Décimo capítulo: ¿A quién quiero mentirle? / La prensa miente (Final)
Claro. Era lógico que esto sucediera, solo que Peter creyó mal y no esperaba que su chica hiciera esto, porque, hipotéticamente, esta ya estaría más serena por la charla que tuvieron en la tarde y todo eso; y también porque, supuestamente, ella era lo suficientemente fuerte como para no derrumbarse por un simple hombre. Otra vez, Peter se equivoca al haber creído, o inferido, algo que era contrario a un hecho real y principal, de lejos. El hombre por el que la mujer que lo estaba mirando con mucha vergüenza y lágrimas registradas en las cuencas de los ojos y las mejillas, inclusive algo del pecho y los antebrazos, ahora mismo, no era cualquier sujeto que ves por ahí y le dices hola para tomar una taza con café, sino una promesa de matrimonio y de un nuevo día que se fue al drenaje por una confesión de un último momento que trajo un pesado último suspiro de "perdón" entre sus manos.
Peter Parker: *ver a Jessica* ¿Jess.. ? ¿Qué pasó? ¿Por qué llegaste a hacer esto? Creí que ya lo habías asimilado mejor que en la.. *suspiro* Debí pensar que harías algo como esto.
Jessica Drew: *mareo* *suspiro* ¿M-me estásS culpando de expresarR mis sentimientos con un poco deeE vVvino? Sabías que esto.. *secar lágrimas* PasarRía, tarde o temmPranO.
Peter Parker: Suponiendo.
Jessica Drew: No puedo creer que ese señor me haya hecho essSsSo. *hipo* Auh, mierda. Odio esta P-pPaerte de beber. ¿¿Y CÓMO TE FUE, MI QUERIDO AMIGO??
Peter Parker: *abrir mucho los ojos* *suspender las manos* ¡Jessica, baja la voz! ¡Te van a oír y te llamará la atención el señor de la renta, por FAVOR!
Jessica Drew: ¿Yqué? ¿QuécarajospodrRía hacerme ese TIPO? ¿Eh? *reír* ¡Quevenga! ¡Que venGA! No me interresa nada, ya. *lanzar botella rota* A la mierda, quiero dormir. *mareo* *mareo* *gemido* Ugh, creo que no voy a poder..
Peter Parker: *abrir mucho los ojos* ¡JESSICA! *tomar a Jessica* *cerrar los ojos* *gesto de nerviosismo* ¡Digo, Jessica.. ! ¡Te me vas a caer de lo tan ebria que estás.. ! Por favor, ya.. *suspiro pesado* Bien, te voy a llevar a la cama y luego me iré para no molestarte.
Jessica Drew: *mirar a Peter* *tocar labios de Peter* NonononoNO. No te vas air. No quiero quee.. *bostezar* No quiero que te vayas, pequeño. ¡Tú te vas a QUEDAREH conmigo en el cCuarrtoO y NO.. Te vas.. A ir! ¿Me oíste? No, no y NO. *risas* *risas* *cachetada a Peter*
La tensa Drew, traía la misma ropa de la hora de la tarde. La misma pijama que usó para acostarse a dormir para tratar de olvidar a los montones de ciudadanos invitados que traían caras de sorpresa, intenciones de duda y los ojos puestos en un taxi que comenzaba a partir para un rumbo incógnito, junto a Jeff Daemons. Algo no tan sorpresivo. Y mientras que Peter trataba de cargarla, por la espalda y las piernas, para llevarla a la cama para que así ella pudiera conciliar el sueño, o algo como eso, Jessica decía, o trataba de hablar, de una forma muy graciosa y característica de una persona en un neto estado de ebriedad, cosas relacionadas a su boda frustrada, el cómo le fue a Parker durante el tiempo que no estuvo en el apartamento, relación al señor de la renta que era el dueño del departamento en donde ella vivía y que, accidentalmente, el muchacho con traje de Spider-Man, la llamó gorda. Finalmente, ya habiendo podido cargar por completo, como se previó, a Jess, Peter se dispone, solemnemente, a llevar a esta a la cama para lo dicho con anticipación. Solo que ahora habría un impedimento algo inusual, y curioso, por parte de Miriam que haría que él sintiera cosquillas en la espalda, la columna vertebral y una gran parte de los omoplatos, con exactitud, y un sonrojo certero en toda la zona de la cabeza y el nacimiento del lado intermedio del cuello. Unos 3 besos risueños, más o menos, junto a un abrazo acompañado de murmuros que parecían ser un buen tema de conversación, pero que solo eran más cosas sin sentido, acompañadas por unas risas extra que se escuchaban con un muy ligero eco en el ambiente de la sala de estar general.
La misma que ahora estaba algo cerrada, con una oscuridad que provocaba, en una persona cualquiera, bastante comodidad y un rico sentimiento de ambiente hogareño y casi perfecto; incluyendo a unas cortinas que cubrían las ventanas aquellas que recibían la luz del exterior y la transmitían en forma indefensa para que así, aquellas personas que gustan de la noche, y también esas otras que no, desearán obtener más de este dulce llamado fiebre de un Domingo 27 de Septiembre por la noche.
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Todos los demás objetos como los muebles, el televisor, y demás, también tenían relación en el juego de los tiempos. Y ya habiendo dado unos cuantos pasos más hacia el dormitorio, el castaño de cuerpo envidiable, mente elogiada y aroma a cuatro sprays de Old Spice en cada cóncavo masculino cubierto de rastros de cabellera, cumple su misión y logra acostar a Jessica para que durmiera a gusto con su oso de peluche de la Capitana Marvel. Si, ella tiene un peluche con esta temática. En consecuencia, quedándosele viendo otro poco a su dama atractiva de inspiración, Peter Parker, gira la cabeza hacia una parte derecha para observar el lugar en donde dejó su máscara de Spider-Man; un rincón de la habitación que conectaba con la ventana y que era el tapón del tacho de ropa usada.
Jessica Drew: *bostezo* *quejido* ¿Ya te tienes que ir, Peter? *sobar frente*
Peter Parker: *ver la ventana* Veo que ya te pasó el efecto del vino. Eso es bueno, ya que no me gustaría que pensaras que te dejé abandonada por no poder recordar lo que realmente pasó. *sonreír* *ver a Jessica*
Jessica Drew: *gemido* Si, es una desventaja de ser una persona que fue mutada y todo eso. *ver al techo* *ver a Peter* Y.. ¿Si te dijera que no quiero que te vayas?
Peter Parker: Cumplí con mi deber. Ahora, debo dejarte descansar, preciosa.
Jessica Drew: ¿Estás bien? No pareces tan feliz como creía. *tomar mano de Peter*
Peter Parker: *ver mano de Jessica* Si, es solo que.. Ya sabes. No quiero ni recordarlo, porque me pone de mal humor. Y también a ti. Y a la mayoría de.. *ver al suelo* *suspirar* *cerrar ojos* Lo siento, Jess.
Jessica Drew: *atraer mano de Peter* Nunca te supe agradecer, como se debía, por ser tan bueno conmigo. *parpadear dos veces seguidas* Fuiste el único que se quedó conmigo hasta que se le permitiera cruzar la puerta. *soltar mano de Peter*
Peter Parker: *ver a Jessica* ¿A qué te refieres con.. ? *bajar un poco la mirada* *gesto de congelado*
Luego de observar su cubridor de rostro en el lugar donde se guarda la ropa para ponerse a lavar en la lavadora o en la lavandería del tercer piso que usa la mayoría de los inquilinos del edificio, consecutivamente, y llegando casi al final de esta historia, Peter Parker, charla un poco con Jessica para después, de forma supositoria y seguida, partir por la ventana y regresar a su apartamento, su hogar, ya sea para tomar un descanso o para ducharse para así volver a salir a las calles para seguir haciendo su trabajo de todos los días. Jessica, por su lado, estaba ya acostada en su bonita cama, de una manera que hacía que su cabeza y toda la parte frontal del resto de su cuerpo diera con el vistazo del techo de color blanco y un modesto foco que contenía modo de ahorro de electricidad. Esto incluía al rostro y también a sus piernas, las cuales eran guiadas por ella para que jugaran un poco, moviéndose de un lado a otro.
Entonces, ella, dándose cuenta de que Peter no estaba tan animado como parecía, unos momentos después de tratar de convencer a este mismo de que se quedara con ella en el cuarto para que se sintiera mejor y para que él tomara un descanso de todo y de todos los villanos que cruzan la calle sin revisar antes las luces del semáforo, y si estas están en verde, amarillo o totalmente en rojo, o a unos cuantos transeúntes que podrían ir pasando medio morales, en sentido figurado, por el efecto posterior al alcohol o por estar observándole desde los muslos a los cabellos al sorprendido y confundido Peter Parker, aparte de estar en sus memorias pensando, de manera disimulada, que este nunca recibió un agradecimiento digno por haber estado con ella hasta este punto y sin haberla traicionado o decepcionado definitivamente, algo mínimo, comparado a la situación actual, con una calentura que iría creciendo a pasos grandes, Jessica, lenta y disimuladamente, extiende sus piernas y le coquetea a su compañero de cuarto, jugando, indirectamente, con lo cortos que eran los shorts que traía puesto, llegando sus pies hasta la pierna izquierda de este y subiendo hasta la cintura, bajando por una pequeña parte inferior a esta y tomando una rienda hacia uno del comienzo de sus glúteos. Benjamin, ahora, está dándose cuenta de lo que ella quiere expresar con este gesto de propuesta indecente.
Ya por último, casi al mismo tiempo que esto estaba sucediendo, con las ventanas aún abiertas, como curiosidad, alguien estaba cambiándose de ropa en la habitación de su sencillo apartamento, siendo ya las 10:30 pm, frente al edificio del apartamento de Jessica. Un hombre, cuyas medidas eran diferentes a las de Peter, de igual modo que su cabello, su gusto por los perfumes y vestimentas. Ni qué decir de Spider-Woman y de su estilo de decoración para su apartamento. Alguien que estaba de manera casual, haciendo lo que cualquier individuo haría en cualquier día de los 365 que habían disponibles en el año.. Solo que ahora no sería una ocasión para nada típica, ya que, con el rabillo del ojo, y luego con los dos puestos muy bien en su lugar, de pronto y sin advertencias, el sujeto en cuestión, se daría cuenta de lo que estaba pasando en uno de los apartamentos que estaban delante de su morada. La atención de los ojos de este singular hombre, iría hacia el mismo Spider-Man, ya que, lo que él estaría haciendo con la bella y sensual mujer que lo acompañaba, era prácticamente quitarse el traje que lo podría reconocer casi cualquiera para acostarse con ella y hacer el amor de una forma soberbia y muy ardiente.
Para mala suerte del no tan inocente amigo, el señor que lo estaba observando desde, ya, el límite de su amaderada ventana, y con una cámara fotográfica en mano, sería un fotógrafo sensacionalista del Daily Bugle. Alguien que, aparentemente, habría desaparecido del mapa de Nueva York desde que tuvo un incidente con un empresario conocido y con el departamento de fotografía de la ciudad. Nicholas Katzenberg, un ex rival de Peter Parker de hace unos ocho años.
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