🤍🤍🤍

¿Lo termine antes?
Disfruta 😺






















... Y los días pasaron...

Tails se encontraba revisando unos datos en su computadora mientras Nayi jugaba por toda la casa. Sus dedos tecleaban varios párrafos mientras leía otros reportes que sacó.

Se desperezó cuando vio que pronto sería de noche, había olvidado que Silver los visitaría. Aunque no estaba muy conforme con la decisión de Sonic, no lo reprochaba. Él era el único que sabía perfectamente por qué Sonic no podía decirle al padre de Nayi sobre su existencia, en especial cuando apenas había descubierto el secreto de la niña.

Admitía que le provocaba tristeza el escuchar a la pequeña hablar con tanto anhelo de ver a su padre. Pero no solo eso lo preocupaba, había algo más, algo que Nayi comenzaba a hacer notar.

—¡Papi! —escucha a la pequeña al ver al azul entrar al taller.

Tails sale de su trance mientras cierra su computadora y se pone de pie.

—Sonic —saluda a su hermano mientras ve como Nayi abraza a su papá.

—Hola bro —le contesta—, de nuevo estás leyendo.

—Algo así, de hecho quería hablar de unos temas contigo —menciona con un poco de seriedad.

—¿Mi luna qué te parece si vas arriba y eliges un vestido para esta noche? —le propone el azul.

La menor lanza un grito de felicidad mientras se aleja de ellos.

—¿Bien, qué es lo que tienes?

Tails se pasa la mano por la cara.

—Sonic, me temo que los poderes de Nayi están mostrándose más pronto de lo previsto... —le dice mientras le muestra una hoja.

El azul abre los ojos mientras se recuesta sobre la pared y lee.

—¿Qué tan obvios serán? —le cuestiona con un poco de temor.

—Me temo que lo suficiente como para hacer dudar a los demás...

Sonic lo ve incrédulo.

—Es increíble toda la información que estoy descubriendo, gracias a los análisis que he hecho.

Sonic se encoge de hombros.

—Aún no puedo creer que ella sea tan real como tú y yo...

Tails sonríe.

—Gracias a mi descubrimiento podemos decir que es un milagro y es posible que algo bueno salga de todo esto.

—No estoy seguro de eso —menciona Sonic inseguro y pesimista.

Tails simplemente cierra su computadora.

—¿Crees... qué con los anillos inhibidores de Shadow podría contrarrestarse? —le pregunta Sonic mientras se rasca la nariz.

A Tails parece iluminársele el rostro.

—Es probable, la energía del caos que maneja es similar, excepto por una cosa —le explica.

—¿Cuál?

—Recuerda que sus poderes se activan con base en las emociones intensas que siente y para nosotros aún es desconocido la clase de habilidades que posee.

Sonic guarda silencio.

—Shadow sospecha de sus poderes, dijo que GUN determinó que existía una cuarta firma del caos, pero inestable y me temo que Eggman nos seguirá acechando.

Tails se sienta mientras piensa.

—Nayi es un prodigio Sonic, haremos lo que sea para protegerla, aunque me parece muy extraño que aún no nos haya atacado después de todo esté tiempo.

Sonic se acerca hasta él.

—Shadow me ofreció sus anillos para hacer unas réplicas, quizás con eso ayude a controlar la energía del caos que tiene... —se cruza de brazos.

Tails le sonríe.

—Por supuesto que me negué, no voy a permitir que mi hija tenga algo de él.

Tails se deprime.

—Oh Sonic... esos anillos podrían ser útiles, he estado trabajando mucho en encontrar una forma de regular su energía y teniendo la base de los de Shadow podría ser más fácil mi trabajo —le dice un poco molesto.

—No, no quiero que Shadow se involucre en esto... —le recalca.

Tails se mantiene serio.

—Aun recuerdo cuando Nayi vino al mundo, tan frágil y pequeña pero con la fuerza de sus padres... —menciona con nostalgia— fue increíble tenerla en mis brazos.

Para Sonic recordar su pasado era una tortura.

—Shadow tiene muchas dudas con respecto a ella —le revela— es muy difícil que desista de un tema.

—En algún punto tendrás que decirle, cuando Nayi ya no pueda ocultarlos por más tiempo. En especial cuando su firma sea reconocible.

—¡Claro que no! Él no va a saberlo nunca —se niega.

—Sonic, sabes que no puedes ocultar lo evidente. Además... cuando volvimos dijiste que tu plan era que Nayi lo conociera por algo, por una corazonada —le recuerda.

Sonic cierra los ojos.

—Y también que tenga una vida como nosotros, cuando éramos más jóvenes, sumando que Eggman nos persigue y debemos cuidarla —el azul se voltea— mi principal razón no es Shadow...

—Tienes razón... lo siento mucho Sonic.

Ambos guardan silencio mientras suspiran.

—Me temo que Silver no es el candidato apto para Nayi. ¿Hasta cuando planea seguir?

—Quiere ganarse su corazón, pero...

Tails se acerca a su hermano y le sonríe.

—Solo te diré una cosa, cuando decidas decir la verdad, yo estaré a tu lado mientras podemos disfrutar de la noche y ver si el esfuerzo de Silver rinde —dice mientras se aleja de su hermano.

El azul asiente.

—Nayi voy por ti linda —le grita a su hija mientras se aleja del zorrito.

Tails al estar en soledad, toma una hoja y la lee. Él sabía un secreto que perjudicaría a un pequeño grupo de personas y que quizás provocaría una nueva división. Pero aún era muy pronto para sacarlo a la luz.

Había que esperar.

Silver visitaba a Nayi, le llevaba regalos y cualquier cosa con tal de ganarse a la niña, pero la pequeña eriza no los aceptaba.

Justo en ese momento veía aquel pastel de fresas que era su favorito y se negaba a comerlo.

—¿Qué sucede con mi luna? ¿Acaso no quieres pastel?

El rostro de Nayi decayó hasta el borde del llanto.

—Quiero a mi papá —dice mientras solloza—. ¿Cuándo volverá mi papá? No me gusta ese erizo.

Sonic ve con mucha pena a Silver mientras esté solo guarda silencio.

—Disculpen, me retiro —dice incorporándose para salir de la casa.

Sonic hace lo mismo mientras lo sigue.

—Lo siento, ella es muy pequeña y...

—Sonic tu hija no me acepta —se rinde el albino— ella espera a su padre, no a mí. Ella no quiere a alguien más que no sea él.

Sonic se negaba a aceptarlo.

—Solo necesita más tiempo para adaptarse...

—Sonic seamos sinceros... —le pide.

La pequeña eriza iba a hablar con su padre, pero nota como ambos erizos hablan y permanece en silencio.

—Creo que lo mejor que puedes hacer es decirle la verdad acerca de ello —le aconseja el albino.

Sonic baja el rostro.

—No puedo hacer eso —le contesta.

Silver suspira.

—Ella merece saber la verdad, aunque sea difícil.

—N-No... —la voz de Sonic se entrecorta.

—¿Sonic por favor, realmente pretendes que ella lo olvide todo? Ella espera el regreso de su padre y solo tú sabes la verdad —le recalca— en algún momento debes hablar con él.

—No pienso decirle que su padre no la quiere y menos que la conozca, eso rompería su corazón... —le dice muy molesto y frustrado.

Los ojos de la niña se abrieron de golpe al escuchar aquellas palabras.

—¿M-Mi papá...? —su voz se volvió en un cuchillo que atravesó el corazón de Sonic.

El azul se volteó a verla y se dio cuenta de que lo había escuchado. Un grave error había sucedido.

—Nayi... linda —dice tratando de retractarse.

La pequeña se vio llena de dolor.

—¿M-Mi papá no me quiere? —su voz se quebró, sus ojos se tiñeron de color rojo mientras sus manos temblaron.

Sonic se acercó hasta ella pero antes de siquiera tocarla.

—¡Aléjate! —grita cuando de repente una onda expansiva los golpea haciéndolos caer al suelo.

Sonic se remueve, pero antes de siquiera pararse, ve como una luz aparece por detrás de su hija y desaparece junto con ella.

—Nayi... —dice cayendo desmayado.

Pasan algunos minutos y luego siente como alguien lo remueve. Sus ojos se abren débiles y llorosos.

—S-Silver...

—¡Sonic debes reponerte, tu hija ha desaparecido! —le pide el albino mientras lo recuesta en su pecho.

Los ojos del azul se abren mientras su corazón duele.

—Nayi... —susurra cayendo desmayado nuevamente.

... Unos minutos antes...


Shadow se encontraba revisando algunas cosas mientras las guardaba en una caja. Entre sus manos había un álbum de fotografías que aún preservaba. Había decidido darles un vistazo antes de guárdalas en otro lugar, pero se detuvo en una de las páginas.

Allí estaba el erizo azul sonriente y enamorado que conocía. Ese chico de ojos verdes, con sonrisa armoniosa y corazón de azúcar. Cuando Sonic, era su Sonic.

Su corazón se contrajo al verlo nuevamente y volver a esos años dorados en donde ambos eran una pareja, en donde no importaba nada más que ellos dos.

—Sonic...

Amaba a ese chico, pero no era más suyo. A pesar del tiempo en su corazón aún vivían esos sentimientos que eran solo para el azul, pero él sabía perfectamente que no podía estar junto a él debido a su condición. Entre sus manos también guardaba una foto de alguien más, la pequeña niña hija de Sonic.

Sin querer había llegado a sus manos una foto de la menor en brazos del erizo azul, ya que GUN tenía una sospecha de ella. Ambos lucían tan felices y divertidos, tanto que en su rostro se dibujó una tonta sonrisa. Era increíble cómo Sonic había pasado de estar solo a tener una hija y cuidar de ella, pero al mismo tiempo se sintió triste por saber que ya nada podría unirlos nuevamente.

Pero... ver a Nayi era algo contradictorio.

Aún sabiendo que no era su hija, sentía una conexión inexplicable con ella. Estar a su lado era un poco reconfortante, era tener un pedazo de Sonic y al mismo tiempo tener a alguien más. Pero caía en una sensación confusa. Un instinto salía a relucir con ella, como si tuviera que protegerla sin siquiera poseer la misma sangre.

Podía decir que quizás era porque era una niña, pero no le pasaba igual con otros niños que conoció. El saber que Nayi era alguien que probablemente sufriría a base del abandono de su padre le hacía sentirse muy mal.

Quizás si tan solo pudiera ser más flexible con su decisión y hablar con Sonic de sus sentimientos...

Sentimientos que aún latían tan fuertes como la última vez que lo vio...

Quizás si pudieran hacer las paces y...

Un fuerte dolor de cabeza le hizo tirar la fotografía al suelo mientras caía de rodillas al suelo, el dolor fue tan fuerte y desapareció tan pronto. Un sonido le hizo volver en sí cuando en su muñeca vio que habían enviado un mensaje de desconexión y contenía la palabra inestabilidad incluida.

Shadow se pone de pie con mucha dificultad mientras trata de reponerse, pero una corazonada le hace sentirse ansioso, algo en su interior se remueve con terror.

La puerta de su apartamento es derribada mientras detrás de ella aparece Rouge. Muy preocupada se acerca hasta él y lo ayuda.

—¡Shadow! —lo llama—. ¡Tenemos problemas, una fuerte descarga de energía acaba de desactivar todas las comunicaciones! —le explica con pánico.

El azabache se remueve mientras trata de reponerse.

—¿Qué sucede contigo?

—Algo me golpeó... es como si hubiera desestabilizado mi energía —le explica.

—¿La energía inestable... te ha afectado? ¡¿Pero cómo es eso posible?! —le cuestiona ayudándolo.

Como un presentimiento sus ojos se dirigieron hasta la fotografía de la niña, algo en su interior le hizo sentirse sumamente ansioso. Un presagio.

—Tengo una idea de dónde pudo provenir...

La chica lo mira impactada.

—¿De dónde?

—Debemos encontrar a Sonic —le dice caminando hasta la salida y en busca del azul.

... Y a unos kilómetros a la distancia...

Dos ojos verdes se abren lentamente, un fuerte pitido le hace estremecerse. Su vista se dirige hasta su pecho, estaba conectado a una máquina. A la distancia escuchaba a dos chicos discutir mientras él se incorporaba.

Silver mantenía el rostro arrugado debido a lo que el zorro se negaba a decir.

—Sé lo que vi —insiste mientras afirma sus palabras— sé que sabes lo que te pregunto y no quieres decirlo.

Tails ni se inmuta, simplemente mueve sus colas.

—¡Esto es una emergencia! ¡Por favor, esto ya no se trata de un simple rompimiento, estamos hablando de un suceso que es imposible!

—¡Estás confundido, de seguro te golpeaste la cabeza y estás diciendo incoherencias! —lo ataca el zorro.

El albino iba a gritar, pero en eso ve al azul que se acerca.

—Tails... —lo llama muy débil—. Nayi, dónde está mi luna —susurra mientras camina, pero sus pasos tropiezan, Silver se acerca para detenerlo.

—Sonic no debes esforzarte demasiado —le pide mientras lo sostiene.

El azul niega.

—¿Tails...?

El zorro suspira.

—La estamos rastreando Sonic, pero la onda expansiva arruinó la mayoría de aparatos y me temo que es más difícil tratar de buscarla remotamente.

El azul se aleja de Silver.

—Iré por ella, no puedo esperar a que todo funcione, mi hija me necesita —menciona mientras camina rápidamente a la entrada, pero su cuerpo no resiste y cuando abre la puerta sus piernas ceden haciéndolo caer.

Pero un aroma familiar lo hace sentirse tranquilo y el calor de las manos que sujetaban su cuerpo lo estremecen. Sus ojos se enfocan en el único chico que reconocía con base en su aroma.

—¡¿Sonic?! —lo llama Shadow al verlo débil, rápidamente lo sujeta y ayuda a sentarlo en un sillón—. ¿Qué sucedió?

El azul se queja y rápidamente se aleja.

—Mi hija, desapareció —susurra intentando caminar, pero Shadow lo detiene.

—No vas a salir a ningún lugar en este estado —lo sermonea.

El zorro y albino llegan hasta donde se encuentra el azul.

—Shadow, Rouge —dice Tails al verlos en la entrada.

—Así que de este lugar provino la explosión... —menciona Rouge viendo algunas partes de la casa dañadas.

—Será mejor que tengan una explicación sobre esto... —dice Shadow viéndolos recriminatoriamente.

Tails suspira mientras Silver se acerca a él.

—Creo que ya sabes de quién se trata, es Nayi, ella lo provocó —menciona el albino.

—¿Dónde está ella? —pregunta el veteado.

—Desapareció —le contesta Silver— con algo muy parecido al control del caos.

Tails mira a Silver muy decepcionado.

—¿Qué?

—Así es Shadow, estoy seguro de lo que vi, ella utilizó un control del caos y Tails se niega a aceptarlo —dice acusando al otro.

—No es cierto... —Tails se iba a negar, pero entonces ve como Sonic se incorpora.

—Ya basta —los detiene Sonic— no necesito más peleas... ella efectivamente utilizó un control del caos...

—Sonic... —Tails lo mira incrédulo.

—¿Estás diciendo que la explosión que fue provocada es producto de ella? —le pregunta Shadow.

—Como un caos blast —susurra Sonic.

El azabache permanece incrédulo.

—¿Cómo lo provocó, si esa habilidad es...? —Rouge intervino también.

Sonic voltea a ver a Tails y en su mirada sabe lo que quiere hacer su hermano.

—Silver, Rouge, necesito que me ayuden con algo —la chica lo mira con cara de pocos amigos y el albino con discrepancia—. ¡Debemos encontrar a Nayi, es urgente, Eggman la buscará por su poder! —les aclara.

A los dos chicos no les quedó más remedio que seguir al zorro mientras dejaban solos a los dos erizos. Shadow supo que aquello no era más que una excusa para estar a solas con Sonic.

—Bien... sea lo que tengas en mente, solo dilo —comienza el azabache.

El azul aprieta los labios mientras se prepara. Hay un tema que se prometió no tocar nunca en su vida. Pero parece que ni eso podrá guardar por tanto tiempo.

—Nayi escuchó que Silver y yo estábamos hablando sobre... su padre y eso la molestó demasiado —le cuenta—. Desde hace mucho tiempo Tails y yo detectamos su energía inestable, intentamos muchas maneras de que pudiera manejarla... por eso regresamos a este lugar con la esperanza de que ella estaría bien.

Shadow de alguna manera se muestra nervioso por lo que escucha.

—Pero me equivoqué porque en este lugar sigue pensando en su padre y cuando volverá...

Shadow traga saliva, de alguna manera no deseaba saber eso, pero al mismo tiempo moría de curiosidad. Pero vio como Sonic se detenía y tapaba su rostro.

—Sonic...

—¿Sabes lo difícil que es verla y decirle esa mentira? ¡Es decir, su padre ni siquiera imagina su existencia! —menciona con la voz entrecortada—. No puedo ser cruel y decirle eso, rompería su corazón y provocaría algo como lo que sucedió.

Shadow se mantiene firme.

—¿Quién es su padre Sonic? Podemos encontrarlo, hacer que venga y ayude a tu hija, ella merece conocerlo... —Shadow trata de ayudarlo.

—Ese es el problema... nunca le dije a su padre nada de esto, prometí que me llevaría a la tumba este secreto... Él no sabe que tiene una hija —le revela.

Shadow se confunde al escuchar esas palabras.

—¿De qué secreto hablas Sonic? —le cuestiona tratando de entender—. ¿Cómo su padre no sabría de su existencia? ¿Perdió la memoria?

Para Sonic era evidente que el momento de contar la verdad había llegado.

—¿No te has dado cuenta? ¿Dime Nayi te provoca algún sentimiento? —le pregunta mientras se prepara.

Aquello desconcertó al azabache.

—No creo entender tu punto... —le confiesa.

Sonic debe ser fuerte.

—Por amor... —Sonic lanza un grito ahogado—. Cuando me dejaste, justo en ese día... yo iba a decirte algo muy importante, pero tu impulso no me dejó y no pude hacer nada para evitar que me dejaras. Intenté muchas maneras de detenerte...

El corazón de Shadow dolió tan fuerte.

—Ni siquiera sé que fue lo que sucedió conmigo y menos por qué sucedió, pero hay algo que nunca te dije...

Shadow contuvo la respiración.

—Nayi, mi pequeña luna —se detiene pensando en lo que va a decir—. Tú eres el padre de mi luna...

Como miles de platos hubieran sido lanzados al suelo, Shadow abrió los ojos con sorpresa. Sus manos sudaron frío y temblaron. Quería hablar, pero las palabras no salían de su boca, por un momento pensó que era una broma.

—Esta es una situación seria Sonic, deberías tener un poco de prudencia y dejar los chistes malos... —le contesta muy enfadado por su actitud.

Pero Sonic se incorpora y lo sujeta de los hombros mientras su rostro se muestra lleno de decepción, enojo pero sobre todo dolor.

—¿Si no es una situación seria entonces crees que Tails se hubiera llevado a Silver y Rouge? —le dice mientras sus manos aprietan los brazos del veteado— si esto fuera una mentira, estaría riéndome como un loco y me burlaría de ti sin dudarlo...

Shadow queda estático mientras su mente analiza lo que acaba de escuchar, gruñe y sujeta las manos del azul.

—Eres un alfa —le dice sin inmutarse— los alfas no pueden procrear —le recuerda. Se quita las manos de Sonic mientras retrocede y se da media vuelta—. Lo que sea que te haya hecho decirme está vil mentira no justifica el abandono del padre de tu hija.

Sonic al escuchar esas palabras se rompió, de sus ojos cayeron gruesas y amargas lágrimas.

—Sabía que nunca me creerías... —dice mientras respira agitado y sujeta su pecho— n-no esperaba una reacción diferente y aun así... lograste decepcionarme —su voz se entrecorta, se da media vuelta mientras solloza...

Shadow iba a contestar, pero nota que Sonic se está hiperventilando. Después de cinco años de relación aún reconocía cuando Sonic sufría de ello y a causa de sus emociones reprimidas.

—¡¿Sonic?! —le grita mientras corre hasta él, pero entonces el azul cede y se desmaya. Justo a tiempo lo pudo agarrar en el aire mientras rápidamente lo revisaba, el rostro del azul se mostró tan calmado.

Los demás chicos salieron a ver lo que ocurría y se dieron cuenta de que Sonic estaba mal.

... Unos minutos después...

—Sus signos vitales están bien, su presión se encuentra normal y no hay anomalías en su sistema nervioso —les dice Tails mientras se acerca a su hermano.

Sonic estaba recostado mientras esperaban que volviera a despertar. Shadow permaneció lejos del azul, por respeto y porque no encontraba la razón por la que Sonic le había dicho tales cosas.

—Debemos encontrar a Nayi mientras Sonic no pueda, me enfocaré en buscarla —dice Silver mientras se aleja hasta salir de ese lugar.

Rouge también se iba a poner en marcha, iba a hablar a Shadow, pero el veteado le pidió que lo dejara solo.

—¿Crees que despierte pronto? —le cuestiona al zorro mientras ve como este le coloca algunos aparatos a su hermano.

—En teoría está bien, pero parece que hay algo que no quiere ayudarlo... —dice dejándolo descansar.

Shadow aprieta los puños, de alguna manera una pesadez en el pecho le hizo sentirse fatal.

—Eres la única persona que conoce a Sonic y el único que estoy seguro de que podría esconder un cadáver si él te lo pide —menciona muy sugestivamente.

—¿A qué vienen sus delirantes comentarios? —le pregunta el zorro sin entender.

Shadow lanza un suspiro.

—Sonic y yo estábamos discutiendo... un tema —comienza a hablar.

Tails se detuvo mientras miraba al azabache.

—¿Qué es lo que quieres decir?

—Nayi... —se detiene levemente—. Es cierto que Nayi, hija de Sonic... también es hija mía.

El rostro de Tails se mantuvo firme a excepción de sus ojos que se desviaron al suelo. Su silencio no hizo más que confirmar aquella aseveración.

—Sabes que es imposible, yo no podría ni Sonic... —Shadow se niega rotundamente.

—Estás equivocado —le corrige el zorro— demasiado equivocado.

—¿Tails? ¿Tú también te unes al juego de Sonic? —lo culpa creyendo que también estaba bromeando.

—Yo tampoco lo creía posible, pero me di cuenta de que no todo tiene que caber en un prospecto... —le explica, el zorrito saca su computadora y le muestra la pantalla— hasta que lo descubrí.

Shadow sujeta a Tails.

—No bromees con eso —lo amenaza.

Tails se quita las manos de encima.

—¿Bromear? ¡Claro yo no soy el enigma que afectó a mi hermano en estos últimos años! —le recrimina con sarcasmo.

Shadow le vio incrédulo.

—¿Enigma? ¿Qué diablos dices? —le cuestiona.

Tails lo señala.

—Te autoproclamaste alfa, pero déjame decirte que estás en un error, tú no eres un alfa, eres un enigma —le revela— el enigma que marcó a Sonic y lo abandonó dejándolo embarazado de Nayi.

Shadow quedó en silencio.

—¿Enigma...? —menciona sin comprender esa palabra.

—¿Quieres pruebas? Qué hay de tu aroma, ningún otro tipo soporta estar a tu lado a excepción de Sonic y Nayi —le encara—. ¿No es suficiente? Qué tal si la inestabilidad de Nayi se debe a sus cromosomas y la afectan como a ti sin tus anillos.

—Basta... —le pide retrocediendo.

—¿Otra prueba? Tengo muchas fotos de Sonic esperando por ella y sabes también, tengo un registro de ADN comparado contigo. ¡Tus malditas feromonas afectaron la biología de Sonic, convirtiéndolo en un omega para poder procrear y darte un hijo, pero nunca lo dejaste hablar! —le reclama molesto—. Tu ADN alienígena mutó a tal punto en el que eres capaz de alzarte por encima de un alfa... el alfa de un alfa, es un enigma —le aclara—. ¡Eres su enigma!

Shadow siente que su mundo da vueltas, sus piernas por un momento flaquean pero logra sostenerse. Su mente queda en shock con tales aseveraciones.

—Cuando Sonic se enteró de su embarazo, creyó que algo en él había sido su culpa, pero luego solo buscamos información que nos llevara hasta esa conclusión... —el zorro siente tanta lástima por esa situación— no te importa, pero sufrió mucho en su embarazo y el parto, nunca quiso que Nayi sufriera...

Shadow no tiene palabras para decir, ni mucho menos para explicar el remolino de sentimientos que siente. Se da media vuelta mientras sabe lo que debe hacer.

—Traeré a Nayi de vuelta —es lo único que puede decir.

—¡Espera! —lo detiene Tails—. No te pediré que te hagas cargo, ni mucho menos que te quedes por obligación. Solo te pido que no le digas nada sobre ti.

—Volveré pronto —menciona desviando la mirada hasta Sonic.

Mientras patinaba, no podía evitar pensar en todo el sufrimiento y el dolor que me causo a Sonic. Cómo pudo ser tan vil y cruel... y es que todo sucedió tan repentino.

[…]

Dos ojos verdes observaban muy consternados lo que acababa de suceder, aún no entendía nada. En las últimas semanas se había sentido con muchas náuseas y malestares.

—Creo que debo dejar de comer chilli dogs por un tiempo —menciona como consuelo mientras sale del baño, se alisa las púas con sus manos y se dirige a un espejo mientras se arregla.

Esa noche había quedado en salir con su novio, habían pasado muchas peleas en los últimos meses, ambos tomaron un tiempo para poder pensar en su relación y habían llegado a un acuerdo para arreglar las cosas.

Sonic se observaba mientras arreglaba sus púas, quería estar lo mejor presentable para su novio, ya que lucía muy desaliñado y pálido. Instintivamente paso una de sus manos al costado de su cuello, un pequeño espasmo le hizo sentirse muy sensible. La marca de su novio era visible, aún le dolía mucho la herida.

Recordó con mucho cariño la noche en que ambos estuvieron juntos y aunque no sabía que Shadow lo marcaría, las cosas sucedieron sin que lo pudieran evitar. No le molestaba en lo absoluto, de hecho, estaba feliz de poder compartir eso con Shadow. Terminó de arreglarse y salió en camino a su cita.

Pero en el transcurso de su camino se encontró con Silver. Ese chico omega que siempre había sido un problema para él. Sus intenciones eran claras y aunque Sonic sabía que el status Quo era una normativa para la sociedad, se negaba a cumplirla, y más cuando sabía que Shadow era un alfa y su relación estaba mal vista. Había decidido hablar con Silver para acabar con sus ilusiones y poder al fin quitarse ese peso.

Pero no todo estaba a su favor, el omega intento besarlo forzosamente al saber que Sonic no lo quería y se negaba a soltar al alfa que siempre quiso. Y en ese momento Shadow apareció buscándolo.

Sonic sintió morirse cuando vio el rostro de decepción de su novio. Shadow se alejó.

Pasaron dos semanas, Sonic buscaba desesperadamente al azabache, lo llamaba, escribía y le pedía que hablaran. Toda esa situación lo llevo a tener problemas de ansiedad y causarle mucho estrés.

Lo más alarmante eran las náuseas y mareos, parecía que algo no andaba bien con él. Tails comenzó a notar unos patrones muy extraños en su hermano y eso lo preocupaba. Justo en ese momento Sonic se encontraba frente a él con el rostro sonrojado y la mirada perdida.

—Te haré unos exámenes de rutina —le dice el zorro mientras se incorpora de la mesa.

—No es necesario —dice Sonic, pero entonces Tails lo confronta.

—No es que quieras o no, quiero descartar que la marca este haciéndote daño —le dice serio— no es normal todo lo que está sucediendo contigo y lo sabes.

Sonic desvía la mirada.

—Sonic estoy preocupado por ti, me gustaría tener un panorama más amplio.

—¿Prometes que no me vas a tener encerrado en casa? —le pide mientras baja sus orejas.

—Pero deberás tomar tu medicina.

—De acuerdo, ya hazlos —le dice acostándose en la camilla.

Tails comenzó a practicarle exámenes a Sonic, de sangre, radiografías y ultrasonidos para ver si su estómago se encontraba en perfecto estado. Quizás si algo no hubiese llamado su atención, algo que estaba creciendo en Sonic.

Después de hacerle los exámenes a Sonic, el azul se recostó en su cama mientras Tails los confrontaba. De alguna manera lo que veía en el ultrasonido le hizo cuestionarse hasta el punto de creer que la máquina estaba mal. Con las muestras de sangre realizó una última prueba que no estaba entre sus planes y sintió que nada tenía sentido.

Empezó a buscar información sobre ello y lo que sus fuentes encontraron lo dejaron mucho más aturdido. La mañana había llegado y estaba sentado en la cocina mientras veía como Sonic se acercaba.

—¿Tails?

—Debemos hablar Sonic —le dice serio— creo saber lo que pasa contigo.

El azul sintió un ligero temor, más cuando su hermano se plantó sobre su computador y parecía no encontrar la manera para decirle las cosas.

—Esto es realmente inexplicable...

—¿Tails qué es lo que descubriste? —dice mientras se asusta.

—Sonic en serio, eres mi hermano y sabes que haría cualquier cosa por verte feliz, nunca te mentiría.

—Estoy convencido de ello, pero que es lo que sucede...

Tails tomo las manos del azul y las apretó.

—Es una especie de milagro, realmente no debería importarme lo que hagas o con quien estés pero... —lo mira directo a los ojos—. Tú... tú estás esperando un bebé.

Ante esas palabras Sonic le vio incrédulo, una sorda risa le hizo soltarse de su hermano menor.

—¡Está bien Tails, debo admitir que tu sentido del humor está mejorando! —le dice mientras se limpia las lágrimas.

—Sonic —Tails lo toma de los hombros— esto no es una broma, ni por más descabellado que suene.

El azul entonces se alarma al ver la seriedad de su hermano.

—Dime que es mentira...

—No, efectivamente estás esperando un bebé —le confirma.

Sonic sintió que todo le dio vueltas, cerró los ojos y se desmayó en los brazos del zorro.

Unos días después, Sonic se mantuvo encerrado en su casa, no podía creer lo que había sucedido con él. Con sus manos abrazaba su vientre y de sus ojos salían lágrimas. No podía creer lo que estaba ocurriendo con él.

—Debo hablar con Shadow —dice Tails mientras espera a que su hermano salga del baño— debo decirle lo que te hizo.

Sonic sale del baño mientras se limpia la cara.

—Por favor, déjame hablar con él —le pide con angustia.

—¡Sonic, él debe saberlo! No es normal lo que te ocurre y estoy seguro de que en estos cinco años de relación, algo ocurrió —lo confronta Tails.

—Él me escuchará, estoy seguro, déjame arreglar esto —menciona.

Tails simplemente se negó, Sonic en ocasiones era necio. Y qué decir de Sonic, lo que más le dolía fue el hecho de que Shadow no lo busco en esos días y contesto algunos de sus mensajes. Justo por la tarde recibió un mensaje de él, diciéndole que hablarían.

—Debo decirle, Shadow estará muy feliz de esta noticia —mencionaba Sonic con nervios mientras caminaba de un lado a otro— esto es lo que queríamos, yo estoy esperando un bebé, tendremos una familia.

Tails miraba muy triste a su hermano.

—Oye Sonic, no quiero que te hagas ilusiones, pero por la actitud de Shadow no parece interesado en arreglar las cosas entre ustedes —le dice con un poco de lástima.

—Le diré todo y él entenderá, Silver fue un malentendido y ahora estamos a punto de ser padres —menciona con ilusión el azul.

—Sonic...

—Voy a arreglarlo, él estará feliz con esto.

Sonic se prepara para salir, pero Tails, él sabe que eso no terminará bien.

[…]

Shadow lo recuerda, sus palabras... ambos se veían directamente mientras Sonic lloraba.

—Se acabó Sonic —le dice sin piedad— no podemos seguir con esto.

El azul le mira con la boca abierta.

—No Shadow...

—No hagas esto más difícil, sabes que estamos en contra de la naturaleza y eso nos perjudica —trata de explicarle— además, Silver y tú...

—¡No sucedió nada entre él y yo! ¡Cómo eres capaz de creer en eso! —le grita ofendido—. ¡Te he dado mi vida y todo mi amor!

—Creo en lo que vi Sonic —le dice sin piedad.

Sonic siente un dolor tan grande en su pecho.

—No Shadow, no puedes hacernos esto... —menciona mientras sus ojos ven a su vientre.

—Es lo mejor para ambos.

Shadow se iba a acercar, pero se detiene cuando ve a Sonic negar.

—No...

—Espero que encuentres a tu pareja y seas feliz, que tengas la familia que sueñas... —sigue hablando mientras se despide.

Sonic se termina de acercar a él mientras lo sujeta del brazo.

—Tengo que decirte algo... es importante que me escuches —le pide con mucha tristeza.

—Lo que me digas no cambiará nada Sonic, acepta este final y déjame ir —le dice enojado— nada de lo que me digas tiene valor y menos ahora...

Sonic soltó su brazo mientras se tragaba las lágrimas y su confesión.

—Y-Yo... —no tenía fuerzas para seguir hablando de ese tema.

Shadow se volteó, como último acto de amor le dio un beso en la frente para luego desaparecer... luego un grito lleno de angustia a un corazón herido.

Sin percatarse tropezó y cayó mientras derrapaba en el suelo. Shadow se incorporó mientras sentía su corazón herido, fue en ese momento en donde supo que Sonic quería hablar con él y decirle eso.

—Y te abandoné... —susurra cerrando los ojos mientras golpea el suelo.

Estaba tan molesto consigo mismo por ser tan cruel, en ese momento entendía todo el comportamiento de Sonic contra él, las recriminaciones y sus reproches.

Y sobre todo qué Nayi fuera especial para él.

Se limpiaba mientras se incorporaba, había hecho algo imperdonable y en ese momento debía ayudar a Sonic porque es lo mínimo que puede hacer.

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