Capitulo VII
Era un día lluvioso, de esos en donde el clima el frió y el cielo es gris, dando un escenario digno del momento. El cementerio estaba lleno de personas, todas con un paraguas protegiéndose de la lluvia, el vestuario negro hacia juego con las lápidas grises y lo único que parecía resaltar, eran las flores rojas que descansaban ahora en la lápida frente a nosotros.
– Es increíble como toda nuestra vida es incierta, cómo podríamos saber que esa noche se iba a ir una persona tan increíble como el. Le faltaba mucho por vivir, momentos que disfrutar con su familia y con las personas que amaba, muchos aquí lo conocimos desde toda la vida y por eso hoy nos duele en el alma su partida, nadie se podría imaginar que iba a tener una muerte tan trágica, pero no descansaremos hasta que haya justicia. Descansa en paz – Con esas palabras Caroline termina su pequeño discurso y el llanto de los presentes se hace más fuerte.
Jack Miller era una persona querida por todos, le faltaba mucho por vivir, era un chico soñador, siempre tenía una sonrisa en el rostro, era de los pocos chicos en el vecindario con el que me llevaba bien, no éramos muy cercanos pero si lo conocí. El año pasado se había ido a estudiar en New York, estaba feliz por cumplir uno de sus sueños. Y había llegado a pasar tiempo con su familia después de tanto... Si el tan solo hubiera sabido el final tan trágico que tendría.
Me llena de impotencia saber que mientras todos estábamos afuera, el estaba siendo torturado, cortado en pedacitos, ¿Como no pudimos oír sus gritos? ¿Porque nadie noto su ausencia? ¿Como es que eso ocurrió delante de nuestras narices?
Esa horrible noche se repite una y otra vez en mi cabeza.
– No puede ser – Susurró.
– Max – Exclama papá tratando de venir hasta donde estoy pero el montón de sangre no lo deja avanzar.
Su respiración está agitada y por primera vez en mi vida, veo a papá realmente aterrado de algo.
– No sabes lo ocurrió – Murmura perdido en sus pensamientos – Hay... Hay alguien muerto en... En tu habitación.
A mí no me salen las palabras, estoy completamente estupefacto y el olor a sangre empieza a marearme.
– ¿Quien fue? – Susurro con la vista fija en mis manos.
– Jack.
Luego de haber salido de mi estado de shock, baje las escaleras y ya todos estaban dentro de la casa, los gritos de horror al verme cubierto de sangre se hicieron presente y mamá se desmayó al pensar que algo pudo ocurrirle a papá, la peor parte fue cuando llegó la policía y tuve que confesarle a los Miller, que su hijo había sido asesinado en mi habitación.
Como era de esperarse, el oficial Smith me interrogó hasta el cansancio al ser el principal sospechoso, pasé toda la noche en la comisaría contando una y otra vez cada detalle de lo ocurrido, también interrogaron a mi familia y a todos lo que habían estado en la casa, afortunadamente, fui descargado cuando todos afirmaron que yo no me habia movido del jardín en toda la noche ... Y entonces quedo como sospechoso papá, al ser el único en entrar y quien convenientemente había encontrado los restos del cuerpo sin vida de Jack, todas las pruebas estaba en su contra, aún así no habían podido arrestarlo al no encontrar el arma homicida, el cual según las investigaciones era un cuchillo. ¿Como alguien pudo descuartizar a una persona con un simple cuchillo? No lo sabíamos, mi habitación había quedado como la escena del crimen y tenía prohibido entrar en ella, hasta que se aclarara el caso o al menos hasta que ya no encontrarán nada en ella.
Las pesadillas en la noche eran un martirio y ya no sabía lo que era dormir 8 horas completas, el vecindario estaba aterrado, nadie quería hacercarse a nuestra casa y la seguridad en las calles ahora era el doble. El suceso fue noticia y en el televisor no dejaban de hablar de la noche de terror que se vivió en la casa de los Collins, una familia reconocida por su cadena de floristerías, ahora estábamos en el ojo de todo el mundo y el ambiente tenso en la casa estaba presente.
Papá dejo de hablar desde esa noche, no le dirigía la palabra a nadie y todo el tiempo tenía la mirada perdida. Mamá decía que en las noches se levantaba por culpa de las pesadillas y ya casi no salía de la habitación, había sido algo traumático para el, pero todos en casa sabíamos que el no había sido el asesino. Quien fuera, era una persona sumamente inteligente que sabía cómo jugar con las mentes de todos, estábamos metidos en su juego y el estaba ganando.
– ¿Esos son...? – Salgo de mis pensamientos cuando escucho la voz de Kiara a mi lado, veo que todos tienen la vista clavada en un mismo punto. Volteo a ver qué pasa y levanto mis cejas sorprendido.
Tres personas venían caminando hacia nosotros.
El primero era un hombre, el cual desprendía elegancia por todos lados, era alto y vestía un traje negro, su mirada era fría y su rostro era serio sin expresión alguna, tenía una mano en el bolsillo, mientras que con la otra sostenía un paraguas, su cabello negro estaba perfectamente peinado y sus zapatos brillaban con pulcritud. Podía asegurar que rondaba los cuarenta, sin embargo, no los aparentaba para nada.
La segunda persona era una mujer, con un cuerpo jodidamente perfecto, era alta casi igual que el hombre, a diferencia de este, ella era rubia y sus ojos eran verdes, su cabello caía en largas hondas y tenía un vestido negro hasta las rodillas, sus labios estaban pintados de un rojo intenso y tenía una mirada de superioridad, ella sabía que todos los ojos estaban puestos en ella y lo disfrutaba.
Y la última mujer... Era idéntica al hombre, ojos y cabello negro, con ese gesto inexpresivo en el rostro, lo único que compartía con la mujer era ese cuerpo, donde cada curva estaba en su lugar siendo resaltado por ese vestido negro que tenía puesto, tenía lentes de sol oscuros y esos labios carnosos que siempre tenía pintados de rojos, tiene un ramo de rosas rojas en su mano, mientras que con la otra sostiene su paraguas.
Cuando llegan finalmente hasta nosotros, todas las miradas siguen en ellos, todos parecen hipnotizados por la elegancia y belleza que transmiten edad personas.
Paolo, Casandra y Alisson Cassidy, estaban aquí.
– Buon giorno – La profunda voz de Paolo saca a todos de su asombro al tener la presencia de ellos aquí.
– Alisson nos menciono el trágico accidente que ocurrió y quisimos presentar nuestras más sinceras condolencias personalmente – Habla Casandra.
La Señora Miller es la que decide hablar.
– Muchas gracias – Limpia sus lágrimas con un pañuelo y habla – Gracias por estar aquí presente.
– Aunque no somos muy unidos con la comunidad, pueden tener el apoyo de la familia Cassidy, para lo que sea y desde ya, les informamos que vamos hacer lo que sea para que está muerte se haga justicia – Mira a su hija y está camina hasta la tumba donde deja las flores.
– Riposa in pace caro Jack – Susurra antes de colocarse de nuevo al lado de sus padres.
– Sabemos que no es el momento indicado, pero queremos hacer una cena en nuestra casa como muestra de apoyo y en memoria del Joven Jack. Esperamos contar con la presencia de todos – Las expresiones de asombro en la cara de todos, incluyéndome, no se hizo esperar. La familia Cassidy, eran misteriosos, callados y nunca nos habían dirigido una palabra, nadie jamás había entrado a su casa y pues la mayor parte del tiempo estaban fuera del país.
Era sumamente extraño el repentino interés por sus vecinos.
– Gracias por la invitación, pero no creo que mi familia esté en buen momento para asistir – El señor Miller interviene y abraza a su esposa.
– Lo comprendo perfectamente, pero como he mencionado antes, el motivo principal es la memoria de su hijo, de verdad nos encantaría que estuvieran presentes – Insiste Casandra.
Los señores Miller se miran entre sí y finalmente asienten.
– Allí estaremos – Casandra sonríe y agradece.
Su mirada se dirige a la señora Jones y se acerca abrazarla.
– Cara, ¿Como has estado? – Paolo carraspea hacia su esposa, ya que está siendo el centro de atención, pero a ella parece no importarle.
– Muy bien Casandra.
– Espero verte esta noche.
– Allí estaré – Asiente y Casandra acaricia su cabello para finalmente alejarse.
– Bueno, sin más que decir, nuevamente nuestra más sentido pésame y esperamos que todos asistan esta noche. Arrivederci – Se despide y da media vuelta para comenzar a caminar.
– Arrivederci – La sigue Paolo y Alisson quien camina a su lado sin despedirse.
Cuando finalmente, se pierden de nuestras vistas, la ceremonia continua, dándose por finalizada cuando los padres de Jack dan sus últimas palabras.
– Esa familia es...
– Extraña – Completa a Riley a Kiara, cuando estamos entrando a casa.
– ¿No les parece raro que hayan aparecido así de la nada? – Comenta Luke mientras acaricia a Cactus sentando en el sofá.
– Pensé que era el único que pensaba eso – Digo yo mientras me siento a su lado.
– A mí me cayeron bien – Dice mamá y yo la miró con una ceja elevada.
– ¿A si? – Le digo – Que raro, porque teníamos prohibido acercarnos a alguien que pertenezca a esa familia.
Rueda los ojos.
– Son extraños, si, pero fueron amables – Bufo y ella me ignora caminando hasta la cocina.
– ¿Vamos a ir a esa cena? – Riley le pregunta a papá, con la esperanza de que este hablé.
De todos a Riley es a quien más le a afectado la situación de papá. A buscado todos los medios que papá le hable, incluso provocandolo con Colton, pero nada le a funcionado y la prueba de ellos es justo ahora.
Papá se encoge de hombros y camina hasta las escaleras para ir a su habitación.
Veo la decepción en el rostro de Riley y como suspira bajando la cabeza.
– Ya verás que se le va a pasar, el te ama Ril – La consuela Luke y ella lo abraza asintiendo.
– Si iremos, no seremos malos educados – Dice mamá desde la cocina.
– Es increíble el cambio de esta mujer – Murmura Kiara para que mamá no la escuche.
Yo simplemente río y salgo de la casa cuando recibo un mensaje de Ethan diciendo que está afuera.
– Hermano – Me saluda en cuanto me ve – Me pierdo unos días y ya eres un supuesto asesino y alguien murió en tu casa, ¿No te puedo dejar ni 5 minutos?
Ruedo los ojos y enciendo un cigarrillo.
– Todo ha sido un completo desastre – Le digo.
– Pues si, el asesino está haciendo estragos, ya estoy cansado de ver en las noticias lo mismo – Se recuesta en su coche y se coloca sus lentes de sol.
– Y yo aún no puedo dar con la persona que le dijo a la policía que yo era ese asesino – Digo pensativo.
– Tiene que ser alguien que quiera joderte la vida – Peino mi cabello y me siento en las escaleras del pórtico de mi casa.
– ¿Pero quien? – Pienso.
– Hablando de eso ¿Cómo siguen el idiota de Colton? – Río al recordar la horrible venda en su cabeza.
– Sigue con esa fea venda en la cabeza, tuve que pagar todos los medicamentos – El ríe a carcajadas, las cuales se detienen cuando la puerta principal de la casa se abre y de ella sale Kiara.
– Max, ya la comida está lista te estamos esperando – Veo como Ethan queda embobado por Kiara y tengo que aguantar las ganas de reír.
Ella ni se inmuta de el.
– Dile que ya voy – Asiente y es cuando se da cuenta de la presencia de Ethan.
– Ah, hola Ethan – El sonríe aún embobado.
– Hola bonita – Kiara rueda los ojos y entra a la casa.
– ¿Bonita? – Levanto una ceja y estalló en carcajadas.
– Eres odioso, ¿Sabías? – Me dije enojado.
Pero luego se queda pensativo y parece dudar lo que me va a decir.
– Dilo ya – Lo aliento.
Rasca su nuca y suspira.
– ¿Crees que si la invitó a salir aceptaría? – Suelto el humo y lanzó el cigarrillo antes de levantarme y sacudir mis vaqueros.
– La esperanza es lo último que se pierde amigo mío – Palmeo su espalda y el bufa.
Comienzo a reir y la puerta de la casa es abierta nuevamente, esta vez quien se asoma es mamá.
– Hola Ethan – Saludo mamá con una sonrisa.
– ¿Cómo esta señora Collins?
– Muy bien cariño ¿Quieres pasar a comer con nosotros?
– No quiero ser molestia – Se quitan los lentes y mete las manos en los bolsillos.
Me burló de el, porque Ethan es de todo, menos tímido.
– Eres de la familia Ethan, nunca molestas. Ahora, pasen a comer que se enfriara la comida – Entra a la casa y yo la sigo junto a Ethan.
– Está es tu oportunidad para preguntarle a Kiara – Susurro y el sonríe.
Que yo le diga eso, hace que sus esperanzas aumenten, después de todo Kiara es mi gemela y tenemos esa extraña conexión que me hace saber que no le dirá que no a Ethan.
En el fondo, Kiara también siente cosas por el, solo que no quiere admitirlo.
***
– ¿Crees que me veo bien? – Me pregunta Kiara mientras se mira en el espejo de su habitación.
– Estás hermosa – Respondo distraído leyendo uno de los libros que reposan en su estanteria.
– Ni siquiera me estás viendo Max – Ruedo los ojos y cierro el libro dejándolo a mi lado en cama, para luego prestarle total atención.
Tenia un vestido azul el cual iba combinado perfectamente con mi traje, resaltando nuestros caracteristicos ojos grises, sus zapatos negros y altos la hacían lucir como la modelo que era y su cabello peinado en una cola alta, resaltaba su rostro.
No mentía, iba hermosa.
Sonrió sin dejar de mirarla y ella también repite mi acto, mirándose así misma.
– ¿Que tengo? – Me levanto de la cama y voy hasta ella, tomando su rostro entre mis mejillas para verla.
– Estás preciosas Kiara – Ella sonríe aliviada y da una vuelta para mirarse nuevamente en el espejo, está vez, obligandome a que me vea con ella.
– Somos la definición perfecta de lo que está bien en este mundo – Dice mirándome a través del espejo.
Me río mientras peino mi cabello hacia atrás.
– Mamá y papá hicieron un buen trabajo supongo – Me conjo se hombros.
– ¿Sabes lo genial que nos veríamos tu y yo como modelos? ¿Porque no quieres trabajar conmigo? – Bufo y comienzo a caminar hasta la salida.
– Ay no empieces – Le digo saliendo de su habitación la cual también se había convertido mía, momentáneamente.
– Piénsalo – Sigue mis pasos y juntos bajamos las escaleras.
En la sala estan Riley y Luke.
Riley llevaba un vestido negro pegado a su cuerpo un poco más arriba de las rodillas, tenía unas zapatillas del mismo color y su cabello caía en hondas.
Luke tenía un pantalón negro de vestir y una camisa blanca, con los dos primeros botones de arriba desabrochados.
– Pero miren semejante belleza la que tenemos en casa Maximus – Mamá y papá bajan las escaleras, con la primera mirándonos con una sonrisa.
Ella también iba hermosa, con un vestido vino por debajo de las rodillas y unos tacones negros, a su lado, papá iba con un traje a la medida negro con la camisa del mismo color que el vestido de mamá.
Los Cassidy podían resaltar por su elegancia y acento italiano.
Pero los Collins éramos la belleza personificada.
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