5| Luna de la Leche
Jimin le colocó él mismo, el collar a Almendra y le entregó las píldoras inhibidoras de celo.
—Gracias, Jimin, es tan importante para nosotros este collar —comentó Trigal mientras acomodaba y centraba la gargantilla de cuero en el níveo cuello de su amada.
—Ya lo sé, amigo. Este es un momento de suma fragilidad, mandar a hacer ese collar es la mejor decisión que tomamos.
—Mañana es el último día de concilio, cuando se vayan las visitas podremos hacer vida normal, pero por el momento, Almendra, por favor no te lo quites.
—No lo haré, Jungkook. Gracias a los dos por cuidar de nosotros.
Ese sería el último día que Almendra y Trigal fingirían no ser pareja.
Frente a los lobos de Trueno, ellos no necesitaban esconder que ambos siendo Omegas, se amaban y tenían una bella relación, pero debido al concilio, y la cantidad de lobos invitados, ellos debían fingir que tan solo, eran amigos, la aldea se encontraba llena de gente de distintas manadas y también la de su clan y ellos bien sabían que este tipo de uniones estaban penadas por ley en sus Tierras.
Así era que solo un día más y la farsa terminaría.
—Mañana es el día clave, es cuando se firman los acuerdos. Recuerden vestir de blanco o llevar algo de color blanco.
—¿De blanco? —Con desconcierto preguntó el lobo albino.
—Sí, es costumbre de la manada de Namjoon, vestir de blanco cuando se cierran acuerdos. Es un símbolo de paz entre clanes.
—¡Oh, entiendo! Llevaremos algo blanco, claro que sí —contestó la bella Almendra.
—Ya tenemos el cabello blanco... —bromeó Trigal.
—¡Es verdad! —festejó, Jimin.
—Todos los líderes de Tierras del frío lo saben —Jungkook, agregó seriedad al relato— Cada manada elige su color al momento de firmar acuerdos y para ese día, se respeta el elegido. A TanGban desde hace siglos, el color que nos caracteriza en estos eventos, es el blanco. Así que, mañana veremos a todo el mundo con algo de ese color.
Bueno, verían a todos menos uno, el único que ignoraba este acuerdo entre manadas, porque claro está, él no es un lobo de Tierras del frío y además porque él está infiltrado en un sitio al que no fue convocado.
¿Será la mosca en la leche?
Esa mañana, Trigal y su bella Omega se vistieron con ropa clara y como detalle blanco decidieron usar un brazalete de cuentas blancas idéntico para ambos. Era su forma de decir de manera encubierta y sin palabras, que eran pareja.
Se besaron tiernamente y en cuanto cruzaron el umbral de su hogar, separaron sus manos y caminaron a la par sin rozarse.
En el camino se cruzaron con Jin y su primo Yoo, el de cabellos azules. Él llevaba cruzada sobre el pecho una banda blanca y Seokjin por ser el Omega del líder vestía de un riguroso blanco que lo hacía ver más hermoso de lo que ya era.
—¡Almendra! Ese collar…
—Jimin lo diseñó pero el talabartero lo hizo. ¿Es muy feo?
—¿Feo? ¡Es una obra de arte! Ven bella, le pondremos florecitas blancas.
Jin adornó el collar antimordidas con preciosas las margaritas silvestres que él había recogido del invernadero de Jungkook.
—Brazalete de pareja —le susurró al oído.
—Sí —sonrió ella.
—Son tan hermosos ustedes dos, los adoro.
Los cuatro caminaron juntos para llegar al gran salón donde se desarrollaría la jornada pero de camino Gong Yoo se desvió y pasó a buscar a su líder y escoltarlo junto con cuatro guardias más de su corte.
Todos llevaban una banda de caballero, en color blanco y colocada diagonalmente sobre sus pechos. El líder portaba una banda real con intrincados detalles dorados que brillaban sobre el fondo blanco como símbolo de honor y reconocimiento a la manada TanGban.
Llegaron al recinto y tomaron su lugar en los sitios designados.
Jimin y Jungkook aún no habían llegado.
Jin hizo un paneo general por todo el salón y le llamó la atención volver a encontrar al lobo de ojos amarillos sin acompañantes y sin un líder cercano. Aún más le sorprendió que el extraño no portase nada blanco.
Fue directo a comentar a su primo Gong para ver si este sabía algo del extraño pero una vez más, Uxmal se había esfumado de su vista.
—Por favor Jimin, quédate quieto ¡No puedo atar tus trenzas si te mueves así!
—¡Basta, Bruma!
—¡Jungkook! —gritó la loba— Jimin no me deja que lo peine.
Jungkook llegó justo a tiempo antes de que su Omega tuviera un ataque de pánico.
—Bruma, peina a Sakâri por favor, yo me encargo del cabello del Rojo.
—Ey, Caramelo, cálmate. Yo te peinaré.
—Puedo hacerlo solo Koo, no sé por qué ella se empeñó en querer hacerlo.
—Porque es costumbre entre las lobas peinar a los Omegas en estas festividades. Es un honor para ellas…
—¿En serio? No sabía…
—Tú no sabías eso, cómo ella no sabe lo de la costumbre de tu clan de no tocarse los cabellos…
—Ahora me siento mal, fui descortés.
—Ven aquí, Rojo, te ayudo con los lazos blancos, ¿cuántos llevarás?
—Pocos, tampoco quiero la cabeza llena de trapos. Prefiero las cuentas blancas que Jin pintó para nosotros. Tú también debes peinarte con ellas.
—Está bien, si papá las hizo para nosotros las usaré también.
Sakâri llegó luciendo un peinado hermoso que Jimin y Jungkook sabía que duraría menos que un suspiro en la cabeza de la niña inquieta.
Jimin se acercó a Bruma y se disculpó por su destrato, le contó sobre las costumbres de su clan y ella sobre las del propio.
Se abrazaron y él le permitió que ella colocara la última cuenta de madera blanca en su bellísimo cabello rojo. Con esa señal de confianza entre ambos sellaba el cariño que se tenían.
—Estoy nervioso. Hoy llevaremos a Jeongguk frente a los líderes. Confieso que me da un poco de nervios —comentó Jimin mirando al Enigma dormido entre sus brazos.
—¿Por qué?
—No lo sé, algo dentro de mí me hace sentir extraño. Espero que no sea nada malo.
—¿Jimin, sientes algo raro? Amor, debemos confiar en tus sentidos de poder. Nunca más obviaré nada como cuando lo hice con los Wang y pasó lo que pasó.
—No sé explicarlo, Jungkook, pero es algo aquí a la altura del pecho…
Jungkook puso su enorme mano sobre la pequeña mano del siberiano y acarició el pecho de su amor.
—Estaré atento, con mil ojos y mis instintos alaskan, activados.
—Antes de irnos, envuélvenos a los cuatro con tu olor, Jungkook. Quiero llegar oliendo a ti. Quiero que nuestros hijos estén seguros bajo tu manto de protección.
Jungkook dejó fluir un intenso patchouli, pomelo y cedro, cubrió en un abrazo de perfume a su amada manada y se sintió dichoso.
Se besaron antes de emprender caminata hasta el recinto donde cientos de personas esperaban la llegada del Enigma.
La hermosa familia híbrida de cuatro ejemplares bellísimos, vestidos de blanco y caminando entre la nieve, eran digno retrato de un cuento de fantasía. Solo que esta no era una fantasía era la vida misma fluyendo entre ellos.
El manjar que los corderos
Sueñan un día comer
Es lobo crudo con pelo
Vivo a punto de comer
Yo soy todo lo que recuerdo
Y vos todo lo que has olvidado
Yo me muevo entre las cosas
Vos entre fantasmas cansados
El Enigma iba pataleando feliz en los brazos de Jimin y Jungkook llevaba a Sakâri sobre sus hombros. Al llegar se hizo un silencio honorable y todas las personas presentes, hincaron una rodilla al suelo ante la presencia del bebé rojo. Jungkook bajó a la nena y la llevó de la mano por el centro del salón para reunirse con sus padres. Con la otra mano acariciaba la de Jimin, quién sintió que la energía de la gente le llegaba fuerte. Temió que el niño se sintiera desbordado, entonces le sonrió y este fue cambiando de color sin cesar ante los ojos maravillados de todo el mundo.
Jungkook llevó a Sakari con sus padres y se paró detrás de su Omega quien se hallaba al centro del salón con el bebé frente a la multitud.
—Pónganse de pie por favor —Les solicitó— Nuestro hijo —Tomó de la mano a su Alfa y lo atrajo a su lado— nuestro hijo —repitió— no necesita ser tratado como especial. No ignoramos que ha llegado a traernos unión y paz. No ignoramos que es el primer Enigma en nacer después de seiscientos años y que por esa razón tres de los seres más oscuros de este mundo intentaron poner fin a su vida.
Solo pedimos que por favor, logremos que él transite su niñez de la forma más “normal” —hizo comillas— que se pueda. Aún desconocemos cuándo se van a manifestar sus dones, tampoco sabemos si los tendrá, mientras tanto por favor ayúdennos a qué sea un niño feliz…
El bebé atrapó la cara de su papá y entre babas le daba típicos besos de bebé.
La gente se reía por lo tierno de la situación, todos, menos uno que destilaba odio desde su mirada amarilla.
Los líderes de cada manada, uno a uno, fueron emitiendo un aullido de aprobación ante la solicitud. Habían venido a eso, a convenir el mejor futuro para el bebé Enigma y ellos tuvieron tres días de debates para opinar, dar puntos de vista, discutir, debatir para finalmente aprobar lo que el clan TanGban proponía.
El concilio había sido un éxito, Jimin y Jungkook se sentían exultantes.
Venían las horas de festejo y comidas.
Todos estaban felices festejando, menos Jungkook que nunca se relajó y protegió la espalda de su familia segundo a segundo sin moverse un centímetro de ellos.
Quién sí se movió, fue Gong Yoo que detrás del xolo, lo increpó por la ausencia de blanco en su atuendo.
Uxmal no pudo escabullirse cobardemente como lo había estado haciendo hasta este momento aprovechando la distracción entre tantas personas. Se sentía al descubierto, no sabía qué inventar, frente a su obvia ignorancia sobre la vestimenta de los de los del Frío en estás ocasiones.
—Dime rápidamente quién eres, de dónde vienes y quién es tu líder.
El xoloitzcuintle intentó urdir una mentira pero no le llegaba nada a la cabeza se sentía amenazado, al descubierto y asustado ante el lobo azul enorme y amenazante frente a él.
—Yo, yo… yo —tartamudeó por tercera vez— soy invitado de Jimin. Fui aprendiz de druida con él —esa mentira le había funcionado frente a Jungkook aquel nefasto día en que él había secuestrado al Omega. Pensó que fallaría, que no se saldría con la suya esta vez. Contrario a eso, funcionó.
Maldito destino.
—¿Dónde está tu respeto frente al clan portando algo blanco?
—Oh, bueno, eso sí que no lo sabía, me siento mal por ello ¿Puede ayudarme?
—Claro que no, sal de aquí y resuelve tu falta de respeto o personalmente me encargaré de ti aunque seas el mismísimo druida.
El Xolo sintió como le volvía el alma al cuerpo cuando Gong se retiró y él tuvo el camino libre nuevamente. Sí está era una oportunidad para seguir con su plan, la tomaría. Así fue que salió con el propósito de conseguir cualquier objeto blanco de mierda, porque ni loco se enfrentaría a la amenaza que acababa de hacerle el lobo azul.
Se metió al patio de una casa cualquiera y robó una sábana blanca que se secaba al sol. La partió a la mitad y se armó una especie de media capa sobre su brazo derecho. Listo, ahora sí regresaría al puto recinto a seguir odiando a Jungkook por ser el destinatario del amor de Jimin. Porque Jungkook tenía exactamente lo que él en su distorsionada realidad, creía que le pertenecía. Esa manada era suya e iba a quedarse con ella aunque le costara la vida. Así de loco estaba el perro lampiño.
Mayo: Luna de la Leche.
Llamada así como símbolo del final de las heladas tardías.
También por la abundancia de flores de mayo da a su luna llena el nombre de luna de flor o de flores en muchas culturas. También la llaman luna de la liebre, luna de la siembra del maiz y luna de la madre.
Preparen el corazoncito que se vienen problemas. Uxmal y su odio por lo que no puede tener va crear una situación de peligro... 😢
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Qué dicen de Are you sure?
A mí me tiene loca.
¿JimKook? ¡Le llaman JimKook!! sin miedo al exitoooo. Ahhh enamorada de una relación que no es míaaa
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