7 | Luna del Maíz

Se despertó de golpe tras haber dormido solo media hora, Jungkook a su lado seguía con su mano sosteniendo toda la miel que Jimin no había querido sacar de su interior. Al Omega le dio mucha ternura y acarició la cara del dueño de su alma, antes de ir al baño a higienizarse por completo. Regresó oliendo a jabones y se acostó para seguir durmiendo un ratito más.

—¿Te bañaste, Caramelo?

—Sí —medialunó sus ojos al responder.

—¿Sabes por qué lo haces?

—¿Hacer qué?

—Ya sabes, no querer lavarte después de que te anudo.

—No lo sé…
«Creo que mi cuerpo está listo para otra camada» —Lo pensó pero no lo dijo…

—Yo creo que tu cuerpo nos está diciendo que se vienen más bebés, si no, no exigirías un nudo.

El rojo creyó que Jungkook había adquirido poderes para leerle la mente y lo miró con sorpresa.

—Si tú quieres, yo también quiero, Jimin.

—Tal vez sea muy pronto, Koo, Jeongguk es muy chiquito.

—Tal vez, pero si llega es porque así debe ser… y al cielo no se lo contradice, amor.

—Es verdad.

Jungkook olió el jabón en su cuello y se levantó perezoso.

—Iré a bañarme, ya regreso, mantén calentita la cama, bebé.

Una hora después, el alaskan fue el primero en despertar cuando escuchó a Jeongguk balbucear desde su cuna. Jimin dormía profundamente  tomándose de sus propias manos en un gesto que enterneció a Jungkook y besó sus manitos antes de ir al rescate del Enigma que evidentemente reclamaba biberón.

Sakâri en su cama, jugaba con Cayena que había pegado un estirón y se lo veía un poquito más alto e igual de peludo.

—Pá, sentí ruidos antes de dormir.

«¿Mierda, nos escuchó haciendo…?»

—Afuera de la casa, sentí pasos. Creo que había alguien…

«¡Puff que alivio! No nos escuchó a nosotros gimiendo»

—Cayena ladró y el hombre se fue.

Las imágenes de JK de un zorro ladrando fueron más poderosas que el miedo a que la nena los hubiera oído en pleno acto. Tanto así que no reparó en lo que la nena había dicho: “Escuché pasos” … “el hombre se fue”

—Cayena es un zorro, hijita, ellos no ladran, hacen una especie de aullido…

—Gañido —dijo ella y él quedó estupefacto.

—Sí, gañido, ¿cómo sabes eso?

—Pá Jimin me enseñó.

Era obvio, el aprendiz de druida sabía de todo, él era el maestro perfecto para esa niña inquieta y ávida de conocimientos.

—¿Qué cosa te enseñé yo, brotecito?

Jimin apareció en escena despeinado, descalzo y bostezando.

Jungkook lo miraba embobado ¿Cómo alguien podía ser tan bello recién levantado?

Le dije a papá que escuché pasos afuera y que Cayena hizo ese ladrido ronco y raro que hace y el hombre se fue.

—¿Hombre? ¿Qué hombre, hija?

—No sé quién era, no lo vi. Escuché que ustedes dos gruñían y me dormí segura de que lo habían ahuyentado.

La cara se les puso roja a los dos pensando que la niña los había oído “dándose amor”. Por suerte ella interpretó otra cosa y se durmió rápidamente, pero debían prestar atención a dos cosas, una, o no tenían sexo mientras lo niños estaba o eran más silenciosos, pero eso podía esperar, el otro tema era más importante… ¿ruidos, pasos, un hombre…?

—Tenemos que saber de quién habla la nena. Hubo alguien merodeando, Jimin, eso no me gusta nada. Son demasiadas señales que no estamos atendiendo.

—Lo sé, amor. ¿Qué deberíamos hacer?

—Ya mismo hablaré con Nam, él sabrá qué debemos hacer y actuar en consecuencia. Ahora, debemos regresar al salón a despedir a los líderes.

—¡No veo las horas de que se vaya todo el mundo y que regresemos a nuestras vidas normales!

—Yo también, Jimin, falta muy poco. Iré a hablar con papá ya mismo.

Jungkook salió y Jimin se quedó aprontando a sus cachorros para regresar al gran salón donde se daría por concluido el concilio.

Jungkook regresó a buscar a su manada y fueron escoltados por Gong Yoo y su guardia personal.

De camino al recinto, Yoo quería saber qué le preocupaba tanto al alaskan. Él podía oler en las feromonas del Alfa que se sentía alterado y con miedo.

—¿Qué ocurre, Jungkook? Dime todo para entender por qué estás en este estado de alteración, sobrino, nunca te he visto así.

—Verás tío, estoy sintiendo algo en mi interior que se asemeja a peligro. Sé que Jimin también lo siente pero él no lo demuestra.

—¿Desde cuándo lo sientes?

Desde el primer día en que empezaron a llegar las primeras personas. Sé que hay alguien que nos observa. Hoy a la siesta la nena escuchó pasos afuera de casa, y hace un día atrás un hombre entabló charla con ella y habló de regalarle una muñeca.

—¿Un lobo extraño le dijo eso?

—Sí. Y de verdad Yoo, tal vez yo esté exagerando pero hemos pasado por muchas cosas peligrosas no puedo arriesgarme a vivir ni una más.

—No estás exagerando, JK. Es normal que quieras cuidar de los suyos. Estaré con mil ojos cuidando de tu hermosa familia, sobrino. Quédate tranquilo.

—Gracias, tío.

La jornada casi llegaba al final, todo el mundo estaba extenuado, tanto visitantes como anfitriones.

Jimin y Jungkook caminaban por el gran salón saludando y despidiéndose de los líderes cuando se encontraron con Almendra y Trigal que se los veía agotados después de estar allí todo el día atendiendo gente, sonriendo a su familia y fingiendo que no son lo que son.
Y a ese cansancio se le sumó la presencia avasallante de Perla. La Alfa llegó como de costumbre, pisando fuerte y logrando que cada Omega se sintiera embelesado por ella.

Perla, la Alfa que tenía a Trigal en su mira desde hacía mucho tiempo, no dejaría pasar la oportunidad de insinuarse al hombre que le atraía a rabiar. Los encuentros entre ellos siempre eran por demás incómodos para el chico y está vez sería peor porque su novia secreta estaba a su lado y por nada del mundo él quería que su Omega sufriera por el acoso al que Perla lo sometía en cada encontronazo.

—¡Blanquito! ¡Cómo te he extrañado!

—Hola, Perla —balbuceó él.

—Ha pasado mucho tiempo, pero sigues tan bello como recordaba…

Almendra se armó de paciencia y tuvo que morderse para no gruñirle a la loba y sacarla de los pelos, pero cuando Perla se arrimó demasiado a su prometido ella sintió que le hervía la sangre y que no sería capaz de soportar tanto.

Jimin se acercó a Almendra para interceder en caso que hiciera falta. La omega lo miró con angustia, en sus ojos se veía tristeza e impotencia, Jimin respondió sin palabras acariciando el brazo de la chica, pero esa cercanía a ellos, puso su nariz a merced de lo que en escasos minutos ocurriría.

En la interacción que siempre ocurría entre la Alfa descarada y el Omega de su interés, Perla se acercó demasiado a Trigal y él emuló su falso olor a limón con intención de que la chica sintiera repulsión y huyera de él, que fue lo que ocurrió, pero para desgracia de Jimin, su sentido del olfato se vio envuelto en el perfume del único Alfa que él odiaba con toda su alma y miró con resignación a Jungkook. Jimin ya era capaz de dominar aquellos instintos de autodefensa frente a cualquier cosa que le recordara al nefasto Xolo y se aferró al brazo de Jungkook demostrándole que él era fuerte, que podría con este desafío pero jamás de los jamases, esperó que sucediera lo que ocurrió…
Mientras el olor aún permanecía entre ellos, desde los brazos de JK, la pequeña Sakâri le comentó a sus padres.

—Papá, me dijiste que dos lobos no pueden oler igual, ¿Es verdad?
Jungkook contestó con total ingenuidad ya que él sabía que el olor a limón de Trigal era falso.

—Así es, Brote, ningún lobo huele igual. Nunca.

—Porque así huele el amigo que me quiso regalar una muñeca…

Eso cambió el rumbo de la conversación y Jimin reaccionó de la peor manera. Él no tenía certezas para dudar del extraño que se había acercado a su hija, pero cuando ella confirmó el perfume que el tipo portaba, todos los miedos que él había escondido en el fondo de su psiquis afloraron de golpe para meterse en su piel y destrozar su estabilidad emocional en un abrir y cerrar de ojos.

—Jungkook… es él. Está aquí.

—¿Uxm- -

—No lo nombres —interrumpió— … sí, ese maldito, creo que está cerca.

Sus ojos de cielo evidenciaron pánico. El Enigma cargado sobre su cintura se movió inquieto porque él podía sentir que su padre estaba mal.

—Está aquí, te lo aseguro, algo malo va a pasar.

—Jimin calma a Jeongguk que está sintiendo todo tu miedo, yo me ocuparé de cazar a ese bastardo. Si está aquí lo encontraré.

—No, Jungkook, no irás solo.

—Jimin, cálmate...

—Tú no irás solo a enfrentarte con él. No lo permitiré

—Jimin, debo hacerlo. Debí hacerlo hace años…

—Por favor, mi amor, no vayas solo. Yo iré contigo.

Almendra abandonó toda cuestión superflua de celos, al fin y al cabo ella sabía que trigal era suyo y corrió a buscar a Nam y él llegó con Jin y los tres siberianos que conocen a Uxmal desde hace años. Jungkook los puso sobre aviso y confió en que ellos serían los más aptos para reconocer al Xolo entre la muchedumbre.

Yoongi, Hoseok, Nam y Taehyung se separaron en pares y Jungkook fue solo, tal y como Jimin no quería.

Seokjin y Yoo se quedaron a cuidar de las crías junto con Jimin que no podía concentrarse en otra cosa más que pensar en el peligro que cernía sobre sus cabezas. Él sabía que si Uxmal se había atrevido a llegar hasta allí era porque en sus manos tenía un plan bien premeditado y que en su desquiciada cabeza, creería que llevaba las de ganar. Jimin sabía que el loco perro, podía arriesgar todo lo que tenía porque de verdad no tenía nada qué perder, en realidad el Xolo, no tenía nada. Él estaba dispuesto a todo, eso era más que obvio.

Yoo preguntó cómo era físicamente para estar atento a si lo veía por allí, en cuanto Jimin lo describió como un hombre de Tierras cálidas, de piel tostada, con ojos grandes y rasgos caucásicos.

—Yo hablé con alguien así esta mañana. Me dijo que tú lo habías invitado.

—¿Yo?

—Dijo que había sido aprendiz de druida y que tú lo habías invitado. Me dieron impresión sus ojos amarillos.

—Ojos ama-ri- - -  Maldito mal nacido. Es él, Yoo, ese era el Xolo.

Gong bufó por lo bajo, blandió el mango de su sable que llevaba a la cintura y salió echando humo.

—¡No nos dejes! —gritó Jin, corriendo tras su primo, pero fue tarde, el lobo azul ya se había ido.

Jimin sintió que ninguna de todas las personas que habían salido en busca de Uxmal corrían peligro, porque ahora mismo el peligro le respiraba en la nuca a él y a sus dos cachorros.

Drama en puerta.

Tengo el otro capítulo a punto de salir. Si me queda tiempo de editarlos, mañana lo publico.

Cosas para que reflexionemos juntas/os, en principio, Jungkook tiene una deuda pendiente con el perro lampiño y es de carácter absolutamente personal, con lo cual él se encargará de que el maldito tenga su merecido. Bueno, eso es lo que él desea que pase. Ya sabemos que no siempre las cosas se dan cómo una quiere...
Pero ¿qué pasaría si no sale como él quiere?

¿Piensan que debería haberle hecho caso a Jimin y no ir solo?

Luna de Maíz

Seguimos con otros de los nombre que se le da a la luna llena de Mayo con el nombre del capítulo, esta luna es también llamada Luna de la Siembra de Maíz como indicador para plantar maíz.












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