rato?
—Claro, aprovechemos antes de que anochezca.
Ambos se sueltan y se ponen de pie para volver al campo, pateando el balón y divirtiéndose; pasan el resto de la tarde así, hasta que el sol termina de esconderse, y la ciudad de Inazuma es cubierto por el cielo nocturno y luces artificiales.
Tras regatear y chutar, ambos terminan acostados en el pasto, sudados, cansados, intentando recuperar el aliento pero con una sonrisa de felicidad.
—Debería irme a casa—Comenta Mamoru mientras mira las estrellas—No quiero preocupar a mi madre.
—Lo mismo digo—Kazemaru se pone de pie y estira los brazos—Ahora mismo necesito una ducha y una cena.
—Lo mismo digo—Endou se pone también de pie—Mañana practicaré un montón para las pruebas del lunes, estoy decidido a ganarme la confianza de mi nuevo equipo.
—Lo conseguirás—Kazemaru camina hacia el portero y levanta su puño—Nada de rendirse, ¿de acuerdo?
—¡De acuerdo!—Mamoru choca su puño con el de Kazemaru—Entonces...nos vemos.
—Nos vemos...—Kazemaru decide despedirse como Endou lo saludó: con un fuerte abrazo, sorprendiendo al castaño—Un día de estos jugaremos todos juntos.
—Si—Endou corresponde al abrazo, sintiendo esa calidez que Kazemaru siempre ha transmitido; Endou comprende que no quiere perder esa calidez, el sentimiento es mutuo: no quiere separarse nunca de Kazemaru—Bueno, entonces me marcho.
—Bien—Kazemaru deshace el gesto, siguen entrelazados, con los rostros cercas—Cuídate, capitán.
—Ya no soy el capitán.
—Los sigues siendo para mí.
—Entonces tú sigues siendo mi guardián.
—Por supuesto.
Ambos por fin se separan, y tras despedirse con la mano, caminan en direcciones contrarias. Kazemaru siente un brinco en el pecho, pues creía que sus sentimientos hacia Endou habían desaparecido, pero no, han resurgido con mayor fuerza; mientras que Endou siente esta nueva sensación en su interior, y le gusta sentirse así, y más por una persona que aprecia tanto como Kazemaru.
Endou tiene más confianza en lo que el bachillerato le depara; y la próxima vez que vea a Kazemaru, lo volverá a alzar en su brazos, volverán a sentir sus manos juntas, y sentirá que el incierto futuro no es tan malo como creía.
Fin
Este oneshot surge de una idea que me gustaría escribir a modo de historia algún día <3 Una donde Endou va al bachillerato y se enfrenta a varias situaciones, ¿les gustaría leer una historia así? Quizás me anime no dentro de mucho (⸝⸝ᵕᴗᵕ⸝⸝)
Gracias por leer! ❀
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