Capitulo XI

Las pocas personas que estaban en el pasillo me miraban extraño, probablemente estaba pálido como un papel y la respiración aún agitada.

Baje las escaleras tratando de olvidar lo que había ocurrido allá arriba, quería irme a casa y si es posible olvidarme también de mi odiosa vecina.

Pero mientras iba bajando las escaleras me di cuenta que eso por esta noche, no iba a ser posible. Alisson estaba encima de una mesa en el centro del salón, bailando y moviéndose al ritmo de la música, la gente estaba a su alrededor aplaudiendo y gritándole cosas.

Ella parecía estar pasándola increíble y yo estaba asombrado de ver esa parte de ella, que estoy seguro nadie conocía hasta ahora. Estoy unos cuantos minutos asimilando la situación, cuando un imbécil se acercó a ella e intento tocarla.

Me acerque a la mesa y con un empujón lo aparte de su lado, para luego bajarla de la mesa.

Pero de lo que no me había percatado, era de lo ebria que estaba, apenas podía mantenerse de pie.

Estoy casi seguro que Alisson no había bebido alcohol en su vida.

– Por dios Alisson ¿Vas por primera vez a una fiesta y lo primero que se te ocurre hacer es esto?

Ella ni siquiera parece oírme, así la tomo por la cintura y camino con ella hasta la salida. Su cabello esta echo un caos, sus labios a los cuál ya me había acostumbrado a ver siempre perfectamente pintados de rojo, estaban pálidos y sin color, su mirada estaba perdida y tenía una tenebrosa sonrisa plantada en el rostro.

Estaba loca.

Logré llegar a la moto, pero el verdadero problema estaba en como iba a manejar con ella en ese estado. Apenas podía caminar ¿Cómo iba a sostenerse en todo el viaje?

– Alisson – Trato de llamar su atención, pero su mirada sigue perdida y no da señales de estar prestando atención.

Suspiro frustrado y miro a mi alrededor en busca de alguien que pueda ayudarme, pero ya a estás alturas de la noche, nadie parece cuerdo.

Pienso en algo, pero estamos en la ciudad, retirados de dónde vivimos y con una puta moto.

Recuerdo para la próxima traer auto, si es que hay una próxima.

– Alisson – Me acercó a ella y retiro el cabello de su rostro, tomo su cara entre mis manos.

– Alisson – Está vez parece oírme, sus ojos oscuros me miran y sonríe aún más.

– Maxii – envuelve sus brazos al rededor de mi cuello y se acerca mucho más de lo normal.

Trato de separarme de ella, suficiente tuve con el incidente que paso allá arriba.

– Vamos a casa, necesito que estés conciente – Le digo, pero no tengo respuesta porque se ve interrumpida por un chico que grita de la nada.

– ¡Todos a la piscina! – La gente grita eufóricamente y todos corren al patio trasero donde está la piscina.

Los ojos de Alisson de abren y brillan con diversión en cuanto escucha la palabra "piscina" y por primera vez sé lo que está pasando por su misteriosa cabecita.

– Ay no – Murmuro más para mí que para ella.

– ¡Vamos a la piscina! – Y sale corriendo detrás de la multitud de gente.

Trato de alcanzarla pero la pierdo de vista en medio de las personas y antes de que pueda salir una mano en mi brazo me interrumpe.

– ¿Que mierda te pasa con esa chica? – Es Phoenix y está muy furiosa.

– ¿Que me pasa de que?

– Estás detrás de ella como un perrito faldero, incluso me dejaste a medias allá arriba ¿Acaso de gusta Alisson?

No le doy respuesta y simplemente sigo mi camino al área de la piscina.

Y la escena que en encuentro me hace sonreír.

Ethan le lanza agua a Alisson y ella ríe a carcajadas, jamás pensé ver a Alisson riendo a carcajadas pero debo admitir que es un sonido muy bonito.

Luego de que se cansan de jugar con el agua, Ethan le ofrece un botella de vodka y ella bebé directamente de ella como toda una experta.

Y pensar que horas atrás ni siquiera le dió la mano al presentarlos.

Pasan unos minutos cuando Ethan se da cuenta que estoy parado al borde de la piscina viéndolos.

– ¡Hey hermano, métete a la piscina!

– ¡Maxi, esto es muy divertido! – Levanta sus brazos y sacude su pelo mojando a Ethan quien en vez de enojarse se ríe.

– Te vas a enfermar Alisson – Es lo que le digo.

– No seas aguafiestas ¿Ahora eres su padre? – Se burla Ethan y yo lo fulminó con la mirada.

– Vamos Maxi, me estoy divirtiendo – Me mira y sacude sus pestañas haciendo un puchero.

Está es la versión de Alisson que jamás creí ver.

Y pues tenía razón, yo no era nadie para decirle que hacer y creo que por primera vez ella estaba divirtiéndose realmente, y yo tampoco recordaba hacer de niñero en una fiesta.

Así que sin pensarlo, me lance a la piscina y la gente comenzó a gritar y aplaudir.

Ethan me ofreció la botella y bebi de ella unos cuantos tragos.

El resto de la noche la pasamos en esa piscina, oyendo las ocurrencias de Ethan que al parecer a Alisson le hacían mucha gracia porque no paraba de reír.

Hasta que hubo un momento en el que una rubia llamo la atención de Ethan y Alisson se creía un pez en el mar, nadando de aquí allá.

Hace rato me confesó que nunca había entrado a un piscina en su vida, así que claramente no sabía nadar, por lo cual tuve que estar pendiente de que no fuera a la parte onda de la piscina.

Pero como no, en un descuido se resbaló con el piso de la piscina y se fue a la parte onda, habían tantas personas, que nadie se dió cuenta de la chica borracha que agitaba sus brazos desesperadamente abajo del agua.

Por suerte estaba a su lado, así que jale su brazo y la atraje hacia mi.

– Debes tener más cuidado si no quieres ahogarte – Estábamos muy cerca, tanto que nuestras narices rozaban.

Y ella pareció notarlo, porque su sonrisa no tardo en asomarse.

Alisson no era de las chicas que se ponía nerviosa al estar en estás situaciones, al contrario, le gustaba tener el control e incluso parecía divertirse.

– Lo tendré en cuenta la próxima vez, aunque si siempre estás cerca de mi creo que no hay problema – Lo siguiente que hizo me sorprendió a tal punto que tarde varios segundos en reaccionar.

Cruzo sus piernas en mi cintura y envolvió sus brazos al rededor de mi cuello.

Estábamos tan cerca que su pecho se pegaba al mío.

Puse mis manos en su cintura y eso pareció gustarle ya que se acercó aún más si eso era posible.

– No siempre estaré a tu lado para salvarte – Le digo perdido en sus labios, que aunque ya no tienen ese usual labial rojo carmín, sus labios parecen tener un rojo natural.

Y no estoy segura si es el alcohol pero las ganas de besarla aumentan cada segundo que pasa.

Pero no soy yo quien da el paso, pues parece que ella tenía las mismas ganas que yo y termina de cortar la distancia que habían entre nuestros labios.

El beso comenzó suave, un simple contacto de labios, pero eran tan suaves y carnosos que no pude resistirme y alargue el beso, ella no parecía disgustarle así que hundí una mano en su cabello para darle profundidad, nuestras lenguas jugaban al compás. Podía sentir el calor de su cuerpo, a través de la ropa mojada, sus manos jugaban con mi cabello y un pequeño jadeo se escapó de su garganta cuando le mordí ligeramente el labio.

Nos separamos cuando nos hizo falta el aire, sus labios estaban hinchados y estoy seguro que los mio también, sus mejillas estaban sonrojadas y la respiración agitada, sus ojos estaban más oscurecidos si eso era posible.

– Max – jadeo.

Mordí mis labios y mire a mi alrededor, nadie parecía darse cuenta de lo que estaba ocurriendo, todos estaban ocupados en sus asuntos.

Podía sentir como tenía la situación allí abajo y estoy segura que ella también, porque se acomodo de manera que esa parte de nuestros cuerpos rozaban.

Mire al cielo en busca de una ayuda divina.

Porque aunque me moría de ganas, no pensaba hacer eso con Alisson ebria y mucho menos en este lugar.

Aclare mi garganta y separé sus piernas de mi cintura.

– Creo que ya es hora de irnos, ya falta poco para que amanezca – Ella no dijo nada, pero asintió y con mi ayuda salió de la piscina.

Salimos de la casa con la ropa empapada,  el amanecer estaba asomándose y la brisa de la mañana ya estaba haciendo presencia.

Alisson estaba temblando y yo no me quedaba atrás.

Llegamos a la moto y lo primero que hice fue quitarme la camisa.

– ¿Que haces? – Sus ojos estaban mirando a todas partes menos a mí.

– Está mojada y tengo frío – Respondo como si fuera obvio.

No dice nada y sube a la moto esperando por mi.

Me río y hago lo mismo.

El camino a casa fue extrañamente agradable, Alisson disfrutaba el viaje, levantando los brazos al aire y riendo, y yo disfrutaba verla a ella tan alegre.

Esa noche tuvo que llamarse, cosas que jamás creí que pasarían.

Ella tenía una sonrisa hermosa y se veía tan bonita de esa manera, que desee siempre verla de esa forma.

Pero lamentablemente las cosas con Alisson no eran así.

Luego de dejarla en frente de su casa, se despidió dandome las gracias.

– Jamás me había divertido tanto como está noche, realmente fue increíble – Le sonreí y tome un mechon de su cabello para acomodarlo detrás de su oreja – Gracias.

Beso mi mejilla y dió media vuelta para entrar a su casa.

Y esa fue la última vez que la vi, no supe más de Alisson en las próximas semanas.

No sabía que le había pasado, sus padres tampoco estaban en casa y se rumoreaba que se habían mudado.

Entonces me pregunte, si Alisson esa noche sabía que no volvería a verme.

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